Partida Rol por web

Hispania Prima Bellatrix

Casale

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13/09/2008, 04:54
Director

Salís casi de anochecida del fuerte de San Marcos. La actividad de la ciudad decrece ya en estas horas, los mercaderes recogen sus puestos , y al salir por la puerta norte os cruzáis con los labreros que vienen del campo , que os miran con curiosidad, están famélicos y sucios, y os preguntáis si ese es el destino que os espera en los Tercios. Acabar delgados , muertos de hambre y llenos de barro en algún asedio en una ciudad muy lejos de Castilla. El alférez enciende dos antorchas, una para él mismo y otra para Pablo.
Camináis el Alférez al frente con los otros dos hombres, seguido del carro, con Miguel y Rosendo a los flancos ( izquierda y derecha respectivamente ) y Pablo y Antonio en la retaguardia.
El Alférez parece muy preocupado, mirando de un lado a otro constantemente y girándose hacia la retaguardia. Parece incómodo, como si os fuesen a atacar en cualquier momento.
Pero el ataque no llega, y os empiezan a doler los pies del empedrado. Por el camino no podría transitar ni siquiera una cabra. Pero vosotros sois soldados de un Tercio español...
Uno de los hombres hace un gesto al Alférez y éste asiente afirmativamente.
El hombre se acerca al carro donde está Diego y se presenta, luego se acerca uno a uno a presentarse.
Cuando ha terminado es el otro de los soldados el que se presenta.
Después vuelven a la formación.

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13/09/2008, 05:09
Javier Nuñez

Se os acerca uno a uno.

Mi nombre es Javier Nuñez, natural de Madrid. Para serviros. No sé si me habrán visto en la fortaleza, pero yo a ustedes sí. Sois los bisoños del último reenganche. Espero que demostréis vuestra valía, si alguno la caga le mataré yo mismo. Si las cosas se ponen feas haced lo que yo haga y puede que viváis para yacer con alguna gorda en algún prostíbulo de mala muerte.

El piquero se aleja y vuelve a la formación junto al Alférez. No parece tener muy buen carácter.

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13/09/2008, 05:13
Rodrigo de Bárcena

Después se acerca el otro de los hombres.

Bienhallado!, mi nombre es Rodrigo de Bárcena de Sevilla , y no hagáis caso al fanfarrón este. Tiene un carácter difícil, pero en el combate merece la pena hacerle caso. Hemos combatido juntos y gracias a él aún estoy vivo. Su pica a segado la vida de más de cien enemigos. Y tiene una vista de águila. No os preocupéis seguro que lo haréis bien, no creo que tengamos en combatir más que contra granjeros italianos. No son comparables a las tropas del emperador. Se corrije a sí mismo de las tropas de su majestad Felipe. Recordad, llevad la pólvora a mano y la pica presta, y todo saldrá bien.

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13/09/2008, 13:15
Antonio González Chacón

Antonico tuvo ganas de soltarle alguna delicadeza a Javier Nuñez pero se contuvo, sabía que eso significaria algún castigo ejemplar y además prometiose cambiar de actitud. Por eso estaba allí, demonios.

Luego cuando se acercó el sevillano con mejor actitud se calmó un poco y volvió a intentar mostrar que era un hombre provechoso para estos menesteres.

No se preocupe señor, tengo la pica preparada para lo que venga por delante.

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13/09/2008, 13:16
Diego Láinez Montoro

- A las buenas - dice Diego desde el pescante y girándose levemente para saludar a los soldados mientras sigue dirigiendo con las riendas a la lenta pero constante mula - yo me llamo Diego y soy soldado viejo, reenganchado por aquellas cosas que la vida tiene a mal lanzarnos a la cabeza. Es bueno saber que se tiene hombres alrededor que saben cual es su mano diestra y cual la siniestra.

Durante todo el recorrido, mantuvo el arcabuz a su lado, pues aunque no podía mantener la mecha encendida y presta para disparar, siempre se podía agarrar el pesado arma por el extremo del cañón y utilizarlo como garrote para calmar ánimos.

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13/09/2008, 13:26
Rosendo Villalobos Martínez

El cabrero se mantuvo silencioso. Cuando Juan le habló, solo le mantuvo la mirada. Era hombre de baja condición, pero no era lerdo. Le habían entrenado, y sabía que debía estar atento al combate y pelear con sus compañeros, hombro con hombro, si quería sobrevivir.

Se lo quedó mirando un momento mientras saludaba al siguiente, y luego tomó el trozo de bizcocho de munición que llevaba en una bolsita atada a la cintura. Dió un mordisco, mientras escuchaba los consejos del otro hombre, el tal Rodrigo. En realidad, lo que Rosendo pensaba, o recordaba, es que era relativamente fácil el matar. Lo difícil era saber cuando dejar de matar.

Siguió callado, y esperó que se reanudara la marcha.

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14/09/2008, 22:51
Don Miguel Maldonado de Leyva

Tras haber correspondido a los dos hombres con sendas inclinaciones de cabeza, y una mirada sostenida, continuo concentrado en la marcha en sí misma. La sensación de dolor en mis pies y el frío de la noche no consiguen desconcentrarme de mi cometido.

Avanzo sin descanso, con la pica bien sostenida, mientras mi mente recuerda pasajes de la vida pasada.

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15/09/2008, 16:16
Don Pablo Quijano

 

-Salud, caballeros. Mi nombre es Don Pablo Quijano  para servir a Dios y a vuestras mercedes. Mosquetero bisoño mi actual condición, y los montes de Toledo el lugar donde llegue a este mundo. –El joven hace un ademán con su sombrero. –Siempre es bueno tener nuevos camaradas y compañeros de camino. ¿No sabréis por casualidad cual algo más del contenido de nuestra misión?
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15/09/2008, 17:22
Diego Láinez Montoro

- Es increible como habla este hombre, pardiez... pero es buen zagal al fin y al cabo... en cualquier caso, presta atención a esta conversación, Diego... no me gusta que todavía no hayan dado detalles de en que huerto nos metemos - piensa Diego, mientras pretende centrar toda su atención en el camino y en la mula.

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15/09/2008, 19:21
Antonio González Chacón

Antonio miró a Diego como si adivinara lo que este estaba pensando y compartiera sus pensamientos.

Seguramente, pensaba Antonio, sería una  rebelión local de algún grupo de independentistas, de esos que no entendian que estar en el Imperio Español tenía mayor merito que ser un siciliano, un holandes o lo que diablos fueran. En Aragón había también de esos, a los que el Segundo Felipe les querría meter buena mano, seguramente.

Antonio bajo la vista al suelo sumergido en sus pensamientos. Cuanto daría por volver a mi tierra... pero eso tendras que ganartelo, Antonio.

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16/09/2008, 09:29
Don Pablo Quijano

El muchacho contempla a sus compañeros caviloso mientras espera la respuesta de sus nuevos aliados.

- ¿Cuantas dudas y miedos son las que nos traerán estos funestos días venideros? –Se pregunta a si mismo. -Espero que la fe en Dios y en rey nos asista en estas horas de duda y recelo.

 

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16/09/2008, 15:46
Javier Nuñez

El hombre se gira hacia pablo y le hace un gesto para que calle.

susurra He visto algo en esa loma, ahí a la izquierda!

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16/09/2008, 15:48
Julián Hernández

levanta el brazo en señal de alto.Parad el carro, al suelo al suelo!! agacháos hijos de mala madre.

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16/09/2008, 15:51
Director

Se oyen disparos que vienen desde lo alto, os han pillado desprevenidos, y las balas empiezan a silbar en el viento. Una bala da en el carro agujereando la piel y saliendo por el otro lado. Otra bala da a Rodrigo que se desploma hacia delante soltando la pica.

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16/09/2008, 15:54
Julián Hernández

Cuantos son alguien les ve?? estáis todos bien???, fuego en cuanto estéis preparados, nos están disparando con mosquetes!!!

El alférez se coloca una mecha alrededor de la muñeca y trata de encenderla para poder empezar a disparar. Se gira hacia Diego que está en el carro.

Diego rápido!! mi mosquete que está en el carro

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16/09/2008, 18:38
Don Pablo Quijano

-Maldita sea su estampa. -Dice sobresaltado al oir el primer disparo.

Sorprendido el muchacho se lanza al suelo junto a Antonio y se dirige agazapado hacia el carro con el puñal, que se guardo en el cinto, en la diestra.

 -Muy bien, Pablo. Te han entrenado para esto. -Se dice a si mismo mientras va agazapado. -Primero llegas al carro, luego tomas tu mosquete y despues mandas al campo santo a esos hijos de mala madre.

Notas de juego

¿Tengo que hacer alguna tirada de agilidad, escapada o esconderme?

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16/09/2008, 19:23
Antonio González Chacón

¡¡¡Me cag...!!! gritó Antonio y no pudo acabar la frase porque utilizó la energia para tirarse a besar el suelo italiano. Arrastrandose fue hasta la rueda del carro y se quedo allí agazapado.

Hijos de una ramera... murmuró cagandose en la puta que parió a la polvora. ¡Por que no venis a luchar como hombres!   Les gritó un par de veces.

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16/09/2008, 22:31
Diego Láinez Montoro

- ¡Quieta Babieca! ¡Me cago en vuestra puta alma!, putos italianos... - y diciendo esto, Diego se echó hacia atrás en el pescante para poder coger su propia arma y la que le estaba pidiendo el alférez - joder... tranquilo, mi alférez, que son unos gorrioncillos de nada...

En cuanto cogió el primer mosquetón, y temiéndose que uno de esos gorriones de plomo le diese un inoportuno mordisquillo, Diego lo agarró y lo lanzó en la dirección que consideraba que se encontraba el alférez, junto con un par de "apóstoles" y una bolsa de balas. Por último, cogió su arcabuz y las aperos necesarios para el disparo y se arrastró hasta el fondo del carro, para dejarse caer en cuanto el pedrisco cesara un poco.

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16/09/2008, 23:00
Rosendo Villalobos Martínez

Todos se escondían, y a él le parecía bastante cómico. Había visto tirar con aquellas armas, mosquetes y arcabuces, y había que estar realmente cerca para tener buena puntería con ellas, porque el tiro solía salir torcido casi siempre.

Él solo se limitó a quedarse donde estaba, detrás de la carreta, que era el lugar opuesto a donde provenían los disparos. Eso si, estuvo atento de que no saliera ningún italiano con un arcabuz a apuntarle, porque entonces si se ocultaría tras el carro.