Partida Rol por web

-NO... NO- grito al ver a ambas mujeres llegar a este lugar- ustedes también han llegado?, debe haber sido algo semejante a lo que me ocurrió a mi, de cualquier forma bienvenidas, estamos en un momento crucial de esta historia y si somos lo suficientemente astutos, esto acabará para nosotros de buena manera.- 

En cuanto los ojos de Olenna se abren en este lugar mira a sus compañeros. Bastón en mano jadea, como si aquel cambio en su mente hubiera sido cansado. Había comprendido su verdadera misión o, más bien, la verdadera forma de salir de ese lugar. Ahora había que actuar en consecuencia.

Sus ojos se posan por un instante en la chica del cocodrilo y luego en el negro.

—Te vio —le dice a él—. Yaiza te vio.

-lo se... lamentablemente no le dí el golpe final antes de que abriera los ojos- respiré pesadamente- la única que sabe esto eres tu... así que si tu no dices nada, nadie sabrá que me ha visto no?, pues eres la única que habla con los muertos; además debemos hacer algo con la abogada, es la única que puede ver a través del fuego, quienes somos los vivos y podría encontrarnos- le dije mirándola a los ojos buscando complicidad.

Olenna guarda un instante de silencio tras las palabras del negro, pensativa.

—Creo que alguna semilla puede volver —enuncia—. Seremos más. Y creo que Yaiza volverá. Si no lo dice ella, lo dirá quien vuelva mañana. —Niega con la cabeza antes de hablar con resolución—. Diré lo tuyo, sería raro no. Pero no diré ahora.

—El sitio de la cabeza —continúa después—. Ese que estamos tantos. Están diciendo ir a por ti hoy.

-Entonces debemos aprovechar mi último día de vida, confundiendo y creando desconfianza entre unos y otros, por un lado, Olenna, tu debes estar tranquila, tu posición esta protegida y generas confianza transversal; por otro lado Smel, el que te hayan matado antes te limpia de ser sospechosa, por lo que... - pensé un momento- debería acusar a alguno de estar conmigo aquí, pero necesito información de lo que sucede en ese lugar, de tal manera que sepan que lo que digo es verdad, bueno, las mejores mentiras son las que tienen parte de la verdad; por lo que necesito Olenna, que me digas quienes están allí, que cosas han dicho y que pueda usar en contra de ellos- le pregunté sonriendo.

—Estamos seis —dice Olenna en respuesta, tal y como había dicho donde se encontraban todos.

—Estoy yo. Está la que grita. Está la de cara pintada. Está Sylvia. Está el hombre rata. Está la del martillo. Seis. Hablan poco. Diré aquí qué si dicen algo útil.

—Yo tengo a los muertos aquí —enuncia señalando su cabeza—. Son todos semillas menos Yaiza. ¿Vosotros tenéis algo?

Ahora sí que sí... esto es muy muy muy fuerte! Observo a Oliver entrecerrando los ojos, parece nervioso... y normal -  Tú... No me lo esperaba, Oliver - así como a Olenna tras de mí, a quien señalo con el dedo – Y tú también – creo que no hay tiempo para preguntar razones, aunque las tengo. Luego me llevo una mano al pecho - Y yo, claro - Viles semillas.

- No he recibido poder alguno tras regresar mas allá que esta pequeña metamorfosis de rencor. ¿Se trata de esto? ¿convertirme en semilla? - Elevo una ceja algo despistada todavía, tocando todo mi cuerpo. 

- Yo sigo creyendo que Nimay no es semilla. Al menos del todo. Él fue asesinado – Ladeo mi cabeza - Y no sé como he llegado aquí, chicos, pero intentaré ayudar – paso de morir sin causa. Luego respondo achicando mis hombros - Puedo anular -2 dias, 2 noches- luego se rompe el hechizo. La fuerza de los pantanos. 1 vez más. Al llegar la noche... - dulce castigo. Bien sé que Roma no paga a traidores, pero Quón siempre me acompañará - Yo me maté sola - aclaro a mis nuevos compañeros - Antes de llegar a tu cabeza, Olenna, escogí un sello numérico pretendiendo que fuese el de Vyka. XXII - Y pensar que solo quise ayudar cuando casi nadie se ha preocupado por mí. Ogh... 

- Es cuanto tengo. Ademas de esperar a que alguien escoja mi sello -En fin... Si no les agradamos, merecen morir. Las cosas cambian un poquito.

Olenna escucha con atención las palabras de la recién regresada.

—Yo —responde a las primeras, asintiendo de manera hosca—. Creo que ha sido el falso rey. Mis ojos se han abierto. Quiero vivir. Si para vivir hay que matar, mataré.

Después sigue escuchando con atención, y una media sonrisa aparece en el rostro de la mujer.

—El elefante es semilla —asegura convencida—. Que no lo creas es bueno. Volverá y ayudará. La rueda le espera. Creo que no es asesino, pero sí semilla. A lo mejor no sabían que ayudaba.

Luego se queda un instante pensando en lo que la chica ha dicho, y al volver a hablar su voz suena grave y llena de resolución.

—¿Puedes hacerlo ahora? —pregunta antes de hacer un gesto hacia el negro—. La del martillo quiere matarle ahora. Delante de todos. Intento entretener, pero no mucho tiempo. —Luego la mira con curiosidad—. ¿Te mataste sola? ¿Por qué?

—Tu amiga no es buena. Creo que es la que nos lleva. Pero si lo hacemos bien puede caer otro este atardecer, y que ella no lleve a todos aún.

-Yo llegué aquí hace 2 noches... antes de eso estaba sinceramente tratando de encontrar a las semilla, pero; luego de la muerte del falso rey, llegue aquí...- dije con voz sombría por algunos segundos.

Respiré y levanté mi rostro y continué hablando:-así que espero haber respondido porque estoy aquí, asi que continuemos con lo que debemos hacer si queremos vivir y salir de aquí... bueno, creo que entonces los candidatos a que linchen son: Yo- me apunte a mi mismo- Smel?, cuantos la acusan a ella?,  pero...- hice un gesto con la mano para detenerlas- el que esta tratando de hechizarlos a todos nos lleva la delantera, creo que lo mejor sería que tratar de llevar la atención contra ese manipulador- les dije tratando de aunar criterios.

—Nadie desconfía de ella —enuncia Olenna, haciendo un gesto hacia la chica del cocodrilo. Luego hace una pausa larga,

—No entiendes. La atención está en quién lleva. Pero la del martillo puede matar ahora. Quiere matar ahora. Y quiere matar a ti. Ahora. Antes del atardecer. Dice que así todos iremos a por quien lleva a ese sitio, pero que antes mueres.

No puedo hacerlo ahora, Olenna – Niego mordiéndome el labio y miro a Oliver mientras sujeto mi pelo con una mano - Hubiese sido buena idea, pero debe estar la luna sobre nuestras cabezas, si no... no funciona – digo el plazo – Mas bien tirando hacia el día siguiente, como las semillas - Asiento varias veces.

Y Nimay es una semilla secreta – abro la boca con sorpresa, pues me lo creo de pleno... ¡que traidor! - En serio estaba convencida de que no, pero por lo dicho, no por otra cosa - ¿Y esto es cosa de Alastor? ¿y Vyka? ¿La dueña del pequeño circulo de los avernos? Amistades peligrosas, pero ni como victima me han escogido...

- Fingí mi muerte porqué tras 3 días, ya no sabía como ayudar – digo elevando las cejas - Cuando Daeron intentó suplantar algo muy parecido al poder de los pantanos. Intentó defenderse como si perder la vida fuese algo positivo. Lo tuve en cuenta - arrugo la nariz... - Sabía que la piedra funcionaba con las elecciones de los caídos, lo tuve en cuenta también. Así como que potenciaban la vuelta de los eruditos resucitados. Entonces lo hice - Sabía que volvería, tras 2 días. Y aunque las cosas no han ido como esperaba, así sean.

¿Que hacer, pues?

Olenna asiente ante las palabras de la chica del cocodrilo. Su gesto es serio, ligeramente tenso, aunque se relaja un poco cuando ella dice lo del hombre elefante. Luego, con su relato, permanece atenta a todos los detalles y completa el que falta.

—Querías elegir tu nombre —enuncia a pesar de las anteriores palabras de la chica antes de ladear la cabeza—. Tu amiga ya tiene el suyo, pero no te dijo.

—Allí desconfían de él ya. Yo haré como si no supiera lo de tu amiga. Acusan a la chica pintada de ser quien lleva: fingiré que les creo. Ella caerá al atardecer. Descubriremos que no era ella. Eso darña más tiempo a tu amiga, pero también a nosotros.

Mira entonces al enorme negro.

—La del martillo ha dicho que ya está. Pronto mueres. Yo digo ahora tu nombre porque no tiene sentido guardarlo, pero seguimos hablando —asegura llevándose un dedo a la sien—. Cuando estés en mi cabeza di a todos esto. Yo no puedo, sería sospechoso. Di que la mujer de fuego mira en el fuego almas de gente. Di que el de las ratas investiga muertos. Di que Sylvia da vida.

—Si son listos y las luces de uno de ellos les dejan matar, las matan a ellas, no a nosotras. Ojalá las tuyas te dejen volver.

-confesaré y contaré porque soy semilla, dejaré sutilmente un pista contra la abogada y el hombre rata, bueno, ha sido un placer, ojalá nos veamos vivos otra vez- terminé despidiendome.

Con los ojos como platos al ver lo que sucede fuera, Olenna mira a sus dos acompañantes durante largos segundos. Entonces su voz sale lenta y grave.

—La del martillo se ha equivocado —enuncia incrédula—. Dice que al atardecer tú —informa al negro—. Pero hay que ir a por quien nos mete. A por la que grita.

Bueno... aunque suene ridículo, sí quería ayudar. – Y a buenas horas me doy cuenta de que hay que ser mas egoísta en esta vida de demonios – En realidad, si intenté proyectar a Vyka basándome en orden alfabético. Desgraciadamente no sé sumerio, pero había XXII, que atribuí a Vyka, y no había XXIII, que pensé seria el de Yaiza, ya selecto - abro las manos con una pequeña sonrisa – Al final no sé que coño hice – Tonta esferica, pero bueno... sigamos rodando.

En cuanto a arremeter contra Vyka, me va a fastidiar mucho, y no lo tengo difícil porque no es la única que me ha prestado atención de cara al resto – la otra fue la misma Olenna, o Nói al comienzo... - Y supongo que debo ser consecuente, pero tampoco me haré de rogar. No te cortes en ponerme las pilas si empiezan a dudar, Olenna - no quiero desequilibrar la balanza.

Al hecho de Raffariel simplemente, no sé que decir... ¿Se puede equivocar una al matar? - Dejo escapar una pequeña sonrisa hacia Oliver.

Olenna mira con una pizca de lástima a la chica del cocodrilo cuando dice que quería ayudar, como si le faltase aún mucho que aprender para ser una superviviente. Sin embargo asiente, y una pequeña sonrisa se dibuja en el rostro de la Grovehn con la conclusión en cuanto a las luces. Después escucha sus siguientes palabras y vuelve a asentir.

—No me corto —dice, demostrando que ha entendido, y por su tono parece que no esperase hacerlo. Luego pasa a responder a lo otro.

—La del martillo decía que iba a matar a la semilla —explica—. En último momento cambió de idea, y decidió matar al que mete. Se equivocó del que mete. —Entonces asiente—. Bueno para nosotros, malo para ellos.

—Tenemos que tener cuidado —dice Olenna entonces antes de hablar a la chica del cocodrilo—. Si la mujer de fuego pregunta al fuego por ti, es problema. He mentido para que pregunte por otro, tendrás que seguirme.

- tienes razón- le dije a Olenna- debemos ser cuidadosos, no queda nadie que pueda revivírnos o protegernos del linchamiento?; si aguantamos los tres, 2 noches, podremos lograrlo.-

Creo que no, Oliver - niego.

Luego miro a Olenna - ¿Por qué la niña piensa que revivo gente? Los lugares paralelos ya me tienen perdida. ¿Y cual es la franja horaria de los fuegos de Fiona? ¿Tras el linchamiento? -.

¿Me ofrezco publicamente  para matar a Oliver al llegar la noche? - pregunto esto antes de decir nada en el otro lado - ¿Les digo que me suicidé, y que sé a ciencia cierta que Nimay es inocente? - aunque sabrán castigado a Oliver, y no muerto.

-no lo hagas!... esperemos el momento adecuado- en este momento no estoy en el centro de la discusión, dejemos que pasé esta noche y veremos mañana que pasa; créeme, veremos que pasa cuando llegue la noche, por lo pronto deberíamos empezar a decidir quién debería ser nuestro elegido para linchar, yo iré por Vyka.-