Partida Rol por web

Historias de Horror I.

SA: 2 - La Sala de Calderas.

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06/06/2017, 20:13
SA: Hombro Izquierdo.

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

En la estancia adyacente, tras la puerta situada al Este, Tormento de Tinieblas libera de su cautiverio al cuervo Hombro Izquierdo, quien está temblando y deshidratado. Se muestra agradecido a su libertador, pero parece estar muy débil y reclama agua por favor.

Entretanto, Nigromante improvisa algo parecido a calzado con unas tiras de tela.

Buscador de la Verdad y Enterrador parecen intentar hacerse cinturones o hatillos con otros trozos de tela.

Cuando el cuervo ve a su amo exclama.

- "¡Pie Izquierdo! ¡Soy Hombro Izquierdo!" - Después mira alrededor con desconfianza y susurra: - "No tengo ni idea de quién eres ni de quién soy yo, pero estos tipos me dan mala espina. Parecen asesinos." -

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07/06/2017, 18:02
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

Cuando atravesó la puerta comprobó que el hedor a muerte y corrupción sabía cómo abrirse camino a pesar de las muchas barreras que ponía. Ni la tela que había dispuesto sobre su rostro ni la mano con la que había cubierto su boca al recibir la primera bofetada nada más abrir la puerta sirvió de mucho frente a tanto a cadáver como allí había. A la muerte le gustaba dejar patente su presencia, recordar a quienes vivían que poco les había faltado para acabar en la pila de carne bajo la rampa.

- Acabemos con esto rápido, por favor- pidió al nigromante.

No obstante él no tenía intención de salir de allí buscando refugio en la sala de las celdas de forma inmediata. La realidad de quién era, era más fuerte que lo que recordaba ser, y lamentablemente quien era estaba acostumbrado a ese tipo de escenas. Le seguían impactando, le seguían doliendo, le seguían asqueando y revolviendo el estómago, pero quizá cuando lo hacían él disponía del consuelo que proporcionaba intentar buscar razones para tanta miseria humana.

Con tristeza se aproximó a la pila de cadáveres con la mano cubriendo su cara. Buscaba... No sabía qué buscaba. Quizá respuestas a cómo habían muerto, al porqué, a sus edades y su género... Algo. Cualquier cosa. O simplemente intentaba ocupar su mente y conceder a aquellos hombres que en su muerte habían sido olvidados en un sótano en mitad de la nada, una atención y un tiempo que nadie les había concedido y que ya nadie podría concederles. 

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07/06/2017, 18:20
(SA) Nigromante (Dyonisius).

- Te daremos agua... aunque temo que debemos encontrarla- el tono de Nigromante al referirse al cuervo está lleno de confianza, aunque probablemente el hombre ni se de cuenta de ello. Después de todo la familiaridad con ese cuervo está profunda y mágicamente enraizada. De hecho Nigromante, por un instante, siente la sequedad en la garganta- Sí, ojalá encontremos agua pronto. ¿Puedes volar a la rampa y a la chimenea, mirar un poco y luego volver hasta aquí y decirme si alguna de ambas salidas es practicable? Y no te preocupes por mis compañeros, todos quieren lo que tu, agua y salir de este lugar.

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07/06/2017, 18:47
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

Réquiem se acerca al lugar donde están arrojados los cadáveres tratando de averiguar algo o encontrar alguna cuerda o algo de utilidad. Al ver los cadáveres llenos de moscas y oler el hierro de la sangre mezclado con putrefacción y suciedad. Es demasiado para él y su frágil estomago. Comienza a vomitar, pero como no ha comido hace tiempo lo único que sale por su boca es bilis y sangre cuando le acomete un nuevo ataque de tos. Ademas le sobrevienen mareos que a punto están de hacerle acabar con sus huesos en el fondo con los restos humanos.
Se aparta entonces de la zona de caída agarrándose a las paredes para caminar.

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07/06/2017, 19:03
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

Tras entrar en la sala de los cadáveres, Enterrador se puso pálido por momentos y sintiendo la amarga bilis subiendo desagradablemente por la garganta, y el arder del estómago por los ácidos. A pesar de tener experiencia con cadáveres, malamente logró resistir las ganas de vomitar. Cierto grado de mareo se apoderó de él, aunque logró mantener la compostura.

Oh, por los dioses. Esto apesta de veras, pensó mientras con una mano se tapaba la nariz y la boca, y con la otra espantaba a las moscas del entorno, a la que echaba un vistazo alrededor antes de dirigirse a por la jaula. No obstante el hombre de las vendas, el tal Tormento, llegó antes y recuperó el ave para Nigromante. Aquello le permitió recorrer sin interrupciones la sala hasta finalmente llegar a los escalones de madera. Se subió levemente a ellos y los probó, intentando saber si aguantarían el peso de una persona. Posteriormente y con premura, salió de aquella hedionda sala.

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07/06/2017, 20:03
SA: Hombro Izquierdo.

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

- "Lo siento, Pie Izquierdo, pero no me siento con fuerzas para volar, ni siquiera para andar. A duras penas puedo hablar con la boca tan reseca como la tengo. Desperté hace horas en esa jaula, sin recordar absolutamente nada del pasado o de cómo había llegado hasta ahí. Estuve pidiendo ayuda, pero nadie respondió.

Ahora mismo ni siquiera me apetece picotear esos ricos ojos. Creo que, con tu permiso, me acurrucaré en tu hombro y descansaré un poco, al menos hasta que encontremos algo de agua." -

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07/06/2017, 20:10
(SA) Tormento de Tinieblas.

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

Tormento miró al animal a través de la venda de sus ojos con un desprecio que podía leerse incluso en su cuerpo. No obstante no dijo nada. Estaban sujetos a las veleidades de un cuervo pese a que debían actuar con premura. Aquella era una sala de calderas y era seguro que habrían conducciones de agua si, como él pensaba, aquella infraestructura servía para calentar la misma. Pero implicaba perder un tiempo precioso, romper una tubería si la hallaban y, posiblemente, inundar un lugar del que no sabían si podrían escapar.

Se agachó entre los cadáveres y recopiló alguno de aquellos ojos mencionados por el ave. Sacó su hacha de filo de plata y sajó la córnea de uno de ellos.

-Abre el pico -dijo secamente, dispuesto a dejar chorrear el humor acuoso por la garganta del familiar del nigromante.

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07/06/2017, 21:37
SA: Hombro Izquierdo.

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

El cuervo acepta en silencio el regalo que le ofrecen, aunque enseguida se queda retraído y mohíno. A través del vínculo empático que comparten, Nigromante puede notar su miedo, cansancio y malestar por la situación en la que se encuentran.

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07/06/2017, 23:07
SA: Los Eones son Extraños.

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

Tormento de Tinieblas se impacienta bastante con el cuervo y decide tratar de trepar por la tolva por su cuenta. Prepara sacos de paja para limpiar la rampa de porquería resbaladiza en la medida de lo posible, e incluso elabora una especie de tosca cuerda con trozos de tela.

Cuando finalmente inicia el ascenso, los trozos de tela y los sacos de paja le acaban estorbando en lugar de ayudar, resbala por la sucia tolva, cayendo entre los cadáveres, contra los que rebota y acaba cayendo pesadamente de espaldas contra el suelo, quedando aturdido *.

Por un momento, todos se quedan un poco parados ante el fracaso de quien parece el más fuerte físicamente de todos.

Buscador de la Verdad se arma de valor y trata de trepar por la tolva. Algo le dice que él debería de ser bueno escalando, pero que desde hace años ha descuidado su entrenamiento y forma física, y está algo fondón para estos esfuerzos. Sin embargo, lucha denodadamente por agarrarse a las losas de la sucia rampa para tratar de subir arriba. Llega a una habitación de servicio claramente vacía, por lo que se apresura a avisar al resto de que por el momento es seguro subir. Pese al esfuerzo, se siente bastante bien y satisfecho. Ha resistido bien las náuseas y se encuentra razonablemente pese al esfuerzo que acaba de hacer. Se aparta de la trampilla por la que ha salido y prepara su espada corta, protegiendo el lugar mientras los demás ascienden.

Enterrador querría subir el siguiente, pero al hacer un esfuerzo siente una punzada terrible en el abdómen, por lo que se retira a un rincón a vomitar y a descansar.

Nigromante está preocupado por su cuervo, por lo que decide ascender para ver si puede respirar algo de aire fresco. Sabe que no es muy dado a los esfuerzos físicos, pero su fuerza de voluntad le lleva a ascender por la resbaladiza pendiente y llegar junto a Buscador de la Verdad en el cuarto de arriba. Prepara su daga mágica por si acaso. Su cuervo parece haberse quedado dormido.

Réquiem se siente embargado por las náuseas, temblores y estornudos (algunos acompañados de esputos sanguinolentos), pero en un momento dado le posee una poderosa sensación de claustrofobia. Se siente como en una tumba en ese sótano lleno de muertos, por lo que hace un tremendo esfuerzo y consigue trepar por la tolva, situándose junto a Nigromante y Buscador de la Verdad. Prepara su estilizada espada ropera, por si acaso.

Anciano Sabio parece físicamente con diferencia el más débil de todos vosotros, sin embargo se arma con la determinación que le da la fe y asciende la penosa escalada, llegando al cuarto de servicio vacío que hay arriba. Él no prepara su arma como los demás, pero toca su símbolo de plata de Pharasma en señal de agradecimiento. Siente que la fe le hace ser poderoso.

Abajo quedan, por el momento, Tormento de Tinieblas y Enterrador, al menos tienen la luz del farolillo mágico de éste último.

Notas de juego

* Tormento sufre un daño no letal de 6 puntos.

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08/06/2017, 16:25
(SA) Nigromante (Dyonisius).

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

Nigromante revisa el lugar a donde han llegado, buscando algo que pueda servir como cuerda, con la que sus aliados de abajo puedan subir a la sala donde están.

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08/06/2017, 16:35
SA: Los Eones son Extraños.

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

Casi todos los "pacientes" vivos han salido ya de la Sala de Calderas.

Notas de juego

// Salen de escena: Anciano Sabio, Buscador de la Verdad, Nigromante, Réquiem. - Siguen en:

a) REFUGIO DE SOÑADORES.

b) LUCHAR PARA PODER VIVIR.

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08/06/2017, 18:28
(SA) Tormento de Tinieblas.

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

Sacudió la cabeza, aturdido, no muy consciente de qué había ocurrido. Solo recordaba que algo había fallado, que no había hecho presa en el asidero adecuado y la sensación de caída. Ni siquiera recordaba el golpe. Y para cuando recuperó la claridad, se hallaba  en aquella cámara acompañado de tan solo uno de los fugados. No necesitó preguntar para saber que habían seguido su camino, dejándolos atrás a su suerte. Su rostro adquirió un tinte mortalmente serio. Vio entonces cómo su acompañante iniciaba la subida por un camino imposible.

-Detente. Esa vía está colapsada por un derrumbe. Debemos salir de aquí, pero por el tobogán. Ambos debemos salir. Toma este extremo -dijo a Enterrador tendiéndole el cabo de la cuerda pergeñada con los uniformes de los cadáveres-. Subiré primero y cuando llegue, daré un tirón. Será el momento de que subas tú.

- Tiradas (1)
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08/06/2017, 18:49
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE CALDERAS.

Mareado intentó subir por la escalerilla. Hasta que Tormento no le disuadió haciéndole ver que esa salida estaba colapsada, el hombre no fue capaz de darse cuenta de su absurdo.

- T-tienes razón - asintió, tratando de poner orden en su mente, algo difícil cuando todo le daba vueltas. Agradeció con un cabeceo el que el hombre vendado lo condujera hacia el tobogán y le aclarara que era la única salida viable. Volvió a asentir cuando Tormento le explicó que, tras su ascenso, le haría una señal por medio de un tirón para que él trepara.

- Ve. Esperaré tu señal - afirmó algo más centrado.

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09/06/2017, 16:15
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE SERVICIO Y JARDÍN ADYACENTE.

La opción de una cuerda había quedado completamente descartada una vez echó un primer vistazo rápido a la sala en la que fue a parar al subir por la tolva. Aun así no se rindió. Necesitaban buscar algo para poder ayudar a los que habían quedado abajo, y lo antes posible. Después de despertar atados e indefensos, sin recuerdos, y enfrentarse al horror de la tortura por ese ser cuyo cadáver había quedado abajo, lo último que quería era que aquella sombra de pesimismo que ya tenía su reflejo taciturno en el carácter de alguno, consiguiera cubrirlo todo. Necesitaban esperanza, esa esperanza que le había abandonado en la pesadilla pero que al descubrirse vivo había regresado a su cuerpo y no tenía intención de abandonarlo.

- ¡Vamos a buscar algo para ayudaros a salir! ¡No os preocupéis!- gritó, y su voz viajó cargada de matices metálicos hasta los oídos de los que aun esperaban abajo.

Luego se giró a los que habían conseguido subir arriba.

- No me gusta nada que nos separemos, pero me da que si ellos no pueden subir por su propia mano es imprescindible que lo hagamos si queremos conseguir algo para ayudarlos. Anciano, usted tiene un pasado en común con Tormento, háblele. Háblelos- se corrigió.- Que por su voz sepan que no les hemos abandonado, que seguimos aquí junto a ellos y buscando un medio para sacarlos.

Con la espada bien agarrada, su único seguro de vida, se aproximó a la única puerta de la sala. Giró el pomo esperando no encontrar al otro lado más que lluvia y truenos, y una vez en el exterior dejó escapar en un suspiro el aire que había retenido en su pecho. La tensión era patente y la sensación de peligro que hacía erizar sus vellos no hacía más que aumentar con el ominoso restallido de los rayos que partían en dos el cielo. Y la lluvia... Esa lluvia caliente como la sangre que corría por sus venas al ritmo de un corazón acelerado.

Sus pies descalzos se hundieron en un charco mientras caminaba con cuidado intentando acompasar sus pisadas al ritmo marcado por los rayos. Sediento por saber bebió con la mirada todo detalle que pudo encontrar en el jardín antes de acercarse a la siguiente puerta preguntando que encontraría al otro lado.

Con lo poco que descubrió, y prefiriendo no alejarse más, regresó con el resto encontrándose para su sorpresa con Enterrador y su linterna, esa que le vendría tan bien en el pasillo que había dejado atrás.

- No hay cuerdas, no hay nada, al menos de momento. Fuera hay árboles así que una rama lo suficientemente larga quizá podría valer para ayudar a Tormento. El único camino transitable que he visto nos lleva a una puerta aquí al lado que da a un pasillo del que poco he podido ver dado que está prácticamente a oscuras, así que has llegado justo en el momento perfecto- añadió con una sonrisa para el recién llegado.- Sé que no es necesario que lo diga, que ya todos estamos más que concienciados, pero debemos tener cuidado. Creo haber visto en ese pasillo una especie de barricada y si hay una barricada solo puede ser porque ha habido un enfrentamiento entre dos bandos... Unos pocos intentando ralentizar el avance de otros: Defensores y atacantes.- Se encogió de hombros.- Quiénes forman parte de cada uno de esos grupos me temo que es algo que descubriremos más pronto que tarde. Con suerte puede que nos ayude a saber qué hacemos aquí y quiénes somos.

Se aproximó a la tolva y tras ponerse en cuclillas alzó la voz para que le escuchara bien el único que quedaba abajo.

- Que sepas que la mayoría queríamos abandonarte pero el viejo ha insistido y después de darnos un par de capones a cada uno hemos coincidido con él. Así que no te preocupes Tormento, seguimos buscando un modo de ayudarte a subir. Y más nos vale encontrarlo pronto porque no me veas que fuerza tiene cuando se lo propone- Soltó una carcajada.- ¡Todavía me duele el cogote!

Una vez terminó de hablarle volvió su atención al hombre que sostenía el farolillo en su siniestra como si este fuera una extensión de sí mismo.

- ¿Me acompañas un poco? No iremos muy lejos. Es para ver si con algo de luz conseguimos ver algo más en el pasillo.

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09/06/2017, 19:03
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, SALA DE SERVICIO Y JARDÍN ADYACENTE.

Fue algo confuso. Tormento comenzó a trepar por delante de él. Alcanzaría la cumbre de la tolva y luego haría una señal para que Enterrador ascendiera. En teoría un tirón de un cordel que el primero llevaría. Este último, mareado, asintió. Poco después oyó un golpe secó cercano y contra toda lógica entendió que era la señal, sin darse cuenta que se trataba de Tormento que por algún motivo había descendido bruscamente. Se aferró al armatoste y subió con todas sus fuerzas, sin fijarse que su compañero estaba a un par de metros al lado suya. Trepó y trepó por la tolva, a pesar de su zozobra, sus ganas de vomitar el vacío de su estómago y el mal cuerpo en general.

Alguien gritó repentinamente junto a él, dejándolo medio sordo, en el momento que advirtió que no había más que trepar y por tanto que lograba su objetivo. Reconoció ese timbre de voz agudo.

- No me berrees al oído, Buscador. Te oigo perfectamente. Y no nos preocupamos: ya hemos salido - dijo entre dientes y con cara de pocos amigos, sorprendiendo al gritador, mientras la mano de Réquiem lo ayudaba y hacía el último esfuerzo para rodar por la zona segura. Tomó el resuello durante unos segundo y sintió que el buen temple volvía a él. Sin duda debido a la ausencia del fétido olor de la sala de abajo.

- Podemos continuar, yo era el último - dijo mientras se reincorporaba. Echando un vistazo rápido advirtió que alguien faltaba -. ¿Donde diantres está Tormento? Iba delante mía - dijo. Las miradas de todos se dirigieron hacia el borde de la tolva y la sala inferior -. No me lo puedo creer - comentó incrédulo mientras se desanudaba de su cinto el farol e iluminaba más allá del borde de la tolva, hacia abajo. Y allí estaba, Tormento aun sin subir.

Por los ovarios de Pharasma. ¿Cómo demonios sigue allí abajo?, pensó confuso -. Dices bien, Buscador. No debemos separarnos bajo ningún concepto, o de lo contrario acabaremos aislados y rodeados de ghouls como la última vez que... - su voz enmudeció dejando la frase inconclusa. Enterrador parpadeó confuso y sorprendido al no comprender por qué había soltado aquellas palabras ante aquel hombre. Pero sintió que debía ser algo que decía con frecuencia... y tal vez ante esa persona. Observó el pasmo de su interlocutor, como si también degustara esas palabras que había soltado y tratara de encontrar algún sabor que le resultara conocido. Algo que le evocara al pasado.

- Creo que lo que necesitamos es tener un poco de paciencia - salió al paso -. Es un tipo fuerte y fibroso. Sin duda logrará trepar por su propio pie. Esperémosle - convino el sepulturero.

Escuchó como Buscador relataba la existencia de un conflicto entre dos bandos en aquellos pasillos y como unos atacaban y otro defendían. Dibujó media sonrisa con la broma de dejar al último allá abajo y los capones del viejo.

- La próxima vez más fuerte, Anciano. Tal vez se nos pase esa niebla mental que tenemos - admitió con humor. Después, haciendo caso de la proposición, decidió acompañar a Buscador unos metros más adelante, por el pasillo. Con naturalidad el farol se alojó en su mano izquierda y la maza en su derecha. Y como tantas otras veces, realizó una nueva ronda.

- Que sea breve, Buscador. Desearía iluminar en el ascenso a Tormento - apuntó.

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09/06/2017, 20:43
SA: Los Eones son Extraños.

ESTACIÓN DESCONOCIDA, AÑO DESCONOCIDO.

DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO.

HORA SIGUIENTE AL DESPERTAR, TOLVA DE LA SALA DE CALDERAS.

Tormento pasa un minuto recuperándose un tanto del tremendo golpe que se acaba de dar. Mientras, Enterrador trepa por la tolva, ayudado en el tramo final por Réquiem.

Finalmente, Tormento de Tinieblas abre los ojos, se sacude para despejarse el aturdimiento y emprende el esfuerzo del ascenso, eventualmente llegando al cuarto de servicio de arriba. Al menos entra algo de luz por los ventanucos cercanos al techo y por la puerta abierta al Sur, aunque se escucha y se ve una tremenda tormenta. Es menos claustrofóbico que un subterráneo oscuro y lleno de cadáveres descompuestos y mutilados.

Notas de juego

// Salen de escena: Todos. - Siguen en:

a) LUCHAR PARA PODER VIVIR.

b) REFUGIO DE SOÑADORES.