Partida Rol por web

- No lo se...- Delos se queda parado esperando que ella se ponga a su lado y caminar a la vez. Vuelve la cabeza hacia el fondo donde las figuras de todos pese al follaje se ven a la perfección y comprende que entonces no habrá un momento de intimidad, salvo que de algún modo supieran encontrar como crearlo. Sonrie.- Creo que igual que podemos verlos y escucharlos,ellos pueden hacer lo mismo con nosotros, esto es bueno y malo... pues seremos conscientes de los actos de todos.

-Así que hablemos igualmente de todos modos, quiero que queden algunas cosas claras antes de que nos ayudemos, o decidamos matarnos entre nosotros.- El ser alado se plantó frente a Lianne y la miró cara a cara sin temor.- ¿Puedo preguntarte porque has sido tan directa conmigo entregándome tan cálidas caricias nada más llegar?

El suelo comienza a moverse bajo vuestros pies, bajo las lápidas.

Isar'i y Sheph caen al suelo ante el movimiento bajo sus pies. La gran mayoría os apartáis.

Delos alza el vuelo al sentir el movimiento y comienza el regreso junto con Lianne.

Y así, los héroes alzados se reúnen alrededor de los que se están alzando.

Los primeros abren sus manos y las miran, con el sol de fondo.

Alzáos Héroes.

La voz resuena nuevamente en la mente de todos, caídos y alzados por igual.

Alzaos, Pharao y Riennot.

Entre barro y arena, ambos se alzan y cruzan una mirada entre ellos cargada en comprensión.

Alzaos, Corey y Essycia.

Es Corey el primero en alzarse y con un gesto tosco ayudarla a ella. Miran a los presentes con ojos prendidos en orgullo.

Alzaos, Ehalli y Kel-nar.

Ella se alza de un modo robótico casi al instante, mientras que él opta por sentarse en el suelo y observar, fatigado.

Alzaos, Krasor y Nuraus.

Una mano esquelética y una mano robusta de dos que son capaces de alzarse por sí mismos.

Nuevamente la voz que ha clamado por todos, que os ha recibido en vuestras mentes, es la voz de Eir.

Aún aguardan seis héroes por alzarse.

Al igual que ocho se han levantado.

¿Cuánto tiempo hasta que el Juicio termine? ¿Lo lograrán a tiempo, antes del ocaso? Estas respuestas conllevan sólo aguardar.

Arya estaba respondiendo a un grupo de participantes que parecía dispuesto a empezar a jugar a las cartas en cualquier momento.

- Perdonadme. Imaginé que si querían apostar, podría ser buena idea que todos empleasen la misma moneda, e historias es lo único que se me ocurrió. Además, no seria justo empezar demasiado pronto. Aún quedan tantos por llegar... Decidid ustedes. Creo que yo no comprendo bien como funciona ese juego.

Y fue entonces cuando el suelo comenzó a temblar de nuevo. Con un salto más apresurado que preciso, se separa del lugar en el que la tierra se está abriendo una vez más. Ocho nuevos participantes... y probablemente aún quedasen más por llegar. 

- Bienvenidos... - pasea la mirada entre unos y otros. Algunos eran más extraños de lo que había esperado y le llamaban poderosamente la atención, pero lo primero era lo primero - ¿Se encuentran bien? ¿Quizás quieran agua o... cualquier otra cosa?

El regreso puede resultar confuso o hasta doloroso.

Essycia se levanta mirando a su alrededor y está un poco tranquila y a la vez esta a retaguardia… porque no sabía lo que estaba por llegar si una nueva era de lucha contra el bien y el mal... o todos lo que estábamos llegando seriamos jugados por aliarnos hacia un mundo del bien o mal.
Lo que Essycia tenía claro que no se iba a dejar de mangonear de nadie, me mandaron para una cosa y cumplirá con la promesa de defender lo indefendible, y siempre estar alerta de todo lo que se interponga en su camino.

Escucha a una chica que llevaba una capucha y una marca en la frente que no sabía quién era, pero fue amable en dar la bienvenida a todos lo que estábamos llegando.  Y nos pregunto que si queríamos agua. Me acerque a donde estaba ella y muy amablemente, aunque mi apariencia era seria, pero las apariencias engañan porque era una persona amable. Le dije. -Hola no gracias yo estoy bien y por ahora no quiero tomar nada. Observo en mí alrededor y digo. Exactamente sabemos dónde estamos y porque nos han mandado aquí.

Observa a la elfa de aspecto serio y palabras amables antes de responder. - Bueno... sabemos que estamos atrapados, eso para empezar. 

Echa una mirada atrás, casi pidiendo permiso para seguir hablando a los demás. 

Sabemos que son muchos los universos, mundos y planos desde cuyos restos se ha venido a formar esta Amalgama Planar. Ahora todos los presentes, tanto los supervivientes de los que lucharon aquí no hace tanto como aquellos que llegaron de los últimos mundos por quebrarse, hemos cambiado y formamos parte de la Amalgama. Quizás algunos se presenten o hablen de su pasado, pero no es lo más importante. 

Lo importante es que estamos aquí y que hay una oportunidad de procurar un nuevo nacimiento, aunque habrá quien solo esté aquí para destruir lo que queda de los mundos presentes. De cualquier mundo.

La elección no era sencilla, sé que todas tenían desventajas, pero me alegro de que hayan encontrado algo a lo que aferrarse para llegar hasta aquí.

Supongo que eso es lo más importante. Por cierto... pueden llamarme Arya. Ellos son Delos, Gynk, Isar'i, It, Lianne, Mei, Pluma y Sheph. - Va señalando con un gesto a medida que nombra -  También hay una sombra... que aún no ha hablado. Aún no se si son imaginaciones mías o una entidad inteligente. - Se encoge de hombros mirando hacia las sombras.*

¿Y ustedes?

Escucho atenta  a Arya  sobre los dos mundos y el motivo porque habíamos venido aquí. Pero cada vez se irá complicando ya que tendremos que defender un mundo y el otro se quedara en otro plano. A no ser que lo invadan los caídos entonces habrá dos mundos... pero mientras tanto tenía que pensar que estaba aquí para averiguar que era lo que estaba pasando con los mundos.
Veo que estaba presentado a los que tenía en su alrededor, miro Arya y le digo. Yo soy Essycia una elfa. gracias por la aclaración tendremos que estar alerta con todo lo que se no venga encima en Amalgama. Porque aun faltara gente por llegar...

Estoy sentado encima de una lapida cuando veo que empiezan a salir nuevos individuos

Vaya vaya, nueva gente llega a nuestro pequeño cementerio

un esqueleto.... que típico, jajajaja

quien es el que le ha dado vida a huesitos? Na, es broma, no te lo tomes a mal

tras esas palabras doy un salto para levantarme

bueno bueno, Essycia, huesitos,  una chica con cosas metálicas, ostras! Un dijin!

Bueno bueno esto empieza a ser interesante un placer compartir este humilde cementerio con tan diversos seres, jajajaja

soy Isar'i, el guerrero de la tormenta

saco la espada elevando-la al cielo a modo de presentación, mientras nuevamente, fuertes vientos soplan ondeando mis ropas y las nubes se arremolinan cayendo algunos rayos en la lejanía para dar mas efecto dramático

guardo de nuevo la espada, mientras los vientos van cesando y las nubes vuelven a dispersarse

parece que al final no nos han separado por objetivos, sino, que estaremos todos aquí, juntos y revueltos, jajaja esto promete ser divertido, pero al final, yo me alzare con la victoria

Estaba caminando junto a Delos mientras lo otros estaban a sus cosas. Entonces noté como la tierra se volvía mover, de entre ellas empezaban a salir más personas.

Todo parecía que ya íbamos a estar todos juntos o casi todos...ya que solo volvieron a la vida unos  ocho más. Todo esto empezaba a tener cada vez más sentido y más movimiento.

Entonces miro a Delos que esta a mi lado y le digo.

- Parece que ahora más que nunca tenemos más ojos viendo lo que hacemos y dejamos de hacer... -le sonrió y continuo - pero puedes seguir hablando lo que vos desees junto a mi, esto no cambia nada aunque hayan llegado más gente junto a nosotros. Te diré que fui así contigo, porque conozco o creo conocer de ti... -

Miré a los recién llegados y tan solo desde la distancia y junto a Delos, de pie y firme dije.

- Bienvenidos, parece que ya van despertando todos...esto pronto empezará...  Soy Lianne -

No puede reír ante la reacción de Isar´i y dedicarle unas palabras.

- Parece que ya tienes más actores para tu obra… -

Nuraus se alza desde la tierra junto a siete nuevos participantes. Se yergue orgulloso y contento tras al fin pasar al lugar en que todo se desarrollará.

Observa uno a uno a los presentes, evaluándolos y valorándolos. Los escruta con la mirada y con desconfianza, pues sabe lo que una vez aconteció y sabe que se dará de nuevo. No habrá amigo ni aliado. Todos utilizarán sus habilidades y fortalezas para conseguir su objetivo y matarán a aquel que ose interponerse en el mismo. Nadie es digno de confianza en aquel lugar y pasará mucho tiempo hasta que merezca la confianza en alguno de ellos.

Se sienta sobre una enorme roca y descansa sus manos sobre el filo de su hacha, la cual apoya en el suelo. Su mirada silenciosa sigue observando a los presentes, sin decir nada, tan silencioso y frío como el invierno. Con el ceño fruncido y con cara de pocos amigos escucha a unos y otros y espera paciente que los que faltan por llegar lo hagan y todo esto comience.

Poco a poco me elevo entre granos de arena que se arremolinan a mis pies, y sin previo aviso esos mismos granos me envuelven y tras cubrirme cae aplomados hacía el suelo dejando ver bajo mi cintura dos pies con los que caminar entre las tierras que ahora mis ojos rasgados pueden ver.

Doblo una manos sobre mi cintura y hago una reverencia a la dama que ofrece agua y digo con gratitud:

- El agua es un don preciado entre los granos del desierto. Mis labios ya no recuerdan la última vez que fueron mojados por unas gotas de la suave esencia de un manantial.

Mientras espero una respuesta miro con dureza a aquel ser que parece tomarse a broma nuestro encuentro y digo:

 Mucho hablas, pero ningun respeto. Mi nombre es Pharao, ¿acaso ves grilletes en mis muñecas que te derecho a nombrarme como un servil?.

Mucho tiempo hace que estas muñecas fueron liberadas, y mucho es el tiempo que he tenido para comprender que antes de ser libre, mi corazón ya lo era. Pero veo que tu no conoces las reglas de los djin, tan solo haces ruido... como la tormenta.

Sin más olvido su intento de mofa y me giro ante el resto y digo:

Soy parco en palabras, asi que no me tengan en cuenta un silencio, pero consideren aquello que diga, y sobretodo lo que mis manos hagan.

Soy Pharao, el lamento de las dunas, espero poder ser de ayuda en esta afrenta.

Giro mi cabeza en busca de la nueva mañana que se acababa, el sol anarajado cubría de tonos cobres el lugar, y en mi mente coloqué diversas dunas para sentirme como en casa.

Veo llegar a los nuevos. Parece ser que este pequeño sequito de supervivientes acobardado va rellenando sus filas poco a poco. Quizás se pueda lograr algo bueno de aquí.

-Mis saludos a los nuevos. Soy Mei Tseng. Parece ser que todos sabeos ya donde y por qué nos encontramos. Seria grato hacer algo útil de ahora que ya estamos todos.

Si es que de verdad estábamos todos, siempre falta alguien… siempre. Aunque la presencia de Isar´i se me antojaba cada vez más cómica y entretenida, no me importaba esperar allí.

Con gran gracilidad, me muevo entre los pies de los recien llegados, aunque estos no diferian mucho de los que ya conocia, por lo menos en forma.....jijijissss hasta se me escapo una risilla,  casi un siseo.... un susurro frugal, al oir las palabras de Ayra......no perdi el tiempo en estas nuevas gentes que decian no saber donde estan... pues era claro que estaban donde ellos querian estar, o eso habian decidido en algun momento de sus vidas.....

Tras  esto regrese a mi rincon, calido, oscuro, tililante..... desde ahi podria observar a todos los presentes....

Mierda, el poco tiempo de paz se nos va terminando y la aparición de los nuevos interrumpiendo mi partida de cartas era una señal.... Recojo todas las cartas guardándolas bajo mi túnica. Bienvenidos todos los nuevos, soy Sheph y creo que vuestra llegada es una señal de que el comienzo del juego se aproxima.

Observo con detenimiento a los nuevos compañeros y después a Lianne, Lianne ¿ habéis visto algo interesante?.

Arya asiente, respondiendo a la educada inclinación del Dijin de la misma manera.- Un dijin liberado, entonces... asombroso - Pero se guardó para sí tal pensamiento.

Las runas que muestran su piel se iluminan desde dentro mientras levanta la mirada a las agitadas nubes que el dueño de las tormentas había traído consigo. Con un gesto, algo comienza a cambiar. Es como si aparecieran una docena de pequeños claros por donde se cuela la luz del atardecer, disolviendo una parte de la tormenta. 

Estaba concentrada y no percibió la risilla de la sombra que discurría por sus pies*

Una docena de perlas transparentes, cada una del tamaño de un puño, caen entonces desde el cielo, y quedan suspendidas en el aire a la altura de la mano de quienes deseasen, sin más sostén que la voluntad de la hechicera. Ella suelta el aire con alivio. probablemente no estaba segura de ser capaz de hacer aquello.

Por favor, sírvanse quienes gusten.

Aquellos que tomen el agua la sentirán limpia y clara como solo el agua de lluvia puede ser**, aunque la notarán más caliente de lo que cabría esperar. Ella misma toma entre las manos una de las gotas. Mantendrían su forma, solo era necesario llevarlas hasta los labios para beber.

Tomo una de las gotas de agua que crea Arya para terminar bebiendo. Gracias por el agua, la verdad es que vamos a necesitarla porque ira para largo el encierro.

Juzgar a alguien porque diga o dé su opinión a su manera...hmmm...esto no empieza nada bien. Se debe de juzgar a alguien porque sus palabras transmiten desconfianza o cambia de opinión repentinamente. Entonces si se puede juzgar a esa persona, o por sus actos. 

Pero así sin más...Isar`i puede que de imagen de no estar en serio en todo esto, pero aún no estamos viendo nada. Solo escuchando los unos de los otros...habrá tiempo de poder decirle cosas si es necesario. Pero por ahora solo intenta hacer más ameno y con un toque de gracia su estancia aquí...

Espero que los que estamos aquí y los que faltan no tomen sus palabras tan a la tremenda para montar en cólera. Dejemos que nos muestre sus dotes de palabrería con la causa y la lucha que es lo que nos han traído hasta aquí. Y lo veamos también con sus actos y movimientos...

Entonces escuché a Sheph dirigirse con sus palabras hacia a mi. Dejé a un lado mis pensamientos y le respondí.

- Lamento decirte que no he visto nada, pero si aquí Delos ha llegado ver algo que sea él quien hable. - mientras le dirigí una mirada y volví a dirigirme a Sheph - he respondido a tu pregunta, pero podría interpretarla de otra manera y responde de esta otra forma, espero que me entiendas el cómo y por qué digo esta otra respuesta. - Hago una pausa y continuo hablando.

- Lo que veo y percibo es una sensación extraña, rara y a la vez familiar dentro de mi. De todos los presentes hasta ahora, contando con los recién llegados...pero antes de precipitarme prefiero ser precavida viendo sus movimientos gestos y hasta de escucharles a cada uno de ellos. -

- Entiendo Lianne, quizás más tarde podamos hablar de nuestra cercanía y de que me conoces...- Pues ahora no era momento ya que Delos observó como al igual que los demás allí reunidos ya no eran solo diez los presentes.

Observó en silencio la llegada de los nuevos, figuras que eran muy dispares, y gente que le resultaba bastante sorprendente. Al igual que atisbó el orgullo del pasado de los labios de Pharao, o incluso las palabras... ¿amables? de la elfa anunciando que aún debían llegar más. Extendió su mano hacia las gotas de lluvia que Arya había traído y sació su sed, mientras desplegaba sus alas para que se secaran de la límpida agua que se habían cubierto, sonrió a la chica agradecido y después fijó de nuevo su atención en las palabras de Lianne.

- Yo soy Delos el caballero del viento encantado de conocerlos.- Dijo el ser alado haciendo una reverencia a los recién llegados, aunque Arya lo había presentado, no había sido una presentación formal.- Hice un vuelo de reconocimiento... tenemos un inmenso bosque que nos rodea, pero solo eso. Flora, mucha... pero Fauna ninguna. Como si algo hubiera espantado a los animales o... jamás hubieran existido en este plano. Lo digo porque aunque te alejes de alguien, ese alguien sigue siendo capaz de oírte aun en la más lejana distancia, e incluso de verte.

Al abrir los ojos, hago una nueva distribución de energía que me permita alzarme sin esfuerzo. Salgo de la tierra y observo a todos los que están ya presentes. No poseo referencias anteriores de ninguno de ellos como individuo, y muchos son formas de vida de las que no tengo ningún registro. Si sobrevivo a esto, sea cual sea el resultado, al menos llevaré nuevos conocimientos en mi memoria.

- Yo soy Ehalli.

Bajo mi arma mientras mi rostro baja a un semblante serio, por primera vez

Pharao.... lamento si por desconocimiento he podido faltar-te al respeto, no fue mi intención causar molestia

las nubes se van arremolinando de nuevo, incluso mas cantidad que antes pese a que la hechicera a cogido su agua, mas espesas, mas oscuras, oscureciendo aun mas el lugar mientras comienza a escucharse como la carga eléctrica circula entre ellas y el viento va soplando cada vez mas fuerte

solo me sorprendí al ver a alguien de tu raza, cierto es que no conozco mucho sobre vosotros

las nubes son tan densas que la luz del entorno baja drásticamente

PERO, ESO NO TE DA NINGUN DERECHO A INSULTARME TAN DIRECTAMENTE, NI A MI, NI A LA TORMENTA!

Alzo la voz algo alterado, mientras mi voz es reforzada por un rayo que cae en la distancia

tomo aire para calmarme, mientras el aire se va calmando poco a poco a la vez que yo y las nubes poco a poco vuelven a separarse dejando que vuelvan a caer los rayos ocres del atardecer

Avanzo hasta el lado de Isar'i, y alzo mi enorme mano, para tras un instante posarla sobre el pequeño hombro del guerrero.

Tranquilo, perdona tu tambien las palabras asperas de este ser del desierto... poco a poco entenderas.

Miro las nubes y tras agradecer el frio ambiente que condensan agarro una de las gotas de agua con una de mis manos, y otra con la diestra. Ofrezco un bloque de agua a Isar'i mientras bebo de la otra.

Mi mirada, no busca a nadie, tan solo se reconforta en el liquido que poco a poco alivia la aspereza de mi garganta. 

Luego miro a Arya y cierro solemne los ojos, mientras dejo que el aire mezca mi cabello.