Partida Rol por web

Hispania Prima Bellatrix

Casale

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29/09/2008, 16:59
Don Pablo Quijano

 

El joven mira a Javier y a Antonio, para luego mirar de frente al alférez.

-Es el momento de no vacilar, mi alférez. Quizás soltar a ese estúpido hijo de posadera muestre al pueblo que tratan con un pueblo sin dobleces. Y a fe mía que si deciden atacarnos por la retaguardia mi mosquete escupirá fuego y sus bocas sangre.

No parece que su razonamiento haya calado del todo en sus compañeros pero algo se tiene que hacer ante tal felonía.

-Paso a paso -se dice a sí mismo. -A fin de cuentas quizás mis camaradas no saben que hay cosas en este mundo que nuestra filosofía no puede entender.

 

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01/10/2008, 07:08
Diego Láinez Montoro

- No se, mi alférez... si le vale la opinión de un soldado viejo, esto no me gusta... aquí hay gato encerrado, y estos puñeteros italianos tienen sed de sangre española...

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01/10/2008, 12:31
Rosendo Villalobos Martínez

Rosendo miraba a los italianos, luego al prisionero y luego a su alférez. Se encogió de hombros. Él ya había dado su opinión, y no era de palabra voluble.

-Sea lo que sea, hagámoslo ya -dijo.

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02/10/2008, 00:12
Julián Hernández

Está bien, soltad al prisionero muchachos. Rápido! quizás nos dejen pernoctar y atender a nuestros heridos.

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03/10/2008, 15:00
Javier Nuñez

Se acerca al prisionero y saca una daga , amenazando con ella al italiano que cierra los ojos esperando su final. Sorprendentemente para él, javier corta las ataduras y le hace una señal con la cabeza para que vuelva junto a los suyos.
Eres libre, pero que sepas que nunca olvidaré que casi matas a mis camaradas!

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03/10/2008, 15:03
Director

El italiano corre junto a los suyos y el que parece el jefe de los italianos sonrie y hace un gesto como invitándoos a que le sigáis. El alférez os mira .

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03/10/2008, 15:05
Julián Hernández

Adelante Diego! azuza los caballos. Los demás, a paso ligero , no quiero que miréis detenidamente a nadie en el pueblo , y nada de provocaciones. Aquí somos invasores.

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03/10/2008, 15:47
Antonio González Chacón

No se preocupe señor, aunque si me encuentro con ese malnacido que ha quedado libre en un callejón solitario no respondo de  mis actos. Asegura Antonio siguiendo con la vista al italiano.

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03/10/2008, 15:54
Don Miguel Maldonado de Leyva

Sigo a los demás, guardándome mis pensamientos para mí.

- ¿Y ahora qué? me pregunto

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03/10/2008, 16:03
Don Pablo Quijano

El sonriente joven comienza a andar junto a sus compañeros sin mirar hacia los italianos obedeciendo a la orden de su alférez.

-Altivo siempre avanza el solado español. -Susurra al caviloso Don Miguel.

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03/10/2008, 19:57
Don Miguel Maldonado de Leyva

- Sí, D. Pablo, pero a veces llevar la testa tan erguida sólo encuentra la recompensa de un golpe en la frente con el dintel de una puerta.. Hay que mirar dónde se mete uno. susurro a mi vez

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03/10/2008, 23:06
Rosendo Villalobos Martínez

Nada de provocaciones. Bueno, aquello era su especialidad, asi que no le costó mucho seguir andando paralelo a la carreta, fingiendo indiferencia o interés por el cielo y las construcciones del pueblo.

A pesar de todo, cuando llegaran a su altura tendría que mantenerse cauto, fingiendo indiferencia y lejanía. Pero, realmente, debía estar alerta si no quería que le metieran un cuchillo en los riñones.

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04/10/2008, 10:54
Antonio González Chacón

El vayven de la carreta por aquellos caminos mal asfaltados hacía que el cuerpo de Antonio retumbara por completo, y con lo cual su herida molestase más que de constumbre.

Para intentar distraerse y no pensar en ello, se pusó a mirar el paisaje. Un bonito paisaje el italiano, solo esperaba que en la ciudad el paisaje de mozas fuese tan bueno, aunque las italianas llevaban fama de pasar la navaja por el mostacho. Espero que solo sean memeces. Se dijo.

Llevaba mucho sin galantear a las damas, ya que aquella mala pecora oscense se la jugó bien y le había quitado las ganas, pero el estar apunto de ir a criar malvas a horas tan tempranas le despertó el instinto de nuevo.

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04/10/2008, 15:38
Don Pablo Quijano

 

Escucha serio la respuesta de Don Miguel y a su cabeza vuelven algunos viejos recuerdos.
-Mi padre siempre me acusaba exceso de ímpetu. –Dice ampliando su perpetua sonrisa. -Supongo que a veces la mayor virtud de un imperio puede ser su mayor defecto.
El mosquetero sigue andando mientras mira a sus compañeros a su alrededor, vigilando por si alguno decide no seguir las ordenes de su alférez.
 
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06/10/2008, 01:50
Director

Los italianos ascienden la cuesta que lleva al pueblo, y vosotros detrás de ellos. Desde arriba hay una vista excelente del pequeño valle verde con flores rojas, pero no hay tiempo para admirar paisajes. Algunos de los habitantes del pueblo, se asoman y os miran unos con miedo y otros con abierta hostilidad. En un determinado momento una piedra cae de uno de los balcones y apunto está de abriros la cabeza.
El grupillo de italianos que os precede se detiene ante el edificio que ya visteis, el más lujoso y grande del pueblo. Allí ante la puerta, un hombre lujosamente vestido ( a diferencia del resto ) sale a vuestro encuentro.

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06/10/2008, 01:55
Fabricio de Rossi

Saludos, Soy Fabricio de Rossi. Alcalde de Casale, Ya he sido informado de vuestro percance con aquel grupo de hombres. Veo que estáis cansados y alguno herido. Venid conmigo, lo primero es lo primero.
El hombre os señala un edificio de piedra cercano al gran edificio( que suponéis sea el ayuntamiendo de la villa).

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06/10/2008, 02:00
Julián Hernández

Saludos del Tercio, mi alcalde. Sí es verdad que hemos tenido un percance, y no nos vendría mal descansar y atender a los heridos antes de ... hablar.

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06/10/2008, 02:01
Fabricio de Rossi

Por supuesto, por supuesto. Seguidme

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06/10/2008, 02:02
Director

El alcalde os lleva al pequeño edificio de piedra, en la puerta esperan dos mujeres que no levantan la mirada, como temiendo miraros a los ojos.
El alcalde las dice algo en italiano que ninguno entiende y las dos mujeres entran en la casa corriendo. La casa de piedra, consta de dos plantas y tres ventanas que dan a esa fachada y hay un cobertizo de madera a modo de establo pegado a la casa.

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06/10/2008, 02:04
Fabricio de Rossi

Podéis descansar aquí todo el día, mañana por la mañana después del amanecer vendré a buscaros y charlaremos sobre lo sucedido.
Estas dos criadas están a vuestra entera disposición. Saluda con la cabeza y se aleja de votros AH! y no lo olvidéis! nada de salir. No están las cosas como para tal cosa.