Cita:
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Con resignación, al ver que no hay nada que podamos llevarnos, decido cortar la cabeza al dragón, como muestra de que lo hemos matado. Hecho esto, guardo la cabeza en mi mochila, y digo a los demás- Bien, parece que aquí ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer. Dejemos este lugar de una vez...
-No tengas tanta prisa barbas, ayudame a abrir esta trampilla, tengo curiosidad de ver que hay debajo... -El mediano comienza a saltar sobre la trampilla llena de hielo sin resultado, hasta el punto de resbalar cayendo sobre sus propias manos con una voltereta. -Tu o Shedin si tu no tienes lo que hay que tener... venga, no seais timidos. -Dice dando un ultimo golpetazo con todas sus fuerzas.
Tirada: 1d20(+12)
Motivo: acrobacias
Resultado: 11(+12)=23
Tirada: 1d20(+4)
Motivo: fuerza
Resultado: 5(+4)=9
Shedinn se acerca confiando en que Bleeder haya revisado que no tiene trampas. Le da un buen tirón, la madera cruje, pero se le resbala el tirador de la mano y está a punto de caer de culo. Manteniendo la compostura como si no hubiera pasado nada comprueba si ha conseguido abrir la trampilla.
Tirada: 1d20(+5)
Motivo: Fuerza (Trampilla)
Resultado: 14(+5)=19
Cuando Shedinn vuelve a mirar a la trampilla se da cuenta de que no solo la ha abierto, sino que el metal de sus goznes se ha partido al igual que el hielo, y ahora la pieza suelta puede apartarse sin problemas. No está seguro de si ha sido cosa de su fuerza, o de que los años y el hielo pasan mucha factura...
Al asomaros por el hueco con la luz invocada por Jerisse observais una bodega cubierta completamente de escarcha y sin ninguna salida visible. Tiene las mismas dimensiones que la base de la torre y está repleta de provisiones... que lamentablemente se han solidificado por el frío formando un sólo bloque con el resto del mobiliario.
En principio las mercancias de arriba las tenéis que llevar para la recompensa. Lo de venderlas no os van a dejar el paladín y el clérigo de todas formas, pero por si acaso yo os muestro los problemas que tendríais para ello, claro que la última palabra es vuestra.
Osea... ¿Qué la recompensa no era por matar al dragón?
Bleeder se arrodilla y mete la cabeza desde fuera para ver bien el interior, una vez se cerciora de que no hay nada peligroso se introduce de un salto y comienza a cotillear.
Tirada: 1d20(+7)
Motivo: Percepcion
Resultado: 7(+7)=14
Supongo que sera una mezcla de las dos cosas
Shedinn salta dentro - acerca la luz Jerisse - dice mientras curiosea a ver si ve algo de utilidad
Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Percepción
Resultado: 13(+4)=17
Yo si no hay nada que sacar, pues cargamos las mercancias y al pueblo ¿o queréis hacer alguna cosa antes?
Son muchas cosas que cargar ¿Jerisse tienes el ritual Disco Flotante Tenser? Sino a repartir el peso...
Me acerco a donde se encuentra Shedinn para que pueda ver, parece que en la sala no hay nada que podamos aprovechar para aumentar nuestra recompensa.
-Creo que tengo un ritual para ayudarnos a llevar las cosas-
Si, lo tengo
En el interior del sotano no encontrais nada aprovechable, aparte de un pequeño resfriado como os quedéis mucho en esa nevera natural, así que volvéis arriba algo decepcionados. El dragón era aún muy joven y las mercancias robadas debían ser la primera parte del tesoro que había empezado hace poco a reunir. De hecho tiene sentido, pues nunca se le había visto antes por la zona y lo más probable es que se instalase no hace mucho en esta guarida.
Cita:
Por matarlo y recuperar las mercancias robadas.
Hay un problema con el ritual, y es que como os iba a dar de inicio estas 500 po, no os puse pasta y por lo tanto Jerisse no tiene componentes para rituales, pero os permito tomaros la licencia para no ir cargados hasta los topes y puede lanzarlo gratis para el camino de vuelta.
No hay más tesoro, lo siento, solo era una pequeña introducción y en principio ya empezasteis con el equipo necesario, y con este dinerillo tendréis para ir tirando hasta que empiece la verdadera acción.
Mañana o el lunes ya os pongo el regreso triunfante a la ciudad, que este finde estaré liadillo.
Examina los objetos que ha acumulado el dragón y sonríe satisfecho.
- Vamos, hay que recoger la mercancía y devolvérsela a sus dueños. Cuando tengas listo el disco avísamos, Jerisse.
Aquí está todo el pescado vendido. Cargamos la mercancía y a por la recompensa.
Partamos compañeros, sin duda los mercaderes esperarán con ansias recuperar sus bienes - dice todo satisfecho, pues el dragón plateado a vuelto a triunfar sobre los reptiles malignos - Esperad a que los enanos oigan esta aventura - dice mientras mira su futuro colgante que lleva en la mano. Según le oís os preguntáis cuanto oro en cerveza le costará la audiencia en la taberna.
-Yo solo espero que esta vez el dinero me dure un poco mas... -Dice Bleeder poniendose en marcha.
Cuando quieras master
Yo solo espero que nos paguen cuanto menos, lo acordado. Que al final, se lo que pasa, y yo de la honradez y la caridad no como. -Digo a modo de pensamiento en voz alta, sin importarme mucho las reacciones que pueda provocar.
Bueno, por mí, cuando estéis listos y queráis. Tengo unas ganas de beberme una buena jarra de cerveza...
A traves de un ritual la maga crea un disco flotante que les ayudara a llevar mucha de la mercancia que tenia el dragon guardada
-Bueno si ya habeis terminado de pensar en lo que hareis con la recompensa deberiamos irnos-
Os ponéis en marcha bastante cargados a pesar de la ayuda del ritual de Jerisse, pero el camino de regreso se os hace más corto que a la ida. No es lo mismo avanzar sabiendo que vas a enfrentarte a un dragón, que hacerlo sabiendo que vas a cobrar una recompensa después de un trabajo bien hecho, por mucho peso que se lleve encima...
Una vez bajados unos cuantos metros de altitud, el clima vuelve a la normalidad y os cuesta mucho menos avanzar sin que vuestros músculos estén atenazados por el frío. De hecho cuando os acercáis por fin a vuestro destino después de varios días de marcha, el calor os hace sudar abundantemente y la marcha vuelve a ser más lenta.
El clima en la zona de Baluarte del Martillo es mucho más cálido que en las montañas de los Picos Barrera donde se encontraba el dragón, ya que a diferencia de la mayoría de ciudades enanas, esta se encuentra en una zona de poca altura y bajo la luz del sol, no en las profundidades de la roca. Pero es el precio a pagar por tener un buen enclave de comercio con los pueblos de la superficie que rodean Forja del Alba.
Al acercaros a las puertas los guardias os saludan con respeto y sonrientes. Todos los que os conocen en la ciudad, que no son pocos, confiaban en vosotros y sabían que ese dragón no sería rival para vuestras habilidades, y una vez más les habíais demostrado que no estaban equivocados. Cada uno por sus motivaciones, pero habíais ayudado una vez más a la ciudad, y ésta os lo reconocía.
Cuando estáis a su lado, uno de ellos se dirige a vosotros: Bienvenidos a casa... la Señora Marsinda Hilo de Oro nos ha dado ordenes de pediros que os presentéis ante ella en cuanto lleguéis. Se que el viaje ha sido largo y estaréis cansados, pero creo que se trata de algo importante. Desde que os marchasteis han estado llegando refugiados de Sembia desde el Paso de la Garra, y temo que lo que solo considerabamos habladurías empiece a tener algo de verdad, aunque nuestros superiores insistan en que no debemos preocuparnos por nada...
Perdonad la espera, el finde se me alargó más de lo debido.
La sonrisa de satisfecho desaparece de la cara del paladín al oír las noticias refugiados de Sembia - Decidme enano, ¿son graves las noticias que traen de Sembia? ¿Están tratando bien a esos desafortunados?
Después al cabo de un momento - Compañeros, creo que hemos de devolver estas mercancías a los mercaderes y ver donde se precisa nuestra ayuda. Seguramente la Sra. Marsilda esperará con ansia nuestro regreso. - y murmurando en voz baja sin darse cuenta que está hablando en voz alta - Por Bahamut que llevaré luz allí donde haga falta
Cita:
No problem, espero que fuera por pasarlo bien ;-)
Deben estar las cosas muy mal por alli para que llege tanta gente
-Entregemos las mercancias y vayamos a ver que quiere Marsinda-
-No acabamos de llegar y ya nos quieren dar mas trabajo... para que queremos el dinero si no nos dan tiempo para gastarlo? -Dice Bleeder malhumorado. -Eso nos pasa por hacer las cosas siempre bien, estan mal acostumbrados.
Sí, sí, lo que queráis, pero lo primero es lo primero. Vamos a entregar la mercancía y a cobrar la recompensa, que es a lo que hemos venido. Luego, si queréis, vamos a hablar con quien sea o a ver a los refugiados que sean. -Digo a los demás- Venga, vamos.
Diciendo esto, me encamino hacia el lugar al que tenga que ir para entregar las pesadas mercancías, y poder cobrar.