Partida Rol por web

Dos almas llegaron al amanecer al lugar... Lennish y Zagam

De nuevo aquella brisa se alzó y antes de nada pasara, Ivhone fue hasta Zagam dejó un cálido beso en sus labios y como movida por el viento se desvaneció...

Megan se sorprende al ver que son dos los que aparecen a su lado esta noche. Se sirve una copa de vino y los mira con una sonrisa. La levanta como si fuera a brindar y les dice - Bienvenidos - y toma un trago grande.

Megan luego camina cerca a Kaldreade y le dice - Bueno, al parecer todos tienen la capacidad de volver por su cuenta - sonaba algo impaciente - pero aún no sabemos si Eko ha podido tomar el poder de Tetsuo. Y tampoco creo que mi muerte haya sido falsa, al menos no a estas alturas. El único traidor comprobado entre los presentes es Annie y no quiere decirnos qué pasó esa noche donde morimos Alexia, Yormund y yo - mira a la antes mencionada algo decepcionada y luego dice - Así que sería de gran utilidad que nos contaras qué han dicho arriba. Qué han descubierto, porque no han podido acabar con Liam pero él e Ira siguen acabando con todos. ¿Qué haremos cuando no haya más que muertos aquí? - dice algo molesta. - Ya lo dije. De volver, acabaré con Liam, pero primero debo saber si existe la posibilidad de volver. Si no, dejaré de ofrecer mi ayuda de una vez - parecía que perdía la paciencia. Se aleja del anfitrión y le da la espalda a los presentes.

Entendí la frustración de Megan de querer ayudar y no poder hacer nada. Sentí que pronto se rendiría como hice yo hace tiempo. Poco a poco, aceptaba mi fracaso como Guardiana, y cada vez veía un futuro más negro para toda existencia... Me mantuve en silencio, pues mi escasa moral no me dejaba fuerza ni para pronunciar una sola palabra.

- ¿Qué esperábais? ¿Que llegase aquí y os ayudase a resolver el puzzle? ¿Que me bañárais a insultos según piso este lugar y yo decidiera hacer de buena samaritana a pesar de la circunstancia? No. Lo siento, pero como buena traidora, también soy una grandísima hija de puta y no pienso ayudaros a nada.

Miro el lugar en el que me despierto y suspiro, resignado. - Bueno, mucho había aguantado... Al menos la puta araña ha tenido que usar su poder para que yo muriera. 

Voy pasando mi mirada, uno a uno, por cada uno de los presentes, sin molestarme en disimular mi cara de asco al pasar por Poron, Vanna, Alice y Annie. 

Al ver a Megan dirigirse a mí, le sonrío, apesadumbrado. - Hay cosas que no puedo contarte delante de estos cabrones. Lo que sí que te puedo decir es que detrás de las muertes en ese día no sólo estaban los aliados de las niñas, sino otras personas que ya no pueden hacer daño a los inocentes, por fortuna. No ha sido como mi muerte, que ha estado causada por alguien de este lado... Lo que sí os puedo contar es que el cabrón de Liam parece que no puede morir en votaciones y que Ira se llevará consigo tras su muerte a uno de los que acaben con ella. Sería genial que un muerto acabara con ella, de forma que nadie más muriera, pero supongo que la única que podía era del bando contrario... Eso me recuerda...

Busco con la mirada a Kaldreade, pero no le encuentro. - Mierda... ¿Y "Marceline"? - Hago el gesto con los dedos. - Tienen que saber allí arriba quién me mató para que esa sucia araña vuelva a aquí en las siguientes votaciones. - Estoy un instante en silencio y entonces sonrío directamente a los que se sabe de su culpabilidad. - Ya da igual. Esa estúpida ha ido por allí diciéndolo abiertamente, cuando la gente estaba pensando que me había matado otra persona, lo cual le hubiera dado un respiro durante un día por lo menos... Sois un buen grupo de metepatas, por lo que veo...

-Hola, Zagam, bienvenido seas... ¿por qué tanto asco? Yo podría ayudar, pero habéis dejado claro que no queréis mi ayuda. ¿Sabéis? Los traidores lo tienen... muy fácil ahora. Si volviese, probablemente me matarían nada más aparecer, así que no hay demasiado de lo que preocuparse... no soy un peligro. Siéntate y disfruta. Yo... sé que no tengo nada que temer al juicio final. ¿Y tú?

Le sonrío entre amable y desafiante.

Lennish llegó, Zagam regresó e Ivhone se fue. Kaldreade soltó un largo suspiro y miró a Megan.

Está claro que estaba equivocado con lo que pasó contigo y con Yormund. Y Eko me ha confesado que ya intentó tomar el poder de Tetsuo, pero que sólo funciona con los que estáis aquí. No sé que poder ha tomado aún, pero quizás debí pedirle a Marceline que hablase más claro y tomase el tuyo. Aunque fuera para intentar acabar con Liam de una jodida vez, ya fuera con tu poder o fuera usando tu propio poder de devolverle la vida a alguien para hacerlo contigo.

Sonrió tristemente. Luego Zagam habló y su rostro se volvió más apagado.

Una pena lo de Ivhone, aunque mi hermana ya se esperaba que no hubiera regresado realmente como buena. Aunque estaré encantado de saber que excusa pondrá cuando Marceline lo diga abiertamente lo que ha hecho. Por cierto, aunque no quede ninguna duda, la que está con Eko es Zyllah, ¿verdad? Y salvo que sea demasiado arriesgado contarlo aquí, si es así, ¿tu sabes cual es el misterioso don de Zyllah? Hay cosas que sería bueno saber...

Entonces miró a Lennish y se maldijo.

Y tanto a Eko como a nosotros, nos gustaría saber como te has dejado matar y te has dejado a Liam vivo...

Río ligeramente infantil.

-Esa es una buena pregunta, Lennish. Aunque creo que has obrado bien, Zagam podría haber sido un cazador esperando su momento mientras que Liam hubiese sobrevivido.

Sonrío, divertido, a Vanna. - Nadie se cree tus estupideces en ese lugar, Vanna. Yo he demostrado mi inocencia mucho más de lo que muchos se piensan, por lo tanto, no tengo absolutamente nada que temer. Te recuerdo algo, todos los que estamos aquí podemos hacer cosas. Y entre las cosas que se pueden hacer, está el saber si uno de los muertos está entre los traidores o no. ¿Adivinas qué pasó cuando se usó ese poder sobre tu cadáver? Además, tengo entendido que fuiste tú misma quien se delató... Qué lástima no haberlo visto...

Miro a Kaldreade. - Hay alguien dentro de mi mundo, sí, pero eso no es como todos os creeis. Sí, Eko me robó mi poder y entró allí con otra persona, tal y como te conté y no tardaste ni un minuto en airear. La lástima es que las personas, cuando mueren, también desaparecen de mi mundo y yo tenía una promesa que cumplir, así que asegurar que Eko está dentro me demuestra que hay mucho que no sabéis... Y, evidentemente, no hablaré delante de quienes están aquí. No sé de qué son capaces una vez muertos. He oído que a veces los muertos pueden matar a gente... Ah, no, perdona, no lo he oído, me lo han hecho a mí mismo. - Río irónicamente. - Por otra parte, ¿por qué tendría que fiarme de ti o de tu supuesta hermana? No es que hayáis sido precisamente amables o mínimamente agradables conmigo. ¿Ahora quieres que hable de lo que sé? ¿Ahora ya no dices frases tan agradables como que la mayoría me queréis muerto? Lo siento, pero no... Llevo luchando desde que volví por conseguir que tantos inocentes como sea posible salgan de allí con vida. No voy a joderlo todo por un par de palabras amables de alguien que me ha tratado mal antes.

Me siento a la mesa, poniendo los pies encima de la mesa, y ahora hablo en general. - Aún no hay nada perdido. De hecho, está muy lejos de estarlo.

Miré aquel lugar con tristeza y maldije para mí misma. Escuché a Zagam, que llegó junto a mi, y a los presentes.Miré a la que m preguntó porque no dí fin a la vida de Liam:

- Alcé la voz con demasiada premuro y erré, joder solo quería saber a quién querian dar muerte, pero me ignoraron y esperé lo suficiente para que acabaran conmigo-dije con furia- Estaba enfadada conmigo mismo, lo había jodido todo y ahora estaba aquí.

-Es por eso que estáis condenados, Zagam. Sigue con tus hostilidades, claro...

Bebo un poco de champagne y miro hacia la copa.

-Os doy una opción y me dais la espalda... es una lástima. Aunque al menos conseguí cumplir mi objetivo.

Sonrío con cierta nostalgia. Miro a Lennish y asiento.

Tan pronto llegó la noche, el alma de Ivhone volvió, de nuevo con una brisa, como siempre... 

Bienvenida de nuevo, Ivhone...

Sonrío al ver a Ivhone de vuelta. - La vida de los insectos suele ser bastante corta. Espero que sufrieras tanto o más que la vez anterior, araña asquerosa. ¿Pensabas que no pediría a Kaldreade que se supiera que tú me mataste? 

Me río y me vuelvo a acomodar en el asiento, poniendo los pies sobre la mesa de nuevo.

Megan escucha la explicación de Zagam aunque no se sentía complacida, pero mira a aquellos que habían sido tachados de traidores y dice - Bueno, espero que haya sido uno de los traidores y no de los otros. Si Eko no puede tomar el don de Tetsuo, no hay oportunidad de regresar entonces - se sirve una copa de vino y la toma con rapidez.

La arquera se encontraba allí con ellos y Megan no puede evitar sonreír. Era una de sus postuladas a ser su asesina. Llenando su copa nuevamente la levanta y le dice - Bienvenida, Lennish - ríe y permanece en silencio por un momento para luego agregar - Que acertada decisión. No traer contigo a uno de los dos únicos traidores restantes. Sí que ha sido brillante de tu parte - se voltea y mira a Vanna. Con un tono completamente diferente le dice - Disculpa, pero ¿Tu objetivo? -.

En ese momento aparece Ivhone nuevamente y se dirige a la mesa. Deja su copa de vino a un lado y toma la botella. Toma una copa vacía y la llena para llevársela a la recién llegada. Con una sonrisa un tanto amable le dice - Eso fue rápido, aunque creo que sabías que pasaría - le ofrece la copa y se aleja para tomar la copa con calma.

Sus esperanzas de volver eran nulas ahora, así que no había nada que pudiera hacer.

Observo sin mucho interes la rapida muerte de Ivhone, ni comento nada solo dando un saludo corto con la cabeza mientras parecian decir lo obvio.

Supongo que luego de los varios intentos contra Liam esto debe alegrarlo un poco...comento mirando a Kaldreade Que hacen ahora mismo? saben que no podran revivir o al menos que alguien tenga un poder para hacerlo...asi que no deberian perder tiempo. Mañana por quien piensan ir? pregunto al unico vinculo que tenian con el exterior.

Al llegar de nuevo a aquel oscuro lugar, Ivhone cayó de rodillas y ocultando su rostro arrancó a llorar. Todavía podía sentir las formas de su cuerpo, sus labios ardientes y su cálido aliento... Pero todo había sido un engaño... Había tenido durante tanto tiempo aquel amor enterrado en lo más profundo de su alma, que en el momento en el que había florecido sintió como se desgarraba por dentro.

Durante unos minutos sólo se pudo escuchar los sollozos desgarradores de la joven... Pero éstos se detuvieron cuando Zagam le habló. Levantó la mirada, sus ojos estaba enrojecidos y surcos oscuros recorrían su rostro marmóreo...

- ¡TÚ...! - Se incorporó y se acercó con pasos rápidos. Sus pupilas se habían dilatado, hasta casi oscurecer el avellana de sus iris. - ¡TÚ...! Eres un mentiroso y un farsante... Sabes bien que yo no te toqué... - El odio remarcaban aquellas palabras. Entonces se volvió a mirar a Kaldreade. Deseaba golpearle hasta arrancarle aquella mirada de cordero... - Y claro, enseguida creíste a ese mentiroso... ¿Cómo iba a matarle si estaba aquí, sentada, justo delante tuyo...? ¡Imbécil...! - Temblorosa se acercó a la silla que había ocupado hacía tan sólo unas escasas horas. Cogió la copa que todavía contenía restos de vino y la lanzó a escasos centímetros de donde se encontraba su anfitrión, haciendo que se estrellara contra el respaldo de su silla y salpicara sus ropas del oscuro líquido carmesí. - ¿Me puedes decir, tú que te crees tan listo, como mierda le puede envenenar si me encontraba aquí...? El veneno es algo físico... Para poder matarle tendría que haber estado allí y clavar mis colmillos en su cuerpo... Pero no... Estaba aquí... - Recalcó para que quedara claro, entonces, su mirada desenfocada fue dirigiéndose de uno a otro... - Todos me visteis aquí... Pudisteis ver que Zagam había llegado antes de que yo desapareciera... - Su voz había bajado hasta terminar casi en un susurro... En ese momento se dio cuenta de la presencia de Megan y se volvió para mirarla... La locura que por un momento había empañado su mirada se desvaneció, dejando una expresión triste y completamente derrotada... - Gracias... - Cogió la copa que le tendía y apuró el contenido de un solo trago. Tras eso secó sus labios y se sentó pesadamente en una de las sillas, ocultando el rostro en dos de sus manos 

Se acercó a Ivhone, despacio, y pasó un brazo por sus hombros- Es inútil hablar con las paredes. No les permitas paladear tu sufrimiento. Puede que a pesar de todo... Ese maldito sello acabe abriéndose. Pagarán por lo que nos han hecho, sus miserables vidas no serán las mismas después de esto. Acabe como acabe.

Un nuevo suspiro salió lentamente de mi boca. Seguí observando con pesar el trascurso de los acontecimientos y no pude evitar un sentimiento de culpabilidad que me atormentaba. Había fallado como guardiana. Estaba aquí atrapada, y mi pasividad no me había permitido llevar a cabo mi labor. Supongo que estar ahí era la penitencia por mis errores...