Partida Rol por web

Las discusiones entre el que se definía a sí mismo casi como si de un héroe se tratase, Cavanough, la sirvienta histérica y un tanto extraña, Yvette y Cray eran cada vez más constantes. Sally no quería meterse en ese fregado pero se permitió apuntar una cosa sobre la que dijo el escritor.  -  Que yo sepa, no sois el único que habéis sido sincero con las reuniones, yo y supongo que algunos de los presentes tampoco han mentido, el problema es que  muchos de nosotros no hemos asistido a ese tipo de eventos. Eso no nos hace menos sinceros, si no más introvertidos o menos conspiradores, como prefiráis. Y fui yo la primera en tener en cuenta la opinión de Schuls y no dejarle fuera.

La joven viuda ignoraba si el haber dicho aquello la metería en la disputa de aquellas tres personas o no, francamente no le importaba porque no iba a caer en ese jugo la incluyeran o no. Pero eso dejó de tener importancia para ella poco después. Cuando Crey dice ver algo en el agua. Sally se acercó a la ventana   -   ¿Qué podrá ser?   -   Sus palabras eran breves. Sin embargo, su rostro indicaba preocupación. Nada de lo que había ocurrido en aquel sitio traía consigo algo bueno, y dudaba que aquello que había visto owen trajera tampoco nada bueno.

Eleanor entornó la vista, asomada a la ventana. Los reflejos y el vaivén del agua dificultaban la visión, pero un pensamiento se abrió paso en su cabeza, y no pudo menos que expresarlo en voz alta y angustiada:

-¡Dios mío! Será... ¿será Frederick? ¿¡Ahogado!? Vayan a por él sin dilación, ¡yo no podría! Quizás.. ¡quizás esté vivo! -lo dijo con esperanza, pero sabía que no sería así. Lo habían lanzado (¿o se habría tirado?) por alguno de los acantilados de la isla. Toda la noche en el agua.. aun cayendo con vida, habría pocas posibilidades de sobrevivir.

La discusión se había vuelto aún más absurda y parecia haber llegado a un punto muerto del tipo más tóxico《mientes》《no miento, escucha bien lo que digo》《mentira》《verdad》... Por suerte, Cray localizó algo al otro lado de la ventana que zanjó el asunto por un cambio de tema.

Aquella visión para Owen fué como una señal y, en sí misma, una pista Ni se me había pasado por la cabeza pensar en más allá de estas paredes
Hay que actuar rápido, aunque diría que las esperanzas de que este vivo y pueda darnos un nombre son pocas dijo pensando en las estatuas Puede que como mínimo, quizás encontremos una pista, algún rastro entre las uñas... miró a su alrededor Yo parece que ya soy sospechoso por moverme por la casa pero no voy a quedarme quieto y esperar que el mar se lleve el cuerpo, con vida o no, de Frederick. luego dirigiéndose a los demás Si alguien más quiere ser sospechoso conmigo le estaría más que agradecido que me acompañase esto último lo dijo con ironía, intentando descargar un poco el ambiente. Lo que estaba claro era que Owen iba a bajar, ya fuera solo o acompañado.Maldita sea ¿como pueden quedarse sentados? Si bien Owen necesitaba la ayuda de los demás mucho más de lo que dejaba entreveer, estaba claro que iba a hacer lo imposible por salir de aquella isla y volver con su familia. A la petición de ayuda vino un anexo que, muy entre líneas, sonaba a "por favor".
A parte de comprobar el bulto una vez estemos ahí fuera... podríamos dar un vistazo rápido por la isla, ver si hay alguna cueva natural, algún escondite, alguna otra construcción.

La salida precipitada de Owen hacia el exterior, arrastró a los demás huéspedes, deseosos de ocuparse de algo, algunos, con curiosidad, otros, con incredulidad, los menos.

Los pasos del señor Cray se dirigieron al embarcadero, en donde habían llegado a la Isla. El viento soplaba con bastante fuerza y las olas golpeaban en las rocas sin misericordia alguna.

El cuerpo de Frederick, pues es evidente para cualquiera que se acercara al embarcadero que se trata de su cuerpo, flota boca abajo, y las olas lo zarandean de tal manera que cualquier golpe de mar lo puede llevar lejos de la costa en el momento menos pensado.

En el embarcadero lo único que hay para mirar de agarrar el cuerpo es una soga, lo bastante larga, con uno de sus cabos atado a un amarre.

La otra opción evidente, es lanzarse al agua y arrastrar el cuerpo hasta la orilla, aunque tal como está de picado el mar, sería algo arriesgado.

Owen ni se lo pensó, estaba mucho más preparado para actuar que para largas discusiones que no llevaban a ningún sitio. Él los había llegado hasta allí así que no permitiría que nadie más se arriesgara, se ató rápidamente y con fuerzaaquel cabo cruzándoselo por delante del pecho en forma de X. La primera parte corre a mi cuenta dijo Owen, que se lanzó al mar atado de aquel cabo para alcanzar el cuerpo de Friederick. Su vida estaba, literalmente, en las manos de el resto de invitados.

Una mar picada no iba a amedrentar a un galés.

Querida Ivy. Mañana espero que tome buena nota de esto para poder acusarme absurdamente de lo que prefiera - digo quitandose la corbata y saltando al agua para ayudar a Owen.

Había participado desde el comienzo en todo lo que pudiera ayudar. No iba a cambiar de forma de ser porque un grupo de gente nerviosa se empeñara en buscar fantasmas en sus acciones.

Mañana dirán que esto lo hago para parecer inocente. Y eso si llegan a mañana. - pensé con acritud. Después deseché el pensamiento. Ahora acuciaba ayudar a Owen, aunque parecía perfectamente capaz de arreglárselas solo no quería facilitarle el trabajo a pos asesinos

La conversación degenera en acusaciones gritos y despropositos. Y aunque está tentado de intervenir cuando el gales pone en duda el honor de los franceses decide dejarlo pasar, no merece la pena añadir mas leña al fuego

Así queda abstraido en sus pensamientos hasta que el señor Cray señala algo fuera en el mar y varios aventuran que se tratará de Von Baach

-ya dije que para hacer desaparecer un cuerpo en una isla lo mas facil es tirarlo al mar, no esconderlo en otra habitación. Pero a veces el mar no colabora-

Tras decir esto sigue al grupo como puede hasta el muelle. Cuando Owen y Gustave saltan al mar el doctor coge el cabo de la cuerda y lo ata a uno de los postes del muelle, no sería nada útil sujetando el cabo el mismo

El reverendo Clement, harto de una conversación sin salida y una vez expuestos sus argumentos, salió a ayudar al señor Cray y al señor Cavanough a rescatar el cadáver flotante, ayudando al Doctor Dumont a atar la cuerda. Se quedó esperando junto al poste del muelle, por si pudiera soltarse el cabo.

-¿Dormir todos juntos como salvajes?-Susurro para el broche de su camisa un tanto asombrada, aunque era un chico joven quien lo propuso lo cual le pareció normal, le sorprendió que otros aceptaran de buena gana, incluso mujeres.

Como el resto de invitados la señora Bennett siguió los pasos de Owen y ella, a diferencia de otros no esperaba que ese engendro de la humanidad, sin ningún tipo de tabú, siguiera convida. Pero de camino no dejaba de tener esa sensación en la que la discusión se acaloro de tal manera que nadie mas se atrevió a intervenir, por las palabras detonantes del reverendo. Así lo veía ella, tras su largo silencio dejo caer cosas entre los presentes que ellos tal vez no esperaban y por eso se pusieron de esa manera, bien es cierto que cada uno se defendía a su manera, pero de entre ellos puede que el reverendo tuviera razón en al menos una persona, claro que o eran los mas capaces para asesinar, como el sicario y el doctor o los mas implicados, como la mujerzuela, y el escritor. Tal vez solo los estaba probando, como buscando su confesión, aquel hombre, le hacia dudar, pensaba que callaba por miedo, pero tal vez era el mas capaz de todos ellos.

Con esta y otras reflexiones, llego sin darse cuenta hasta el embarcadero, donde el Sr.Cavanough se lanzaba al agua para ayudar a Owen. Prudence por su parte se mantuvo atrás, no deseaba ver un muerto mas y menos uno golpeado en la noche por las olas, era enfermera, sabia lo que el agua y el salitre eran capaz de hacer.

Al parecer, el señor Schuls había conseguido que le prestaran más atención que a ella, pero aquello no le importó a Margaret. Mientras aceptaran el hecho de que debían permanecer juntos para protegerse, a ella le daba igual.*

Cavanaugh y Cray estaban muy alterados. No le gustaba aquello, mientras más pelearan entre ellos más fácil lo tendrían los asesinos. Ya rezaba el dicho "a río revuelto, ganancia de pescadores", y quienes estaban orquestando ese macabro juego eran demasiado inteligentes como para sucumbir a las pasiones. La frialdad con la que se habían movido la noche anterior, pasando por todos los cuartos con impunidad para dejar aquel poema perturbador así lo demostraba.

Antes de que Margaret pudiera hacer algo para calmar los ánimos, apareció el cuerpo de Von Baach. Aquello no hacía si no más que confirmar lo que todos sabían, pero el hallazgo podía traer nuevas pistas. Ansiosa, mientras los hombres se afanaban por recuperarlo del abrazo de las olas, la Beddingfeld permaneció cerca. Aunque ya fuera tarde para hacer algo por su salud, esperaba que su ojo clínico ayudara a detectar cualquier cosa que pudiera serles útil para sobrevivir un día más.

Prudence reparo en Margaret Beddingfeld, recordando que era una de las mujeres que estaban de acuerdo con esa noche de pijamas.

¿Que clase de educación habrá tenido?

-Mon dieu.- Es lo primero que acude a mi cabeza tras escuchar la provocación del galés.

-Si mañana te vuelven a descubrir intentando engañarnos, so merluzo, igual que ha hecho hoy el doctor, ten por seguro que te acusaré. Pero claro, eso son acusaciones absurdas. No cómo las que haces tú, inventándote lo del gramófono, por no hablar de la gilipollez de las banderitas…  

-Tsk- Mascullo- ¿“Pa” que me molesto? Sería más fácil enseñarle álgebra a un chimpancé que razonar con este tarugo.

Para rematar el colmo del absurdo va el tonto l´haba y se tira al agua cuando lo único que hay que hacer es tirar de la soga que sujeta a Owen y traerlo hasta la costa .

Negando con la cabeza decido no hacerle más caso, en un principio creía que el Sire intentaba liarnos y confundirnos, pero cada vez estoy más convencida de que no es así. Es tan tonto que de verdad se cree las chorradas que dice.

Ya que al sire le ha dado por hacer natación agarro yo la soga y espero a que Owen llegue junto al cadáver para tirar de ellos hasta la costa.

Sean había estado escuchando todo con detenimiento. Poco había tenido que decir esa mañana. Estaba más pensativo que otra cosa. 

Desayunó en silencio como el que más y socorrió al cuerpo de Von Baach cuando hizo falta de manera automática. Examinó el cuerpo sin sacar nada en claro y siguió pensativo.