Partida Rol por web

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Yo no se nada con certeza, pero se rumorea que lo de la gran batalla de rebeldes contra dirigentes en Sembia era verdad... en cualquier caso la lider de los refugiados se encuentra ahora con la Señora y ella podrá deciros más. Están siendo tratados por nuestros mejores clérigos y sanadores, a excepción del señor Duthan por supuesto, pero seguro que estarán bien.

Al ver que estáis deseando deshaceros de toda la carga, el enano añade: Si queréis podéis dejar las mercancias aquí, será un placer para la guardia encargarse de devolverlas a sus dueños en vuestro nombre. Mandaré a alguien por delante para avisar de vuestra llegada, estoy seguro de que la Señora tendrá listo vuestro pago por acabar con el dragón tan eficientemente. Dice con admiración señalando la gran cabeza que asoma de la mochila de Murtun.

Después da algunas órdenes al resto de soldados, pues debe ser su sargento, y estos se ponene a descargar vuestros bultos mientras otro sale disparado, o todo lo que le permiten sus cortas piernas, hacia el centro de la ciudad, presumiblemente hacia la mansión de la Señora.

Bien compañeros, creo que podemos dejar a los enanos que se encarguen de devolver los enseres perdidos a sus respectivos dueños. - dirigiéndose al enano - Mil gracias Sr.

Volviendo a hablar para todos o tal vez para si mismo - Una nueva maldad planea sobre Forja del Alba. Una nueva oportunidad de llevar la luz del dragón plateado - dice alzando la vista al cielo. Cuando acaba el discurso ve al enano embobado mirándole, pero sus compañeros ya se están marchando en dirección a la casa de la señora. De modo que tras una rápida despedida apresura el paso para alcanzarlos.

Os dirigís hacia la casa de la Señora atravesando Baluarte del Martillo, por cuyas calles los transeuntes se paran a saludaros mirando vuestro trofeo con admiración. Al llegar allí veis salir al guardia que antes fue a informar de vuestra llegada, está jadeando y apenas os saluda con la cabeza al pasar debido a su falta de aliento. Los guardias de las puertas os escoltan sin mediar palabra hasta la sala de audiencias, a la presencia de Marsilda Hilo de Oro, y de una elfa desconocida para vosotros que lleva un brazo en cabestrillo.

Saludos. Veo que de nuevo habéis llevado a cabo vuestra empresa con presteza y eficacia... dice al ver la cabeza del dragón y escapándosele una sonrisa, pero en seguida vuelve a ponerse seria, como le corresponde a un dirigente de su categoría. A la salida estará esperandoos vuestro pago, como siempre, pero antes tenemos otro asunto que tratar, uno de la máxima urgencia.

Su expresión se torna bastante sombría, y la elfa que la acompaña asiente con la cabeza. La Señora continúa: Tenemos malas noticias, y no os habría mandado llamar sin dejaros ni un segundo de descanso si no fuesen importantes. Al parecer la guerra civil en Sembia es una realidad, o mejor dicho, lo era, pues uno de los dos bandos ha sido totalmente aniquilado o expulsado de allí. Esta es Tira Duskmeadow, la superviviente de mayor rango de dicho bando, los que se hacen llamar rebeldes, y ella podrá contaros con más detalle, pero hay algo más... parece que Tarhg Soulhammer, el dirigente de Sembia, no se da por contento con haber ganado esa guerra interna, y pretende llevarla más allá de sus fronteras. Aquí hace una pausa dramática y os deja tiempo para asimilar lo que dice. Si Sembia intenta expandirse, Forja del Alba es su objetivo más próximo, sin embargo, habría que estar loco para intentar atacarlo contando con su mayor defensa natural: el único acceso entre los dos reinos es un angosto paso de montaña que ningún ejército podría cruzar si el enemigo se empeña en impedírselo.

Como haciendose eco de vuestros pensamientos, la Señora añade: Lo se, con el Paso de la Garra es imposible que nos ataquen, sería un suicidio por su parte, pero ahí es donde entran las verdaderas malas noticias... se dirige a la elfa y la incita a continuar: Mejor cuéntaselo tú, que lo sabes de primera mano...

Sin duda son malas noticias, pero a mi no me preocupa demasiado. Mientras no haya oro de por medio, no es mi problema. Así pues, miro a la recién presentada elfa. Si fuese un tifling mago seguramente que me sonaría su cara, pero como solo soy un enano con una espada, no tengo ni repajolera idea de quién es, y que nos tiene que contar.

Espero espectante sus palabras, a ver si ella nos habla de que nos quieren contratar y de que hay oro de por medio...

Bleeder pone su mano sobre la boca para tapar un leve bostezo e inmediatamente comienza a desviar su atencion hacia las personas y los objetos de su alrededor, no le gustan las historias largas ni que le hagan esperar, por lo que cuando se da cuenta de que la cosa va para largo se aparta disimuladamente del grupo y toma asiento en el suelo de la esquina mas oscura de la habitacion. Desde alli sigue la conversacion de forma despreocupada, mirandose las uñas de vez en cuando meticulosamente.

Asi que las cosas estan peor de lo que pensaba, sigo atenta a la explicación de la elfa

Como bien ha dicho vuestra Señora, la situación es grave... toma la palabra Tira... y aunque podáis pensar lo contrario, lo es para todos vosotros, al igual que para los eladrín de los bosques del norte y los pueblos libres del sur, pero me temo que vuestra situación es la peor ahora.

De camino aquí con mi grupo de refugiados tuve un encuentro inesperado, aunque de final gratificante, de no ser porque después del combate nuestro grupo se había visto reducido aún más si cabe. Tuve del placer de acabar por segunda vez con un antiguo enemigo llamado Jantzen Madrona, y entre sus pertenencias encontré algunas misivas que resultaron del máximo interés... aquí hace una pausa y se queda pensativa, como recordando viejos tiempos y batallas que no venía a cuento volver a contar.

Poco después continúa: Entre esos mensajes había uno del mismísimo Tarhg, ordenando a Jantzen acabar con el grupo de mercenarios que consiguieron dar al traste con su plan de apoderarse de una de las ciudades del sur más importantes por medio del subterfugio. Al parecer no le sentó muy bien lo que le hicimos a su esbirro Jantzen, pero él mismo se encargaría de volver a matarlo si no cumplía con su nuevo cometido.... la elfa va bajando la voz según dice esto último, como hablando para si misma, y de pronto cambia el hilo de la conversación... Bueno, eso no importa ahora, Jantzen ya es historia, me encargué personalmente de no dejar ni un trocito, y lo de Jaspermoon no volverá a repetirse, tenemos a Rakin allí, así que vayamos a la parte que os interesa.

Otro de los mensajes era de un tal Harel Vaar, e iba dirigido a Tarhg, por lo que entiendo que Jantzen se lo traía de vuelta a Sembia. Por lo visto se trata de un cazarecompensas contratado para conseguirle el Ojo de Timor a Tarhg. Y las malas noticias son que ese es un artefacto de gran poder que hace mucho que se dio por perdido, pero que era capaz de teleportar grandes cantidades de gente entre lugares muy distantes. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que el principal uso que se le dio a ese objeto fue el de transportar ejércitos, tras las líneas enemigas, tras las murallas, allí donde más daño podían hacer al enemigo, y se derramó muchísima sangre hasta que el artefacto pudo ser quitado de la circulación.

Tememos que Tarhg esté intentando recuperarlo para poder enviar a su ejercito contra Forja del Alba, y lo que es peor, creemos que sabe donde se encuentra y que su cazarecompensas está a punto de hacerse con él... la única buena noticia es que el lugar de reposo del Ojo de Timor está en los desiertos al sur de Forja del Alba, y que aún estáis a tiempo de interceptar a Harel Vaar antes de que sea tarde.

Tras esto da un paso atrás y deja que Marsinda vuelva a adelantarse: Vuestra Señora conoce mejor el lugar, ella podrá indicaros...

Eso tiene muy mala pinta, tenemos que intentar ayudar en lo que podamos

Observo al resto de mis compañeros a ver si muestran algo de lo que piensan despues de la primera explicación, me llevo una sorpresa al observar que Bleeder esta sentado en un rincon sin importarle mucho lo que nos estan contando

Al oir hablar sobre el ojo de Timor, Bleeder mira a Tira con ojos muy abiertos, miles de pensamientos comienzan a cruzar su mente en pocos segundos imaginando las posibilidades de ese artefacto. Parece que la historia si va a resultar interesante al fin y al cabo.

¡Eso es terrible! - interrumpe el paladín - Marsilda, hemos de hacer algo, si ese artefacto cae en malas manos Forja del Alba se teñiría de sangre. ¡Hemos de hacer algo! ¿qué ventaja nos lleva? ¿podremos interceptarlo a tiempo? - inquiere ansiosamente Shedinn

No es por nada, pero... ¿Y ese trabajo, que nos reportará?. Salvar ciudades está muy bien, no lo voy a negar, pero yo no como solo salvando al mundo. Una empresa de ese tamaña supongo que tendrá una recompensa acorde a su importancia ¿no? -Pregunto a la bruja y a la Señora por igual, esperando la respuesta de la información que más me interesa de toda esta historia...

Esto merece al menos 1000 piezas de oro por cabeza... ¡Sino son más!

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Marsilda asiente y responde seria, pero satisfecha por la preocupación del paladín, pues todos los reinos libres conocidos estarían en peligro si Sembia se hiciese con el Ojo de Timor, así que no era para menos: Tranquilos, aún estáis a tiempo de alcanzarlos... pues en realidad son dos, aunque Harel Vaar sea el cabecilla, se trata de dos hermanos tiflin que estuvieron causando disturbios en los alrededores y acusados de algún robo en las últimas semanas. Si llegamos a saber sus verdaderas intenciones, habríamos puesto mucho más empeño en atraparlos, probablemente os habríamos mandado a por ellos en vez de a por el dragón, pero ya es tarde para lamentaciones... Aunque como ya digo aún tenéis tiempo, pues según la carta el Ojo se encuentra en las ruinas del Desierto Cielo de Fuego, no muy lejos al sur de Baluarte del Martillo, y lo que es más, aún pasarán algunos días hasta que puedan obtener el artefacto.

Después la enana se pone cómoda y se prepara para la lección de historia, parte de ella conocida por Duthan y Murtun: Bajo las arenas del Desierto Cielo de Fuego descansan una serie de tumbas, muchas de ellas selladas desde el mundo de la superficie cuando sus antiguos constructores derrumbaron sus entradas. Sin embargo, una red de portales con origen en las tumbas que aún tienen acceso a la superficie permite a posibles exploradores alcanzar hasta las tumbas enterradas bajo centenares de pies de arena... Los portales no son en absoluto fiables. Algunos de ellos funcionan sólo en determinadas épocas del año o en fechas específicas. En otros casos, los exploradores habrían de pasar por una sucesión específica de portales para acceder a su destino final... El descubrimiento de la secuencia correcta de portales, o la fecha y hora de activación de un portal, pueden llevar a las tumbas que se han mantenido intactas durante siglos.

Después vuelve a la realidad, pues de esas tumbas se conoce poco más, y solo se recuerda que si fueron selladas fue por algo, solo atreviéndose a aventurarse en ellas los ladrones de tumbas más osados o más locos, de los que nunca más se vuelve a hablar. Pero esta vez parece diferente, y Marsilda os resume los datos concretos con los que cuentan: De acuerdo con la misiva, Harel y Tyran, su hermano, han descubierto una de esas secuencias perdidas. Afortunadamente, no se activará hasta dentro de un par de días, el tiempo justo que tenéis para llegar allí y detenerlos... Al parecer los tiflins han comenzado su recorrido en la Tumba de Aquel que se Arrastra, y han llegado a un acuerdo con un sacerdote no muerto de Lolth llamado Kon-Tarath para que les permitiese el acceso al portal adecuado a cambio de una ofrenda.

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La enana parece disgustarse ante la pregunta de Murtun, pero pronto se resigna, pues ya le conoce de sobra: Pensé que semejante peligro de destrucción para tu tierra natal sería suficiente para hacerte cambiar un poquito, pero ya veo que no... en cualquier caso ya contaba con ofreceros una recompensa a la altura por salvarnos de esta amenaza, una digna de verdaderos héroes. Si os aseguráis de que el Ojo de Timor no caiga en malas manos, especialmente las de Targh Soulhammer, se os permitirá el acceso a la cámara de las reliquias de nuestros antepasados, donde podréis elegir un poderoso objeto mágico cada uno. De esta forma la ciudad y el reino demostrarán su agradecimiento y os consideraran a la altura de los mayores héroes de nuestra historia. No es una recompensa económica, pero espero que hasta tú comprendas la importancia de permitiros portar las armas y artefactos de los padres fundadores enanos sobre cuyas gestas se erigió nuestro milenario reino...

Cuando Jerisse escucha la recompensa que les espera por realizar la misión se le iluminan los ojos, ya que desde hace mucho tiempo la maga tenia muchas ganas de entrar en esa camara para observar y estudiar los objetos magicos que alli se encontraban y ahora no solo podria entrar sino utilizar uno de ellos

Aunque lo haria por un precio mucho menor o incluso gratis

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Shedinn mira al enano por encima del hombro... y cuando abre la boca sus palabras suenan con fervor y convicción - dinero, recompensas... pequeñeces comparado con la justicia, el honor, la gloria. Eso si que son metas a perseguir y no el vil metal. - la voz se va haciendo un tanto monótona, pues no es la primera vez, ni seguramente la última que Murtun y el paladín discuten por lo mismo.

Dirigiendose a Marsilda y llevandose una mano al pecho dice en un tono tan solemne que casi da risa - Teneis mi palabra que mientras me quede aliento esos Tifflins no descansaran tranquilos.

No esperaba menos de ti, Shedinn, ojalá todos los de mi raza compartiesen tus valores... añade en un murmullo mientras lanza una mirada significativa a Murtun.

Se acerca a una mesa y coge un pergamino que después os tiende: Aquí tenéis un mapa con la ruta más rápida hasta las ruinas del Desierto Cielo de Fuego. También está marcado el lugar exacto de entrada a la Tumba de Aquel que se Arrastra, una de las pocas con acceso desde la superficie. Os sugiero que empecéis la búsqueda por ahí...

Después se queda quieta observandoos, hasta que por fin os apremia: Cuanto antes salgáis, más posibilidades de éxito tendréis... ah, y cuando os vayais acordaos de recoger el pago por el dragón, lo tendrán preparado ya a estas alturas. Se lo piensa un poco y añade: Buena suerte, confío en vosotros... en todos.

Perfecto, sencillamente perfecto. No esperaba menos de mi querido y generoso pueblo. Bien, pues, por mi parte, podemos partir cuando queráis. Estaría bien descansar un poco, pero, cuanto antes resolvamos este entuerto, antes podremos volver y que todo el mundo celebre nuestra victoria.

¡Un objeto mágico de la cámara de las reliquias!. No habrá una espada, pero seguro que hay una armadura perfecta para mi. O quizás unos guantes mágicos, o una capa... Demasiadas cosas como para ponerse a pensar en ello ahora. Aunque estoy deseando de ver que se esconde en esa cámara...

Bleeder se levanta de un salto de su rincón y se dirige a la señora enana con una siniestra media sonrisa. -Estaremos encantados de ayudar a vuestro pueblo una vez mas, puede que en algunos casos no os guste cual es el combustible que mueve nuestros corazones. -Dice echando una mirada complice a su amigo Murtun. -Pero sabeis bien que podeis confiar en nosotros.

-Cuando querais compañeros.

Parece que ya ha terminado toda la explicación

-Partamos entonces, ya descansaremos por el camino-

Partamos sin demora, el mal acecha, y por el dragón plateado que tengo ganas de echar el guante a esos Tifflins - pronuncia las últimas palabras con un peligroso brillo en sus ojos.

A la salida un sirviente os espera poco antes de la puerta con cinco pesados sacos que tintinean notablemente. A algunos les brillan los ojos cuando recogen su parte de la recompensa, mientras que otros simplemente lo aceptan por obligación y demostrando gratitud.

Aún es temprano y podeis hacer algunas compras antes del mediodía, para salir después de comer, o tal vez podáis dejarlo para otro momento y partir inmediatamente...