Partida Rol por web

Espero a que el elfo y el mago se adelanten para disparar a distancia gracias al aviso del bárbaro.

Siguió entonces rápidamente los pasos de su compañero aún sin haber recibido contestación alguna, pues temía que tras esa puerta encontrarían más problemas. Lanzó una piedra velozmente hacia aquellos orcos, que nuevamente perdió su fuerza en el transcurso del corredor.

El Elfo sale tras sus compañeros y va a la ofensiba.

Muevo tras mis compañeros en espera de alcanzar a los orcos que nos asetean a lo lejos.

El disparo del elfo, se clava certero en el cuerpo de uno de los orcos terminando con su vida.

Su compañero comienza a disparar nervioso sin ningún tipo de orden.

¡maldicion!, parece que esta cosa ya no funciona... refunfuñaba mientras colocaba otra piedra en la goma. Ahí va, olvidé ajustar la goma entre los palos... sus pensamientos en voz alta aseguraban que este tiro sería certero, impactando violentamente contra el orco que aún lanzaba ráfagas de flechas.

Una tremenda pedrada se estrella contra la cabeza desnuda del orco terminando con su vida.

Prosigo tras el bárbaro examinando las paredes del pasillo en busca de alguna puerta oculta.

El elfo camina por el pasillo en pos del Barbaro.

Barbaro no te alejes demasiado, este lugar sigue siendo peligroso.

El bárbaro se adelanta inspeccionando el terreno, no en vano es uno de los que mejor preparado está para aguantar posibles daños.

Al doblar la esquina se encuentra con otro largo corredor que se cierra tras un derrumbe del techo.

Todo está muy mal conservado y poco cuidado. La humedad  y los años se han ido encargando de que la guarida tenga un aspecto ruinoso.

Casi al final del pasillo se abre una pequeña puerta.

El mago seguía los pasos del barbaro quien avanazaba implacable como una embestida por aquella mazmorra.

El Elfo siguio a sus compañeros y doblo el recodo.

Me temo que estamos dando un rodeo, espero pillar a los enemigos por la espalda.

Y sonrio para si.

Cuando el elfo dobla la esquina y sigue andando oye un "clic" sospechoso.

Rápido como una centella, Tiranthir se tira al suelo en el mismo momento que una docena de saetas atraviesan el espacio donde antes había estado su cabeza.