Partida Rol por web

HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Noche 6 - Un Combate Esperado

Cargando editor
21/12/2013, 18:06
15 Muerto - Annie

¿Y tú qué sabes, capullo? Has sido y eres un inútil-dijo a Liam, con el rencor marcado en la voz- Te voté porque sabía que lo hiciera o no, no cambiaría nada. Y quería hacerte sufrir por ser tan gilipollas. Creo que es tarde para sobrevivir de alguna forma. Y esa chupipandi, oh querido protector oscuro, es también la tuya. 

Tras hablar, le dio al espalda al resto, y con su hijo nonato en brazos, se alejó del grupo- No os aguantais ni a vosotros mismos... Y sois unos tremendos lameculos. Mira que no me importaría arrancarle a Marceline todas esas plumas, una a una, pero lo que dice es bastante acertado. Vosotros sólo consideráis el derecho a vivir de quienes os conviene. Y espero que por ello seais vosotros quienes no podais salir de aquí al final de esta historia. 

Cargando editor
21/12/2013, 19:44
Eko Létang

Ver a Annie actuar así, con la voz brotando desde el rencor, completamente teñida de odio, sacó una sonrisa a Eko. Ya le faltaba poco para perder los papeles. Más. Con las cosas que esa mujer les había arrebatado, su sufrimiento era más que merecido.

- Annie, pareces enfadada. - Le dijo en tono tranquilo. - Incluso diría que estás inestable. Ahora arriba, ahora abajo... - Dejó caer, dando una cadencia oscilante a su voz. - ¿Has pensado ir al médico? He oído que los cambios de humor en la menopausia son de lo más normal, pero quién sabe... Quizá sea síndrome post parto. - Propuso, antes de abrir mucho los ojos, como si acabase de darse cuenta de algo. - Ah, no. - Añadió, negando con la cabeza. - Olvídalo, no creo que sea eso. - Terminó encogiéndose de hombros, con una media sonrisa de satisfacción en el rostro.

Cargando editor
21/12/2013, 20:22
Alexia Belikov

 

Cuando las nieblas de mi visión se disiparon, me giré para mirar el cuerpo de Andrew, aún me costaba hacerme a la idea de que no volvería y no quería ni pensar en su familia- lo hiciste bien, hiciste lo correcto- murmuré con una sonrisa triste, si salía de aquí, tal vez  iría a conocerles igualmente y les hablaría de él.

-Bueno, parece que voy a disipar las dudas sobre Andrew, le he visto. Creo que deberíais saberlo.- miré a Yormund con el ceño fruncido.- Sí, es cierto que podía matar por la noche, pero enfrentó sus circunstancias y decidió usar su capacidad para proteger el sello, tomó la decisión de atacar sólo a los traidores. Ahora sólo lamento aún más que Tetsuo ya no esté.- Me quedé en silencio, no tenía nada más que decir y, con todo lo que había pasado, estaba agotada.

Cargando editor
21/12/2013, 20:58
15 Muerto - Annie

¿Te sientes realizado burlándote de un nonato que jamás pudo hacerle daño a nadie? Eso dice mucho de ti, Eko- dijo, carente de emoción. 

Cargando editor
21/12/2013, 21:02
Eko Létang

La pregunta de Annie hace que Eko permanezca durante un par de segundos callado antes de responder.

- Oh, no me he burlado de él. - Aclara entonces con tono neutro. - No creí que hubiera dudas al respecto. Me he burlado de ti. ¿O es que vas a decirme que tampoco has hecho daño?

- Él no tiene la culpa de que fueras su madre. Y sin embargo ha pagado las consecuencias. Cuéntalo como una más de tus víctimas inocentes, Annie, porque estaría bien si te hubieras quedado en tu casa, en lugar de venir a traer el infierno a la tierra. Tú escogiste venir a abrir un Sello que permanecerá cerrado, aún a riesgo de lo que pudiera pasarle. Tú y solamente tú eres responsable de su muerte.

Cargando editor
21/12/2013, 22:13
20 Muerto - Marceline

Y murió por haber intentado matar a Annie - añadió Marceline a las palabras de Alexia - Así que espero y deseo que ya a ambos se les hayan acabado los trucos. - entonces miró a Annie con una sonrisa en el rostro - Si, pronto varias de mis plumas serán arrancadas... pero para hacerte sangrar, provocarte dolor, y en última instancia para darte muerte zorra.

Tras ello, miró a Eko - Gabriel está meditando si vale la pena arriesgarse a regresar ya y morir nuevamente esta noche. Que digo yo que, tras morir 2 veces, no ande deseoso de repetir experiencia es de lo más normal. Aun así, tanto si termina regresando esta noche como si lo hace mañana, estamos valorando el siguiente a quien debería hacer uso de su poder. Y por si os lo preguntáis, estoy en esa lista. - dijo con una sonrisa jovial - Oh, y ya le he comunicado a Vanna que si dice la verdad, le tocará esperar lo máximo posible porque sino será la siguiente en ser votada. Y si está haciendo una Escoria, le tocará valorar si vale la pena volver a morir sólo para darles un día más a los traidores. A fin de cuentas, el don es suyo y sólo ella puede decidir en última instancia si regresar o no - dijo encogiéndose de hombros.

Cargando editor
22/12/2013, 02:40
Liam Donaire

Tenía mucho odio, mucha rabia, sentía mi alma era devorada por la oscuridad por cada día y noche que pasaba en este lugar. Algunos pensaban que el vivir era la mejor bendición, eso es porque no han la “suerte de haberme”  conocido. Seguro que cambiarían de idea raudamente, seguramente ni siquiera necesiten pensarlo dos veces.

Las palabras de unos y otros me hacían gracia, demasiada, y mi estúpida sonrisa delataba mi posición al respecto. Sentía el odio y el desprecio hacia mi persona, y lejos de acobardarme lo que provocaba en mí interior era una tormenta de sentimientos y emociones. No había marcha atrás, solo me quedaba seguir adelante, era lo poco que podía mantener de mi escala de principios, muy escasa por cierto.

La reacción de Alexia fue inmediata, y como no, me dispuse a replicarle. Me parecía divertido, no tenía mucho sentido hablar teniendo en cuenta mi posición, así que aprovecharía cualquier ocasión que me hicieran caso para soltar mi boca todo aquello que sentía sin ni siquiera a pensar si era adecuado o no.

-Vaya, y yo creyendo que me habías votado por ser un grandísimo hijo de puta, misógino, con carácter y que no paro de decir chorradas por mi boca, sin contar mi tono  nada agradable. Y resulta que has ido a por mí por ser un traidor. – Clavé mis ojos verdes en los suyos, era una mirada fría, llena de odio, mucho odio, aunque no dirigida a ella en particular, si no a todo y a todos. – Deberías saber que soy inocente después de todo. Me he expuesto como traidor para descubrir al resto. – No era un comentario jocoso, si no lo siguiente, aparentaba estar serio, pero mi voz me delataba, estaba mintiendo de una forma tan descarada que evidentemente estaba siendo así a conciencia. Después se escapó de mí una carcajada ante mi actuación.

Una vez recompuesto, cogí la cazadora nuevamente del suelo. Y seguí dirigiéndome a ella esta vez de forma severa, casi reprendiéndola por su actitud. – Te daré un consejo de “amigo”. Nunca te fíes de nadie, ni siquiera de ti misma. No permitas que nadie pisotee tu corazoncito, ya has visto lo que tiene abrirse a los demás. Tu ingenuidad…..- Me contuve por un segundo por no llamarme estúpida en su cara. – te ha llevado por un camino doloroso. Así que la moreleja es la siguiente, la vida es una mierda, y te llevarás palos, muchos. Espero que hayas aprendido la lección aunque sea por las malas.

Hice una pausa, para que asimilara todo lo que le había dicho y después continué.

- Referente a tu pregunta, estoy de acuerdo, no sería capaz de anteponer un capricho o un calentón al deber, pero te dejaría para el final para así aprovechar lo máximo posible la diversión que pudiera surgir. – Una sonrisa lujuriosa e igualmente perversa escapa de mis labios solo de imaginarme la situación. -  El amor es una jodienda, te complica mucho la existencia a niveles que jamás te imaginarías. Un sentimiento absurdo, carente de sentido y sobrevalorado.  – Le ofrecí de nuevo la cazadora a la Eve. - ¿Segura que no la quieres? Al menos te serviría para tapar lo que queda de tu rollo/novio o como quieras llamarlo. – Mi tono desagradable ya venía de serie, a este punto me era imposible ser cordial con nadie, además de parecerme absurdo y una auténtica molestia.

Me importaba poco, por no decir nada que mi “compañera” de ruptura del sello le desagradara mi actitud, no había venido hacer amigos, y pese a tener un objetivo común, no había razón para ser cordiales.

- He retrasado el final un día, ¿te parece poco?  - Dije con cierto fastidio y me dispuse a increpar a la rubia. – Empecé solo y terminaré solo, ¿sabes por qué? No tengo mi espacio personal para conspirar y esas mierdas. Así que poneos las pilas. Ahora sé quienes son los traidores, algunos los tengo confirmados, otros en cambio son suposiciones. Tendréis suerte y todo, ya que si mi lealtad cambiara, cosa que se puede hacer, y varias veces además, no tendría motivos para callarme.  – Puse una mueca de desagrado. – Y para mi “suerte”,  la única con quien podía realizar una comunicación va y se suicida la muy imbécil. Si no lo hubiera hecho las cosas serían diferentes, demasiado. Una putada, y de las grandes.

Estaba bastante cabreado, aún no entendía como se había llegado a esta situación. Las cosas se habían torcido bastante, a veces por un lado, a veces por otro.

La futura guardiana estaba visiblemente enfadada, y como me aburría, quería aprovecharme para pasar el rato. Seguramente no le hiciera gracia ver que yo seguía en pie.

- Zyllah Zyllah, ¿por qué estás tan cabreada conmigo? Si no he hecho nada. – Pregunté fingiendo cara inocente mientras levantaba mis heridas manos. -  Yo no te engañé, que hayas decidido votarme cuando no debías es problema tuyo, no mío. – Decidí cambiar de tema algo más jocoso.- ¿Hay sitio para mí en tu agencia de viajes para parejas? Seguro que triunfo. – Tuve que reírme.  -  Venga mujer, no te enfades conmigo por hacer mi trabajo. Para que veas que muy en el fondo soy bueno, te diré algo, esto acabara más pronto de lo que pensáis. Aunque el resultado podría no ser lo esperado. – Dije con una sonrisa en los labios bastante provocativa y tono divertido. – Es más, por ser tú, te dejo que seas la que me del golpe de gracia, ¿te hace?

El pistolero me parecía divertido, tanto su actitud como sus palabras me entretenían. Tenía ese algo que llamaba la atención, y pese a sus formas, no conseguía irritarme.

- Una pena que estemos en bandos enfrentados, me hubiera gustado tener un compañero de juegos como tú, aunque eso sí, cada uno con su petaca. No quiero compartir la mía. - En serio o no, eso lo tenía que decidir él, ya que fui bastante ambiguo.

Me dediqué a dar vueltas de un lado a otro, aún tenía bastante adrenalina causada por mi victoria, quizás algo pequeña, pero había conseguido algo de tiempo que ya es algo. Pronto caería derrotado por el dios del sueño. Era consciente que yo no vería tal final, y que si caía no sería resucitado, pero no lo quería.

Cargando editor
22/12/2013, 03:32
Alexia Belikov

Cuando Liam acabó su discurso aplaudí a la vez que me reía a carcajadas.- Bravo Liam, un discurso realmente inspirado, muy…  emocional. Espero, de verdad, que te hayas quedado tranquilo, a gusto y te hayas desahogado. He de reconocer que a mí me ha sentado estupendamente, podría incluso decir, y no pensé que diría algo así referente a ti, que me has dejado satisfecha. Ahora ya no tengo que sentirme mal por votarte, gracias, gracias, gracias… -respire hondo y solté el aire.- Sí, me siento mucho mejor, estoy mucho más relajada.- le sostuve la mirada sin inmutarme y sin dejar de sonreír.

-Prefiero ser una gilipollas, estúpida y sentimental que un cínico vacío por dentro como tú. Enhorabuena, acabas de terminar con la posibilidad de que alguien te recordara con algo de aprecio. Ya, ya, lo sé, no te importa- me encogí de hombros antes de añadir- A partir de ahora a mí tampoco, un disgusto menos, te desprecio tanto como tú a ti mismo, tú ganas.- Miré la cazadora con una mueca de desagrado antes de seguir hablando.- Quédatela, de ti no quiero ni la hora. Debe de haberte dolido mucho mi voto para intentar hacerme daño con lo que pudo ser y no será con Andrew, aunque tal vez me equivoco porque tú no eres capaz de sentir nada, ¿no es así? Noticias frescas, no me puedes dañar por ahí porque, ya me duele tanto, que no creo que sea posible que lo haga más. Habrías perdido tu tiempo dejandome para el final. Como puedes comprobar también tengo la capacidad para ser desagradable, lo he aprendido del mejor.- con esa última frase retiré la mirada de él que pasó a soltar sus perlas de sabiduría a Annie, Zyllah y Eko.

Cargando editor
22/12/2013, 10:50
Director


Irrumpiendo vuestras discusiones rompió una gran exhalación, que luego vino seguida de un jadeo hasta terminar con una respiración normal.

Poco a poco el cuerpo de Gabriel se bañaba en sudor. Sus heridas se iban cubriendo solas, como si el tiempo fuera hacia atrás, como si nada de aquel dolor hubiera pasado esta vez.

Con fuerza se alzo de aquel lugar que había sido su última sepultura y comenzó a andar hacia los demás.

Estaba de vuelta, su cuerpo envuelto en sudor, su brazo aún tintado con aquel octópodo, dispuesto para atacar y un arpón cargado.

La batalla empezaba de nuevo para él….

Cargando editor
22/12/2013, 11:57
Zyllah

Mi gesto se había comenzado a relajar mientras observaba la discusión entre Annie y Eko. Sin embargo, en cuanto Liam se dirigió a mí mis ojos volvieron a encenderse y entrecerrarse para mirarlo con ira.

- Vete a la mierda, imbécil. - Mascullé entre dientes, con la intención de no añadir nada más. Pero la rabia que me daba que aquel tipo siguiera vivo me podía y mis dedos ansiaban cerrarse alrededor de la empuñadura de Irad. Respiré profundamente para no atacarlo en ese mismo momento y volví a hablar. - ¿Ahora tú también quieres hacer de pitonisa? Mira que a todos los que lo intentaron antes les salió el tiro por la culata. - No dije nada más antes de apartar la mirada con desprecio de él.

Entonces el cuerpo de Gabriel se empezó a levantar y respiré aliviada al verlo. Por fin pasaba algo bueno esta noche. Ya pensaba que no lo haría nunca. Lo que no podía entender era por qué había tardado tanto. Lo miré brevemente mientras le dedicaba una pequeña sonrisa, un poco tensa por mi intercambio con Liam. - Bienvenido, Gabriel. Te estábamos esperando.

Cargando editor
22/12/2013, 12:16
19 Muerto - Gabriel Hyde

Abro los ojos lentamente, disfrutando aquel momento, dejando que el aire volviera a circular libremente hacia el interior de mi cuerpo, notando como mi corazón comenzaba a bombear de nuevo como si se tratase de un viejo motor que había estado demasiado tiempo apagado.

De nuevo doy cuerda a mi reloj, sólo se había parado dos veces en toda mi vida, las dos veces que había muerto, las dos en Oldland. Miro a las personas que me observan con curiosidad, entre ellos había buenas personas, gente admirable que darían su vida sin pensarlo para proteger el sello, para proteger lo que es bueno y justo para este mundo.

Yo... me había equivocado con ellos, vine a Oldland pensando que me necesitaban para poder proteger el sello, que no serían nada sin mis poderes, fui estúpido y arrogante... no me necesitaban, yo los necesitaba a ellos.

-¿Para cuando un recibimiento con globos y pasteles? -Le digo a Zyllah sonriendo, y después acaricio mi pelo para peinarme un poco... debía de estar hecho un desastre, las heridas se habían cerrado pero tenía la ropa destrozada y manchada de sangre. -Me alegro de verte Zyllah, y a los demás. 

Nunca nos habíamos llevado demasiado bien, pero esa gente era todo lo que tenía, protegerlos a ellos, y a al sello, eso era lo realmente importante. Ese era mi destino. Me acerco a Ira y me quedo mirándola a los ojos unos segundos, no había vuelto de la muerte dos veces para dudar ahora.

Mis ojos se tornan blancos de nuevo, como cuando revelé la identidad de Liam, y comienzo a pronunciar con palabras las imágenes que contemplaba, del pasado, del futuro, hilos del destino que se entremezclaban...  

-Ira... ¿No es tu verdadero nombre, verdad? Una niña inocente... maltratada, pero las peores heridas no se las hicieron a tu cuerpo, sino a tu alma. Libre de cordura... exenta de corazón... Te arrebataron la inocencia, y dejaste entrar en ti el odio y la traición...

Te encanta la sangre, pero no únicamente por el placer de la batalla, no... tus motivaciones son mucho más oscuras, quieres que todos paguemos lo que te hicieron, pero tu venganza no será consumada. Tu historia termina aquí, Ira. 

Para un ser tan atormentado como tú, la muerte será una liberación.

Acaricio la mejilla de Ira con el dorso de mi mano, y le sonrío amablemente. ¿Quien podría culpar a un alfil por moverse en diagonal?... 

Recordaré a aquella niña, Ira, la que he visto en mis visiones, te recordaré por lo que eras antes, no por lo que te han obligado a convertirte.

Me doy la vuelta para alejarme de Ira, después de todo había que ocuparse primero de Liam, justo entonces una visión golpea mi cabeza con fuerza, había visto el pasado de Ira... esto era distinto, era acerca del futuro, un futuro inevitable hacia el conducían todos los caminos que podía vislumbrar.

-Hay un problema, cuando Ira muera arrastrará con ella a uno de los que la ajusticien. Ella no decidirá a quien, podría ser cualquiera de los que le pongamos un dedo encima, un oscuro poder madurado durante años de sufrimiento que ha despertado en Oldland. Su muerte requerirá un sacrificio.

Mi rostro se había tornado ahora serio, detuve el tiempo y lo que pasó en un parpadeo para ellos fueron miles de segundos para mi, tenía que pensar, buscar una solución.

-Sólo se me ocurre una cosa. Lennish -Digo mirando a aquella mujer -¿Puedes cambiar la voluntad de la gente no? Cuando sólo quede Ira -Primero había que acabar con Liam-¿Podrías hacer que se atacara a sí misma? El resto debéis absteneros y permanecer sin hacer nada,  pero aún así... hará falta que alguien más la ataque.

Yo me sacrificaré por vosotros. Pelearé con ella cuando llegue el momento.

Sonrío de forma amable, ese era mi destino, moriría en Oldland de una forma o de otra. 

Cargando editor
22/12/2013, 14:10
Eko Létang

Eko escuchó las palabras de Marceline, y una sonrisa de triunfo se dibujó ante el cambio de actitud de la mujer. Luego, ante el nuevo discurso de Liam, enarcó una ceja cuando se dirigió hacia él. No tenía muy claro a qué se refería con compañero de juegos, pero sin duda el chico era demasiado poco sutil para su gusto. Aún así, había que reconocer que al menos no se las daba de inteligente, como hacían otros traidores. Por lo menos él sabía con qué cartas jugaba, y no lo hacía mal.

Durante un momento esperó que el enfrentamiento entre él y Zyllah fuese a más. Él no parecía consciente de con quién estaba jugando, y la cosa podía ponerse interesante. Sin embargo, la resurrección de Gabriel interrumpió la discusión.

- Bienvenido. - Le dijo con voz grave, observando cómo lo primero que hacía era peinarse. Por mucho que se las diera de sabio zen, estaba claro que algunas cosas no cambiaban. - Has tardado más de lo que esperaba.

Luego, tras todo su discurso, Eko suspiró con fnigido fastidio.

- Joder, Gabriel. - Le dijo entonces, tranquilo. - Algunos estábamos esperando al momento adecuado para revelar eso, y otras cosas. Si ya echas de menos a Kaldreade puedes decirlo, ¿eh? - Bromeó, sin parecer preocupado en absoluto. - ¿Con quién estabas coqueteando allí? ¿Vanna? ¿Ivhone? Porque está claro que sólo te van las traidoras. - Preguntó con una sonrisa, antes de añadir con un tono ligeramente más agudo, levantando las cejas. - ¿Poron?

Cargando editor
22/12/2013, 14:27
19 Muerto - Gabriel Hyde

-No tengo remedio en eso, Eko, está claro que siempre me fijo en las chicas malas 

Sonrío a mi compañero.

-No echo de menos a Kaldreade, la verdad es que prefiero estar aquí con Marceline, alegra mucho más la vista.

Me encojo de hombros. Si tenía que volver allí volvería, si me mataban durante la noche ganaríamos tiempo, mi destino ya estaba sellado, matarme sólo serviría para que tuviera que volver a dar cuerda a mi reloj..,. 

Cargando editor
22/12/2013, 17:55
21 Muerto - Ira Von Carstein

Sus dedos acariciaban los labios de manera lenta, cómo si por su mente pasasen miles de pensamientos o ideas. Había vivido el combate de cerca, observando cada movimiento, pero nada le llamaba demasiado la atención, había visto tantísimos combates durante los último días, que aquel juego se había vuelto monótono. Su dedo se frenó casi de golpe, al igual que la pierna que balanceaba mientras estaba sentada en aquel saliente, el cual durante las últimas noches le había servido de “cama”. Lejos de no sorprenderse, la aparición de Gabriel la hizo fruncir el ceño, pero no provocó que se levantase cómo la mañana en la que su cuerpo apareció magullado y sin vida. Recordaba cada movimiento, cada detalle de aquella mañana y no quería repetirlo otra vez, lo evitaría como fuese necesario. Tanto fue que cerró los ojos negando con la cabeza, su espalda quedó apoyada contra la pared completamente, mientras su espada-tijera estaba descansando junto a ella, mientras los dedos la acariciaban.

Unos pasos provocaron que abriese por completo los ojos buscando al causante de tal ruido, y su sorpresa fue notable, tanto que en su inexpresivo rostro apareció una leve arruga al fruncir el ceño. Echándose un poco hacia adelante clavó sus hermosos ojos en los de él, afilando la mirada, ahora sabía lo que vendría. Había visto en otras ocasiones cómo sacaba el lado oculto de los presentes cuando sus ojos tornaban blanco, era su momento y lejos de asustarse solo sonrió con total tranquilidad, era su momento, al fin podría ser ella misma sin tener que ocultarse. Suavemente sus manos se apoyaron en los bordes y ayudándose se deslizó hasta quedar de pie frente a él, lentamente su cabeza subió un poco, para poder volver a mirarle. Él empezó a hablar y ella solo dejó escapar una risita divertida, por unos segundos desvió la mirada hacia los demás, por si había cambios en los rostros, pero no los esperaba... Más de uno la había señalado. ”Yo lo dije, os invito a desconfiar de mi” pensó. Gabriel seguía hablando y no pudo evitar buscar su mirada una vez más.-La función tan solo acaba de empezar...-Siseó, cómo si se tratase de una serpiente. Sobre sus labios apareció la primera sonrisa sincera, era una mezcla entre maldad y dulzura. Sus dedos agarraron un mechón retirándolo de donde estaba.-No debes dar por finalizado este juego hasta que veas el final...-Se mordió el labio con suavidad, mirando después hacia otro lado. Pese a que nada de lo dicho la había “Tocado” más de lo necesario, lo del nombre la crispó levemente, molestándola incluso ¡Cómo osaba decir tal cosa! Su nombre era ese, y sería con ese con el que sería conocida incluso tras su muerte. Una sonrisa brotó de sus labios y sus ojos brillaron.-La muerte es el don más preciado...-No había podido terminar, el roce de la piel de Gabriel sobre la de la mejilla de Ira, habían provocado que esta se quedase en silencio, mirándole.

-Nadie nos obliga a ser lo que realmente somos... No debemos culpar a los demás, por lo que nosotros mismos escogemos. Y jamás te dejes engañar por el dulce rostro de una niña... Ellas son las peores-Volvió a sonreír, para después dejarse descansar sobre el lugar que estaba antes. Vio cómo Gabriel se alejaba tranquilamente pero en su camino volvió a pararse de golpe. La lengua de la pelirroja paseó por los colmillos de manera lenta, haciendo que volviese a sonreír traviesa.-Oh vaya....-Lejos de querer interrumpirlo, esperó a que él acabase de hablar, sintiéndose ansiosa por ver aquel desenlace, pues se avecinaba realmente entretenido. Demasiado.

Sus dedos rodearon la empuñadura de la Segadora de Almas, colocándola nuevamente en el arnés, tras eso se acomodó la camiseta de tirantes bien -Puesto que la chaqueta que hasta hacía unos instantes había servido para cubrir el cuerpo de Gabriel, ahora estaba tendida en el suelo.- Lentamente echó a caminar hacia él, acercándose por detrás. Sin esperar permiso posó su mano sobre el costado de él, y acercando sus labios al cuello de Gabriel subió hasta encontrar su oreja, fue entonces cuando dejó salir un tono realmente suave y tranquilo.-Que noble gesto... Querido-La mano que tenía en el costado de él, viajó por el mismo, en una traviesa caricia escondida en un perfecto traje de “ternura”.-¿Recuerdas mi frase? La muerte es el Don más preciado... Y brindaré con tu sangre cuando llegue el momento-Sus labios rozaban el lóbulo de él, con cada palabra y movimiento. Una pequeña sonrisa adornó su rostro marfil.-Deseo con ansias ese momento... -Ahora sí, dejó que sus labios se posasen sobre la zona, rozándola. Echo eso se apartó con suavidad, dando un único paso atrás, esperando reacción o reacciones.  

Cargando editor
22/12/2013, 18:09
19 Muerto - Gabriel Hyde

Podía haberme apartado con facilidad, sin embargo no lo hice, por alguna razón me gustaba aquel juego, me gustaba su respiración en mi oido, el tacto de sus labios. Ella dio un paso atrás, y se chocó con mi cuerpo, que había cambiado de posición, y la rodeaba ahora con mis brazos. La desafiaba.

Ira era una bestia herida, nadie podría domarla, ni doblegarla, se sentía viva matando, y por más que me pesara yo no podía cambiar ese hecho. 

-En eso tienes razón, Ira. Uno escoge su propio camino. 

La sujetaba con fuerza, con mucha más fuerza de la que había tenido antes de llegar aquí, esos tentáculos grabados en mi piel me habían dado nuevas capacidades, también me habían acercado a mi lado más salvaje, como me dijo Poron, el tiempo también puede ser caos, Ira lo descubriría pronto, pensaba darle una batalla digna.

-Pero me niego a pensar que no quede nada bueno dentro de ti. -Mi mirada se desvía hacia la chaqueta, comprendiendo por primera vez que la había usado para tapar mi cuerpo. ¿Una mujer como ella había tenido ese gesto?...

La libero, apareciendo frente a ella, con mi rostro muy cerca del suyo, desafiándola nuevamente, buscando su mirada, entrando en su juego.

-Brindaremos juntos, Ira. 

Sonrío. Morir protegiendo el sello, evitando que se pierdan más vidas, ¿me recordarán entonces?. Aún podía hacer algo bueno antes de marcharme... morir junto a aquella mujer, junto a Ira, sería una buena muerte. Una muerte dulce.

Cargando editor
22/12/2013, 18:26
Liam Donaire

La reacción de la morena era de esperar, al igual que sus palabras, inevitablemente sonreí victorioso. Lo conseguí, herirla a nuevo nivel era uno de mis objetivos y lo había logrado. Me dispuse a replicar, no quería que acabar la conversación así, tenía algo que decirle, que me escuchara o no era un riesgo que pensaba correr.

- En realidad, no me ha dolido ni tu voto ni la patada, solo quería provocar que me odiarás. Así te será más fácil acabar conmigo, ya sabes, guerra entre defensores y destructores del sello. No acabaría bien. No te quejarás, te lo he puesto fácil, demasiado. ¿Quieres ser tan desagradable conmigo como yo he sido contigo? Adelante, no me importa. ¿Quieres matarme? Digo lo mismo. – Mi voz sonaba fría, distaba mucho de ser agradable pero tampoco era lo opuesto un punto intermedio para ser exactos.

Clavé mis ojos verdes en los de ella, no los desvíe en ningún momento. Y seguí con el mismo tono. Era ella, la única que me había tratado, soportado para ser más exactos. Era mi enemiga, pero por el contrario a lo que yo debería hacer, tenía que hacerlo. Tenía que explicar mis motivos. Mi lealtad  hacia la oscuridad, hacia la traición era indiscutible. - ¿Piensas que soy un puto cínico de mierda? ¿Qué no tengo sentimientos? Es mejor que pienses que lo soy, no quiero arrastrar a la gente a mi infierno particular de mierda. Te estoy haciendo un favor. – Suspiré  con un aire de fastidio. Por tu trato me ha dado entender que querías salvarme o algo así por el estilo. Y eso, querida lobita, es imposible a estas alturas, no hay salvación para mí. Prefiero que me recuerdes como un puto traidor, que es lo que soy, que alguien atrapado en un destino de mierda que no pudo elegir. No elegí ser el protector oscuro, pero es lo que me ha tocado y tengo que jugar mis cartas, que me guste o no, que entre en conflicto con mis objetivos personales, no importa, es algo que tengo que hacer y punto. – Podía creerme o no, lo dejaba a su elección, al menos ella se merecía una explicación.

- Ya sabes el motivo de porque soy así. Siempre, en toda mi vida he estado caminando al borde de un jodido abismo, pero esta vez, cansado de luchar, decidí lanzarme por él en lugar de seguir por el borde. “Gracias” a esta encierro tan divertido lleno de muerte, sangre, y desesperación, toda la puta oscuridad de mierda que había dentro de mí ha empezado a salir a flote,  y es algo que no puedo controlar. ¿Me arrepiento? No, no puedo permitírmelo. Tengo que seguir haciendo algo que odio con toda mi alma. Y lo peor de todo es que lo estoy disfrutando. – Ante mi última palabra sonreí maliciosamente.- Ahora que ya sabes todo esto, dime, ¿crees que alguien como yo se podrá salvar? Responderé yo por ti, no, es un no rotundo. – No había ningún resquicio de duda en mis palabras, ninguno, aceptaría mi destino cuál fuese.

- Como ya te dije, vine a Oldland, aceptaría mi destino sin importar cuál sería. Y a estas alturas, solo la muerte es lo que me puede esperar, ¿pero sabes qué? Lo estoy deseando.

Me alejé de ella cogiendo la chupa de cuero que pese a haber sido ensuciada por sangre y restos del suelo, su estado era mejor que el mío con diferencia. Ignoré al resto por completo, el regreso de Gabriel que no me pilló por sorpresa, ni tampoco sus palabras, el insulto de Zyllah. La reacción de la pelirroja, como yo la llamaba era de total calma, en ese aspecto le envidiaba. Mi carácter, y mi boca eran mi perdición.

Clavé por un segundo mis ojos en los suyos, una sonrisa de complicidad esbozaba de mis labios. Sabía como se sentía, pero solo en parte, ya que al contrario que ella, yo no lo pude elegir, solo aceptar o negarme. Eran mis dos opciones.

- Has tenido la decencia de admitirlo, defenderte no era una opción. – Mi sonrisa cambió a una maliciosa. – Haz que tu arma baile, Ira. Que se impregne de sangre. – La llamé por su nombre, después de todo se había ganado mi respeto. – No te olvides de lo más importante, de disfrutarlo. – Para dirigirme a ella le dediqué un tono juguetón, provocativo, después de todo, esto era un juego para algunos. Un juego donde se apostaba el destino del mundo. 

Una vez acabado de decir esas palabras me dirigí a un lugar apartado para que nadie disfrute de mi grata compañía.Observé por un momento al recienllegado, como si tuviera la intención de dedicarle unas palabras, o mejor dicho, preguntarle, pero preferí no hacerlo. Tarde o temprano lo averiguaría yo mismo en persona. Y las sorpresas eran divertidas.

Necesitaba alcohol, algo fuerte me sentaría de lujo. El conflicto de intereses que tenía en mi interior, era fuerte, demasiado a veces. La eterna sensación de estar en una pelea, ya no lo hacía por mi vida, la cual quedaba poco tiempo, la pelea que estaba desarrollando era para mantenerme entero, una pelea que estaba perdiendo sin remedio.

Cargando editor
22/12/2013, 19:03
Alexia Belikov

La explicación de Liam me valía poco, o más bien nada, ya estaba todo dicho pero no pude evitar dar mi opinión mientras él se alejaba. Me importaba poco se me escuchaba o me contestaba. - Todos jugamos nuestras cartas lo mejor que podemos, si eso te justifica antes tí mismo, vale. Eso explica que seas un traidor, lo de ser un completo cabrón debía venir de serie.

Cargando editor
22/12/2013, 20:48
21 Muerto - Ira Von Carstein

-Jamás oculté mi verdadera naturaleza... Es más, en algún momento os invité a desconfiar de mi.-Su lengua asomó entre los labios divertida, mostrando el rostro de una chiquilla feliz por el cambio que había tomado aquel juego.- No tengo nada que discutir ni esconder... No entiendo a aquellos que intentan ocultar la verdad a base de palabras sin sentido.-Apartó un mechón hacia atrás, para después desviar unos segundos la mirada, pero volvió a mirarle al sentir su nombre salir de sus labios.-Ninguno de los dos podrá vivir... Querida danza de la muerte. Dejaré que mi pequeña susurré con cada vaivén... Y su sangre tiña cada una de las hojas-No sentía miedo de su final, ni tampoco del dolor. Al contrario que otros, ella esperaba el momento con muchas ansias.-Está completamente prohibido no disfrutar, Liam.-Un suave gesto de cabeza fue lo único que sentenció aquella conversación. Por primera vez no había sentido ganas de arrancarle la cabeza, al contrario, esa sonrisa... Esas palabras. Negó con la cabeza apartando cualquier cosa de su mente. Ahora tenía otra cuenta pendiente y era con ese que... ¿Dónde estaba?

Su duda se resolvió casi al instante. Cuando dio el paso atrás, el cuerpo de Ira chocó de lleno con el de Gabriel. Ella quiso darse la vuelta para apartarlo, pero sus brazos la apresaron de tal forma que no pudo moverse lo más mínimo. Soltando un gruñido tal cual animal salvaje intentó zafarse de aquel fuerte agarre, pero no era capaz, él había sabido cómo sujetarla contra su cuerpo y finalmente la pelirroja dejó de forcejear, para levantar la cabeza hacia él, desde su posición.-Juro darte el más duro de los combates... Si debo caer, será dando todo de mí y poniéndote las cosas complicadas. Espero que no me defraudes.-Susurró, en sus ojos podía verse ese brillo juguetón y travieso, cómo si cada palabra la llevase más allá.

Buscando la mirada de él, la llevó hacia el mismo que lugar en el que él la tenía perdida y se encontró con su chaqueta tirada en el piso. Sus cejas se alzaron en un acto de sorpresa, pero más se acentuó cuando lo sintió hablar.-No te des falsas esperanzas... No se salvó ni una sola parte buena de mi-Una risita desquiciada brotó de sus labios, pero la misma se cortó al verse liberada de aquel agarre. Estaba apunto de girarse, pero el encontrárselo de frente lo evitó ¿No dejaría de hacerlo? La inquietaba y no le gustaba nada, aún así era una forma de estudiar cada movimiento de él. Sus ojos se clavaron en los de Gabriel, perdiéndose por un momento en ellos, ni siquiera esa cercanía la inquietaba o asustaba, al contrario, la retaba y eso le gustaba.-Será un placer compartir contigo ese brindis...-Sus ojos bajaron hacia los labios, pero volvieron a subir lentamente.

-Te podré dar otra vez las buenas noches, mi pequeño cazador...-Lentamente subió su mano hasta el rostro de él, acariciándolo con las yemas, al principio era un simple roce, pero sus dedos se aferraron por la parte de abajo a su mentón sujetándolo tal cual garras. Tras eso sus ojos centellearon, era un brillo lleno de maldad y lujuria. Una mezcla mortal. Sin soltarlo se acercó por completo, posando al principio sus labios sobre los de él, para después dejar una mordida en el labio inferior.

Cargando editor
23/12/2013, 17:26
20 Muerto - Marceline

Marceline sonrió ante las palabras de Gabriel. - Agradezco tus palabras, y que te encuentres nuevamente a este lado, aquí con nosotros. - Luego pensó en como su hermano también le habían gustado las chicas malas. Pero no dijo nada, no quería darles la oportunidad que volvieran a meterse con él. Lo único que le apenaba es que Gabriel se fuera a sacrificar por ellos, pero era el camino, el destino que había elegido. Y por el respeto y gratitud que le tenía, lo mínimo que podía hacer ella era respetarlo.

 

Cargando editor
23/12/2013, 20:11
17 Muerto - Zagam

Harto de todo lo que está ocurriendo, me aparto en un rincón y escucho con atención, sin mediar palabra. Lo más parecido a eso es una leve carcajada que ni puedo ni quiero evitar que se me escape al escuchar a Marceline decir como ella siempre ha defendido a aquellos que no eran traidores que hubieran muerto, susurrando justo después, sin importarme si lo escucha. - No volverás a allí. La mayoría te queremos muerto... Ja...

Ante el regreso de Gabriel, mi cara demuestra alegría y no dudo en acercarme a él, con una sonrisa. - Me alegro muchísimo de que hayas vuelto. Espero que ya no tengas que volver a allí...

Escucho atentamente lo que Gabriel comenta sobre Ira, y poso mi mirada sobre Liam, Annie e Ira. - Vaya... Ya veo que estabais preparados completamente para jodernos la existencia... - Doy unas cuantas palmadas a ritmo lento, demostrando que lo hago de forma irónica. - Todo un espectáculo, sí señor... - Suspiro resignado y asqueado y comienzo a caminar hacia a Chance, frente al que me quedo de pie, acariciándole, pensando.

Qué ganas de que todo esto termine... Sobre todo porque cada vez estoy más cansado de escuchar tanta tontería junta...