Día 0

Al fin los héroes quedaron libres de su presa, tras la presencia de tamañas entidades, poderosas como sólo los verdaderos Dragones saben serlo. Una sensación hueca y de vacío en su estómago, al verse entre sí apenas son capaces de enfocar las vistas.

Unas bocanadas de frío aire mientras las sombras se desvanecen, comienza entonces a tejerse un magnífico bosque lleno de vida, el trinar de pájaros, la caricia de la brisa, la presencia de los rayos de sol, el arrullo de las ramas. Libres, así se sienten, libres en algo más grande de lo que podrían concebir.

Y el suelo tiembla, se abre, les derriba sin poder evitarlo, sean cuales sean sus capacidades. Dos columnas del grosor de un castillo-fortaleza, separadas entre sí varios kilómetros, se alzan imponentes desde el suelo, formando un arco en la parte superior que se unen. En ese momento un destello lo ilumina todo... Y un reflejo en el interior del umbral, un reflejo que manifiesta una realidad más pura y nítida.

Observan maravillados la creación que se extiende frente a ellos, imponente, firme, capaz. Pero en sus mentes una duda, las últimas palabras de Zyba, el Dragón del Kaos. El Juicio.

En lo más profundo de sí, cada uno de ellos comienza a temblar, a hacer un recuento de cuanto ha hecho o deshecho, de lo correcto y de lo incorrecto, intentando emitir un veredicto sobre sí mismo... Pero... Ah, ignorantes, cuán lejos de la verdad que se escondía tras el Juicio Verdadero.

La oscuridad invade el lugar. El tiempo se detiene. El espacio se quiebra.

Todo comienza a ser absorbido, los cuerpos de los héroes se desquebrajan y sus almas son engullidas por el vórtice.

Rayos de Caos acompañan al vórtice. Las esencias cambian de Nombre. Los cuerpos de rostro. El Juicio está empezando, cada héroe deberá de enfrentarse hacia lo que será su destino.

Cada uno de ellos tendrá una única oportunidad para decidir qué desea cambiar en sí, hacia dónde desea caminar. Pero cada uno de ellos está muerto. ¿Será el silencioso aullido de la unísona muerte el indicativo del fin? No, no es eso... Es el indicativo de que lo peor está aún por llegar.

El lejano sonido de un reloj, el eco de una risa, la alteración de un suspiro y el replicar de un llanto.

Ha comenzado. Disfrutad de vuestro Juicio, Héroes.

La caída era inevitable. El Juicio había comenzado y muchas cosas quedarían atrás.

Poco a poco la realidad volvía a ser ella misma, imperturbable, sin cambios, tal cual debía de ser, tal cual todos recordarían incluso pasadas las edades.

Pero ni los pájaros trinan, ni el viento ulula, ni el sol se atreve a acariciar.

El universo por completo aguarda expectante.

El suelo tiembla, varias formas surgen... Lápidas. ¿Acaso los héroes habrían muerto?

No. Algo se mueve debajo de la tierra de una de ellas.

Y luego de otra. Y de otra.

Alzaos Héroes...

Alzaos, Delos e It'bure

Ambos se alzan, como un resorte. Delos extiende sus alas. It'bure sonríe y se estira.

Alzaos, Isar'i y Lianne.

El primero de ellos se levanta de un salto mientras que Lianne se levanta lentamente y observa con frialdad.

Alzaos, Arya y Mei Tseng.

Arya se levanta tímidamente y mira desconcertada, mientras que Mei Tseng se alza digna y señorial.

Alzaos, The Shadow y Sheph.

Mientras ambos se alzan, la oscuridad parece hacerse más patente, su presencia realmente impone.

Alzaos, Gynk hijo de Grynkell y Pluma.

Ambos se alzan al unísono. Él sonríe confiado, y ella ojea llena de una curiosidad abismal.

Una suave brisa limpia las heridas y los cuerpos de los alzados.

La voz que los clamó resonaba en la mente de todos. Eir continúa al lado de los héroes, a pesar de todo lo que ha quedado, de todo lo que se ha renunciado para poder seguir adelante.

Pero sólo diez héroes se han alzado, con almas renovadas, con nombres renovados.

¿Qué será del resto? ¿Habrán caído? ¿O conseguirán alzarse también?

Cruzo el umbral que me mostraron y todo se torna negro pero entonces lo escucho, una voz que me dice que me levante, no lo dudo, ignoro totalmente la tierra que me cubre y de un salto me levanto tirándolo todo al suelo

JA! nada puede retener a la tormenta

me expolso un poco las ropas y saco mi espada, colocando-la a mi espalda, apoyada sobre el hombro izquierdo, mientras la sujeto con la mano derecha y veo como el resto comienza a levantarse a su ritmo

vaya... parece que no soy el único que ha vuelto, pero tíos, sois un poco lentos, no? Jajaja, vamos mas ainco que si no os tragara la tierra, a no, que salís de ella, jajaja

rio ante mi propia broma, y tras eso, mi semblante vuelve a ser serio

bueno bueno bueno, que tenemos por aquí.... asi que esta es la senda de los caídos? Como indica su nombre es bastante lúgubre

comienzo a andar por el lugar para ver que se ve, pero, todo lo que alcanza mi vista son solo tumbas. Asi que simplemente, me siento sobre una lapida y apollo la espada en el suelo a esperar que el resto termine de acicalarse

La oscuridad me arropa para devolverme el lugar que me corresponde.....con un pequeño golpe seco en la tierra con el pie provoco un pequeño agujero en la tierra tras el golpe y observo como no estoy solo.

Soy Sheph, bienvenidos todos, la hora de abracemos nuestro destino ha llegado.

Voy pasando uno por uno de los recién aparecidos echando un vistazo a todos con detenimiento y comienzo a reír al volver a mi sitio. ¿Que motivo hace que deseéis tanto volver de entre los muertos?.

......la puerta fue cruzada... pero lo que al otro lado me esperaba no podria haber sido mas sorprendente.....pero habia mucha luz para mi gusto.... y como si de una nube de polvo oscuro fuera, emergi de entre las tierras, y rapidamente, casi sin ser visto, sólo tal vez algo por el rabillo del ojo.... me oculte tras lo que parecia ser una lapida de fria piedra, escrita en un estraño idioma cirilico o cuneiforme.....

Tras la decisión dada a aquellas entidades, el ser alado se había visto arrastrado por un vórtice, un hueco en la realidad que parecía absorberlo todo, plegando tiempo y espacio. Aún cuando su nombre es pronunciado el ser se alza imponente y desconcertado, sus ojos buscan lo que le rodea mientras sus alas desplegadas en toda su magnificencia relucen con un tono oscuro, un tono algo más apagado de lo habitual. Inconscientemente su mano aún sujeta un trozo de un cráneo, una especie de máscara de hueso que no ha soltado en ningún momento... Delos mirá la mano con la que la sostiene y una sonrisa de añoranza se posa en sus labios.

- La voluntad es lo que nos hace seguir adelante, ni la muerte puede retenernos pues nuestro destino es la vida.

Su voz suena clara y limpia y tras ello una ráfaga de viento acaricia sus largos cabellos haciéndolos ondear, sus ojos oscuros se posan en sus compañeros y uno a uno los escudriña para no olvidarlos, hace un giro con su muñeca por delante de su cara e inclina el cuerpo hacia adelante conforme repliega sus alas sobre si mismo haciéndo una reverencia.

- Algunos ya me conocéis pero los que aun no.. soy Delos Caballero del Viento y será un honor poder compartir este camino con vosotros.

Arya seguía arrodillada, esforzándose por coger aire a bocanadas tras el ahogo de verse bajo tierra. - Gracias a los dioses que conservo mi magia - La tierra a su alrededor estaba húmeda como resultado de sus esfuerzos por salir de su propio ataúd usando el agua para abrirse paso. 

Mira entonces a su alrededor. Una sombra se escabulló en el límite de su percepción, pero no fue capaz de captarla. Las otras personas que habían hablado parecían muy seguras de sí mismas, rodeados de viento y sombras. 

- Yo... A... - Frunce el ceño y se lleva una mano a la frente, donde se iluminaron las runas que portaba - Arya. Pueden llamarme Arya.

Se dirige entonces a Sheph. - ¿Por qué querría cualquiera estar muerto?

Y entonces cae en la cuenta de algo. Agacha la cabeza y se lleva un puño a la boca, mordiéndose a sí misma para silenciarse. Las runas queman como si de heridas abiertas se tratase. Duele. Cierra los ojos con fuerza. Se contiene. Tras unos segundos, se relaja nuevamente y observa una vez más a la gente que está regresando desde donde quiera que estuvieran. Algunos rostros son hermosos, y otros terroríficos. ¿Qué podrían tener en común? ¿porqué todos habían sido atraídos a un lugar como este?

- Qué extraño es este lugar.

Había vuelto a la vida... pero ¿realmente había muerto?

Junto con ella, mas se alzaron. Diez héroes preparados para la supuesta batalla que se avecinaba. Pero ¿solo diez? ¿No se supone que deberían ser mas?

Sus compañeros comenzaban a parlotear, algunos con mas consciencia que otros de donde se encontraban. Ella los miró a todos, uno a uno, y dijo con una serena voz:

Yo soy Pluma. Estamos aquí por una razón, una poderosa razón, por lo que mientras descubrimos todos los entresijos que nos tiene preparado el destino, no bajemos la guardia. Nunca se sabe que podría ocurrir a continuación...

Me levanto con una sonrisa en la cara y me sacudo el pelo para quitarme la tierra de el.

¡JA! Menudo paseo este que nos han brindado... Si lo se cojo otro camino...

Escupo un poco de tierra de la boca y miro al resto de los compañeros.

¿Entonces nosotros 10 contra el resto? ¡PERFECTO! Mujeres con una belleza tal que quita la respiración y guerreros capaces. me voy a divertir... 

Guiño un ojo a Pluma cuando la veo.

Ahora a ver... ¿a quién tenemos que enfrentarnos?

En todo momento mis dedos juegan con una pequeña llave dorada.

Me levantaba lentamente de aquella fría arena, ya me había acostumbrado a estar bajo tierra. Cuando fui invocada para volver a la vida.

Con mucho cuidado iba saliendo de ella, cuando por fin estaba pisando tierra firme. Me sacudí la arena de mi cuerpo, miré con frialdad a todos los que también estaban allí.

Sin dejar de ocultar mis ojos con aquella capucha de mi capa negra, en la que solo podían ver mi nariz y mis labios, para nada iba a dejar que vieran mis ojos. Mientras voy abriéndome hueco entre los presentes con paso firme, me coloco a un lado donde estaban todos.

Mientras mis pensamientos empezaban a estar por mi cabeza sin cesar. Vaya, parece que estos van a ser compañeros de la misma batalla. Espero que hasta los más chulos tenga algo de claridad y no comentan ningún error, para poder acabar con el resto que no está aquí...habrá que medir muy bien las palabras y no empezar a saltar por estupideces...o pasará lo que no quiero que pase.

Espero que hayan sabido elegir bien...porque no voy a consentir errores ni en mi propio bando.

Alcé mi cabeza tras estar escuchando a mis pensamientos y dije con una voz alta y clara.

- Parece que ya podemos empezar...que esto empiece y acabe de la mejor manera para nosotros. No quiero errores y no quiero que acaben con nosotros. -

Por fin parece que la gente va despertando, barbo

comienzo a aplaudir y tras eso, dirijo mi mirada hacia la mujer que se empezo a levantar a la vez que yo, Lianne

querida, sobre lo de morir, por otros no lo se, pero, NADIE puede parar a la tormenta, y para quien no lo sepa, yo soy Isar'i, el guerrero de la tormenta!

Densos nubarrones se forman en el cielo mientras fuertes vientos soplan en mi contra ondeando mis ropas. Cojo mi espada levantándola al cielo

yo soy el que porta la tormenta aya donde va, la tormenta que viene, conmigo aquí, no hay nada que temer

digo para todos los demás mientras, bajo de nuevo mi espada y la enfundo, a la vez que los vientos van cesando poco a poco y de entre las nuves de tormenta, se filtra un leve rayo de luz que indica que llega la calma

Sin prestar mucha atención a los gestos y movimientos de joven Isar`i le miro y le digo muy secamente.

- No corráis joven, puede que seáis el hombre de la tormenta o lo que sea. La verdad que no me importa nada lo que seáis... Pero he visto caer tan pronto a gente como tú. Guarda tus ganas y ansias o llamarás mucho la atención, hay que ser precavidos antes de empezar y actuar. -

Me acerco hasta su espada y con una risa pícara mientras acariciaba aquella espada continúo diciendo.
- Ya tendrás tiempo de usar…créeme…y me gustará ver que tal te manejas con ellas. O si habrá que enseñarte-
Mientras le da la espalda y camina sensual hasta colocarse donde estaba.

Sacudiendo sus ropas con algo de descuido, Arya se incorpora y da un paso adelante.

- ¿Pides que seamos discretos? - Mira a un lado y a otro, sin comprender - Lo siento, pero... No estoy segura de que... en fin...

Se encoge de hombros, como si fuese muy sencillo.

- Es posible que aún sea muy pronto para asegurar que todos hayamos hecho la misma elección.

Lo siento. Quizás algunos ya se habían hecho ilusiones, pero... Creo que los que estamos presentes hemos llegado hasta aquí antes que los demás por ser los primeros en decidir. En cualquier caso, gracias por tu consejo. Te preocupas por los demás, eso me agrada ¿Cómo hemos de llamarte?

Un portal violeta se abrió a unos pocos metros del suelo. Las energías remolinantes en él tornaban el color violáceo en uno más azulado, después en azul-celeste, para volver al violeta tras unos segundos. Parecía un vórtice dispuesto a engullir todo a su paso... sin embargo este no era el objetivo de ese portal... sino más bien expulsar lo que tenía dentro...

OoooOooooOOoooooooOooooooooooOOOOOOOhhh

Catraplof.

Tras el grito, algo cayó del portal, al suelo, con un pequeño estruendo haciendo que la tierra se levantara a su alrededor. Cuando esta volvió al suelo, pudistéis ver un cuerpo envuelto en una túnica y unos pelos rubios completamente despeinados alrededor de lo que era una cabeza.

El muchacho, o lo que quedaba de él tras el golpe, se levantó del suelo tambaleante, pero acto seguido, comenzó a sacudirse las ropas y dio un par de pasos, dejando la silueta marcada de su caída en el suelo.

Miró hacia arriba y negó con la cabeza.

No, si eres muy poderosa Eir. Habló mirando hacia el vórtice. Pero podrías haber creado el puñetero portal al raz del suelo... me cag *murmuraciones entre dientes*.

Miró a los demás, y volvió a sonreir de oreja a oreja.

¡Hola! Soy It´bure. Pronunció su nombre de una manera algo extraña. Pero podéis llamarme It si queréis. Continuó sacudiéndose las ropas. ¡Eh! ¿Qué de peña aquí reunida no?

Escucho con atención todo lo que tienen que decir, tras escuchar a todos vuelvo a hablar, para volver a la vida necesitas una meta mayor que el simple deseo de no morir, las elecciones de caminos tendrán consecuencias en el futuro de nuestra existencia. Cuando Arya controla su dolor pregunto tranquilamente, Arya ¿que te ocurre?, ¿se puede saber el origen de tu malestar?.

Veo que todos estáis comprometidos con la causa que nos trae aquí y el pasar desapercibido no siempre es el camino para el triunfo, es de agradecer en especial a nuestra compañera misteriosa su preocupación y sus consejos, como aliada seguro que es una gran aliada y y una enemiga digna también en caso de que se produzca esa situación pero si admites un consejo demasiado misterio para pasar desapercibida.

Isar'i eres enérgico e impetuoso intenta guardar ese ímpetu para tus enemigos cuando creas que tienes uno delante. Hasta que sepamos que tenemos que hacer sacando unas cartas de mi capa se que igual no lo considerais oportuno, pero ¿ jugáis?.

Doy un paso al frente y dirijo mi mirada hacia Arya, para aclararle algo al igual que algún que otro compañero de aquí.

- Lo siento que desconsiderada soy, mi nombre es Lianne. En cuanto a ti Arya, gracias por decir que te agrada que me preocupe por todos los presentes. Es un alago para mi de verdad. Solo quiero decir que sean discretos en la hora de llamar la atención una vez que estemos todos reunidos.

Es cierto que, que lo mismo...puedan incorporarse aquí alguno más de los que ya estamos. Pero tanto se incorporen como sino, todos los de aquí luchamos por el mismo interés. Y dentro de lo que cabe debemos de respetarnos y unirnos. Porque también es tentador el que te pidan que te unas al lado contrario para traicionarnos. Si eso puede pasar, y si nosotros mismo nos aliamos con el contrario para acabar con el resto. Es una traición y estaremos perdido si coge fuerza. - mientras descubro mis ojos para mirar a Sheph

- Que no te engañe mi misterio querido...yo lucharé por mi causa y no pararé hasta conseguirlo cueste lo que me cueste, que te quede a ti y a todos muy claro. -

Delos sonríe y aplaude calmado como si algo de lo que hubiera visto le hubiera gustado de verdad tras ello se inclina de nuevo ante Lianne y con una pierna extendida la mira desde abajo directamente a los ojos ya que la capucha de ella queda por arriba. Si ve lo que hay dentro de su capucha no parece querer advertirlo, es más no indica a nadie si discierne algo más que el resto o no.

- Permitidme que me descubra ante una dama tan decidida, sois digna de elogio señora. Más...- Dice reincorporándose y encogiendo los hombros.- Dudo que los de aquí queramos morir tampoco, así que supongo que trataran de no cometer ningún error. Pero de cometerlo, no deberíais amenazar aqui con que no tolerareis dichos actos, pues nadie es perfecto y todos incluido vos podemos errar en nuestras decisiones.- Suspira y mira al resto, es consciente que sus palabras pueden llevar equívocamente a que la dama se sienta atacada.

- Sin embargo lo que debemos hacer, sería tener algún sistema de comunicación o algún modo por el que podamos decirnos las decisiones más importantes y poder evaluarlas para llegar a una decisión final más acorde entre todos. Eso... sería realmente lo que más nos Convendría.- Siempre y cuando como dice Arya, todos estamos en la misma barca.

Mi mirada se clavo fijamente ante la de Delos, aquellos ojos de este hombre con su mascará en la mano, le transmitía confianza. Pero yo misma sabía que no podía fiarme cien por cien de él ni de nadie, al menos por ahora.

Tras mirarle a sus ojos fijamente, cierro mis ojos 

  y en unos segundos los abro y le vuelvo a mirar.

- Me alaga sus palabras, bello Delos, pero no pretendo amenazar con mis palabras. Tan solo quiero dejar claro lo que puede suceder. Sé muy de lo que hablo, y como no quiero que el pasado se vuelva a repetir aquí, advierto de lo que puede ocurrir. Cada uno es libre de hacer y actuar como quiera. Y como bien decís, hasta yo misma puedo caer y fallar a mis palabras. -

Camino hasta ponerme a su altura, le acaricio con mi mano su cuerpo desnudo, mientras doy una vuelta alrededor de él hasta colocarme en frente de él.

- Espero que suenes tan convincente aquí como ante todos, podrías llegar a ser un gran cabecilla para todos esos ingenuos que no están en nuestro bando. Tienes un gran don con la palabras caballero. - me paso la lengua por mi labio y continúo diciéndole mientras me aparto un poco más de él. - En cuanto a comunicarnos para las decisiones más importantes y tal...dudo mucho que sea por aquí...pero si fuera por aquí estaría solucionado. Pero si ante las miradas de cada uno...con un pensamiento de cada uno podría servir...No estoy muy segura ahora de qué hacer...perdoneme caballero. -

It´bure miró a los demás y al parecer, todos los allí presentes pasaban de él. Obviamente, él no sabía por que lo hacían, pero supuso, así, como a vuelapluma, que es por que estaban hablando entre ellos. Igualmente, había saludado y se había presentado, pero nadie le quiso dirigir la palabra.

Pateó una piedrecita que tenía junto a la bota desganado y después, se arrodillo en un rincón, al mismo tiempo que hacía circulitos en el suelo con uno de sus dedos, mirándo la puntera de sus zapatos.

Dirige en primer lugar una media-sonrisa a Sheph, agradeciendo su preocupación. 

- No sé si a todos les habrá pasado lo mismo, pero al entrar a esta... Amalgama, algo ha cambiado en mí. Ha sido doloroso, pero creo que ya ha terminado. 

Se gira entonces a Lianne.

- Recordaré sus palabras.

Y por último, y no por ello menos importante... It-burne. Se acerca a él. Sonríe enormemente y llevada por un impulso, lleva una mano a su cabeza y le revuelve los aún alborotados cabellos. 

- It ¿he? Encantada. - Sonríe cálida. - Eres todo un remolino de actividad.