Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 3- Casa de Kendra Lorrimor.

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12/10/2017, 23:31
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

PUERTA DE LA CASA LORRIMOR.

- ¿Anselmo? - Digo cuando escucho el nombre que quieren ponerle a Buscador. - ¿Por qué? Se llama Gabriel. ¿No podemos llamarle Gabriel?

No lo entendía. Otra idea rara del Doctor.

Y luego me dicen a mí.

La confusión no me dura mucho. Por fin alguien me da permiso para ir a asearme. Ahora lo único que me preocupa es quedarme dormida en la bañera y que el agua se quedara fría, y no hubiera servido para nada.

- Kendra, ¿podrías prestarme algo de ropa? Toda la mía está mojada. Y si alguien puede acompañarme para asegurarse de que no me quedo dormida en el baño... Y la caja, por favor, dejádmela un rato, ya que nos quedamos en casa, para poder examinarla mejor.

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13/10/2017, 00:11
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

PUERTA DE LA CASA LORRIMOR.

La respuesta del amo Konrad dejó a Gruñido algo confundido. ¿Pretendía verdaderamente que él explicara de viva voz y palabra las cosas a alguien como el Sheriff? O le atribuía capacidades que no tenía o el Amo se desentendía del asunto de la prisionera.

Con un suspiro de desaliento el sirviente cabeceó desanimado y acercó la caja y su contenido a Sascha, que la había reclamado para examinarla más de cerca. Mientras la mujer lo hacía, Gruñido se rascó su rala testa.

- Grwlll... Si usar plancheta para hablar con muertos y tarros tener fantasmas dentro, ¿no poder usar par hablar con ellos? A lo mejor poder preguntar que más cosas de pasar, y hablar sobre Profesor Lorrimor. -

Gruñido seguía pensando que los ominosos tarros contenían espíritus en su interior, quizás encerrados por el Profesor Lorrimor en sus investigaciones. Posiblemente usaba la tabla para sacar información a los prisioneros, en orden de completar los espacios vacíos que aún guardaba la caja.

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13/10/2017, 00:52
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

PUERTA DE LA CASA LORRIMOR.

Una vez con el relato de los acontecimientos de hasta entonces más o menos completo, poco quedaba por hacer allí salvo girar el picaporte de la puerta para salir a la calle. Más aun cuando el tiempo les espoleaba para marchar con la expectación creada por lo que se empezaba a formar en el exterior, expectación que no hacía sino aumentar con las idas y venidas de la gente que se podía ver cuando uno se molestaba en mirar por la ventana.

- Una vez descartado Buscador de la Verdad por extraño y poco práctico, preferiría, tal y como menciona la señorita Sascha, ser llamado Gabriel. O Alarico. Más que nada porque no sabemos si ahí fuera hay alguien que me conoce. Si no lo hay poco importa el nombre, pero de haberlo podría despertar suspicacias ver que soy llamado con un nombre diferente al propio.  

Cuando había escuchado ese “Anselmo”, no sabía muy bien por qué Buscador había mirado a Kendra. Había algo que había despertado algo parecido a un recuerdo de un pasado muy reciente, de aquel que no había sido borrado y que buscaba recuperar con paciencia y esfuerzo. Pero aquel recuerdo que sabía que había vivido no fue encontrado por ningún lado cuando conscientemente intentó buscarlo. Era como si lo que fue nunca hubiera sido… Pero qué podía saber el detective desmemoriado cuando aferrarse a los recuerdo no era precisamente algo a lo que estuviera acostumbrado.

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13/10/2017, 02:15
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

PUERTA DE LA CASA LORRIMOR.

Las palabras de Gruñido son todo lo que me faltaba oír para convencerme de que es inocente y no merece ser ejecutada, acto que sabemos que sería realizado por su raza más que por cualquier otro aspecto. Es cierto que quizás sí es culpable de ciertos crímenes, pero ante mis ojos, el realizarlos como esclava y con su vida amenazada, la exculpa.

Escucho entonces la petición de Konrad, a la que asiento muy de acuerdo:

 - "Por supuesto Konrad, iré con el Señor Alarico para atender a Gheorghe por si vuelve en mal estado. Puede estar tranquilo."

Recibo entonces los pergaminos que me brindan, que son tres hechizos útiles en ciertas circunstancias y que puedo utilizar para pedir el favor de Sarenrae a través de sus letras. Los guardo en mi estuche para pergaminos, para que no se dañen con las inclemencias del tiempo.

Asiento también a las palabras que me indican que aquellos viales no son materiales nigrománticos sino más bien cosas para combatir aquella hechicería. Me parece bien entonces que Sascha los examine y estudie más a fondo, mientras yo me preparo para partir con el resto al pueblo.

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13/10/2017, 06:14
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

PUERTA DE LA CASA LORRIMOR.

Kendra se acercó a Sascha y la cogió de la mano, aunque no paraba de mirar al lobo, no se fiaba nada de aquel animal. No podía dejar a aquella mujer sola en su estado y desde luego no iba a permitir que ninguno de aquellos hombres, por muy caballeros que fueran, asistieran a la salvaje en el baño, no en su casa.

-Yo te acompañaré Sascha, espero que me disculpes si tu lobo me pone nerviosa, no estoy acostumbrada. -Quizás para los salvajes era normal convivir con ese tipo de animales, pero Kendra no había tenido más que algún gato. Se volvió hacia el resto.- Espero que sepan disculparme si no les acompaño al pueblo en esta ocasión caballeros, pero esta dama me necesita. -Tampoco le gustaba mucho la idea de no acompañar a Buscador, Vandel, Gruñido y Janos, pero debía quedarse en casa, más tarde saldría a comprar cuando Sascha ya estuviera atendida.- Señor Velkan ¿Usted se quedará o también marchará al pueblo?

Era el único que no se había pronunciado en una dirección u otra, tan solo había mostrado su intención de ir a Piedra Alzada.

Espero que no vaya él solo.

Claro que Velkan era un tipo que sabía apañárselas solo, quizás las preocupaciones de Kendra por sus invitados eran exageradas. También miró a Gruñido y le dedicó una mirada tierna.

-Espero que puedas hacer algo por esa chica, pero no te pongas en peligro, por favor.

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13/10/2017, 13:05
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

PUERTA DE LA CASA LORRIMOR.

Bufó con desgana al ver hacia donde iba todo. Ninguno de sus compañeros parecía dispuesto a ir a la prisión de Piedra Alzada lo que le dejaba solo en esa alternativa y por tanto casi descartada. Las dos opciones que le quedaban no le agradaban demasiado pero la idea de volver a quedarse encerrado en aquella casa esperando mientras el tiempo se consumía.

Iré al pueblo, seguro que soy más útil allí que aquí. No veo que pueda hacer mucho por aquí y si aparecen nuevas estirges o algo similar supongo que podré salvar alguna vida.

Terminó de tocar el banjo y se puso en pie con cierta desgana. Con mucho cuidado guardó su instrumento musical y se dispuso para salir y moverse donde fuera necesario. palmeó su cuerpo para cerciorarse que no le faltaba nada de lo que él consideraba necesario y útil para salir a la calle.

Yo estoy listo, vayamos al pueblo antes de que nos perdamos algo.

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13/10/2017, 13:45
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

PUERTA DE LA CASA LORRIMOR.

- No te preocupes, de verdad, Kendra. No se me caen los anillos por hacerme cargo un día de Sascha, que tanto me ha cuidado a mí. Tienes cosas que hacer en el pueblo y no me perdonaría que no pudieras hacerlas por nuestra visita.- Esperaba así que los recelos de la mojigata hija del profesor quedasen aplacados. Si ella supiera o que en aquel salón había sucedido cuando sólo era una inocente niña.- Yo me encargaré del lobo mientras Sascha se baña. Dejaré la puerta abierta por si reclamara mi ayuda o necesitase alguna cosa. Con que me indiques la ropa que pueda ponerse...- Mejor si Kendra acompañaba a los demás pues Konrad quería hablar muy seriamente con Sascha. Que Velkan decidiera marcharse también ya no le hizo tanta gracia pero el enorme salvaje no estaba bajo su amparo.

- Muchas gracias, Janos.- Agradeció al escudero de su hermano que vigilase a Alarico. Gruñido parecía sorprendido por las órdenes recibidas pero Konrad dejó el problema en manos de los que más labia tenían. Después de todo el sheriff mismo había venido a buscar a Gruñido expresamente. Él ya había hecho su trabajo, que era comunicarse con la semiorca. Ahora otro más ducho en la oratoria podría contarle al sheriff lo ocurrido.- Os deseo suerte con el asunto de Grurcha, compañeros. Nos veremos aquí a la vuelta y nos prepararemos para ir a Piedra Alzada. Gruñido, quizá el sheriff necesite que le traduzcas lo que ella diga. Tratad el tema con la delicadeza que requiere.- Aconsejó al grupo, pues no dejaba de ser un asunto muy peliagudo. Confiaba en Querio, Janos e incluso Alarico para ello.

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13/10/2017, 14:13
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

PUERTA DE LA CASA LORRIMOR.

Kendra se quedó dubitativa, no quería dejar a Sascha sola aunque sabía que el Señor Konrad la cuidaría bien, al fin y al cabo llevaban viviendo juntos muchos años y además era un caballero respetuoso. Sascha asintió con la cabeza y eso bastó para que Kendra soltara su mano.

-Está bien, se que te dejo en buenas manos, créeme que no te dejaría sola y enferma si no tuviera que comprar la comida, volveremos lo más pronto posible. -Kendra se volvió al resto del grupo antes de que se fueran.- Esperen un momento, voy a por la chaqueta.

Fue hasta su habitación e hizo una parada en la de su padre antes de regresar de nuevo. Llevaba unos pantalones y una camisa que habían pertenecido a mi padre que se los tendió a Konrad y Sascha.

-Eran de mi padre, supongo que te sentirás más cómoda con esto. -Ya había intentado que se pusiera alguno de sus vestidos y la salvaje no había mostrado ningún interés, así que pensó que aquello le gustaría más.- Enseguida volvemos.

Tras las despedidas Kendra salió de la casa acompañada de Buscador, el Doctor Querio, Gruñido, Janos y Velkan.

Notas de juego

Salen de escena: Buscador de la Verdad, El Doctor Querio Vandel, Gruñido, Janos Dimitriev y Velkan Matacambiantes. Se dirigen a "De visita por Ravengro".

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13/10/2017, 20:22
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

BAÑO DE KENDRA, CASA LORRIMOR.

Poco a poco la casa se fue vaciando, siendo Kendra la última en salir tras dejar un par de piezas de ropa tal y como la pedí. La ropa de su difunto padre no era lo que yo había pensado, si no la suya, quizás con un par de retoques para que fuese algo más flexible, pero en este momento cualquier cosa me vale.

Me dirijo al piso de arriba, esperando que Konrad y el lobo me sigan, y entro en el baño que compartía con Kendra.

- Espero que no sea verdad eso de que te vas a quedar fuera. - Digo mientras empiezo a desnudarme y mirándole con cierta sorna. - No, lo digo en serio, no me dejes quedarme dormida, o será peor.

Pongo a llenar la bañera con el agua lo más caliente posible, mientras agarro al lobo que pensando que le iba a meter en el agua había intentado salir corriendo. Pero el agua no es para él. Con él me dedico a peinarle el pelo con los dedos y secarle las patas mientras la bañera se llena. Ir más allá con él no iba a ser nada cómodo para el lobo ni fácil para mí.

- Ahora quieto. Descansa.

La noche también había sido dura para él. Cuando la bañera está llena, me meto poco a poco en ella.

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13/10/2017, 20:49
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

BAÑO DE KENDRA, CASA LORRIMOR.

- Claro que no.- Acabó confesando Konrad. Ahora que todos se habían ido no se perdería por nada del mundo la figura desnuda de la mujer metiéndose en la bañera de agua caliente. Del quicio de la puerta dio un par de pasos al interior del baño fijándose en el que lobo no reaccionara a la defensiva y ofreciendo el brazo a Sascha para que pudiera apoyarse en él y meterse en la bañera sin resbalones indeseados.- ¿Es macho o hembra?- La verdad es que era curioso que la bruja dijese que era como una extensión suya y resultara que tuviera miembro viril entre las patas. Sascha era bastante masculina a juicio de un noble, aunque eso eran sólo prejuicios sociales. Había acabado harto de la figura de mujer sumisa que se daba en la alta sociedad, un ejemplo de ello era Kendra Lorrimor.

- Te diría que te ayudo a peinarlo pero prefiero hacértelo a ti. - Cogió un peine y comenzó a desenredar el pelo mojado de Sascha.- ¡Tks! Llegaste hecha un guiñapo. - Pasó el peine desde la raíz del pelo de la frente hasta la nuca. El cuerpo húmedo de la mujer, visto desde su posición, era una tentación para cualquier hombre. El agua cristalina la cubría como una prenda sugerente y de una transparencia brumosa que dejaba entrever, bajo las hondas producidas por el movimiento, la nívea piel de la mujer que tan bien conocía. Gracias a este conocimiento, a que ya estaba acostumbrado a ella, podía controlarse, no como la primera vez. Aún así se escuchaban tambores lejanos en su cabeza.

Cuando acabó de peinar a la mujer comenzó a masajearle cuello y hombros. Las expertas manos del noble se extendían como tentáculos de un calamar y, como quien no quiere la cosa, llegaron hasta los voluptuosos pechos.

- Sólo compruebo que no te hubieran picado las estirges.- Bromeó. La mujer estaba cansada y griposa y, con el lobo ahí al lado, Konrad no pretendía más que alegrarse la vista.- Después del baño te dejaré descansar un poco. Pero me gustaría ver si podemos averiguar algo más de esos frascos humeantes con la ouija. He de reconocer que yo pensé lo mismo que Janos al verlos. Hasta pensé que el profesor pudiera estar cazando los espíritus de los asesinos encerrados en Piedra Alzada para evitar que la maldita secta esa los resucitase o algo así. Parece como que hubiera 6 huecos libres más. Tú entiendes más de estas cosas que yo, claro. ¿Crees que podremos hacer una sesión de espiritismo? Necesitamos más información antes de ir a Piedra Alzada.- Se deleitaba con la idea aunque le hubiera gustado que Velkan se hubiera quedado para tener alguien que los protegiera que no fuera un lobo.- Hice que Kendra y Janos se fueran porque seguro que no estaban de acuerdo con tus métodos. Sólo espero que cuando vuelvan la casa siga en pie, je, je.- Si hicieran algún daño a la casa de Kendra tendría que llevársela a vivir a su mansión pues no creía tener dinero para reparársela.

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14/10/2017, 03:58
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

BAÑO DE KENDRA, CASA LORRIMOR.

El simple hecho de cambiar de temperatura resulta ser muy relajante. Dejo que Konrad me ayude, mientras el lobo, no muy contento con tener el pelo colocado en su sitio, se lava él mismo, hasta donde puede.

- Es un macho. Creo que la postura en la que está ahora mismo lo deja bastante claro.

Es agradable sentir cómo el hombre me peina. Sin poder evitarlo, la piel se pone de gallina al sentir las raíces del pelo moverse. Después, disfruto de las caricias. Cierro los ojos, sin peligro de quedarme dormida, pues las atenciones del noble son demasiado valiosas para desperdiciarlas perdiendo la consciencia.

Su referencia a las estirges mientras roza el contorno de mi pecho me hace sonreír, y abrir los ojos para mirarle. A pesar del cansancio, hay algo juguetón en las inquietas pupilas. Muevo la cabeza suavemente hasta que mi mejilla roza uno de sus brazos, en un gesto algo felino, y beso el dorso de una de sus manos en algún momento en el que pasan por los hombros y están a mi alcance.

Sé que no estoy en las condiciones ideales como para acercar mi rostro demasiado al suyo, pues el malestar y la fiebre provocados por el frío suelen ser contagiosos, pero no puedo evitar que la idea se me pase por la cabeza. La de un beso, o la de algo más, allí, en la propia bañera.

Por suerte, Konrad menciona la necesidad de descansar dejando claro que él también cree que es mejor idea. Pero eso no impide que los pómulos y los labios no comiencen a enrojecerse en un intento de atracción. Al igual que aparecen otros signos de deseo físicos claramente distinguibles.

- No... Janos se equivoca. Esos frascos se abren con un simple giro de la pieza metálica que sujeta sus tapas. Nadie guardaría algo tan peligroso como un espíritu maligno en un frasco así. Yo diría que el Profesor usaba la tabla para atraer a los espíritus, y luego... quizás los destruía, o usaba esas energías para defenderse de ellos. Los seis huecos pueden significar que el Profesor usó los frascos que faltan.

Tras el agradecido momento de relax, comienzo a frotarme piernas y pies para limpiar la piel y ayudar a la circulación. Sigo con aquellas partes a las que Konrad no llega desde su posición, aunque quizás le hubiera gustado hacerlo, y poco después estoy preparada para salir de la bañera.

- Tharath, fuera. Sal del baño.

No quería mojar a la bestia sin querer y que volviese el olor que tanto parecía molestar a los "hombres civilizados". Sigo al lobo con la mirada mientras salgo de la bañera pidiéndole ayuda a Konrad para no resbalar, con la esperanza de que no se suba a la cama y tenga que bajarlo y me cueste más limpiarla. Con el baño ya iba a tener suficiente trabajo.

- Supongo que podemos intentar averiguar qué hacía el Profesor con estos objetos. Ojalá hubiera podido descansar más. Aún no pude meditar con Tharath.

Rápidamente comprendí que mi última frase requería explicación. Explicación que ya me habían pedido y me había negado a dar.

- Konrad, siento haberte hablado así antes. Supongo que fue la fiebre, o el cansancio... Verás... Tharath es algo así como dice Gruñido, pero no exactamente. Es una especie de... regalo. Un regalo de Ithaqua. Desde que nos conocimos yo te he hecho saber de mi condición de bruja pero... Nunca me has visto hacer realmente magia.

Mientras me sinceraba, no era capaz de sostener mucho la mirada del noble, e intentaba disimular secándome la piel y vistiéndome con las prendas del Profesor.

- Es porque no podía. He tenido que rezar y sacrificar muchas cosas para que se me concediera ese don. El don de tener a Tharath. Él es la fuente de mi magia, o lo será cuando podamos descansar juntos. Por eso tiene que estar conmigo. Por eso no debe sufrir ningún mal. Espero que ahora lo entiendas. Te aseguro que no te hará daño. Claro que es desconfiado... es un animal salvaje, pero no es un lobo normal. - Una vez preparada, parece el momento ideal de volver a fijar mi mirada en la del noble. - Y sí, si tuviera que elegir entre él y tú, te escogería a ti. Perder a un "familiar" es duro, es un animal con el que tengo un vínculo, casi como un hermano, y me quedaría sin magia durante un periodo de tiempo, pero podría conseguir otro. Sin embargo, si te pierdo a ti...

Dejo la frase suspendida en el aire. No considero necesario decir nada más.

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14/10/2017, 09:26
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

BAÑO DE KENDRA, CASA LORRIMOR.

- Sí, es evidente ahora que lo es.- El lobo se espatarraba para limpiarse las partes en un gesto no muy educado, aunque le hacía parecer menos peligroso. Se alegraba de haberse quedado para comprobar de buena mano que Sascha podía controlarlo y que no supondría un problema para cuando Kendra volviese.

El rubor que los vapores del agua caliente hacían aparecer en la piel blanca de Sascha era realmente tentador. Pero no podían. Correspondió al beso de Sascha con uno en la frente, aprovechando para tomar su temperatura. Le costó apartar las manos de su carne pero lo hizo. Ayudó a la mujer a salir de la bañera y dejó que se secara sola, siempre atento por si pudiera resbalarse o le faltasen las fuerzas.

- Esto tenemos que hacerlo más veces, cuando estés bien.- La idea de Konrad había sido también estudiar junto a Sascha los viales pero la salud de su ama de llaves le preocupaba.- ¿Crees que estás en condiciones? Ese hombre es terriblemente impaciente.- El comentario iba dirigido sin dudas hacia Velkan, quien presionaba constantemente para ir a Piedra Alzada. Por Konrad dejaría descansar a Sascha hasta que estuviera recuperada y pudiera hacer sus cosas con Tharath. Por la noche podrían hacer una sesión de espiritismo y, al día siguiente, partir a Piedra Alzada. - Tiene bastante sentido lo que dices. Nadie guardaría algo peligroso en una "jaula" que se abriera con facilidad. Ahora bien, si lo hiciéramos ahora, que no hay nadie, puede que lo que atraigamos sea peligroso. Parece que el Profesor lo hacía solo y, si él podía, no veo porqué no nosotros dos solos. Sin embargo, él había adquirido mucho más conocimiento y sabía lo que se hacía. Nosotros no somos más que unos ignorantes y eso podría ser fatal. De todas formas confío en ti plenamente. Si dices que debemos hacerlo ahora, así será.- El lobo pasó a su lado y con un movimiento de la cola le azotó la pierna como si de un latigazo se tratase.- Un regalo de Ithaqua...no podía haberte regalado un caniche con un lacito, ¿verdad?- Un dios monstruoso hacía regalos a su imagen y semejanza. La mujer acababa pidiéndole perdón por la forma en que se había dirigido a él. Konrad quitó importancia a la ofensa con un movimiento de la mano.- Tus sacrificios siempre me han parecido...- Excesivos, grotescos, terroríficos. El noble se contuvo por no ofender a Sascha y mucho menos a Ithaqua....- desde luego te lo has ganado, si finalmente te permite hacer magia "de verdad". - Konrad frunció el ceño ante la confesión de la mujer. Eso quería decir que había logrado escuchar la conversación que había mantenido con Querio en la cocina de la casa de Kendra.- Como le dije a Querio, sé que harías lo correcto.- Sin decir si lo correcto sería salvar a Tharath o a él.

- ¿Y ahora qué, entonces? Te meto en la cama o vemos qué hacer con la ouija esa.

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16/10/2017, 03:18
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

BAÑO DE KENDRA, CASA LORRIMOR.

La perneras del pantalón del Profesor me quedaban algo pesqueras, pero no me importó, así era más cómodo. Por lo contrario la camisa era ancha, así que le hice un nudo para que los pliegues no me molestaran demasiado. 

La idea sugerida por Konrad sobre la bañera me hace sonreír una vez más.

- Sí, pero mejor en tu casa. Aquí no tenemos buenas experiencias con eso. Y no quiero imaginar la cara de los demás si nos pillaran en la cama de una mujer que acaba de perder a su padre. - Realmente a mí no me importaba lo más mínimo, pero intentaba hacer una pequeña parodia de la forma de hablar del noble sobre los escándalos. - No creo que estén fuera demasiado tiempo. Si quisiera descansar este tiempo no sería suficiente, así que prefiero echarle un vistazo a esa tabla. Puede que podamos averiguar algo. Por otra parte me extraña que el Profesor no apuntara en algún lugar los resultados de su experimento con ésto, o instrucciones de cómo usarlo. ¿No había entre sus libros alguna especie de diario? 

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16/10/2017, 09:38
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

BAÑO DE KENDRA, CASA LORRIMOR.

La idea de que los demás les pillaran con las manos en la masa era tentadora. Sin embargo imaginárselo le trajo más preguntas al noble.

- ¿Cómo crees que reaccionaria La Bestia si yo fuera el siguiente en...bueno...desaparecer?- No había tenido mucho tiempo para pensarlo pero, desde luego, existía la posibilidad. ¿Y si él también se intercambiaba con alguien y aparecía en el el terrorífico manicomio del que decían venir los visitantes?- Allí estaría completamente solo. Para los de allí no sería más que un desconocido. En vez de ayudarles creo que les pondría en peligro.- También pensaba que, si llegaba a transformarse, podrían acabar con su vida. No todos eran tan comprensivos como Sascha y Gheorghe.- Tengo que hacer lo posible por no pasar al otro lado.- Dejó caer como si  Sascha tuviera la solución para aquello.- Por cierto, hablé con Gheorghe sobre el asunto y le confesé mi situación. Dijo que me ayudaría en lo posible por deshacer la maldición y que procuraría no hacerme demasiado daño en caso de que me transformase.- Sabía que a Sascha no le iba a hacer mucha gracia aquella forma de denominarlo pero Konrad tenía que sincerarse con su hermanastro. Si durante sus aventuras pasaba a algo que provocara su transformación en La Bestia, no podía pillarle de sorpresa.- Pues pongámonos entonces manos a la obra.- Dijo para romper la tensión que el tema de su doble personalidad solía causar.- Efectivamente había un diario. Lo leyó el Doctor Querio. No recuerdo que mencionara nada sobre la tablilla, aunque puede que, en aquel momento, no le llamara la atención puesto que aún no habíamos encontrado la caja.- La sola idea de tener que ponerse a repasar el diario le hacía sentirse tan cansado como Sascha. Konrad era un hombre de acción no de letras.- Vayamos a abajo y veamos si conseguimos algo.- Dejó pasar a la bruja y observó su figura embutida en ropa de hombre.- Estás...preciosa.- Se mofó de la mujer.

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17/10/2017, 16:32
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

HABITACIÓN DE KENDRA, CASA LORRIMOR.

- No lo sé, Konrad. - Respondo a las preguntas del noble. - Sólo sé que mientras no lo aceptes, no podrás controlarlo. Hablar con George no ha sido buena idea. - De nuevo aparece la ira en mis ojos, esa ira que desaparece tan rápido como apareció cuando miro a los ojos preocupados de Konrad. - Escucha, tienes que entenderlo. Yo creo que todos deberían saberlo, por su seguridad, pero escuchar consejos de mojigatos no te ayudará. Lo que te ayuda es acostumbrarte a la Bestia. ¿Recuerdas cómo conseguimos que no quisieras matarme cada vez que me desnudaba? Y al final sólo hacer falta eso, la costumbre. La aceptación.

Me acerco despacio hasta él, a una distancia que podría considerarse peligrosa y descortés en sus círculos de estirados, y rodeo su cuello con los brazos.

No debes luchar contra la Bestia. Está ahí por algo. Sólo debe aprender a salir cuando realmente es necesario. Debe ser como Tharath. Controlable hasta que te sientes amenazado. Entonces, podría salvarte la vida. La Bestia dobla tu fuerza, aunque divide tu razonamiento. Pero sigue siendo igual, Tharath sólo es un animal. Por eso amenazó a Gruñido. Pero pude controlarlo. Tú también podrás. Yo intentaré ayudarte si es necesario. - Acaricio la cara de Konrad con una mano mientras el otro brazo sigue rodeando su cuello. - Es posible que entre los dos podamos conseguir que no se te lleve la niebla. Aunque eso puede ser mortal para el que espera al otro lado, pero eso da igual. Sólo importas tú.

Me separo despacio, aprovechando el recorrido de los brazos para colocarle la ropa que se ha arrugado con mi cercanía.

- Sí, vamos abajo.

Dediqué una sonrisa al hombre tras su comentario, aún sabiendo que sólo era una broma.

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17/10/2017, 17:26
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

SALON CASA LORRIMOR.

- Cada vez lo tengo más claro, créeme.- No mentía. Nunca antes de conocer a Sascha había podido controlar la transformación. Pero ella había conseguido que él lo hiciera. Era su guía y confiaba en ella a ciegas al respecto. Pero también tenía que comprender que no todas las mentes eran tan abiertas como la suya. Debía ir poco a poco con su hermano. Suficiente satisfecho estaba Konrad con que no lo quemara en una pira.

Todavía el tacto de la mujer, sus caricias, sus brazos rodeando su cuello y su voz susurrada en su oreja, le hacían estremecer.

¡Oh, cantos de sirena!- A veces se había preguntado si Ithaqua le había dado a Sascha la habilidad de hechizarlo.

Junto a ella bajó al confortable salón del profesor y lo preparó todo para estar cómodamente sentados alrededor de una de las mesillas de café. El noble reunió todo su equipo aventurero para tenerlo a mano y, tras rebuscar en su aljaba, cedió alguna de las flechas a Sascha.- Algo me dice que, aunque no sepas disparar un arco, puedan ser útiles usadas, a la desesperada, como un puñal. Tienen una poderosa magia contra no-muertos.- Con parsimonia sacó de la caja y puso sobre la mesa el tablero de espíritus con su plancheta de bronce. Lo examinó sin saber muy bien por donde empezar.- ¿Y ahora?- Esperaba que Sascha supiera qué hacer con ella, cómo hacerla funcionar. Temía, por otro lado, que la Bruja considerara que era necesario sacrificar alguna cosa para ello, para aplacar la sed de Ithaqua. ¿Dónde estaba el gato del Profesor? Mientras se le iban las idea tontas de la cabeza pasó su mano por los viales. Reposaban en los aterciopelados compartimentos llenos de la supuesta energía positiva. Toda precaución era poca, así que no iba a separarse de ellos, aunque su intención fuera sólamente probar el artilugio.

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17/10/2017, 20:56
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

SALON CASA LORRIMOR.

Bajé los escalones sin apenas emitir ruido, pues iba descalza, pero el lobo ya hacía ruido por los dos. Algo más descansado y seguramente sintiendo mi mejor humor, estaba algo juguetón, y baja las escaleras de una carrera, sin poder evitar escurrirse debido al liso suelo. Una vez en el salón, comienza a olisquearlo todo. Se nota que también está más cómodo sin tanta gente.

Mientras Konrad prepara la tabla sobre la mesa, yo voy a la cocina a buscar algún resto, un hueso o trozo de carne que entretenga al animal para que no alborote demasiado.

Después, rehuso sentarme en una silla, y me pongo de rodillas en el suelo frente a la mesa escogida para poder inspeccionar la tabla más cómodamente. Acepto las flechas que me ofrece Konrad.

- No es que no sepa manejar un arco. No lo uso porque no lo tengo. Pero como puñal también serán útiles.

Cojo la tabla y le doy vueltas, observando los cantos y el reverso, la forma de las letras, y las tallas en la madera. Tras un rato, niego con la cabeza.

- No... creo que el Profesor nunca llegó a usar la tabla. Es... muy antigua. Me atrevería a decir que ya estaba en aquel lugar antes de que el Profesor llegara, y dejase lo demás.

Le doy alguna vuelta más y finalmente la apoyo en la mesa, y pongo la plancheta sobre ella.

- La verdad es que nunca he usado una de éstas. No sé cómo se activa.

Intento recordar alguna historia de espíritus que me fuese contada de pequeña, pero nada me viene a la cabeza. Echo de menos en ese momento a Gruñido, que sabe muchas más historias que yo, pues la bruja del clan se las contaba. Entonces, recuerdo la última que me contó él a mí.

- Sabes, Gruñido me ha dicho que la otra noche, mientras nosotros estábamos en el cementerio, vio un fantasma aquí, en la casa.

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18/10/2017, 09:12
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIO DÍA.

SALÓN DE CASA LORRIMOR.

Un poco después del medio día Kendra llega a la casa acompañada del Doctor Querio Vandel y de Gruñido. Con ellos traen abundantes provisiones que servirán para dar de comer a sus invitados durante una buena temporada, aunque si la estancia de estos es larga puede que haya que reponer algunas cosas. La anfitriona saludó con gesto serio a Konrad y a Sascha.

-Ya estamos de regreso, pronto empezaré a preparar la comida. El señor Gabriel, el señor Janos y el señor Velkan se han quedado visitando el pueblo. -Kendra se acercó un poco a Konrad hasta que lo tuvo frente a ella.- Señor Konrad, hay algo que debo deciros. El Concejo del pueblo ha decidido dar la libertad a Grurcha, en gran parte gracias al discurso del Señor Gabriel, pero hay una condición para ello: Usted debe hacerse cargo de ella y es responsable de sus actos si algo pasa. Por supuesto puede negarse, en ese caso mañana a medio día la ejecutarán. Gruñido y el Doctor Vandel pueden darle más detalles si lo desea.

No le apetecía hablar mucho, todavía tenía cosas rondando por la cabeza y además tanto Gruñido como Querio lo conocían mejor, sería bueno que ellos mismos le contaran al noble lo que había sucedido. Kendra se quedó allí esperando la reacción del noble y de vez en cuando echaba fugaces miradas a Sascha, quizás porque le era raro verla vestida con las ropas de su padre, quizás por otras cosas.

Notas de juego

// Entran en escena: Doctor Querio Vandel y Gruñido. - Proceden de: "De visita por Ravengro".

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18/10/2017, 09:24
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIA MAÑANA.

SALON CASA LORRIMOR.

- Quizá haya que cortarle las uñas...- Comentó el noble a Sascha cuando el lobo resbaló en el suelo de la casa de Kendra. Como ama de llaves un tanto peculiar, Sascha no se percataba de esos pequeños detalles que seguramente molestaran a la hija del difunto profesor. Puesto que ya se imaginaba la cara de la salvaje ante tal propuesta se adelantó.- Si no va a rayar todo el piso.- El orgullo de la mujer salía a flote cuando Konrad le dio parte delas flechas.- Bueno, que todos los problemas sean como ese, entonces. Pues se compra uno y listo. Una pena que Kendra se fuera. Podíamos haberle pedido ese recado.- Otra cosa no pero Kendra era muy servicial.

Konrad se reclinó en la silla mientras Sascha se ponía a inspeccionar con la tabla más a fondo. Era una pena que se hubiera puesto pantalones pues siempre era de agradecer ver esos poderosos muslos de la joven.

- Oh vaya...- Exclamó algo apático y decepcionado porque Sascha no subiera utilizarla. Le hubiera gustado hacer uso de ella antes de que vinieran los demás.- Muy antigua, dices. Mmmm.- Se frotó la incipiente barba. Necesitaba un afeitado.- Si la tabla estaba allí, en la cripta, antes de que el Profesor dejara las cosas, quizá sea allí el lugar donde deberíamos utilizarla.- Pero si hubo algo que desconcertara a Konrad fue la afirmación de que Gruñido había visto un fantasma.- ¡Este chico!¿Y por qué o se me informó de ello antes?- Le salió la vena de noble.- ¿Crees que sería el fantasma de...de Petrus?- Sea lo que fuera quizá sí pudieran comunicarse con él desde la casa de Kendra.

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18/10/2017, 09:41
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

MEDIO DÍA.

CASA DE LORRIMOR

Al entrar en el salón de la casa del Profesor, Konrad estaba sentado en una silla, con una toalla sobre los hombros. Sascha permanecía de pie con una afilada navaja en las manos peligrosamente cerca de su cuello. En el rostro de Konrad, perfectamente rasurado, aún quedaban manchas de espumoso jabón. Delante de ellos, en una mesa, estaba desplegada la ouija que habían encontrado en la cripta, además de la caja con los frascos de contenido vaporoso. Era como si todo estuviese preparado para una sesión de espiritismo pero al noble le hubiera entrado el capricho de afeitarse justo antes. No se sabía quién podría presentarse por sorpresa y, aunque fuera un espíritu, había que estar presentable.

- Pero bueno, ¡qué oportunos!-  Konrad dibujó una estudiada sonrisa en su rostro al ver aparecer a Kendra y los demás y se levantó de la silla en la que estaba acomodado retirando los últimos vestigios de jabón con la toalla que luego tendió a Sascha. Pero no habían regresado todos. Según decía la hija del Profesor algunos se habían quedado dando una vuelta por el pueblo. ¿A quién no podía apetecerle un paseo a medio día por Ravengro para mezclarse con sus "agradables" vecinos? ¡Cómo se le lamentaba de no haber ido al juicio, aunqueo no podía haber ido tan desaliñado! Al menos Janos estaba con Alarico, como le había prometido.

Sin embargo no todo era malas noticias. Konrad escuchó a Kendra con atención. La mujer parecía más seria de lo normal.- Pero eso es una buenísima noticia...- Comenzó a decir hasta que le expuso que había una condición que le concernía a él. En un primer momento le hizo ponerse a la defensiva y cruzarse de brazos, expectante.- No puedo permitir que la ejecuten, ¿verdad?- Miró entonces a Gruñido y a Querio en busca de más explicaciones que la mujer parecía reticente a dar. - ¿Qué ocurre?¿Algo más que deba saber?

Parece que hubiera comprado limones y se hubiera comido uno.

- ¡Buen trabajo!- Palmeó la ancha espalda de su cochero. Había confiado en el Doctor Querio, Alarico y Janos para que pudieran hacer entrar en razón al Consejo y le había salido bien la jugada. Una inocente más salvada gracias al magnánimo y piadoso Konrad Mykephoros. Tenía que tener cuidado o acabaría subiéndosele a la cabeza.-¿Cuándo van a liberarla, entonces? ¿Mañana?- Iba a ser un problema el tema de la comunicación con ella aunque al menos tenían a Gruñido y a Sascha para hacerse entender. La verdad es que, con todas las cosas que tenían que hacer, no era el mejor momento. Pero se alegraba de que no la hubieran ejecutado. Ya vería qué hacer con ella más adelante.

Cuando Kendra se puso a hacer sus cosas, Konrad aprovechó para dirigirse a los demás.

- ¿Qué os parece si, mientras esperamos a que nuestros estimados compañeros vuelvan, intentamos hacer uso de esta tablilla? Sascha dice que es muy antigua y que seguramente estuviera ya en la cripta antes de que el Profesor, que en paz descanse, llevara allí las otras cosas. Justo íbamos a ello. ¡Ah! Otra cosa. Gruñido, acércate, por favor. El día que fuimos al cementerio, ¿viste a un fantasma? Cuéntame bien eso. No sé, quizá con esto podamos indagar algo más.