Partida Rol por web

Una vez en el nido de avispas, escucho a mis compañeros y miro los papeles con desconfianza. Ni tengo gran capacidad para estudiarlos ni sé si realmente me interesa hacerlo después de lo que ocurrió en el cobertizo.

- Voy arriba. Tengo que mantener la coartada como camarera de Laria - digo mientras dejo arco, carcaj y espadas. Sigo teniendo las dagas bien ocultas en varias fundas tanto en la bota como en la cintura. - Aprovecharé para contarle lo que ha ocurrido, si tengo ocasión.

Con cuidado, me quito la armadura de cuero endurecido, que no quedaría muy propia par una camarera. Los pantalones de cuero y la camisola tendrán que valer mientras estoy en la taberna. Me pongo por encima un delantal y, con un gesto de cabeza, me despido de mis compañeros durante un rato. Al pasar por el almacén, cojo algo que pueda hacer falta en la cocina, para justificar la aparición de una camarera desde esa zona, y subo al salón de la posada.

Vundav se sentó al lado de Rexus y empezó a repasar los papeles. No comprendía la escritura ni la encriptación, pero quizás con un poco de suerte podría ver algo en la disposición de los párrafos o si existía alguna firma.

Vundav se había sentado con Rexus para tratar de saber si algo se ocultaba en los papeles. Sería interesante encontrar ese contrato cuanto antes.

- Quizá yo os pueda ayudar, pasé mucho tiempo buscando documentos ocultos en la biblioteca de mis maestros cuando era pequeño y tengo algo de experiencia en encontrar cosas difíciles.- Recordó cuando consiguió aquel viejo pergamino que más tarde lo llevó a invocar involuntariamente al demonio que provocó su color de pelo. Una historia que quizá algún día contaría.

Sin dilación se sentó junto a ellos con las premisas que el propio Rexus les había dado y las ganas de probar métodos nuevos que podrían darles una pista (calentar el documento para revelar tinta oculta, humedecerlo, estudiar detenidamente sus bordes e imágenes para encontrar texto cuyo tamaño no fuera visible e incluso encontrar el patrón que descifraría su código).

Reunidos varios de los rebeldes en torno a los papeles, resultaba un nutrido montón de textos ilegibles que como había indicado Rexus era una combinación de tres idiomas diferentes: celestial, élfico y strix, siendo este último el más difícil de reconocer. El noble debía de haberlo estudiado en el pasado, aún así, conocer los idiomas no significaba comprender los textos pues había una capa más de encriptación que era necesario desentrañar y a eso se estaba dedicando él durante las horas que permanecía en el nido de avispas.

Examinarlos de diferentes modos no conducía a nada útil, el contrato de la compra de las patatas no tenía nada especial, o no lo tuvo hasta que Evram hizo uno de sus trucos. Al mover las manos como enfocándolo, emitió una suave luz.

- Es mágico, hay un rastro en él. Por tanto ocultaron algo en este papel usando magia, aunque no puedo saber el qué.

Expuso ya que el joven no tenía tanto poder como para ir más lejos.

La vuelta al nido de avispas había sido tranquila y sin sobresaltos. Pero parecía que ahora tenían un largo y tedioso trabajo con los documentos de los cuervos... un trabajo que Nikkha no tenía intención de hacer.

Con disimulo se fue a una de las estancias más alejadas, sacó su lira y comenzó a acariciar sus cuerdas. Llevaba días sin componer y con mucha información en la cabeza. La música le sentaba maravillosamente para relajarse, procesar bien todo lo que había estado pasando y, de paso, afinar su bonita voz. Las melodías iban saliendo de su alma conforme sus sentimientos se iban desenroscando de su corazón. Excitación y furia del combate en la plaza. Orgullo al ver como el pueblo luchaba contra el tirano. Calidez a medida que se unía para buscar los rastros de los cuervos plateados y exploraban posteriormente el lugar en el que se estaban quedando. Para cuando llegó al rescate de los prisioneros ya había sacado la gaita y le sacaba notas poderosas de valor, coraje y rebeldía. El primer encuentro contra las tropas del tirano había sido algo pasional, un acto casi instintivo. Pero el rescate de prisioneros fue premeditado. Un auténtico acto de guerra.

Para terminar su recopilación musical, le arrancó unos misteriosos acordes de su laúd para rememorar a la desconocida criatura con la que habían trabado una suerte de acuerdo, aunque ella no se había comprometido a nada, y que les permitiría mantener aquel pútrido cubil como una de sus posibles guaridas. 

Al terminar, la semielfa se sentía como limpia y como nueva. Mejor que si hubiese tomado un baño de agua caliente en una tina de latón. Siempre se sorprendía de la capacidad que tenía la música para dejarla en ese estado relajado. Al salir de nuevo a donde estaban sus compañeros, descubrió que había una de las notas que era mágica. 

-OOOHHH- exclamó llena de curiosidad- ¿Y que puede significar?¿Alguno es capaz de descifrarla?- preguntó alterada como una niña con un vestido nuevo- Yo no se disipar la magia pero seguro que habrá alguien que pueda ¿no?

Vundav estaba un poco decepcionado, las horas pasadas leyendo los pergaminos no cundían y se sentía un tanto ocioso.

- Lo único que se me ocurre sería llevar ese papel a nuestro pequeño amigo y que vea si es el famoso contrato.

Deseaba poder salir, pero era demasiado arriesgado. Pensaba que los hermanos estarían por aquí para hacerles un pequeño encargo ya que él mismo no se atrevía y no quería involucrar a cualquiera de los que había participado en la emboscada.

- ¿Sabes cuándo regresan Evan y Aila? Quería pedirles una cosa, pero veo que tardan mucho.

Los días siguientes podían calificarse como tensos, dado el cariz que fueron tomando los acontecimientos en la siempre bulliciosa ciudad. A pesar del primer éxito contra los deseos del inquisidor, su plan siguió adelante con mayores precauciones y un mayor número de guardias. En la plaza pública algunos desdichados terminaron en las jaulas, no tenían porqué ser culpables de un gran delito, cualquier acto contra la ley o de rebeldía real o subjetiva podía suponer acabar expuesto de aquella manera, junto a dos perros por jaula y teniendo que pasar algunos días pasando frío a la vez que hambre, pues para alimentarse era necesario competir contra los animales. No eran ejecuciones sino algún macabro divertimento, un mensaje hacia los ciudadanos para que tomaran ejemplo.

Laria seguía llevando con jovialidad su negocio con su nueva ayudante elfa. Como había intuido era una chica ágil de cuerpo y mente, alguien que además podía mantener una conversación de interés. Tampoco quería la halfling que atrajera a clientes por su belleza, sino que hiciera que las personas presentes se encontraran bien, cosa que Arden era capaz de lograr.

El establo terminó por ser abandonado, Vraris salió de la ciudad para refugiarse en el exterior, Jacob volvió a su trabajo y Elías se movía por el puerto, interesado en enfrentarse a Barzillai. El guerrero y Nikkha pudieron colaborar en algo que ya tenían en mente, convencer a Clenchjaw para que se mostrara amistoso con ellos, de ser necesario podría cobijar a alguien convirtiéndose así en un posible refugio de emergencia.

Rexus seguía traduciendo, acompañado en ocasiones por Evram y quien quisiera pasar algo de tiempo resolviendo las piezas del complejo puzzle que suponían los documentos. Pasados ochos días convocó una reunión. Ya juntos de nuevo bajo el nido de avispas, el antiguo noble mostró algunos de los papeles. Evram estaba con él.

- Gracias por bajar conmigo, hemos logrado algunos avances en el desencriptado y a este ritmo pronto podríamos tener gran parte hecha. Lo que tenemos entre manos es una pequeña recopilación histórica de algunos hechos vividos por los Cuervos Plateados. La persona que escribió todo esto se molestó en ir anotando sus experiencias, así que son textos de una naturaleza bastante personal. Por otra parte no hemos necesitado el otro papel relacionado con las patatas. Evram ha estado haciendo sus propias averigüaciones y cree que hay un conjuro ocultando el texto real, que se podría disipar y para ello tendríamos que encontrar un mago experto en las artes arcanas.

Antes de que pudiera comentarse nada, por la puerta aparecían ambos hermanos cuervo, dándose de bruces con la reunión. Se dedicaron a mirar un instante, luego el joven hizo una señal hacia atrás indicando así que iban a alejarse.

- Tenemos que hablar con vosotros, después.

Explicó, tras lo cual se fueron. Rexus palmeó la pila dejando que pasaran algunos segundos.

- Si tenéis un momento os puedo leer las primeras traducciones, si no, se puede hacer más tarde.

Dijo manifestando que tampoco tenía especial prisa.

A pesar que el tema de los papeles no era algo en lo que pudiera ayudar demasiado, Mishima sí que estaba interesado en saber algo más de la historia de los cuervos plateados. Por lo que estaba muy atento a lo que pudiera contar Rexus, y a pesar de la interrupción de los hermanos quería escuchar lo que tenía que decir. Además, si hubiese sido importante lo habrían dicho.

Continua Rexus. Ya que estamos contigo acaba lo que querías decirnos y luego hablaremos con ellos. Tampoco parece que sea urgente, y ya estábamos contigo.

Vundav estaba cansado. Había estando ayudando a Rexus con la traducción todo lo que podía, pero sin sus libros ni acceso a la biblioteca se encontraba ciertamente limitado.

El encierro no le estaba sentando nada bien. Los hermanos cuervos aparecieron en un momento dado, pero el brujo no tuvo ocasión de hablar con ellos. Necesitaba sus libros, necesitaba seguir estudiando y poder desarrollar el poder que sentía que crecía en su interior.

Se encontraba, ciertamente, encerrado.

Cuando pensaba que ya no iba a aguantar más, Rexus anunció que había conseguido descifrar parte de algún texto y además identificar que había algo mágico en la nota.

- Rexus, por favor, cuéntanos lo que has encontrado.

Aunque no se había calmado todo después del rescate de los prisioneros si parecía que el escarmiento que el alcalde pretendía imponer se quedó, pese a su alto número, en leves arrestos y algunas torturas ostentosas sin gravedad para seguir demostrando su poder sin soliviantar al pueblo.

Al menos habían conseguido una tregua a la sangrienta limpieza que habían estado viviendo desde días atrás.

Rexus y Evram también habían conseguido descifrar parte del misterio que guardaban los documentos... quizá algún mago de su gremio podría anular la atadura del pequeño duende.

Ya tan solo quedaba escuchar qué habían descubierto los hermanos Cuervo para poder tomar un nuevo rumbo.

Los hermanos se habían alejado lo suficiente como para dar confianza al ex-noble, de manera que este pudo proseguir. Entre todos no habían podido traducir aún siquiera un tercio de los papeles en la semana de trabajo, mas había información de interés acerca de aquella organización de rebeldes. Rexus expuso los datos que podía dar por ciertos, así, respecto a su nacimiento, los Cuervos Plateados se establecieron en el año 4606 a raíz del caos que arrasó Cheliax después de la muerte de Aroden para ayudar a proteger la ciudad de Kintargo de la opresión, es decir hacía algo más de un siglo

La mujer que fundó los Cuervos era una elfa misteriosa conocida solo como "Jackdaw", una figura que, antes del advenimiento de la Era de los Presagios Perdidos, se convirtió en una especie de héroe popular Kintargana que luchó por los derechos de la ciudad.

Muchos de los Cuervos de Plata eran aventureros o adoradores de Milani. Jackdaw, quien era extraordinariamente hábil con el estoque, era la más poderoso e influyente de todos, pero otros que se destacaron especialmente entre ellos fueron Amyreid, quien parecía era una clérigo medio elfa de la diosa Milani, Ba un practicante arcano poderoso, Kyda, una mujer muy hábil con los trucos y engaños, y finalmente Brakisi, un arquero también muy elusivo. El quinteto era el núcleo de la organización y eran asistidos por un buen número de aliados repartidos por doquier.

- Esto es lo que tenemos por ahora, los nombres de los fundadores y su número. Un grupo reducido que logró mover a parte de la población, sobre todo la figura de Jackdaw, que por los escritos había logrado gran popularidad.

Dijo con calma.

- Debo seguir con la traducción, espero que haya algo que me sirva para entender lo que ha pasado con mi familia.

Indicaba, perdiendo algo de ánimo al principio para recuperarlo después, queriendo seguir con ese duro propósito.

- ¿Una elfa? ¿Quizá algo que ver con la estatua que hay abajo? ¿Será ella?

El guerrero recordaba aquella figura que casi no había tenido tiempo de investigar pero que parecía de fina factura.

- Es posible que sea momento de volver a intentarlo. Puede que allí haya algo, una inscripción, un resorte...

Mishima escuchó atento lo que tenía que decir el noble, aunque le decepcionó un poco la información. No estaba mal saber quienes eran los fundadores de los Cuervos Plateados, pero esperaba algo más del estilo de cómo llevaban la ordanización, contactos y rutas de huida. Cosas útiles.
Cuando Norwind recordó lo de la estatua de la elfa asintió, aunque no creía que quedara nada allí que no hubiesen descubierto ya.

Es posible que sea de ella, aunque creo que ya se registró. Si te quieres dar un chapuzón para comprobarlo. Yo prefiero averiguar qué noticias traen los hermanos.

Luego creyó que debía decir algo a Rexus, había trabajado mucho y aunque la información no fuera gran cosa era un avance.

Bien hecho Rexus, sigue así.

Los días habían pasado demasiado lentos para Erik, especialmente porque el enorme guerrero se sentía bastante poco útil. Todas aquellas tareas de investigación se alejaban bastante de su especialidad. Y si a eso le sumabas que salir en público estaba prohibido por el riesgo de que la guardia le reconociera, pues Erik Berglund sólo podía entrenar y ayudar a guardar el refugio en el que se encontraban los rebeldes. Al menos por el momento.

Cuando Rexus les comunicó que por fin había podido traducir parte de los documentos que le habían dado, el guerrero se esforzó en prestar atención a todo lo que tenía que decir. Y la conclusión a la que se llegó en el grupo era que había que volver a investigar aquella estatua que vieron en el sótano de la taberna de Laria.

 -Contad conmigo.

Lo que fuera para sentirse más util de lo que estaba siendo en esos momentos.

- Con esa fecha, debe haber pasado como un siglo desde que se escribieron esos textos. No es mucho para un elfo, pero los humanos...

Vundav estaba pensativo, pero sin decir mucho siguió a Norwind, quería ver de nuevo la estatua.

- ¿Creeis que se podría encontrar a esa elfa?

La figura que permanecía semicubierta de agua era una estatua de piedra de buena talla, de proporciones muy lujuriosas quizá como para corresponder a una elfa, por lo general delgados. Un símbolo grabado con el signo de Calistria ayudaba a identificarla.

El nuevo examen no condujo a ninguna novedad, la figura semejaba mucho a la imagen con la que se solía tallar a aquella diosa, si acaso este lugar perteneció alguna vez a los Cuervos Plateados, podía ser que alguno de sus miembros la hubiera adorado.

Mientras se revisitaba la estatua, los hermanos cuervo llegaron hasta allí. Llevaban las capuchas echadas hacia atrás y los rostros descubiertos. La joven se mantenía un poco atrás observando a los rebeldes. Su hermano tomó la palabra.

- Como os decía hemos dado con algo. En esta semana ha habido una figura cercana a la mano derecha del inquisidor, Nox, que ha estado moviéndose por las zonas pobres. Le hemos podido seguir el rastro y nuestra conclusión es que se reune con las bandas criminales. No sabemos el motivo, sin duda algo turbio.

La hermana aprovechó para seguir con el relato.

- Os podemos llevar hasta allí o podemos seguir vigilando. El tipo es alguien bajo y delgado, humano de cabello negro. Va, tiene esas reuniones, luego se dirige a la casa de la ópera. A través de las ventanas lo vimos hablando con esa mujer con gran deferencia.

Aila miró entonces con interés a los allí reunidos.

- Así que ¿algo que queráis decirnos? Creímos que la información os podía servir.

- ¿Se os está ocurriendo lo mismo que a mi? Un secuestro puede hacer ver al alcalde que no está tratando con cualquiera... u organizar tal caos que la ciudad se puede convertir en un hervidero si deciden levantarla para encontrarlo.

- No nos conviene lo segundo, así que los hermanos podrían seguir investigando hasta encontrar algo más claro... pero me tienta mucho lo primero.- Sin duda hablaba su parte guerrera.

Después de estar trabajando en la taberna durante un tiempo que me había parecido eterno, mientras el resto investigaba un tema que no me interesaba especialmente, fueron al fin los hermanos cuervo quienes trajeron alguna noticia que yo podía considerar relevante.

- ¿Se reúne con bandas en los barrios pobres? - repetí. Por fin alguien que se movía en mi terreno. Miré a Norwind, que rápidamente sugería un secuestro. Pese a ser yo la ladrona y estafadora, esta gente está más predispuesta al crimen que la mayor parte de mis colegas de profesión. - También sería relativamente fácil infiltrarnos en alguna de esas bandas y descubrir qué traman - comento. - Si ese hombre desaparece, no tardarán en reemplazarle y seguir adelante con su plan, por muy "mano derecha" que sea de nadie. Pero desde dentro podríamos obtener información, frustrar sus planes y buscar un momento mejor para acabar con él o retenerle para un interrogatorio.

Esta vez busqué apoyo en Nikkha, pues en varias ocasiones la semielfa había indicado que tenía contactos en los bajos fondos y seguramente sea la mejor compañía que puedo esperar para colarnos en una banda.

Vundav asintió a Arden y respondió a la vez a Aila.

- Secuestrarlo solo nos metería en más problemas y alertaría a la guardia. Infiltrarse es un buen punto. Con un buen conjunto de disfraz yo mismo podría hacerlo, de hecho si lo conseguimos más de uno podríamos ayudarnos una vez dentro.

- He hecho teatro más de una vez* y se interpretar personajes sin problema, podría hacerlo. Además, en caso de problemas no necesito tener un arma a mano para defenderme.

Vundav seguía dándole vueltas a la cabeza.