Partida Rol por web

Pues vayamos a buscarlas

Máster, al final vamos a la sacristía primero. ¿Nos llevas allí?

Posdata: vamos por el gran recibidor y desbloqueamos la puerta.

William llega al escobero.

William observa con detenimiento el supuesto puzzle con las fichas, pensando que se puede hacer con él. A lo que acaba recordando una ficha de póker que había conseguido anteriormente en el patio de cristal. Igualmente, decide mirar con detenimiento el puzzle para ver si observa alguna pista de utilidad o como está dispuesto el interior, quizás hay que recolocar las fichas y lanzarlas por los aires, quien sabe.

La caja está cerrada a cal y canto. Tiene un pequeño hueco, en el cual está incrustado un guante hacia el interior (se puede meter la mano y manipular el contenido usando ese guante. Además de una de las caras tiene cristal, capaz de ver el interior.

En el interior hay 2 secciones bien diferenciados, uno vacío y otro lleno de fichas cuyas caras son azules y rojas, todas completamente idénticas. Echando un rápido vistazo podéis ver que hay 10 puestas por el lado rojo, en cambio el resto parecen ser azules, de todas formas, son demasiadas para contarlas.

Parece ser uno de los puzzles del Barón, aunque no hay forma de saber qué quiere hacer con ello, ni para qué sirve. De todas formas, lo que sí que parece obvio, es que hay que meter una mano en el guante para poder manipularlo, pese a que la obviedad esté ahí, por algún motivo, te encuentras dudoso a la hora de arriesgar un miembro de tu cuerpo.

Arieth llega a la estancia y observa a William mirar a aquella caja extraña.

-¡Hola! - Saludo- ¿Ocurre algo con esa caja? ¿Es una puzzle del barón?

Temerosa de mi y antes de recibir respuesta del Señor Smith, cojo la caja, la examino y miro si hay alguna forma de mover las piezas de sección sin usar el guante.

Por desgracia no, la única forma de manipularlas es usar el guante, metiendo la mano dentro.

Suelto una maldición al descubrir esto pero no queda más remedio... Meto la mano en el guante

Nada más meter la mano en el guante ocurren dos cosas, una peor que la anterior; Arieth siente que algo ha atrapado su brazo y es incapaz de sacarlo, al contrario; cada vez que lo intenta retirar parece que se aprieta más en su piel, algo cortante proveniente del interior, como si fueran cuchillas que se cerraban sobre sí mismas.

Por otro lado; aquella pequeña ventana de cristal que permitía ver las 100 PIEZAS, de las cuales 10 estaban volteadas del lado rojo y el resto del lado azul; se había bloqueado con una pantalla negra, impidiendo por tanto ver el contenido de la caja o la distribución de dichas piezas. - Además de aquella pantalla negra, había unas pequeñas instrucciones para proceder.

Cita:

Al parecer un pequeño compartimento se había abierto en el lateral, de donde salía un botón azul.

Miro a william con miedo. 

-Necesitamos resolver este acertijo antes de nada. ¿Alguna idea? - Pregunto de manera desesperada... Mi mano estaba en juego.

- Vale... las piezas rojas levantadas... es tan sencillo como recordar donde estaban... y moverlas al otro lado... con dejar 5 y 5 en cada lado bastará. ¿Recuerdas donde se encuentran? Yo he mirado el puzzle durante un rato, así que seguro que me acuerdo de alguna, pues las rojas son bastante vistosas. Permíteme que te indique con el dedo más o menos la posición, entonces tendrás que mover tu mano y deducir si se encuentra bajo mi dedo. ¿Vale?

William logró señalar a donde parecía que había fichas, pero por desgracia para la joven Arieth a la hora de poner su mano sobre estas dudaba; dudaba si era exactamente esa o la que estaba justo al lado, dudaba si William le decía correctamente la pieza, dudaba absolutamente de todo, bien por desconfianza o bien por miedo.