Partida Rol por web

Adreim bajó sin pensárselo. Confiaba en que los demás sabrían organizarse. La mancha en el suelo no le inspiraba confianza. Bajó muy apurado y la cuerda se le resbaló. Cayó de una gran altura. 

Otra vez nooooo!

El felpo hizo más por no caer sobre el pobre gnomo que por no hacerse daño, así que la jostia fue buena. 

ESPERAD UN MOMENTO, POR EL AMOR DE GEONEA! - grito algo fuera de mi, al ver como mis compañeros parecen dispuestos a ahorrarle el trabajo a los zombies destrozándose uno a uno con esa absurda manía de tirarse al vacío -  ¿Nadie sabe atar una cuerda como si fuera un arnés?. Bajaremos más seguros, y los más ágiles podrán descender al final...

Dijo el clérigo tras ver caer a su excelentísimo y respetado líder. 

No paza nada, yo ya bajo ezto ezta chupao. Alfred también asegura una cuerda para subir luego.

Ezperame Adreim.

Alfred salta directamente hasta el agujero y da la impresión por como se dobla al caer que ningun daño le ha afectado.

Adreim bajó sin pensárselo. Confiaba en que los demás sabrían organizarse. La mancha en el suelo no le inspiraba confianza. Con la habilidad de alguien entrenado, rodeó la cuerda por una pierna y se deslizó por ella con facilidad. 

Una vez puso pie en suelo desenfundó sus espadas y miró a su alrededor. El zombi podía salirle por cualquier lado, él sabía luchar a ciegas si era preciso. 

Si nadie le atacaba en un tiempo prudencial, llamaría a los demás, aunque los monjes ya bajaban sin decirles nada. 

El mago grel es inteligente, pero a veces su prudencia no es la más adecuada. Y no piensa quedarse allí sin hacer nada, con lo que toma la cuerda, y baja por la misma con rapidez, y cierto desprecio por su bienestar

Sorprendentemente baja con inusitada velocidad y equilibrio

Al ver cómo los compañeros van bajando uno a uno, considero llegado mi turno y con más torpeza que otra cosa me agarro a la cuerda, dando a cualquier observador la total sensación de inminente desgracia.