Partida Rol por web

Vais a morir aqui... lo sabeis.
Habeis fallado en vuestra misión, el grupo se ha roto, estais atrapados en esta maldita torre y rodeados por enemigos, cansados y heridos después de horas rechazando ataques a medida que avanzabais por la fortaleza.
Y ahora se ha terminado.
El resto del grupo... ahora no importa. Ese oscuro mago que os acompañaba os dejó tirados, no esperábais más de él. Con suerte caerá también. El afortunado gnomo consiguió escapar cuando los guardias cayeron encima del otro enano y del elfo. Ahora estarán en las mazmorras. Esperais Los demás han ido cayendo uno tras otro y ahora sois los últimos en perseguir el objetivo. No podreis alcanzarlo pero al menos cumplís el Juramento que hicisteis con sangre: secreto absoluto sobre la misión, lograr el objetivo por cualquier medio o morir intentándolo.

Al menos luchareis.

Os hayais espalda con espalda, en una habitación de piedra negra sin ventanas a la que habeis llegado con mucho esfuerzo atravesando salas protegidas y subiendo innumerables escaleras. Dos antorchas iluminan tenuemente el ambiente y solo dos mesas, ahora volcadas, rompen la armonía.
Estais rodeados, por las escaleras por las que subisteis han entrado seis orcos con armadura metálica y bien armados. Unos gritos, otra puerta se abre y otros ocho orcos entran por el lado opuesto. La única salida.
Poco a poco avanzan y ya se ha formado un círculo a vuestro alrededor. Uno de los orcos, más pequeño pero mejor armado que los otros avanza un paso y dice con voz oscura:

Ssssh carne... quizá sea momento de tirar vuestras armas, el señor prefiere divertirse con vosotros. ¿os rendís o tendremos que mataros?
avanza un paso más alzando un poco su cimitarra

Vil y sucia criatura, juro que cueste lo que cueste te llevare conmigo al infierno. Tu cobarde señor se puede ir buscando otra distraccion para entretenerse, no pienso darle esa satisfaccion.

Los orcos cargan temerariamente ante las desafiantes palabras, el combate se desencadena.

Teneis la iniciativa. Tiradas de ataque.

!!ELENDIIIIIL¡¡

Un corte, aunque no es profundo, hace vacilar a uno de los orcos. Que agita su espada rabioso.

Venid a mi bestias apestosas!!!

Un ligero corte impide a otro de los orcos actuar con eficacia, se prepara para devolver el golpe.

El enano aguanta la acometida, recibiendo dos ligeros cortes en una pierna. Uno de los orcos da un mal paso y duda al acercarse fallando.

El humano esquiva hábilmente los golpes usando su escudo, unos ligeros golpes en un brazo. Nada que le suponga un problema.

¿Eso es lo mejor que teneis, malditos sarnosos?, AHORA CONOCEREIS EL DOLOR

Un fuerte golpe en el brazo que esgrime el arma hace retroceder, aturdido, a uno de los orcos.

Muere!!!

Un golpe poco afortunado, el orco balancea su cimitarra dispuesto a golpear.

El enano resiste estoicamente fuertes golpes sin alterarse mientras sigue golpeando con su hacha.

Un fuerte golpe en la cara desorienta al combatiente humano, inmediatamente, aprovechando la oportunidad, un segundo tajo en la cabeza lo derriba. El héroe cae al suelo sin sentido. Murió cumpliendo su misión, su alma está en paz.
Entre los orcos surje un rugido de satisfacción al ver caer al poderoso guerrero.

Nooooo!!!! Malditos!!!!!
Con un fuerte bramido el enano carga contra los enemigos.