Partida Rol por web

Tus pasos inocentes se pierden entre trazos rotos de aquella ciudad maldita, que todos parecen evitar. Un lugar que todos temen pero que es buen escenario de juegos entre Wardjan y tu.

Sonríes mientras el destino se trunca ante tus pasos, como un nuevo juego a probar. Tu mirada inocente se cierne sobre la parte marchita de Oldland en donde la fantasía aún inmaculada de tu esencia te hacen verla como un castillo como coronar.

Tomas aire y comienzas a andar despreocupada mientas que sientes como el aire se hace más raído y como todo parece estar más frío en realidad. Miras de soslayo al bosque desde el que apareciste, y una mueca de tristeza nace entre tus labios, mientras recuerdas que allí a lo lejos deben estar buscándote... allí esperan papá y mamá...

Sientes el hocico mojado de tu can sobre tu rostro en la más sincera caricia, mientras empiezas a sentir la soledad. Miras de nuevo la soledad y limpias tus lágrimas entre el dorso de tus manos, intentando ser fuerte y vencer esa sensación que te hace ir hacía atrás.

Estás segura que entre ellos habrá una mano amiga... una alianza con la que contar... algunos pueden tacharte de loca, pero en la edad de la inocencia nada cuerdo sería más real.

Aquella misma luz que se erguía en el centro del lugar, se presentaba ante ti.

Y mientras tus lágrimas recorrían tu rostro y la rabia te hacía girar tu rostro hacía Wardjan sentían como aquel sentimiento te llenaba de rabia que de alguna manera no sabías controlar...

Lágrimas que Negar

Pasabas tu mano por el dorso de tu rostro mientras, la rabia incontrolada te poseía... muchos te decían que no regañaras a Wardjan, pues con el tiempo aprenderías que él era parte de ti. Y que sólo hacía aquello que tu bestia interior expresaría ante los demás.

Quizás esa bestia debía ser domada... o quizás, necesitabas desplegar aquel odio entre aquellos de tu alrededor. Puede que la muerte fuera el pistoletazo para desplegar aquel sentimiento que te destrozaba desde tu interior.

Mientras la muerte se apoderaba de su alma, y justo antes de abandonarte a expirar, centrarse tu mirada en el centro de aquella sala, sobre aquellos símbolos escritos en un idioma que no llegabas a descifrar.

Eran como sellos, que ahora se alzaban del suelo y empezaban a danzar, como dispuestos a que tu alma los tocase, sin saber decir, cómo sabía que debías de aferrarte a uno, como si aquello fuera obligado, antes de dejarte marchar...

Debías de decir uno,  ¿Pero cuál...?

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Mis manos tocan el sello X

Como Cazador, mi elegido es Aisha.

Como Cultista Loco, mis elegidos son Fiona y Dyehuty.

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Me quedo hasta terminar la partida, así que no te preocupes.