Partida Rol por web

Hay que matar a la bestia

La llamada de auxilio

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22/11/2011, 00:18
Director

En un día normal de vuestra vida, con vuestras preocupaciones de siempre, hay algo que os llama la atención. Caminando por las calles del pueblo donde estáis, incluso en los árboles de los alrededores, está esta nota de auxilio

El hecho de que esté en tantos sitios os preocupa. ¿Tan desesperados estarán en la Aldea del Loto? ¿Tanto peligro correrán?

Después de pensarlo, empaquetáis vuestras cosas y, vais camino de una nueva aventura.

Unos proyectos de héroes caminan, desde diferentes puntos de la geografía, hacia la Aldea del Loto para ayudar a sus habitantes

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22/11/2011, 00:29
Director

Durante todo el camino, no ha habido incidentes. Hay alguna que otra persona caminando por donde vais, unos con más prisas, otros con menos.

Al fin, enfiláis el camino que os llevará directos a la puerta de la aldea. Podéis ver una muralla que parece recubrir la aldea

 

En lo alto de los torreones, veis una figura. Al ir acercándoos, lo visualizáis con mayor detalle

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22/11/2011, 00:37
Meca

En silencio, una guerrera contempla el horizonte. Desde su posición, puede ver cómo diferentes personas se van acercando poco a poco, y cada uno a su ritmo, hasta la puerta de la muralla.

Una vez que están todos allí, esperando a que se abran las puertas, decide hablar

¿Qué os trae por aquí, aventureros? ¿No sabéis que estas tierras están malditas? ¡Las criaturas del bosque que nos rodea no cesan ni un día en atacarnos! ¿Cuál es el motivo de su visita?

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22/11/2011, 00:40
Kalalo

El cartel hubiera pasado sin mayores atenciones de Kalalo de no ser por el hecho indudable que quien lo firmaba era una mujer, y estaba en peligro, y habia recompensa!. Sonriendo Kalalo arranco uno y se dirigio camino hacia la bella damicela que pronto tendria en brazos. Salvo una que otra campesina poco agraciada, el camino no deparo de mayores sorpresar para el aventurero. Silvando fue viendo como en el horizonte la imagen de un castillo se hacia mas grande a medida que se acercaba. Unos minutos antes de llegar, se preparó lo mejor que pudo: ensalibo su tieso cabello, abrio un poco se camisa para mostrar el pecho y adquirio su tipico andar de caballero valiente. Su aguda mirada percibe las inconfundibles curvas de una mujer, asi que acelera el paso hasta llegar a ella, quien le habla antes de siquiera poder decir hola.

-"Ja!, esas criaturas de las que hablan pronto huiran como jovenzuelo ante un casamiento"- Dijo con fingida voz gruesa -"Soy el guerrero Kalalo"- Dijo y miró al horizonte, como esperando la reaccion de admiracion por parte de la muchacha. Al darse cuenta de que no fue reconocido, lo atribuyó a lo lejanas de estas tierras -"Seguramente los bardos aún no han cantado mis hazañas por estas tierras, pero pronto les daré mas motivaciones para su canciones eternas"- Dijo mientras se acercaba y le guiñaba un ojo. Dos conquistas por una sola caminata, nada mal para empezar.

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22/11/2011, 11:48
Elnora

Elnora había viajado en busca del conocimiento que necesitaba para salvarse, aquellas aldeas por las que había pasado habían sufrido unas casuales desapariciones entre los hombres jóvenes, y sin embargo nadie había sospechado de la joven viajera con aquél aspecto tan delicado, no le producía ningún placer, sin embargo era la única manera de sobrevivir que conocía.

A pesar de los pequeños estragos que iba causando no había encontrado ni la más mínima pista sobre aquello que tanto ansiaba, y las monedas empezaban a escasear, si bien podía servirse de sus encantos para comer y viajar, estaba segura de que cuando diera con alguien capaz de ayudarla necesitaría dinero, no tardó mucho en fijarse en un cartel que parecía estar colocado por toda la ciudad en la que se encontraba, sin duda aquello atraería la atención de muchos aventureros, lo cual suponía una espléndida oportunidad para llenar su bolsa de nuevo, ya fuera arrebatándoselo a incautos varones o a asquerosos monstruos, lo había decidido, aquella misma tarde había conseguido que un tabernero le regalara unas raciones de viaje con algo tan simple como una cara triste, y antes del atardecer había creado las suficientes espectativas en un excitado conductor de carruaje como para que la llevara a la aldea en cuestión.

A la mañana siguiente Elnora despertó empapada en sudor, las pesadillas habían vuelto a atacarla aquella noche, miles de demonios violándola y desgarrándola, y en lo alto, por encima de toda aquella miríada su padre, riéndose del dolor y la humillación a la que estaba siendo sometida, borró aquél sueño de su cabeza tomandose una de las raciones que le habían regalado mientras el carruaje se acercaba a las puertas del villorrio donde un hombre de aspecto rudo hablaba a voces con una guardia apostada en las murallas.

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22/11/2011, 13:48
Adélaïde

Adélaïde habia dejado atras la comodidad de su hogar guiada por su instinto de ayudar a los demás. En el poco tiempo que llevaba recorriendo los caminos no habia ocurrido nada. Decepcionada, estaba regresando a casa cuando sus ojos se posaron sobre un cartel clavado en un arbol del camino. Se acerco con cautela, se inclinó y arrancó el cartel.

Era una llamada de auxilio de un pueblecito que padecia constantes ataques de las criaturas del bosque. Esta es mi oportunidad, ¡Es lo que habia estado esperando! - pensó animada. Estuvo pensando un momento hacia donde tenia que dirigirse y espoleó a su caballo ansiosa de aventuras.

Tras un par de dias de viaje sin cruzarse con nadie divisó la aldea amurallada que habia emitido la nota de auxilio. Acelero el paso y se colocó a la altura de una carreta que se dirigia a la ciudad en la que viajaban un comerciante y su acompañante.

Buenos dias caballero. - Saludo al comerciante cuando llegó a su altura, Señorita. Dijo a la joven, con un ligera inclinacion de cabeza. Y acto seguido se lanzó al galope en direccion a la muralla. Llevaba el escudo a la espalda, ataviada con una brillante armadura con un precioso cristal azul incrustado en el pecho en forma de flor de lis. Sus cabellos rubios ondeaban al aire con cada movimiento del precioso caballo blanco sobre el que viajaba. En la mano sostenia una lanza de caballeria blanca con una espiral azul que surgia en la punta de la lanza y avanzaba hasta la empuñadura.

Aminoró la marcha mientras se acercaba a la muralla donde un hombre se jactaba de sus hazañas ante una vigia de la ciudad. La vigia le pregunto que le traia por el pueblo a lo que Adélaïde respondio enseñandole el cartel de auxilio que habia arrancado del arbol.

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22/11/2011, 14:27
Kalalo

No habiendo terminado de realizar el procedimiento de cortejo previo cuando vio llegar a una rubia amazona en su caballo. Sobreponiendose a la impresion, Kalalo se apresuró a extender su mano como ayuda para que la joven bajara de su corcel, con la ventaja de tener una envidiable vista de sus pechos al inclinarse para bajar.
-"Permitame ayudarla, hermosa damicela"- Dijo galantemente.

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22/11/2011, 15:40
Morgana Lefay

Morgana estava leyendo el pergamino con tranquilidad cuando apareció Meca, ignorando a las demas personas se encogio de hombros.

- ¿Criaturas del bosque? - dice moviendo los brazos como si fuera a romperle la columna a un oso- Perfecto, aprovechare para conseguir un jabali o dos para asarlos y comermelos. La ingesta de proteina es estrategica en el desarrollo de los musculos.

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22/11/2011, 16:14
Kalehid

Kalehid vio las murallas de la ciudad aparecer en el horizonte. Iba tranquilo acariciando a Niro, el gato siamés de su hermano. Entonces miró hacia abajo, desde su trono de madera, y se dirigió a Etelimas: -Espero que no nos entretengan mucho, tengo ganas de ir al servicio y ya sabes lo que tardo en quitarme esta armadura.  -dijo mientras se daba unos golpecitos en el pecho de la armadura donde sobresalía una calavera de obsidiana tan grande como un puño.

 

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22/11/2011, 17:02
Etelimas

Etelimas sonrió a su hermano.

-Deberías haber cagado antes de salir del campamento. -miró hacia las murallas- Ahora te recomiendo que aguantes, porque parece que en la entrada al pueblo se está reuniendo un grupo de gente...

Se llevó la mano cubierta con un extraño guantelete a la cabeza, y se peinó su larga cabellera de color castaño hacia atrás. Disfrutando del suave viento matinal.

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22/11/2011, 17:02
Kalehid

-Eso estoy intentando. -dijo cambiando de posición, pero el ajetreo de los esqueletos al andar no ayudaba mucho.

Kalehid miró a los laterales para comprobar que los zombies mantenían correctamente la formación. El grupo siguió avanzando a paso ligero hasta colocarse a la altura de un carruaje que iba en la misma dirección.

-Buenos días. -dijo Kalehid casi sin inmutarse y siguió con la marcha como si no pasase nada.

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22/11/2011, 17:02
Etelimas

Etelimas mantuvo el paso al frente del grupo, abriendo la marcha. La cota de mallas finamente trabajada que portaba sobre su túnica verde bellamente enjoyada brillaba a la luz del sol, haciéndole destacar aún más.

Cuando pasaron junto al carruaje, Etelimas le dirigió una mirada de reojo, deteniéndola sobre la mujer unos segundos más.

Hizo una inclinación de cabeza a la pareja mientras les adelantaban, camino al extraño grupo que se reunia ya frente a las murallas.

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22/11/2011, 17:03
Kalehid

Finalmente el grupo llegó a la entrada de las murallas, los cuatro zombies embutidos en camisotes de mallas y portando un escudo pavés en el brazo derecho, y una maza de armas en el izquierdo se desplegaron y se colocaron detrás del trono mientras que los cuatro esqueletos, también ataviados con sus correspondientes camisotes de mallas y portando a la espalda un arco largo compuesto y su carcaj respectivamente bajaban a Kalehid a nivel del suelo.
Entonces, Niro de un salto bajó del regazo de Kalehid para ir a parar a los pies de Etelmias. Kalehid se levantó haciendo sonar su armadura completa de calidad, y su capa gris con capucha y un emblema bordado en hilo de oro en el que se representaba un león rugiendo encima de una roca ondeó al viento de la mañana.

-Etelimas, pregunta a estas personas quiénes son. -dijo mirando a su hermano.

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22/11/2011, 17:03
Etelimas

Etelimas se giró hacia el grupo de desconocidos.

-Mi señor Kalehid, príncipe de Romualda, desea saber quiénes sois. -dijo con porte regio.

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22/11/2011, 20:48
Adélaïde

No es necesario caballero, permanecere montada hasta que esta amable vigia nos deje pasar. - dijo Adélaïde rechazando la ayuda del joven. Giró la cabeza y se encontro horrorizada con una extraña comitiva. Un hombre subido a un trono de madera, llevado por 4 esqueletos armados y 4 zombies tambien armados guiados por otro humano. Adélaïde guio a su caballo con las rodillas hasta dejarlo mirando a la comitiva y sin escuchar sus palabras dijo: ¿Qué clase de brujeria es esta? Explicaos si no quereis perecer junto con vuestros viles lacayos bajo mi lanza.

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22/11/2011, 21:03
Morgana Lefay

Morgana contemplo con calma la recien llegada comitiva.

- Almenos podriais ducharlos, apestan. -dijo tapandose la nariz.

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22/11/2011, 21:07
Sarita Llomás

Sarita llegó al pueblo huyendo de Sir Lomas, un noble rico, pijo y estirado con el que había estado a punto de casarse.

A punto, si no llega a ser porque le había dejado plantado en el altar, igual de pijo y estirado, pero un poco menos rico.

Estaba segura que habían salido detrás de ella, no por lo que se había llevado, una cantidad ínfima para el total de su fortuna, sino por la vergüenza que le había infligido.

Llegó a un pueblo forrado de papeles con peticiones de ayuda....umm, quizás esto es lo que necesito...pensó cojiendo uno

Así que puso rumbo hacia el lugar que indicaba el panfleto, la aldea del loto.

Al llegar habían varios personajes hablando con una chica en la muralla.

Lentamente se acercó y esperó a ver qué es lo que pasaba

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22/11/2011, 21:23
Kalalo

Kalalo hubiera insistido en bajar a la dama del caballo, o quizas montarse él tambien de no ser por la comitiva por demas extraña que aparecio frente a ellos. El asombro de Kalalo era grande, pues ni a él se le hubiera ocurrido tal cosa para impresionar a la damas.
-"Yo soy Kalalo, el azote del mal y a quien teme la oscuridad"- Dijo inchando el pecho. En ese momento dedico su atención a Morgana, si bien su aspecto era agraciado el hecho de pensar en masa muscular le bajo varios puntos en la escala del guerrero. Quizas cuando terminara con las dos primeras le dedicaria varias de sus hazañas. En ese momento se dio cuenta que se encontraba completamente rodeado de damicelas para conquistar, la baba aparecio en la comisura de la boca y recordó aquella tarde gloriosa en la Taberna de Las Bailarinas Amables.
Asi que era preciso ir apuntando con inteligencia cada una de las flechas de cupido.
-"Pues no se diga mas, hermosa joven guerrera, llevame a donde la sin par Lis y todos sus problemas se resolveran con el poder de mi espada y la fuerza de mi corazón"-. Dijo a la joven guardia mientras la tomaba por la cintura galantemente indicando el camino hacia el interior del castillo.

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23/11/2011, 22:34
Etelimas

Etelimas esperó un instante, y en vista de que su hermano no decía nada y le dejaba las riendas de la conversa, miró hacia arriba a los ojos de la mujer a caballo, y le contestó.

-Sabed bella dama que vuestras palabras son un gran agravio hacia nosotros. -dijo muy serio mientras observaba con disimulo las formas de la mujer- Sin embargo, sabemos que solo se debe al desconocimiento de nuestras costumbres. -con un gran aspaviento movió la mano abarcando al séquito de muertos vivientes- En el Reino de Romualda los soldados que caen en combate son traídos de nuevo para que puedan seguir sirviendo a la causa de Romualda incluso tras la muerte. Es algo reservado solo a los mejores y es considerado un gran honor... Si lo deseáis nos alojaremos en el pueblo, en otro momento podría explicaros las motivaciones que llevaron a la aparición de ésta costumbre. -Entonces hizo una leve inclinación de cabeza hacia ella e insistió cortésmente a su pregunta inicial- Mi señor es Khalehid, príncipe de Romualda. Y yo soy su escudero, Etelimas. ¿Vuestro nombre es...?

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24/11/2011, 03:54
Enya

De pronto ante tal comitiva de personajes situados en la entrada del pueblo encontráis a una muchacha que cuando empieza a ver la horda de muertos vivientes que hay junto al grupo comienza a gritar fuertemente:

- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!!! Por Ehlonna, ¿qué clase de aberraciones traen estos seres a este pueblo? Ya tienen bastante los pobres como para que traigan más seres terribles.

¿Cómo vamos a lograr ayudar así a Lis y a los demás?

Ante vosotros está acurrucada, tras uno de los torreones de la muralla, una niña de una edad no superior a una década. Se encuentra sentada agarrada a un osito de peluche que lleva siempre consigo. En su puño lleva convertida en un burruño lo que parece ser la nota de auxilio de Lis.

- Yo venía a luchar contra las bestias, pero no contra esa clase de bestias... dijo con lágrimas en los ojos. Lágrimas de terror.