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His Last Hope

04 - De camino al Nido de Cuervo

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30/05/2023, 22:29
Gabriela

Gabriela se dejaba llevar por sus propias preocupaciones y por la ansiedad que le provocaba la situación. No prestó atención a las quejas de Úrsula ni de Miguel. No había tiempo para discutir. Simplemente, corrió hacia la entrada del Nido de Cuervo. 

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01/06/2023, 22:57
Director

Sin más se internaron de nuevo en la niebla que rodeando la casa amenazaba con engullirla.  De las blancas tinieblas que les rodeaban salían zarcillos como dedos de una mano inmensa, que parecían querer cerrarse como un puño sobre ellos y el edificio. Pero no ocurría, y tal como aparecían se disipaban. A Úrsula la propia naturaleza de la bruma le parecía extraña, en cuanto se alejaron un poco se encontraron ciegos de nuevo, envueltos en aquella sustancia pastosa y antinatural, y debieron continuar cogidos de la mano para no separarse de nuevo.

*Al adentrarse en el bosque desolado, el corazón de Miguel se hundió ante la sensación de abandono que le invadía. Sintió un torbellino de emociones chocando dentro de su pecho. Una parte de él anhelaba seguir a Gabriela, adentrarse en el Nido y encontrar respuestas juntos; otra parte quería mantenerse junto a Úrsula. No quería dejar a nadie atrás, pero sentía la necesidad de apoyar a su compañero, amigo y máster de juegos, Rafa. La lealtad hacia sus amigos se mezclaba con una confusión y la incoherencia en el modo de actuar frente al miedo.

Una vez metido en el bosque, desatascó sus cuerdas vocales y gritó el nombre de Rafa con la intención de encontrarle:

—¡Rafa! ¡Dónde estás! ¡Rafa! ¡Hemos encontrado el Nido! —al no encontrar una respuesta inmediata, impaciente, gritó con más fuerza—: ¡RAFA!

Siguió dando pasos al frente, receptivo a cualquier movimiento que se esconda entre los árboles.

Y al girar para rodear un árbol que les bloqueaba el camino volvieron a salir a un lugar despejado, y se encontraron otra vez frente a la entrada de la casa. Lo intentaron varias veces, partiendo desde puntos distintos; los laterales, la parte trasera del casa… y siempre con el mismo resultado. Tras caminar un poco la niebla se abría para mostrarles el Nido de Cuervo.

Notas de juego

*pongo esto que había posteado Miguel aquí

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02/06/2023, 07:53
Miguel

Miguel quedó sorprendido por las palabras valientes de Úrsula. Su corazón dio un vuelco ante la idea de una cita con ella y una sonrisa se dibujó en su rostro teñido en bruma.

—Después de todo esto, te invitaré a salir —respondió con una voz suave, pero cargada de emoción—. Recuperaremos el tiempo perdido.

Miguel sintió un brillo de esperanza en medio de las tinieblas. Envolvió firmemente la mano de Úrsula mientras se adentraban en la niebla, como a un ancla en medio de la tormenta. Cada paso que daban era incierto y la espesura se aferraba a ellos como una presencia tangible, envolviéndolos en su abrazo gélido. Miguel sabía que con Úrsula a su lado no importaba lo denso que se volviera el camino. Debían mantenerse juntos para evitar perderse nuevamente en esa niebla traicionera y no podían permitirse separarse en ese entorno hostil.

—Permanezcamos unidos, Úrsula —susurró—. No podemos permitir que la niebla nos separe de nuevo en este entorno hostil. Encontraremos a Rafa y saldremos de aquí, lo prometo.

[*]

Miguel frunció el ceño, confundido por la repetición del patrón. Parecía que el destino les estaba jugando una macabra broma, negándoles el acceso a cualquier otro lugar y forzándolos a enfrentarse al Nido una y otra vez.

—Esto no tiene sentido —murmuró con voz ronca, sintiendo cómo su paciencia se agotaba—. ¿Qué coño está pasando?

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02/06/2023, 23:47
Úrsula

Se sintió como una chiquilla adolescente, aquel chico que conocía de toda su vida había aceptado su sugerencia y la promesa de tener una cita al final de todo esto, le hizo ilusión. Cómo dentro de su sala oscura mental, un atisbo de luz resplandece en su corazón. Un suspiro se le escapó y aferrada a su mano, siguió el camino ya con una mirada distinta de todo. Miguel le hacía bien. 

—Saldremos de ésta todos, así será —dijo también a modo de promesa—. Juntos. 

Y le sonrió, incluso cuando la bruma jugó distintas malas pasadas y el entorno parecía llevarlos siempre hacia el mismo lugar como si no existiera otra directriz. ¿Por qué el destino los había separado? ¿Por qué Rafa desapareció tan cerca de ella? ¿Que horrores vio Miguel? ¿Por qué Gabriela nunca pensaba en los demás? 

Muchísimas preguntas en su mente, ninguna respuesta y cuando ya volvieron a dar con ese lugar, negó con la cabeza. 

—Hay una fuerza externa que nos dice a toda luz que entremos, habrá que hacerle caso por muy raro que suene todo esto— respondió y buscó la mirada de Miguel—. Sin soltarnos, entremos.