Partida Rol por web

HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Un Sitio a Recordar

Cargando editor
Cargando editor
16/11/2013, 20:43
Director


Mientras miráis a los demás un embrujo os cautiva, y os hace dejar de pensar…. Y entonces, ante vosotros se presenta, una nueva imagen, como su vuestra mente estuviera frente a un nuevo lugar.

Al otear el lugar lo reconocéis, aunque ahora parece que hay más luz, desde la última vez…

Pues se trata de la planta principal de la Catedral, pero desprovista de techo y paredes que contengan su verdad… En la lejanía se pierde el horizonte, como si el mundo se dibujara poco a cada uno de vuestros pasos.

En medio de todo aquel lugar, un aroma, que a pesar del corto tiempo podáis reconocer, ese aroma a Canela y Maderas, que desprendía Zagam.

Parece que estaba dispuesto a crear algo diferente, algo que pudiera grabarse en vuestra memoria, un sueño, para todos, donde solo vuestra palabra, lo podía hacer reaccionar.

Un mundo para todos, un mundo en el que soñar.

Cargando editor
16/11/2013, 20:45
Director

Dos pares de pasos irrumpen en el lugar, sin saber cómo, o sabiendas, llegaban Eko, y Zyllah… Los dos primeros entrar.

Cargando editor
16/11/2013, 21:58
Zyllah

Me encontraba sentada, escuchando las conversaciones que surgían cuando de repente mi mente se oscureció durante un instante y al abrir los ojos me sentí desdoblada, partida en dos. Parpadeé confusa, mientras mis ojos se abrían llenos de sorpresa al contemplar el exterior de la catedral, de día. Giré sobre mí misma, sin comprender qué había pasado en el primer momento.

Empecé a recordar una parte del relato de mi madre. ¿Esto era el lugar triste? Pero no había nada triste en él... Y un aroma lejano recordaba al hombre caído en las votaciones. Entonces me di cuenta de que no estaba sola al escuchar otros pasos, pero cuando vi quién me acompañaba no pude evitar poner los ojos en blanco. - Joder... - Musité con tono frustrado, dirigiéndome al aire, recordando que, según la historia, probablemente alguien nos estaba escuchando. - ¿No podían encerrarme aquí con otra persona? ¿Con cualquiera? ¿Tenía que ser con él?

Sin decir nada más empecé a explorar el sitio, alejándome de Eko, mientras algo no terminaba de encajar en mi mente. ¿Nos había encerrado Zagam? Pero él estaba muerto, ¿no? ¿Alguien había usurpado su poder y lo estaba utilizando?

Cargando editor
16/11/2013, 22:08
Eko Létang

En cuanto Eko puso un pie en el lugar lo primero que hizo fue mirar alrededor, sorprendido. Esto no era nada parecido a lo que le habían contado. Este era un sitio donde sí podía merecer la pena quedarse. Un lugar para recordar.

Cuando escuchó otro sonido de pasos Eko trató de localizar con la mirada el lugar de donde venían, y su rostro no cambió en absoluto cuando sus ojos se encontraron con los de Zyllah.

- Hola, niña. - Le dijo como saludo, antes de comenzar a explorar el lugar por su cuenta.

Cargando editor
16/11/2013, 22:28
Zyllah

Ni siquiera me molesté en responder a la provocación, pero un resoplido salió de mis labios mientras me alejaba de él. La verdad es que había tenido suficiente de su presencia. Ahora no tenía suficiente con dedicarse a humillarme delante de un montón de desconocidos. También buscaba pelea en privado. Por un instante mis ojos brillaron con furia y mis dedos cosquillearon, pidiéndome que empuñase a Irad contra él, pero me contuve apretando los dientes. No iba a darle lo que buscaba.

Cargando editor
16/11/2013, 22:32
Eko Létang

Al ver la muda reacción de su compañera de catedral Eko decidió dejarla estar durante unos minutos. Con un suspiro se aleja de donde ella se encuentra para que tuviera suficiente espacio. Despacio da un paseo por el lugar, tratando de conocer sus secretos, preguntándose qué haría su padre en su situación. Finalmente apoya la espalda contra una columna y comienza a tararear una canción. Poco a poco va deslizándose hasta el suelo, para quedar sentado. Entonces se lleva el dedo índice a la boca y comienza a morderse la uña sin dejar de cantar. Su voz es grave, y acompaña con la mano libre cada verso. Con los ojos cerrados, eso le ayudaba a calmarse y valorar qué hacer a continuación.

Pasado un rato Eko baja la mirada al suelo y, con un suspiro, se decide a dar el primer paso.

- Tenemos que hablar. - Susurra con tono neutro, confiando en que la acústica del lugar lleve a los oídos de Zyllah sus palabras.

Cargando editor
16/11/2013, 22:48
Zyllah

Paseé por todo el lugar escuchando la voz de Eko tararear una melodía de fondo. Y daba igual lo que me alejase, lo seguía escuchando... Finalmente, me senté bajo uno de los arcos del fondo, mirando hacia fuera, decidida a esperar sencillamente a que alguien más apareciese, o se me ocurriera la forma de salir de aquí sin tener que morir. 

Tras varios minutos Eko pareció terminar su canción y se decidió a hablarme. Suspiré antes de responder entre dientes, con tono duro y tajante, marcando cada sílaba. - Vete a la mierda.

Cargando editor
16/11/2013, 23:24
Eko Létang

Tras tomar la decisión de disculparse públicamente Eko esperó. Poder jugar aquí también con su bala suponía un leve consuelo. No tenía todo el tiempo del mundo, pero sabía que si se precipitaba podía ser peor. Dejó los segundos pasar, suponiendo la sorpresa que tendría que haber sido para ella escuchar algo así delante de todos.

Cargando editor
16/11/2013, 23:29
Zyllah

Mis ojos se abrieron como platos en los dos lugares en los que estaba dividida y parpadeé confusa mientras me levantaba furiosa y me acercaba hacia él, desenfundando a Irad en el camino. Ahora sí que había conseguido cabrearme de verdad. - ¡¿Qué coño te crees que estás haciendo?! - Grité al llegar a su altura, mirándolo con furia. - ¡¿Quieres que nos maten a los dos?! No sé si eres un verdadero gilipollas o tu estupidez ha alcanzado cotas inimaginables.

Cargando editor
16/11/2013, 23:36
Eko Létang

Cuando Zyllah se acercó a él Eko, aún sentado, simplemente extendió las manos hacia los lados, lejos de su arma. En sus dedos la bala no dejaba de moverse mientras él, con el rostro completamente grave clavó su mirada en los ojos de ella.

- Adelante, úsala si eso te va a hacer sentir mejor. - Le ofreció. - No tengo nada que perder.

Cargando editor
16/11/2013, 23:43
Zyllah

Lo cierto es que su respuesta me dejó indecisa. Irad clamaba en mi mano, deseando enroscarse en su garganta y desgarrarla con su hoja, pero... Estaba demasiado confusa, todavía no daba crédito a lo que acababa de presenciar y sus palabras no ayudaban a que lo comprendiera.

Apretando los dientes bajé la barbilla y lo miré, amenazante, antes de decir una sola palabra. - Explícate.

Cargando editor
16/11/2013, 23:50
Eko Létang

Eko respiró más calmado al ver que ella no llegaba a atacarle. Por el momento.

Durante unos segundos la miró, sin moverse ni un ápice, antes de decir nada.

- En menos de un día moriré por la estupidez de otros. - Enunció, escudriñando en sus ojos, esperando saber qué tipo de emoción le producía eso.

Cargando editor
16/11/2013, 23:56
Zyllah

Tragué saliva al escuchar su respuesta, que no era muy aclaratoria pero sí bastante impactante y mi mano se volvió titubeante sobre Irad. - ¿Y...? - Pregunté, esperando que continuase. - ¿Has decidido que quieres que muera yo también por la tuya o de qué va esto?

Era evidente que había algo que se me escapaba, pero no iba a ceder tan fácilmente. Le mantuve la mirada, con la misma actitud desafiante, pero irremediablemente la ira que había sentido en primer lugar empezaba a teñirse de preocupación.

Cargando editor
17/11/2013, 00:03
Eko Létang

- No creo que mueras por lo que he hecho. - Responde Eko, negando con la cabeza. - Y si lo hicieras, volverás. Alguien te llevará de vuelta.

Entonces dejó unos segundos pasar, planteándose la mejor manera de tratar el tema. Mientras bajó un poco los brazos y se sentó sobre sus propias piernas, de rodillas.

- Alguien me ha ligado a Seele. - Admitió al fin, con un suspiro. - Si ella muere, yo muero.

Cargando editor
17/11/2013, 00:17
Zyllah

- No puedes estar seguro de eso y has llamado la atención directamente sobre mí sin importarte lo que pudiera pasarme y... - Empecé a hablar rápidamente, respondiendo a sus primeras palabras. Sin embargo, me detuve al escuchar las últimas y lo miré con los ojos muy abiertos, intentando asimilarlas. 

- ¿Que te han hecho... qué? - Pregunté de forma retórica, bajando varios tonos mi voz. - P-pero... ¿Por qué? - Parpadeé varias veces antes de enfundar a Irad y pasarme la mano por la frente, apartándome el pelo de la cara. - Joder... 

Busqué su mirada, mientras empezaba a comprender a qué se refería. - ¿Te has enamorado de esa... tipa? ¿O de qué va esto? No me jodas...  - Una risa nerviosa empezó a sacudir mi pecho mientras miraba a Eko desde mi posición más elevada al estar de pie. - No me lo puedo creer... - Dije entre risas mientras con las manos hice gestos como si mis siguientes palabras fueran carteleras en un periódico. - Eko. El gran tipo duro. Enamorado de la mujer fantasma que persigue al telepredicador chungo como una perra en celo. - Volví a mirarlo, buscando sus ojos mientras dejaba de reírme, pero todavía con una sonrisa burlona. - No puedo creerme que hayas sido tan débil como para caer en eso. 

Una vez pasado el momento inicial mi mente empezó a asimilarlo de verdad y me senté en silencio, apoyando la espalda en la columna de enfrente. Lo cierto es que no era divertido, no tenía ni puta gracia. Porque ella estaba demostrando ocultar algo malo con cada una de sus intervenciones y cada vez lo veía más claro. - Pero entonces... Si ella es una de los traidores... ¿Tú también quieres matarnos a todos? - Pregunté, con la voz ahogada. - ¿Y qué pinta Gabriel en todo esto? ¿Por qué finge que es él el que está vinculado a ella?

Cargando editor
17/11/2013, 00:32
Eko Létang

Eko suspira ante la reacción de Zyllah, bajando la cabeza cuando ella hace esos gestos con las manos y ahora sí bajando los brazos y apoyándose de nuevo en la columna. Era cierto que su situación no era sencilla, pero esperaba poder hacer que mejorase.

- A ver, punto por punto. - Le dice entonces. Si la situación no fuera tan desesperada probablemente se habría reído con ella. O de ella. Pero tal y como ya había dicho delante de todos era momento de dejar eso de lado.

- Ni estoy enamorado de ella, ni voy a estarlo. Es débil, desesperada y siente una imperiosa necesidad de que todo el mundo le haga caso. Además de cómo se frustra cuando algo le va mal, enmierdándolo aún más. - Enumera. - No, no creas que puedo ni que voy a estar enamorado de ella.

- No ha sido por debilidad. - Continúa entonces. Estaba tentado de responder a esa especie de provocación, pero llegado el momento no pudo evitarlo. - Si así fuera, este débil te ha traído aquí con un poder que ni siquiera era suyo, así que si quieres podemos comparar debilidades. - Añadió con un cierto brillo desafiante en los ojos. Sin embargo decidió no continuar por ahí. Suspiró una vez más. Le iba a hacer falta armarse de paciencia para sacar algo bueno de esto. - Sabes que este lugar nos otorga habilidades que no poseíamos. A alguien le ha dado la capacidad de joderme.

- Ella no quiere la destrucción del sello. Y te aseguro que no ha matado a nadie. Ahora no me preguntes cómo cojones hace para parecer tan exageradamente sospechosa.

- Y no, no tengo ni idea de qué coño está haciendo Gabriel, pero desde luego no es bueno.

Cargando editor
17/11/2013, 00:49
Zyllah

No pude evitar una mirada de desdén con sus últimas palabras. - Claro, como si me lo fueras a decir si ella fuese una asesina... - Me encogí de hombros, meditando durante varios segundos mis próximas palabras. Empezaba a darme cuenta de lo que podía implicar la situación y tenía que ser muy cuidadosa con lo que decía a partir de ahora. Y con lo que callaba.

- ¿Tú me has traído aquí? - Pregunté sencillamente, haciendo un gesto vago hacia el lugar en el que nos encontrábamos. - ¿Por qué? ¿Qué esperas de mí?

Cargando editor
17/11/2013, 00:53
Eko Létang

- Muchos son capaces de matar, no sólo los traidores. - Afirma Eko entonces - Azhariel segó la vida de Diarmuid en la anterior batalla. Yo te garantizo que ella no quiere romper el sello, y que sea cual sea su papel en este asunto no dejaré que te haga nada. Ahora depende de ti confiar o no en mí. Como dices, probablemente te diría lo mismo de cualquier otra manera, así que la elección es tuya. - Expone despacio.

- Te he traído porque por mucho que me joda cada vez que abres la boca estoy de acuerdo contigo. Es un lugar donde podemos hablar, sin nadie que escuche hasta que Zagam vuelva a la vida.

Cargando editor
17/11/2013, 01:08
Zyllah

- Me has traído para chantajearme y que deje de acusar a tu novia espectral. - Respondí con el rostro serio, molesta por sus intentos de dorarme la píldora. - Al menos ten la decencia de dejar de fingir que te interesan mis palabras. No eres tan buen actor. Joder... Pobre Yannick.

Inmediatamente me mordí la lengua antes de seguir diciendo directamente lo que pensaba y lo miré, encogiéndome de hombros.