Partida Rol por web

Avanzo tras el mago refunfuñando, pero es que sois únicos, por las barbas de Gimli, esas saetas pasaron cerca elfo...

Viendo la experiencia sufrida por el elfo me adelante a inspeccionar el pasillo por si quedasen mas trampas en él.

Avazó algo sorprendido por el pasillo, mirando con asombro las flechas clavadas en la pared. Supongo que para la proxima vez confiarán en nuestra intuición para detectar las trampas señor enano. Se colocó tras él esperando la emboscada a la siguiente sala.

El Elfo ve como sus compañeros pasan mientras el sigue tirado en el suelo. Por su frente aun gotean unas precias lagrimas de sudor. Ha estado cerca de la trampa una vez mas.

Agradeceria que la proxima vez que querais detectar trampas sea antes de que yo las haga saltar.

Se pone en pie y camina en pos del barbaro que ya esta ante la siguiente puerta.

Al abrir la puerta, encontrais una pequeña chimenea en la que se calientan 3 orcos entre risas y gruñidos.

A un lado de la pared, hay otra puerta.

El barbaro carga con ira sobre los orcos ,pero solo queda en eso :(

El Elfo pasa a la habitacion parece que la maniobra del barbaro a alertado a los orcos. Y eso no era una buena idea.
Piensa rapido, y decide que primero abrira fuego y luego usara su magia.

Al ataque

Deja salir el pivote hasta el orco que guarda la puerta. Sabe que los demas entraran tras de si, y acometeran contra los mas cercanos a su entrada.

Al cruzar la puerta el calor acarició su cuerpo, reljando y tonificando su cuerpo, esa cálida sensación avivó la llama de su fuerza, lanzando un proyectil cuyo rastro dejaba un ardiente moratón para el orco que lo recibiera.

El ataque del elfo acarrea una lluvia de virotes que termina con la vida de uno de los orcos.

Sin embargo, la pedrada del mago da de lleno en el peto metálico del otro orco sin apenas provocarle daño alguno.

El enano se abalanza sobre uno de los orcos golpeandolo con su hacha, errando por bastante sendos mandobles.

Los orcos al verse atacados se abalanzan con furia hacia el enano y el mago, tratando con su acción de no verse heridos por las armas a distancia.

En defensa cuerpo a cuerpo ambos heroes no son tan efectivos y tienen algún apuro para defenderse ante las bestias.

Krugbarg se siente ignorado por los Orcos.

¡¡A MI!! ¡PEGADME A MI!

El Elfo intentaba sacarse los golpes del orco como podia, pero en cuerpo a cuerpo con aquel ser, no podia hacer nada. Su ballesta era insuficiente.

Asi sufrio un tajo mas en aquel cuerpo, que empezaba a parecer mas el de un barbaro guerrero, que el de un noble Elfo.

¡Sacadme este engendro de aqui, no puedo defenderme!.

Tan rápidas sus piernas como la herida que se iba a brir en sus piernas, por fortuna ya habia cruzado la habitación dispuesto a seguir combatiendo.

Como?, ese sucio bastardo, me abalanzo sobre él orco golpeando con mi hacha

Krugbarg se encara rápidamente con el orco de su derecha, intentando mediar entre este y el mago. Una serie de fuertes golpes terminan con las visceras de la criatura regando la habitación.

El mago al verse libre del acoso del orco, recula para coger ángulo de tiro y disparar contra la bestia verde que hostiga al elfo.

Aunque su proyectil va bien dirigido, en el último momento, el orco evita el golpe... pero no puede evitar el brutal hachazo que le propina el enano, practicamente separando en dos su torso.