Partida Rol por web

 Miro al elfo

Tienes razón; gracias a dios nunca me alcanzaron...

 Miro alrededor mío y veo otro elfo* que anda dando vueltas por el barco

Por dios!, es que solo había elfos para meter en este barco?

digo refunfuñando, abriendo los brazos mirando hacia arriba y frunciendo de vuelta la nariz 

No, no solo hay elfos.

Digo algo divertido por el comentario que acabo de escuchar. Parece que este tipo, este peor que yo de la vista.

Deberías fijarte un poco mas. Sobre todo, si al final es posible que tengamos algunos asuntos en común.

Y no puedo evitar sonreír al pensar en esa clase de asuntos. Quizás algún marinero se percate de mi tono y de mi comentario. Pero no tengo cara de ser excesivamente paciente. Y mas aun en estas circunstancias. Pues aunque la niebla se espesa cada vez mas, yo miro de vez en cuando por proa impaciente ya por avistar los muelles y desembarcar.

 Miro al hombre que habló

Ale! y tu quien eres? creí que también eras marinero...

no hay tiempo para mas, estais llegando al puerto

nos vemos en la escena "en el puerto de Dynaj"

los que aun no hayan copiado en la ficha sus valores que se espabilen, yo tiro palante!!!

El puerto está animado, dentro de lo que suele ser la actividad normal... los barcos que vienen y van con cargamentos de esclavos y oro es lo habitual. La (no se sabe si merecida o no) fama de constructores de barcos de Dynaj también es un dicho frecuente. Acabas de llegar en un barco mercante, lento y pesado, pero resistente y capaz de aguantar los embates de tormentas y monstruos marinos del Mar de los Muertos... habéis salido de la ciudad estado de Zoa, y en general el viaje ha sido sin incidentes.

Te despides del capitán, con quien has hecho buenas migas. Los marineros también te dicen adiós con voces alegres, pues tus poemas y canciones han hecho más entretenida la aburrida y peligrosa travesía sorteando los famosos remolinos del mencionado mar...

Te indican el camino para encontrar la Posada del Cuervo Rojo, respetable fonda. También el camino a una taberna del puerto donde tomarte unas birras...

No pueden el mar y la cruel marea

que con el viento se me remenean

como un gordo cimbel entre tus piernas

-oh perversa amada, nada mía,

que me asesinas con tu simpatía-

no pueden retenerme ni un instante...

Pues he quedado de las aguas harto

en este puerto que laméis, me parto.

¡Oh fortuna, voy a tu encuentro...!!

Dice sonriente, a sabiendas de que ya no le oyen los alegres marineros que le saludan con sus pañuelos desde la cofa del trinquete.

Así mismo hace una elegante reverencia al capitán del barco que se aleja, de cuyo olor a pescado y su aliento vinoso ha quedado más que aburrido. Mientras hace esto, palpa el mapa del supuesto tesoro que ha conseguido del segundo de a bordo al contar a un grumetillo que las ruinas de las que da localización no existen para nada, y dejando que el rumor se extienda lindamente por todo el barco.

Se da la vuelta y achina los ojos, para distinguir a algun honrado ciudadano que le confirme dónde se encuentra la taberna...

-Veamos qué se cuenta por ahi...

te dejo la escena de la taberna c onfigurada para que metas en ella a cifuentes y yawe

argumento general: el bardo llega con su mapa a la taberna y oye a un grupo de parroquianos escuchar las historias de su viaje al desierto que hizo el mago y les esta contando