Partida Rol por web

¿Sentimientos nobles? Primero debería encontrar el sentido común, y luego su propia inteligencia. Mi respuesta hacia Eve fue contundente. A ojos de Leo, Carrie se había dedicado a comportarse como una niñata rica malcriada y caprichosa... Vamos, que se había comportado como siempre.

No es ella quien debería tener cuidado, Kyle. Fruncí el ceño, mirando al grupo de Slytherin, alzando el mentón con superioridad, incluso cuando Deirdre hace gala de su afilada lengua. No puedo evitar reírme, encogiéndome de hombros. Claro Deirdre... ¿Aun envidias a tu hermana por lo que tú deseas? Que infantil... le guiñe el ojo, acabando por afilar la sonrisa, y encogiéndome de hombros. No espere su respuesta, ni siquiera me interesaba, y eché a andar junto al grupo de Gryffindor-Ravenclaw.

Hay algo que me gustaría saber... ¿Cuando entras en Slytherin te regalan unas rodilleras? Porque además de ser los más ambiciosos, deberían añadir que son los más lame culos. Que espectáculo... Comente para mi grupo de amigos, mientras avanzábamos por el pasillo en la dirección de la clase de transformaciones.

Miré a Kyle, mientras iba caminando Por cierto... ¿Llegaste a salvar algo de tu poción? ¿Habeis visto a Peter?

Esbozo una sonrisa triste ante el último comentario de Leo. Es una pena que realmente exista gente así, que viva por y para satisfacer sus caprichos infantiles y lamerle el culo a los profesores. Sacando los frascos vacíos de mi mochila, los alargo hacia Leo negando con la cabeza. 

- Ni una sola gota...Si alguien no se hubiese dedicado a hacer estallar todo por los aires.- añado, mirando por encima del hombro hacia Carrie que andaba con toda la pasividad del mundo a unos metros detrás de ellos. Está visto que el llegar tarde a clase se la trae floja... - Pero vamos, si me das los ingredientes, yo te la intento hacer de nuevo.- digo, bajando la voz para que Eve, que camina cerca, no oiga esto último. Claramente, ella no aprobaría que le diéramos un uso indebido al mejunje verdoso que había salido de mi caldero. 

No puedo evitar dedicarle a mi hermana una mirada afilada ante el comentario que le dedica a Leo y estoy a punto de responder con algún comentario afilado cuando Leo se me adelante. Le aprieto entonces el antebrazo, con un gesto cariñoso, al ver que parece irritado por más de una cosa, y con razón, y niego, dejándole un cariñoso beso en la mejilla, dirigido a calmar un poco los ánimos:

-No te enfades, cielo. Vamos a clase, anda... No le des lo que quiere...  - intento mediar una segunda vez. Sé que a Leo no le falta razón. Sé que intenta defenderme a toda costa. Y sé que Deirdre es una víbora, pero no quiero caldear más los ánimos y que comience allí una batalla campal.

Niego entonces, cuando pregunta por Peter, mirando a mi alrededor, casi al mismo tiempo que escucho a Kyle responder a Leo en voz baja a lo de la poción- No lo he visto, no... Pero si Kyle hace una poción tan buena como la de antes a mí se me ocurre más de un uso para darle... - digo, sonriendo por lo bajo, dando a entender a Leo que aún es posible la venganza hacia Deirdre. Lo cierto es que la actuación de Carrie aún me tiene descolocada y sigo sin entender los motivos que la han llevado a ser justa conmigo, pero eso no tiene nada que ver con mi hermana y con esa actitud destructiva suya.

Y los miro a ambos, sellando mis palabras con una sonrisa que deja claro que por mi cabeza no se pasa nada bueno.

Finalmente - y tras la intensa clase de Pociones que ha caldeado bastante los ánimos llegáis al aula de Transformaciones donde el profesor Diggory os espera exhibiendo una sonrisa sentado en la mesa del profesor.

La mayoría de las chicas se han sentado en las primera filas y están impacientes porque empiece la clase. Una de ellas, asombrosamente, es Laura, que parece muy interesada en los brazos de Diggory. Probablemente esté pensando qué le llevó a ser tan buen jugador de Quidditch en sus tiempos. O a lo mejor esté centrada en otros asuntos.

Will le tiene guardado el sitio a Kyle, en la tercera fila, al extremo derecho. Deidre se lleva a Oliver atrás del todo a la izquierda mientras Peter les ha guardado los mejores asientos a Kaitlin y Leo, en tercera fila y justo en el medio. Él se ha sentado con Aaron. Jackie quita del sitio preferido de Carrie a Jack que no parecía haberse dado cuenta y se sienta con ella, a su lado, de manera que a Eve, que normalmente tiende a sentarse en primera fila ahora tan abarrotada, no le queda más que sentarse en cuarta, en medio, con el callado de Jack.

Una vez os sentáis, Cedric cierra la puerta con un movimiento de varita y se pone en pie. Si está nervioso no lo parece.

Venga, chicos, ponédmelo fácil...

- Buenos días a todos. Como ya sabéis soy vuestro profesor de Transformaciones nuevo, en sustitución de la directora McGonagall. No sé qué tal estais cada uno de nivel en esta asignatura pero no tengo tiempo que me sobre para descubrirlo sin enseñaros nada, así que hoy haremos una mezcla.- hace una pausa y camina por la sala.- Veamos... dos voluntarios... O'Brien y O'Reilly-  llama a Kyle y Peter. ¿Cuándo se ha aprendido vuestros nombres?- Venid aquí. Tendréis que elegir a uno de vuestros compañeros, aquí sentados y transformarlo en un animal entre un sapo, un ratón o una tortuga. Son transformaciones relativamente sencillas que ya habéis hecho en otros años anteriores. Lo que aprenderéis es a estar completamente concentrados ya que tratareis de hechizas a compañeros e imagino que no querríais hacerles daño. Peter, prueba.

Peter asiente, sujetando la varita mientras miera a la clase, pensando a quien elegir. Aunque no tarda mucho en decidirse. Mira a su mejor amigo, Leonard y sonríe de forma traviesa, apuntando a él.

Peter:- Estáte quieto Leonard, o será peor.

Hace el movimiento de varita requerido y un rayo mágico sale despedido, chocando contra Leonard, que al momento queda transformado en... ¡¿Qué es eso?! ¡Es una especie de gnomo de jardín peludo!

La clase estalla en carcajadas. Sobretodo los Slytherin. Cedric abre los ojos, sorprendido. Jamás se esperaría un efecto así.

Peter:- Ups...¡finite!- pero el finite no funciona.- ¡Finite!

Cedric:- Finite Incantatem.

Pero no hay efecto. El hechizo ha sido demasiado poderoso. Primer problema del año para el profesor Diggory.

Cedric:- Me temo que se quedará así un tiempo. Hasta que el efecto del hechizo pierda potencia.

La gente sigue riendo a carcajadas.

Peter:- Al menos no estalló ni nada. ¿No?

Cedric:- Siéntate, anda. Pero tienes que practicar bastante.- Peter hace caso y se sienta susurrando un "lo siento amigo" al gnomo de Leonard mientras se sienta- Venga, Kyle. Elige compañero y por favor, hazlo mejor que Peter.

Me fijé en que sólo me quedaba una posibilidad: sentarme con Jack. Nunca había tenido problemas con él, pero cómo hablaba tan poco no estaba segura de qué pensaba él de mí.

- Espero que no te importe... - le susurré cortésmente mientras dejaba mi bolsa.

Me senté con el ceño fruncido en medio de la cuarta fila... Dónde no veía tres cuartos por culpa de las babosas de la primera fila. ¿Cómo eran capaces de ser tan descaradas? Y sólo se sentaban ahí para ver la sonrisa del profesor y sus aparentemente bien formados músculos. No me había fijado en el tren...

Agité la cabeza para centrarme y saqué mis libros y material, el cuál ordené con precisión en mi escritorio, como de costumbre. El profesor pareció querer comenzar con algo de "acción", pero lamentablemente no cogió al mejor especialista... Peter acabó convirtiendo a Leonard en una especie de gnomo de jardin con pelo y una expersión...bueno, una expresión que probablemente no encandilaría ni a la enamorada Kaitlin.

Miré a mi amiga intentando aguantarme la risa, pero era bastante difícil. Cuándo el profesor dijo a Kyle que era su turno le miré con curiosidad... ¿A quién escogería y que tal le saldría? 

Nada nuevo en el horizonte, pensó mientras bostezaba descaradamente delante de las narices de Dorothy, en su asiento acostumbrado junto a la buena de Jackie. O al menos buena para los cánones slytherins, para que luego dijeran que Carrie sólo se juntaba con mala gente.

Patético, pensó, casi como si esa palabra formara parte de las circunvoluciones de su cerebro, escrita en la misma zona que los nombres de las tontas y pavisosas que se sentaban en primera fila.

- De lo que yo me quejo es de la falta de personalidad y de la estupidez inherente a esa condición - le comentó a Jackie en voz alta y clara con indolencia, continuando con una conversación que de tantas veces comentada se había convertido en el tema recurrente de sus años en Hogwarts.

Reclinó la silla hacia atrás y, como era costumbre, paseó la vista por el aula con semblante inexpresivo y ojos entrecerrados, buscando alguna fuente de diversión, puesto que su tarea para esa clase era escuchar y aprender, algo que no iba a hacer. De forma distraída, empezó a trenzar el pelo de Jackie, buscando un entretenimiento para lo que apuntaba a ser otra clase más de transformaciones que pasaría sin pena ni gloria. 

No podía estar más equivocada. Un horrible gnomo de jardín ocupó el lugar que hasta entonces rellenaba Leonard, logrando que se le escapara una seca carcajada.

- Qué precioso leoncito - dijo con malicia, sonriendo con los labios pegados -. ¿He dicho leoncito? Perdón, no sé en qué pensaba...

Cuando oigo mi nombre, interrumpo al instante mi charla con Will para prestar atención al que parece ser el nuevo terror entre las chicas. A ver, a ver, a quien elijo... Miro a Will con una sonrisa pícara.

- ¿Qué? ¿Te apetece?- No espero su respuesta pues sé de sobras que no lo voy a elegir a él. Con lo verde que he empezado el nuevo curso, seguro que se la liaba al pobre. Recorro la sala con la vista. ¿Quizás Oliver? Después de lo del tren...pero no, no. Sería caldear demasiado el ambiente...

Mientras le doy vueltas a la decisión, Peter convierte a Leo en una especie de engendro diminuto. Abandono mi meditación para reírme durante unos segundos al observar la reacción del profesor, que es incapaz de deshacer el hechizo.

- ¿Y este nos tiene que enseñar a nosotros?.... - le comento a Will en un susurro burlón apenas audible. 

Un pitido en los oídos me hace volver la cabeza hacia el lugar del que proviene el comentario que lo ha provocado: Carrie. Ya tenía que salir con sus comentarios de niñata cruel. Entre eso y lo de los calderos se la estaba ganando a pulso. Siguiendo un impulso, me levanto y me dirijo a su mesa. Apoyando las dos manos en la mesa de la Slytherin para llamar su atención, extiendo la derecha hacia ella, sin apartar los ojos de los suyos y una sonrisa maliciosa asoma en mi cara. 

- ¿Me harás el honor?. Con una última mirada al profesor, como esperando su aprobación, recojo mi varita, que hasta ese momento descansaba en el bolsillo de la pechera de mi túnica. Por mi cabeza desfilan los nombres de las criaturas en las que podría convertirla. ¿una víbora? No, demasiado predecible...¿un sapo? tentador pero no... Y entonces se me ilumina la bombilla. ¿No querías dar de comer gato a tu conejo? Bueno...concedámosle ese capricho. Sujeto la varita con más fuerza y con gesto firme, la sacudo hacia ella con la imagen de un gato de características similares a Bikkel plasmada en mi mente. No pasa nada. La vuelvo a sacudir y esta vez, si ocurre algo. La varita emite unos extraños sonidos, como si se tratara del tren de Hogwarts esforzándose por arrancar, y en eso queda la cosa. Algo irritado, me giro y comienzo a andar de vuelta a mi mesa, sin molestarme en comprobar el resultado de mi nada exitosa transformación.

La visión del feo gnomo de jardín quedó oculta ante alguien que aún conservaba su apariencia normal. Un ravenclaw que la miraba como si fuera a disfrutar con una venganza imaginaria que tan sólo existía en su cabeza y la cuál no era capaz de entender. A pesar de ser de la casa de los inteligentes, pensó con desdén, primero lo del tren, ahora esto...es como meter la mano en un agujero pequeño y oscuro sin saber lo que te deparará.

Y aún así, debía admitir que la perspectiva de ver como el chico se pensaba que cualquiera que fuera el efecto del hechizo sería humillante para ella era divertido. Se levantó con elegancia, dejando la preciosa trenza que le había hecho a Jackie y tomó la mano del chico con educación y una sonrisa de serpiente en su rostro.

- Claro que sí, O'Zebra, faltaría más... - le dio unos toquecitos condescendientes en el dorso de la mano mientras se situaba ante todos, cruzando los brazos con ademán divertido -. Deslúmbrame con tu gran habilidad - dijo alargando la palabra gran con sorna y un brillo acerado en la mirada.

Lo cierto es que la actitud de varias de las chicas hacia Diggory me había parecido divertida desde que entramos. De ahí que me dedicara a parodiar a alguna de ellas y a mofarme con Leo, hasta que el profesor comenzó la explicación.

Guardo silencio, aún con la sonrisa en los labios y el recuerdo de la última imitación en la mente. Y es entonces, cuando escucho el nombre de Leo y el de Peter, cuando le dedico al primero una sonrisa confiada, animándolo a ir con su amigo. ¿Qué podría pasar?

Observo, cruzada de brazos la escena. Y, cuando casi me dispongo a aplaudir la actuación de Peter... ahí está él, con aquel talento natural para complicarlo todo. ¡Acaba de convertir a Leo en un gnomo! Lo miro, llevándome una mano a la boca, negando, asustada, al verlo en aquel estado- ¡Leo! - exclamo, confiando en que la varita de Peter arregle aquel estropicio. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Ni su varita, ni la del profesor parecen poner fin a aquel disparate. Y, aunque en condiciones normales estaría partiéndome de la risa, lo cierto es que ver a Leo así, de aquella guisa, y con el profesor sin hacer nada, me pone aun mas nerviosa- ¡Profesor Diggory! Haga algo, por favor... - me dirijo directamente hacia el nuevo profesor, enarbolando mi propia varita, dispuesta a intentar arreglar aquello, si fuera  necesario, con mis propios medios.  Y, acto seguido, me agacho junto a esa criatura que ahora es Leo, pasándole un brazo por el hombro, reconfortante, atrayéndolo hacia ella -No te preocupes, cielo... seguro que se pasa enseguida.

Dediqué una mirada cargada de furia a la mesa de Slytherin. Podía sentir aquellas miradas, aquellas risitas veladas. Y mi último vistazo fue a Eve, quien luchaba por reprimir una carcajada. Yo, por mi parte, seguía sin encontrar la diversión a aquello, demasiado preocupada por solucionar el estado de Leonard.

De repente, una idea se me pasa por la cabeza... Descabellada, pero es posible que funcione. -Espera... tengo una idea... - le susurro a Leonard, mientras sigo mostrándole mi apoyo, cercana a él, mientras Kyle prueba suerte con Carrie.

Una vez que Kyle elige a su compañera Carrie, el profesor Diggory da su aprobación. La chica, Lewis si no se equivocaba, acepta ser el objetivo del hechizo sin problemas y Cedric se pregunta si realmente piensa que el chico será capaz y no le importa, o si por el contrario, de su varita no surtirá ningún efecto.

La clase se ha callado al instante, atenta e incluso Cedric se pregunta qué ocurrirá.

Kyle realiza el movimiento de varita apropiado, pero por desgracia nada ha cambiado. Carrie sigue siendo igual, a pesar de haber notado por un segundo cómo sus orejas cambiaban, pero continúa siendo ella al cien por cien.

Están más verdes de lo que pensaba... probaré a otros dos.

- Bien. Pueden sentarse de nuevo. Otros dos voluntarios, veamos...- en ese instante, Leonard regresa a la normalidad aunque por algún motivo la boca le sabe a césped. La clase vuelve a mirarle y le sonríe mientras Peter le ofrece unos golpecitos en el hombro como bienvenida.- ¡Oh! O'Connor, me alegra verle de nuevo en su estatura. Veamos...- mira en dirección a Slytherin y señala a Oliver, de quien no se sabe aún el nombre- Tú por ejemplo y...- se gira y camina pensativo. ¿En quién confiar para que lo haga bien? Kaitlin. Seguro que es capaz- O'Hare.- su mirada va hacia Kaitlin pero quien se levanta es Deidre al fondo de la clase. Cedric fija sus ojos en ella unos momentos. Había olvidado que eran gemelas.

Dos Slytherins para transformar a un compañero. ¡Qué peligro!

Al parecer a Kaitlin no le hacía gracia alguna lo de Leonard, lo cuál imaginaba, pero estaba mucho más preocupada de lo que habría esperado. 

Con rapidez intenté remediar mi error y corté un trocito de pergamino mientras mojaba la pluma en la tinta. Sin embargo me detuve al ver que Kyle había escogido víctima: Carrie. Por un momento pensé en que sería divertido que Carrie acabase cómo Leonard... Pero por otro lado deseché el pensamiento. No, yo no deseaba mal a nadie, ni siquiera a alguien tan mezquino como Carrie Lewis. No. Yo confiaba en que ser amable y ayudar a la gente traía con el tiempo sus recompensas y que la malicia traía sus castigos. No siempre era rápido ni esperado... Pero al final, sí, al final todo ocurre.

Sin embargo no había de qué preocuparse, pues Kyle falló estrepitosamente. Miré al profesor quien no parecía satisfecho con los resultados y deseando poder salir y hacer algo decente. Confiaba en mi habilidad, no de una manera arrogante, sino como resultado de mis esfuerzos. Me esforzaba siempre con todo al 100% y nunca me conformaba, con lo que creaba una base sólida que no menguaba, sino que crecía.

De repente Leonard volvió a su forma original* y sonreí contenta. Cambié la idea que quería escribir en el papel y volvía mojar la pluma.

No tienes que precuparte: entre tú y yo habríamos devuelto a Leonard a ser cómo era, incluso lo podríamos hacer un poquito más alto si hubieses querido... :) 

Hice una pequeña grulla con el papel (una de las pocas cosas que sabía hacer en papiroflexia) y con un pequeño movimiento de varita levité el papel un par de metros hasta la mesa de Kaitlin. En ese momento escuché como el profesor decía su apellido... y el de Deirde, quién fue más rápida y se adelantó con su habitual aire de superioridad.

"Me huelo problemas."

Al llegar al aula, lo primero que veo es al escuadrón de chicas en primera fila. Alzo ambas cejas, en claro gesto de sorpresa al ver el efecto producido por el nuevo profesor en el sexo femenino. Quizás debería plantearme lo de ser profesor... No puedo evitar pensar mientras peino el resto de la clase con la mirada, y no puedo evitar sorprenderme al ver a Laura en primera fila.

¿En serio? Decidido, de mayor, profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. No puedo evitar negar con la cabeza, una vez más, mientras me pongo las gafas, solo para volver a quitármelas, y limpiarlas con la túnica, volviendo a mirar a mi alrededor para ver a Peter haciéndonos gestos para que nos acerquemos hasta el.

Al llegar junto a él, me encojo de hombros. Como está el patio... Pensaba que te sentarías tu también en primera fila... Comento, con una sonrisilla, dándole un golpecito en el brazo con la mano, riéndome por lo bajo, callándome al momento que el profesor comienza a hablar, y tomo asiento, ajustándome las gafas y frunciendo el ceño. Si os digo la verdad... es que a mi McGonagall me cae mejor... Y no, no tiene nada que ver con que tenga a las niñas encandilado, lo juro. Y muestro la mano con los dedos cruzados, mientras reprimo el reírme mientras el profesor habla.

Al llamar a Peter y Kyle, los sigo con la mirada, y me tomo la libertad de distraerme, hasta que el profesor dice en que deben convertir a sus objetivos. Y la cara de terror al ver a Peter mirarme directamente. No, cabrón, los dos sabemos cómo se te da esta clase. No, no, no... Pero cuando me apunta, me acerco hasta el, para que haga el conjuro.

Nada más comenzar a trazar el gesto con la varita, ya es evidente a mis ojos, que algo va a salir mal. Ya lo sabía cuando aún estaba sentado junto Kaitlin. Así que simplemente... cierro los ojos, apretando la mandíbula con gesto de aguante, esperando que el resultado no sea tan nefasto como calculo.

Cuando aun con los ojos cerrados, escucho a la clase reírse y el "ups" de Peter, puedo imaginarme lo peor. Abro los ojos, y todo parece normal. No, espera... ¿Soy más bajito? Me miro las manos ¿Que coño...? Y miro de reojo al cristal de uno de los armarios para verme en el reflejo, y verme con mi nueva "apariencia". ¡¿Pero qué has...?!? Me llevo las manos a la boca, al descubrir el nuevo tono de voz que tengo. Mas duende, mas... voz de pito. Y por algún motivo, comienzo a tener la necesidad imperiosa de arreglar las plantas que decoran la clase.

¡Te voy a...! Señalo esta vez a Peter, pero el gesto se interrumpe, cuando vuelvo a escuchar mi propia voz. Las amenazas vienen en forma de muecas con el rostro, bastante graciosas, cabe añadir, a causa de mi nueva forma. Y ver que no lo consigue, me pone más nervioso. Por suerte, cuando viene el profesor y lanza el finite incantatem.... y no funciona.... ahí si que me pongo nervioso. Me lo quedo mirando con ambas cejas levantadas, en una mueca un tanto ridícula.

¿Prof...? Otra vez el recuerdo de esa bonita y preciosa voz nueva que tengo. Bueno, esta vez no es peor que cuando Peter fallo un conjuro agrandando y tardaros tres días en encontrarme. Entonces viene Kaitlin al rescate, y alzo ambas manos, indicándole que pare el carro. No, no quería mas pruebas y experimentos sobre mi persona. Ya iría a ver a McGonagall, probaría de transformarme en León (y descubrir qué bonita aberración hubiera sucedido) o dejar que el tiempo pasara.

Con toda la dignidad que podía reunir, que no era mucha, marche hacia mi mesa, observando que con mi nuevo tamaño, el problema sería subirme a la banqueta. Y tras unos saltos, unas peripecias, y un momento que nadie miraba, le pido a Kaitlin que me suba a la silla, y de ahí, yo mismo me subo a la mesa, observando el lugar. Cuando veo que a Kyle no le sale el conjuro, no puedo evitar pensar que Kyle lleva este curso algo mal.

Quizás debería decorar su habitación con algunas plantas. Si, le regalare una, pero antes la podaré y arreglare y... ¿que estoy diciendo? No, no, no... Céntrate Leonard, no quieres podar nada. Bueno, la cabeza de Peter, pero eso después. Ahora céntrate...

Pero por algún motivo, mientras alisaba el pelo de mis brazos cual gnomo peludo, pensaba que debería cambiar el color de mi sombrero de brujo al rojo, y que el jardinero del colegio no hace correctamente su trabajo... Siento que algo va cambiando. Otra vez.

Por suerte, cuando todo acaba, me encuentro sentado en mi propio pupitre, habiendo derribado algunas cosas, por el cambio de tamaño, y me bajo de este, volviendo a mi silla. Gracias, profesor. Le sonrió, con cierta ironía. Lo cierto es que comenzaba a disfrutar de mis nuevas ideas sobre la jardinería. Y la idea de saber que pasaba si me poli formaba hubiera sido la caña. Pero la estatura me estaba matando... creo que no repetiré la experiencia.

Lo primero que hago, es mirar a Kaitlin, asintiendo con la cabeza. Todo está bien, princesa. Y le guiño el ojo. Acto seguido, miro a Peter. Lo señalo. Te mato. comento, con una media sonrisa, bromeando. Lo cierto era que... sacando provecho de las circunstancias, saber que Peter podía crear un ejército de gnomos de jardín y decorar la sala común de gryffindor era de lo mas... atractivo. Tendríamos que buscar voluntarios.

He decidido... Que mañana será mi día de no cambiar de forma. Decidido. Comento, ahora, llegando a reírme junto a Will, Kaitlin, Peter y Kyle. Sobre todo a este último, para que no piense en los problemas que ha tenido estas dos últimas clases. Luego hablare con él y le preguntare como esta.

Espera... Carrei... ¿Ha sido casualidad, una referencia a mi nombre, o sabe qué...? ¿Cómo? Bueno, teniendo en cuenta lo del tren, debe saberlo medio colegio... Total, se iba a enterar antes o después...

Abrí y cerré la boca, llevándome la mano a la lengua, como si tuviera algo en esta. Ese maldito sabor a césped no desaparecía. Blegh.... qué asco.... saco la lengua unos segundos y vuelvo a abrir y cerrar la boca, disgustado con el sabor. Así deben sentirse las vacas...

Mi mirada fue en esta ocasión hacia Oliver y Deirdre. Pasando pagina de lo que había pasado, y esperando ver qué pasaba. Aun no había visto a nadie hacer una transformación bien hecha. Bueno... la de Peter, pero no era en "eso" en lo que quería transformarme. Así que tampoco cuenta.

Dejo que Dreide me lleve hasta la mesa sin oponer resistencia. Última fila a la izquierda, buena elección. Esa era una de las cosas que más valoraba en ella. Que no fuera como todas esas soñadoras estúpidas colocadas en primera fila babeando por la mirada de alguien como el. - Tsh, profesor... - pienso para mi. - Inépto y pusilánime. Un hufflepuff con demasiada suerte... Pero ninguno de mis pensamientos se refleja en mi cara, que se mantiene tan inexpresiva como siempre.

- Esto puede ser interesante... - le susurro a Dreidre tras escuchar la explicación. Muevo mi brazo hacia ella rozándole el muslo con la mano. No me gustan este tipo de muestras en público, pero en estos momentos nuestra situación es privilegiada. - Crees que... - continúo. Justo cuando O'Reilly hace su maravillosa intervención. Y sin poder aguantarme, estallo en carcajadas al ver la nueva forma de Leonard. - Todo un reflejo de lo que esconde en su interior - comento en voz alta. Estoy a punto de decir algo más, cuando veo como Diggory es incapaz de hacer el contrahechizo. - Patético... - concluyo mirando de nuevo a Dreidre.

La clase continúa pero mi vista se mantiene fija en Kaitlin y el nuevo Leonard unos minutos más. Si hasta entonces la diversión quedaba reflejada en mi rostro, en ese momento ya no quedaba ni huella de ella. Parece que nada va a poder sacarme de mis pensamientos, hasta que la voz de Kyle me devuelve a la realidad. Veo como se acerca hacia Carrie y no puedo evitar ponerme en tensión. Según lo que haga, está a punto de declarar la guerra. Pero por supuesto, fracasa.  El nivel de este año es demoledor.

La clase continúa, y esta vez yo soy uno de los elegidos. No me pasa desapercibido que ese imbécil no conozca mi nombre. - Te lo haré recordar, no te preocupes - pienso más resentido de lo que quiero reconocer. Al escuchar el apellido O'Hare mi mirada va directa hacia Kaitlin. La reacción de Dreidre me sorprende, aunque me muestro altamente satisfecho. 

- Oliver. Oliver Carrow. - exclamo con tono seguro y voz lenta conforme me acerco a la parte delantera de la clase. Mantengo la vista fija en Diggory, hasta que acabo volviéndome al resto de mis compañeros. Sin dudarlo dos veces, elevo mi varita y la dirijo hacia Peter.

El comentario de Oliver me hace fruncir el ceño. Somos cuñados, y nunca hemos llegado a ese punto... ¿Desde cuándo esa acritud por parte de él?

-Oliver, no tiene gracia. Ya basta.-le digo, seria, mirándolo con un gesto que dice que estoy para pocos sarcasmos ahora mismo.

Sin embargo, suspiro, aliviada, al ver cómo, de repente y sin saber por qué, Leo vuelve a su forma original, y una radiante sonrisa aparece en mi sotros. Menos mal, menudo susto me había dado...

-¡Leo! ¿Estás bien? Menos mal... me estaba empezando a preocupar lo de la jardinería... - y acabo por reir, liberando la tension, cuando recibo la grulla de Eve. Abro la nota y la leo, girándome para mirarla, dedicándole una sonrisa y un guiño cómplice, al ver su mensaje de apoyo. Menos mal que todo había ido bien...

Entonces, de repente, escucho mi apellido, y estoy a punto de ponerme en pie cuando, cómo no, mi hermanísima se me adelanta, saliendo para conjurar.

-En serio, si se está quieta revienta... -le comento a Leo, en voz baja, poniendo los ojos en blanco. Estoy segura de que Cedric me estaba mirando a mí cuando pronunció mi apellido, pero bueno, si ella es más feliz así...

Así que me dispongo a "disfrutar" del espectáculo, no sin antes dedicar una nueva mirada a Leo, acariciándole el antebrazo:

-¿Seguro que estás bien?

Carrow. Genial.

Cedric asiente sin dejar muestra en su cara de desagrado. Como profesor ahora tiene que mantener un trato neutral con todos los alumnos dejando de lado el pasado. Se cruza de brazos, atento a la exhibición de Oliver que decide tener como objetivo, como no, a un Gryffindor. Pobre Peter.

Y tan pobre que ha sido, porque el hechizo sale horrendamente mal. Un rayo amarillo sale disparado hacia él y una vez le alcanza inmediatamente la cara de Peter se agranda con una papa increible, se ha vuelto verde y babea. Inmediatamente la gente de alrededor se aparta de él.

Poco talentoso. Estamos buenos hoy.

Peter intenta hablar pero solo consigue que una larguísima lengua se enganche en el pelo de una de las chicas de delante mientras no para de babear. La clase estalla nuevamente en carcajadas a excepción de la pobre chica que intenta zafarse de tan viscosa y repugnante lengua.

Cedric da un paso hacia adelante, esperando que esta vez el finite funcione o sino quedará como un profesor muy nefasto.

- Finite incantatem.- Por suerte la lengua se va reduciendo y separando de la chica y poco a poco Peter regresa a la normalidad, aunque se encuentra bañado en sus propias babas.

Peter:- ¡Puag! ¡Carrow! ¡Lo has hecho a propósito!

- Nadie sería capaz de hacer esa cosa a propósito, Peter. Tranquilízate. Venga, vayamos con Deidre.

Deidre da un paso al frente, exhibiendo su pícara y malvada sonrisa. Su mirada va hacia la zona de los Gryffindor, cómo no. Pasa por encima a Leonard mientras el silencio continúa y se para, fijamente, en Kaitlin. Su medio sonrisa indica peligro y su mirada fulminante odio. Sujeta la varita con facilidad y apunta a su hermana ante la atenta mirada de todos.

Deidre:- Je...

En el último momento apunta a Kyle y realiza la floritura con facilidad y gracia. De inmediato Kyle queda convertido en una rata blanca de ojos rojos, típica en los laboratorios muggles de investigación. Deidre sonríe satisfecha, aunque su mirada continúa siendo peligrosa. Está claro por qué lo ha hecho. Nadie se atreve a dejar en ridículo a Carrie Lewis.

Cedric por su lado parece satisfecho de que al menos alguien haya sido capaz de realizar el hechizo satisfactoriamente. Apunta a Kyle y lo devuelve a la normalidad, de nuevo sentado en la silla.

- Buen trabajo señorita O'Hare. Diez puntos para Slytherin. - ¿Agotar los pocos minutos que quedan de clase o dejarlo con un hechizo hecho de forma satisfactoria?- Por hoy terminaremos las clases. Los que no hayais podido salir aquí practicad para el próximo día, los que habéis fallado, como Peter y el señor Carrow tendréis que practicar y hacer una redacción para el próximo día sobre el control y manejo de este hechizo junto con la historia del descubrimiento de este hechizo. Y mis felicitaciones para la señorita O'Hare. Podéis marcharos.

La primera en levantarse es Katherine que se aproxima a los dos Gryffindor con una sonrisa traviesa.

- ¡Anda que os habéis lucido! Mira que dejar que os transformen en cosas tan horrendas. Fijo que habéis perdido puntos para ligar con las chicas. Aunque Leonard tiene suerte, Kaitlin lo amará hasta siendo más feo que una escoba despeluchada.- os saca la lengua y en seguida Bonnie, que se sigue partiendo de risa, tira de ella para marcharse, seguramente dispuestas a liarla desde el principio.- ¡Cepillaos los dientes cuanto antes!

Y salen de clase.

Mi expresión se tornó una mezcla de sorpresa, incredulidad y frustración cuándo el profesor dio por terminada la clase. ¡Se me había hecho cortísima! Y además no había podido hacer nada, sólo sentarme a mirar cómo el resto hacía cosas... Eso era lo peor: No sólo no habíamos dado nada nuevo, sino que yo no había podido hacer o decir absolutamente nada.

"Tal vez si la clase hubiese sido más larga..."

Tal vez, sí, pero no lo había sido.

Recogí mis libros, pergaminos y demás que tan cuidadosamente había ordenado en mi mesa y los metí en mi bolsa con el mismo cuidado. Una vez todo recogido me acerqué a Kaitlin y Leonard.

- Jo, me he quedado con ganas... - les comenté, sabiendo que entenderían a la perfección a qué me refería. Suspiré y me encogí de hombros antes de sonreir, una expresión mucho más común en mí - ¿Tenéis algo pensado para esta hora libre? Seguro que sí... - Kaitlin y Leo siempre parecían tener ideas, cómo si las sacasen de debajo de las piedras.

Observo divertido el vegetal en el que se ha convertido la cara de Peter, olvidando el ridículo por el que acababa de pasar al intentar transformar a Carrie. Si no fuera porque es obra de Oliver, diría que es una buena venganza por la chapuza que ha hecho Peter. Esta vez el nuevo parece reaccionar a tiempo y consigue devolverle su forma original. 

Cuando estoy a punto de comentar algo a Kaitlin y Leo, que se encuentran en la mesa de al lado, una sombra se interpone entre nosotros, encaminándose a su copia exacta. ¿Por qué no me sorprende que haya elegido a su hermana?... pienso. Pero justo en ese instante, Dreide se vuelvo hacia mi y siento como el mundo se agiganta a mi alrededor. Mi boca sabe a queso y los pelillos que me están creciendo en las orejas me hacen cosquillas. Sacudiéndome en mi nuevo cuerpo de roedor, hecho a correr moviendo mis cuatro patitas a toda velocidad en busca de mi objetivo: el pie de Dreide, al que pienso pegarle un buen mordisco. Intento mostrar mi desconcierto, pero todo lo que sale de mi boca son pequeños grititos de roedor. 

Por suerte, las cosas no tardan en volver a la normalidad. Me incorporo sacudiéndome la túnica y lanzándole una mirada asesina a la pelirroja. 

- ¿A qué venía eso, tía?- Dándome la vuelta vuelvo hacia el grupo Gryffindor-Ravenclaw. 

- Menudo comienzo...si lo sé alargo las vacaciones un mesecillo más...- Respondiendo a la queja de Eve prosigo- Ya te tocará en la siguiente. No creas que te vas a librar.

Qué gran muestra de habilidad y talento nos ofreció Oliver... Claro que no podía haberlo hecho aposta. El profesor Diggory tenia razón. Nadie podría haber hecho tal chapuza a posta ni aunque se hubiera esforzado en ello. Y me limito a hacer algunos aspavientos, mientras indico a Peter que no se mueva. Solo empeoras las cosas, tío... estate quieto... que... dame un segundo que... Utilizo el libro, mientras frunzo el ceño, intentando apartar la lengua del nuevo Peter de la cabeza de la chiquilla, cuando Diggory lo devuelve a su forma normal a la primera.

Estabas más guapo como te había dejado Carrow... Bromeo, dándole un golpecito en el hombro con la mano, con una diminuta sonrisa. No pongas esa cara, si al final has podido babear a Farrell como hacia tanto que llevabas deseando... Le guiño el ojo, de forma exagerada y graciosa. Antes de la próxima clase pásate por el baño tío... necesitas una túnica nueva...

Niego con la cabeza, cuando vuelvo la vista hacia Deirdre. Esta vez, agarro la varita, y en cuanto la veo apuntar a Kaitlin, no dudo en apuntar a Deirdre con una media sonrisa, dispuesto a bloquear el conjuro, momento en el que cambia el objetivo, y ataca a Kyle. Porque eso no me lo esperaba, y veo a Kyle reducir su tamaño hasta tener el de una rata.

No dura demasiado, apenas me da tiempo a girarme para verlo con su nueva forma, cuando el profesor lo devuelve a su forma original*... y el profesor da por finalizada la clase. La misma idea que dice Eve, pasa por mi cabeza, y me limito a asentir, dándole la razón. Yo también me quede con las ganas de convertir a Peter en un elfo domestico, descuida. Le dedico un guiño a Peter, como gesto de que se lo digo en broma.

Intentaba ligar contigo, Katherine. ¿Tan evidente ha sido? Le contesto, tras reír por su comentario. Me encojo de hombros. Momento en el que ella comienza a andar, yo me encojo de hombros y la sigo con la mirada. ¡Si te vas tú te lo pierdes ¿eh?!

Use la túnica de Peter, o más bien, los trozos que no tenían babas para limpiar mi libro, y guardarlos en la bolsa. Bueno, si me lo hubieras preguntado hace cinco minutos, te habría dicho que podíamos ir a arreglar los setos del jardín interior... pero ahora ya no me apetece mucho. Mire a Eve, aun con esa sonrisa característica en mi. Y alzo el dedo índice, como si acabara de tener la mejor de las ideas.

Podíamos bajar a las cocinas, pillar algo para almorzar y almorzar fuera, en el exterior. Señale hacia la ventana. Como de costumbre, pensando en comer. La segunda que podíamos hacer es poner en macha el plan de ayer, conseguir una pelota, agrandar un palo y unos guantes, y que nos enseñéis eso del beisbol. ¿Os hace?

Mire primero a Eve, que era quien había preguntado, después a Kyle, Peter, Will y Duncan. Por último, pero no menos importante, Kaitlin, quien además le dedique una pequeña sonrisa y un guiño.

A las malas.... si os apetece hacer algo mas Hogwarts, podemos hacer el concurso de lanzamiento con Depulso. A ver si este año llegamos al lago desde la colina.

Si me siento avergonzado o contradecido con el hechizo que he hecho, no lo demuestro. Me limito a sonreír con sarcasmo hacia Peter, mientras se pone a gritar como una nenaza. Tras eso, me hago hacia un lado para dejar espacio a Dreidre. Es su momento. Y por supuesto, lo hace de maravilla. Todo un hechizo digno de ella. No me pasa desapercibido el comportamiento de Kyle, pero me limito a asentir con la cabeza mirando hacia mi novia. Ella sabrá lo que hacer.

Sin decir nada más, y sin responder al comentario de Leonard me dirijo hacia la salida. Paso por delante de Jackie, Jack y Carrie haciendo un leve gesto con la cabeza, dándoles a entender que los veré luego. Ahora tengo cosas que hacer.