Partida Rol por web

Tan pronto como os mandan a todos dispersaros, sabes que tu presencia entre la tripulación "ociosa" va a ser una molestia, pero alguien tiene que quedarse con el chico, así que le propones ir a buscar al señor Jonsey.

Lo encuentras varias veces, pero George no parece caer en ello, así que seguís buscando intentando mantenerlo ocioso. Cuando entra solo en alguna habitación poco importante, tú permaneces en la puerta vigilando y rezando una oración a Dios para que os resguarde del maligno, tienes claro que el señor es tu pastor, y nada te falta.

El tiempo pasa, y a juzgar por los sonidos estomacales del pequeño, sería buena hora ir a cenar, así que modificas la búsqueda para dirigiros al comedor, donde Samantha Meyer está ya sentada con el gato en las rodillas.

Junto al señor que parece ser un cura, Francisco Cacioppo, comienzas la búsqueda del señor Jonsey. Puede que sea más interesante el otro bicho raro, pero desde luego da más miedo que el señor Jonsey.

La búsqueda alcanza un pundo donde comienza a ser frustrante, y te resulta raro que al entrar a algunas salas, el adulto te espere en la puerta murmurando cosas... supones que serán oraciones.

El tiempo pasa, y comienzas a tener hambre, evento que es delatado por tus ruidos estomacales. Antes siquiera de darte cuenta, y cuando estás a punto de tirar la toalla con el gato, llegáis al comedor, donde Samantha Meyer está ya sentada con el señor Jonsey en las rodillas.

Al separaros todos, se da el momento que justo necesitas, así que te diriges al puesto de mando. Con todos ocupados y nerviosos, nadie presta atención a que comienzas a colarte en toda la red de comunicaciones de la nave, a fin de enterarte de cualquier comunicación que se de donde expliquen las investigaciones que has recibido.

Pero una vez has terminado, sigues preocupada por esa extraña señal proveniente del planetoide, esa señal que se repite cada doce segundos.

Empiezas a estudiarla con más detenimiento y entonces caes en la cuenta de algo, lo primero que habías creído es que se trataría de una señal de SOS, pero... no... se trata de una advertencia... para que nadie se acerque al planeta.

Sacas la mirada de los monitores y estás sola en el puesto de mando, así que te diriges al comedor, donde deberían estar el resto.

Tras realizar un par de comprobaciones más y, discretamente, acercas tanto la sustancia que deberíais tener todos los infiltrados, como el reclamo que solo tú tienes. La criatura se mueve excitada con su cercanía y aprieta un poco más a Ian Benth... Perfecto, esa es la criatura que tenéis que llevar de vuelta a la tierra... aunque no parece un arma demasiado mortal.

Para no levantar más sospechas decides ir a echar un ojo a William Vaugan, cuando llegas lo encuentras enfrascado en una terapia con la doctorsa Sosa, y no parece que esté dando muy buenos resultados, sin duda el tipo tiene una amnesia profunda.

Mientras tanto, la encargada de seguridad, Katarina, se mantiene jugando un solitario con unas cartas que ha sacado de vete tú a saber dónde.

Esperas a que la psicóloga termine el tratamiento y empiezas a comprobar tú las heridas del hombre, tiene numerosas contusiones, y la pérdida de memoria se puede deber a ellas, pero más que herido está sucio, y la sangre que le cubre casi toda la ropa no es totalmente suya, es mezcla de sangre de un montón de gente, pero debido a la colocación de las salpicaduras, es evidente que simplemente le salpicaron, que no fueron heridas que él pudiese provocar.

Una vez terminas las comprobaciones, llega Viktor, que insiste en interrogar al amnésico con evidente resultado inútil.

Cuando termináis, decidís ir todos a cenar, pues ya es la hora.

Tan pronto como os dan la orden de dispersaros, regresas al centro de mando y te pones a las riendas de la Normandía. No tenéis que ir a ningún lado, así que mientras en la cabeza te ronda la idea de si este viaje te dará para pagar tu tratamiento... pero entiendes que sí.

Finalmente, y por puro aburrimiento, comienzas a comprobar el estado del planetoide que tenéis al lado, parece tener unos ciclos solares muy cortos, unas temperaturas totalmente extremas y una serie de gases tóxicos en la atmósfera que hace imposible vivir.

Pero, descubres que hay rastros de paladio, rastro característico de las naves auxiliares al aterrizar... Así que lo más probable es que la Nostromo aterrizase en el planeta.

Finalmente, y aburrido, decides levantarte e ir a la cocina a cenar algo.

Las tareas que te encomiendan o las que te encomiendas tú solo son demasiado fáciles, en unos pocos minutos has hecho que un camarote tenga todo el sistema de ventilación preparado para que no salga aire y has colocado filtros en torno a la enfermería.

También, aprovechas este tiempo para hacer un reconocimiento facial de William Vaugan, y lo encuentras como el piloto auxiliar de la Nostromo. No hay mucha más información sobre él, pero al menos sabes que es quien dice ser.

Finalmente tu reloj interno te comunica que a estas horas un humano debería tener hambre, así que acudes al comedor a ingerir una cena que tu sistema digestivo simplemente desechará.

Tan pronto como te dan las órdenes, acompañas a William Vaugan a la sala donde la piscóloga piensa hacerle un estudio, y decides que no te apartarás de ahí.

Antes de darte cuenta, ambos están enfrascados en una terapia, y no parece que esté dando muy buenos resultados, sin duda el tipo tiene una amnesia profunda.

Totalmente aburrida miras en un par de cajones hasta que encuentras una baraja de cartas con las que comienzas a jugar un solitario para pasar el rato, hasta que la enfermera Payne entra, momento en que, instintívamente, tomas tu arma. Por suerte para ella te relajas al reconocerla y sigues con lo tuyo.

Una vez la psicóloga termina el tratamiento y la enfermera comienza a comprobar las heridas del hombre, tiene numerosas contusiones, y la pérdida de memoria se puede deber a ellas, pero más que herido está sucio, y la sangre que le cubre casi toda la ropa no es totalmente suya, es mezcla de sangre de un montón de gente.

Una vez terminan todas las comprobaciones, llega Viktor, que insiste en interrogar al amnésico con evidente resultado inútil.

Cuando termináis, decidís ir todos a cenar, pues ya es la hora.

Tan pronto como a todos os mandan a realizar vuestros quehaceres, crees comprender por qué estás ahí... estás segura de que tenían alguna información de la criatura que ha atacado a Ian Benth, y que te quieren ahí por si hace falta cazarla... No parece muy peligrosa, así que no le tienes miedo.

Con esas ideas en la cabeza, acudes a la cocina, donde un servicial Nikolai Zakiyev te ayuda a preparar la cena para todos. Son demasiados, y aunque sea una tapadera, tampoco vas a esmerarte en hacer una comida deliciosa, con que sea nutritiva...

Poco a poco los tripulantes van llegando al comedor, y finalmente sales junto a tu "compañero" con la comida.

Una vez las cosas parecen tranquilizarse y podéis poneros a trabajar, la doctora Scott te notifica que no hay riesgo de infección, y tras una serie de verborrea médica, decides que no es necesaria la cuarentena. La enfermera sale de la enfermería para ir a revisar al tripulante de la Nostromo, entras la doctora Faure para ayudarte.

Juntas, y mientras la doctora Scott hace otras tareas, comenzáis a estudiar a la criatura. Lo primero que hacéis es tomar una muestra de piel, pero al hacerlo del interior de la criatura sale una sangre de color verdoso que empieza a derretir vuestro instrumental médico. Por fortuna se detiene nada más hacer un pequeño agujero en el suelo y no llega a bajar a otro nivel.

Al parecer, se trata de ácido molecular, es decir, ácido sulfúrico; y debería ser imposible que una criatura viviese con un ácido así por sangre, pero parece que tiene una capa de silicona por todo su sistema y por el exterior, lo que le aisla treméndamente, y así si alguna otra criatura trata de alimentarse de él, el ácido sulfúrico lo mata. Además, esa  capa exterior de siliconas polarizadas, le permite sobrevivir a climas con temperaturas extremas, tanto calurosas como gélidas, e incluso sobrevivir en ausencia de oxígeno...

Sin duda, una interesante combinación de elementos que le convierte en un feroz hijo de puta que se dedica a mantener con vida a Ian Benth pero haciendo que sea totalmente necesario para él.

Durante toda la revisión, Cornelia Huber se mantiene en el exterior mirando lo que hacéis, y parece bastante entusiasmada.

Cuando pasa un buen rato en que ya pocos avances podéis hacer, decidís ir a descansar un poco yendo a cenar.

Cuando ves todo lo que ocurre, comienzas a sospechar que esa criatura es el arma que debéis probar, aunque no parece demasiado letal ni violenta... quizás el resto de tus compañeros tengan una forma de hacerla ser más violenta, no lo sabes.

Aun así, te apartas de los pasillos y te quedas solo en una sala donde habían escondido tu maletín con dinero, lo abres y compruebas que está todo ahí... además de que es un buen lugar donde intentar sobornar a alguien... interesante.

Después de eso te dedicas a hacer cosas sin demasiada importancia, hasta que te entra hambre y acudes a cenar con el resto.

En cuanto os permiten separaros, te alejas rápidamente hasta encerrarte tu solo en una sala. Sí, esa debe ser la criatura que debéis probar...

Sin esperar más comienzas a hacer una serie de cálculos estadísticos sobre la probabilidad que tenéis de que sea y de cuanto tiempo podrías tardar en eliminar a todos los obstáculos, pero el tiempo, a juzgar por todos los minutos que han pasado desde el ataque e Ian sigue vivo, parece demasiado tiempo... Solo puedes esperar que el reclamo lo excite.

El rugido de tu estómago te hace observar que se te ha ido el santo al cielo, así que guardas tus cálculos y sales para ir al comedor donde están todos.
 

Cuando por fin ves a la criatura, sonríes para tus adentros... Esa es... ese es vuestro objetivo... es hora de empezar.

Lamentáblemente ahora sería todo demasiado difícil, así que te alejas un poco por los pasillos realizando la labor de tu tapadera, limpiar. Pronto encuentras a Jonsey, que decide no separarse de ti durante un buen rato, de hecho incluso cuando decides dejar de limpiar e ir a cenar te sigue, subiéndose a tus rodillas cuando te sientas.

Conforme todos se dividen, pasas a ir ordenando a cada uno de tus hombres dónde deben desempeñar sus labores de seguridad.

A Katarina Poyry, dado que es quien tuvo contacto con el tal William, la mandas junto con la doctora Sosa a vigilar a ese hombre.

A Emanuel y a Manfred, los pones juntos a patrullar un poco la nave y a vigilar la enfermería, de forma que siempre uno de los dos permanece delante de la enfermería por si la criatura llevase a cabo alguna acción fuera de lo normal o si se oyen gritos.

Tú te alejas un poco para relajarte, está habiendo una serie de fallos de seguridad que realmente te ponen de un humor de perros... ¿es que nadie se lo toma en serio?

Cuando crees que ha pasado un tiempo prudencial, acudes al despacho donde la psicóloga estaba tratando a William, y encuentras que la enfermera también le ha hecho un chequeo. Katarina está sentada con el arma en la mano.

Pese a las advertencias de la doctora Sosa de que tiene amnesia total, intentas realizar un interrogatorio, pero totalmente inútil, pues no te da ninguna información.

Cuando llega la hora de cenar y todos sugieren ir todos, te muestras reacio, aunque al final por una serie de prescripciones médicas de las dos sanitarias, cedes, al parecer tener una vida normal puede hacer que recuerde antes.

Así que acudís al comedor a cenar.

Tan pronto como empiezan a dar órdenes y a dispersarse, a ti te acompaña la doctora Sosa a un despacho donde realizarte un chequeo psicológico. Por supuesto la mujer que parece más un hombre que otra cosa, os acompaña todo el camino y no se separa de ti.

Antes de darte cuenta, ambos están enfrascados en una terapia, y no parece que esté dando muy buenos resultados, sin duda tienes una amnesia profunda.

Pasando el tiempo sin que seas consciente de ello, la psicóloga concluye el tratamiento y la enfermera, que no sabes de dónde ha salido, comienza a comprobar las heridas que tienes. Al parecer numerosas contusiones, y la pérdida de memoria se puede deber a ellas, pero más que herido estás sucio, y la sangre que te cubre casi toda la ropa no es totalmente tuya, es mezcla de sangre de un montón de gente.

Una vez terminan todas las comprobaciones, llega Viktor, que insiste en interrogarte pese a las indicaciones de la doctora Sosa, y cuando ve que no consigue ninguna información parece algo molesto.

Cuando termináis, decidís ir todos a cenar, pues ya es la hora.

Después de haber estado realizando cada uno vuestras labores, todos acudís al comedor, bueno, todos salvo Ian Benth, por supuesto. El ambiente parece algo más tranquilo.

Llego al comedor, con relativa calma, y me sirvo algo de la comida que el propio sistema de soporte vital prepara reciclando los desechos, y cuando ya tengo algo en el plato, busco con la mirada a alguno de mis compañeros, y me siento cerca, a la vez que digo.

Buenas, Como avanza la cosa con el Interrogatorio del superviviente, y la cosa esa que tiene Benth en la cara?

Entro al comedor tras haber estado arreglando las averías que ha causado el accidentado viaje de vuelta desde la Nostromo. La nave ha sufrido algún daño, pero nada de especial importancia. Para ser la primera misión no ha ido demasiado bien...

-Se sabe algo del estado de Benth?-Pregunto al aire, esperando recibir más información. No he tenido ninguna noticia acerca del estado del hombre.