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HLdCn: El Legado de Caín - Oldland : Diarios Perdidos – I

Miradas Cruzadas

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03/04/2016, 21:32
12 Muerto - Dyehuty

En ese caso haré una cosa: te mataré. Y juro que va a dolerte.

Asiento con la cabeza, reafirmado.

Eres listo, has descifrado la piedra. Tu cabeza y mi percepción van bien. Si mueres, podrás decir el nombre de Gámbito... Dareon, perdón. Y entonces... -conforme hablo, caigo en la cuenta de mi error- La mujer del palo se dará cuenta. Podrás decir tu nombre, mejor. Eso nos dará más armas.

Cierro los ojos.

El árabe es antiguo. Y pensé que podría ser árabe al verlas al principio, pero... lo que dices tiene sentido, sí. Ahora: prepárate -recuerdo algo entonces-. Ah, y si cuando vuelves no estamos unidos... recuerda que puedo decirte la visión de la mujer de fuego mientras me buscas, si quieres. Tu compañía es grata.

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03/04/2016, 22:00
Nimay Radhav

Nimay asintió y movió sus hombros, calentando sus músculos. 

—Que así sea —dijo, con voz segura—. Y no te cortes. Estaremos preparados. 

Después asintió de nuevo. 

—Si regresamos y no nos vemos aquí, te buscaré de nuevo. Ahora que sabemos más esta unión es más útil que nunca. 

Y finalmente pensó en algo y entrecerró los ojos, al añadir algo más.

—Si la chica del lobo te protege mañana, tu ilusión pasado y ella al siguiente, podrías tener tres atardeceres a salvo. Aunque probablemente alguno de ellos irían a por ella, pero a veces hay que hacer sacrificios y si tú eres el último, tu supervivencia es la que hay que garantizar.

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03/04/2016, 23:17
12 Muerto - Dyehuty

La unión hace fuerza.

Respondo ante sus palabras mientras asiento. Suya es la decisión.

Sí, tres días... si consigue convencerles de ir por mí, con cierta suerte. Pero no confío demasiado en sus luces. Confío más en su muerte, de hecho.

Tiendo la mano para estrechársela.

Es un placer. Espero que nuestra historia sobreviva.

Notas de juego

Leí lo de editar... después de leer el resto. xDD

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03/04/2016, 23:56
Nimay Radhav

Nimay estrechó la mano de Dyehuty al mismo tiempo que hacía un asentimiento con la cabeza. 

—Que nos veamos pronto —dijo, con cierta solemnidad—. Y que no sea al otro lado.

Después se apartó un poco y se sentó junto a Haathee, adoptando la postura del loto. Su mirada buscó el cielo oscuro del que caía esa lluvia incesante y relajó su mente, disponiéndose a entonar un mantra para Brahma. Preparándose para morir.

Notas de juego

XDDD Pobre, pues si es que no cambié nada más que una letra mal puesta u.u. Sorry.

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04/04/2016, 16:33
Director

Y mientras la muerte se presentaba en el alma de Nimay... aquella zona húmeda parecía disiparse sin más... 

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17/04/2016, 12:31
Director

 

Mientras todo en Oldland parecía proseguir, sentiste una punzada dentro, como un sentimiento que te hacía mirar a otro lado, y al mirar allí, te encontraste en un bosque cercano a Oldland, sobre el que el rocío caía en forma de lluvia pobre, mojando el alrededor...

Un ambiente frío, húmedo, pero a fin de cuentas a salvo de la mirada de los demás.

Al principio te preguntaste porque estabas allí, y buscabas una razón, pero pronto de entre el follaje, una forma aparecía. La lluvia caía sobre sus hombros, mientras su cabeza estaba tapada por una capucha, ocultando su rostro... 

Cerraste la mirada y te obligaste a fijar tus pies, y no ir marcha atrás... pronto aquella figura se hizo cercana, y con su mano bronceada destapó aquella capucha, y dejó ver sus ojos oscuros y su pelo mojado... Nimay, estaba allí bajo aquel halo de ilusión.

A sus espaldas, algunas figuras como sombras, se movían, pendientes de las palabras del resto, como mensajeros de un demonio superior.

Nimay, tendió su mano y dijo.- Hace tiempo, que esperaba que alguien como tú llegara a este lugar... 

Una sola mirada sirvió para saber que la traición era una herida abierta en los dos, algo que os uniría y os ayudaría en realidad.

Notas de juego

Vamos que sois el Brujo y el Traidor, y por aquí podreis hurdir vuestros planes para dar un nuevo final a todo esto...XD

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17/04/2016, 12:49
Nimay Radhav

Nimay sonrió de medio lado, dejando que el agua empapase sus cabellos al liberarlos de la capucha. Sus ojos recorrieron el rostro de aquella mujer y, al mismo tiempo que él se mostraba, lo que había parecido una gran roca se movió, desvelando a Haathee cerca de ambos. 

—Bienvenida, Olenna —pronunció ambas palabras despacio, recreándose en cada sílaba con esa tonalidad suave cargada de acento. 

El elefante se acercó despacio hasta que los dos pares de ojos contemplaron a la grovehn con un mismo brillo curioso al ver lo que escondía en su interior.

—Estás llena de secretos, ¿no es así? Chasqueó la lengua. —. La rueda se ha movido hacia atrás y los Asuras me han hablado sobre ti, pero reconozco que esto no me lo esperaba. 

Detuvo sus palabras un instante y la miró con más intensidad, clavando sus pupilas directamente en las de ella. 

—Es gracioso —comentó entonces, usando la fórmula que tanto le gustaba a la joven—. Porque llevo desde la primera noche intentando que te maten. Y ahora eres tú la que está en mi bosque. 

Después hizo una pausa de nuevo y se pasó la mano por los cabellos húmedos. Le agradaba la lluvia incesante de aquel lugar. La temperatura era cálida y las gotas ayudaban a refrescar su mente. Hizo un gesto con la mano hacia Olenna para que caminase por el bosque junto a él, sin preocuparse por empaparse los pies descalzos. Haathe empezó a moverse también al unísono, con un paso acompasado al del hombre. 

—Estoy aquí para ayudar. Para desvelaros los secretos de nuestros enemigos. Para sembrar el odio a vuestro lado y abrir esa puerta maldita. Sólo un secreto por noche y esta noche he tenido que buscar los tuyos para poder traerte a este bosque. Sé que tu alma es oscura, que quieres abrir ese sello. ¿Estás sola? Aparte de Mallie quiero decir. Cuéntame cuáles son tus planes —pidió, todavía con esa media sonrisa prendida de sus labios—. Colaboremos. 

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17/04/2016, 13:45
Olenna D

En cuanto llega a ese lugar la postura de Olenna se transforma en defensiva. Camina despacio, llevando los ojos a cada sombra y sujetando su bastón con ambas manos. Sin embargo al ver esa figura encapuchada sus pasos se detienen. Sus pies se colocan de forma en que pueda saltar en cualquier dirección en el instante menos pensado... Pero nada de eso es necesario, pues en cuanto se quita la capucha toda la expresión corporal de la Grovehn se relaja. Vuelve a mirar alrededor, reconociendo el lugar, y al ver al paquidermo lleva una mano a su cabello echándolo hacia atrás. No parece incómoda por la lluvia o la humedad, y al escuchar al hombre la mujer ladea el rostro y dibuja una sonrisa.

—Tu cabeza —dice, aunque casi parece una pregunta—. Bosque. Está bien. Es mejor que cementerio.

Luego se queda unos segundos callada, evaluándole, y cuando él dice aquello de que es gracioso sus pupilas se dilatan con curiosidad. Ríe al captar el chiste, y aunque uno nuevo surge en su cabeza espera a que el hombre termine de hablar antes de hacerlo ella.

—Mi plan es siempre el plan —enuncia—. Vivir. Si hay que matar, mato. Si hay que mentir, miento. Decir verdades no ayuda: la gente no escucha. Aparecen más semillas. Ser semilla seguro que ayuda más. —Ladea entonces la cabeza—. No estoy sola. Estoy contigo aquí. Estoy con la del cocodrilo en el sitio de las semillas. Estoy con los muertos en mi cabeza. Estoy con la del martillo, Sylvia y la que grita en el cementerio.

Respondidas ya las preguntas del Eve pasa a hacer las suyas propias.

—Intentabas que me matasen, pero no hacías bien. ¿Eras hormiga para ellos? —Dibuja entonces una sonrisa—. Es gracioso, porque si me hubieran matado estarían vivos. Y yo estoy viva y aquí, y ellos muertos aquí —enuncia señalando su cabeza—. Hay que escuchar a las hormigas que escuchan.

—Bueno que no esperaras mi secreto. Malo que el viejo sepa el tuyo.

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17/04/2016, 14:06
Nimay Radhav

Nimay asintió cuando Olenna preguntó enunciando. Sí, suponía que eso debía ser su cabeza o, al menos, lo que la chica entendería como su cabeza.

Ladeó una sonrisa cargada de cierta ironía con el chiste de la joven y después se encogió de hombros.

—Katalina tenía miedo de mostrar lo evidente. Pero si no hubiera sido tan evidente no la habría encontrado tan rápido. Aisha era desconfiada y quiso matar a Theora para probar mi lealtad. Dyehuty parecía más competente que ellas, pero al final terminó mostrándose y tenía demasiado trabajo acumulado. Él me mató para probar mi inocencia y asegurar así mis palabras sobre él, pero Smel murió también, estropeando el efecto. Sí, supongo que era hormiga para ellos.

Y tras esa breve explicación de lo sucedido anteriormente, asintió de nuevo.

—El viejo es un problema. Parece que ha olvidado que su lealtad está con su amor perdido. O quizá prefiere vivir y ser desleal. 

Dejó algunos segundos de silencio en los que tan sólo se dedicó a dar algunos pasos antes de llenar de nuevo el espacio entre las gotas de lluvia con su voz.

—Smel... —dijo—. ¿Desde cuándo es ella una de los nuestros? ¿El negro realmente lo era? Nunca me hablaron de él. ¿A quién vais a matar esta noche? —Se cruzó de brazos y contempló a la mujer del bastón. —¿Cómo puedo ayudaros? Había pensado desacreditar a la mujer de fuego, pero tal vez mejor durante el día. Ella puede ver, como yo, pero en nuestra contra. Supongo que es lo mismo que estás intentando tú.

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17/04/2016, 14:59
Olenna D

—La que flotaba era idiota —asegura Olenna al escuchar las palabras del hombre, visiblemente asombrada—. Ya mostraba lo evidente. Y es gracioso, porque yo no habría dicho pronto si ella no hubiera dicho que tenía envidia. 

—La del búho era idiota. —prosigue—. ¿Por qué eso probaba lealtad? La niña no podía cazar antes de ser cazada: cazaba después. Ella no cazaba asesino, eligió a quién cazar. Yo sabía que había elegido a la del búho y dije que moriría el asesino, pero mentí: la niña no sabía, sólo creía. Yo quería probar a la del búho, y fue tanto tonta que no dijo no.

—El árabe era idiota —dice después—. Y fue más idiota después de tu muerte. Decía cosas sin sentido y cosas evidentes. Decía que la niña sólo le había cambiado a medias, pero que la traición sí se había ido. Decía que había mirado a la del lobo por intuición, pero se suponía que sabía que el de las cartas era semilla. Decía que yo le miraba por odio. Pero le miraba por semilla y por evidente.

—Tres idiotas, tres legados. La del cocodrilo es más lista. No murió: fingió. Pero la devolvieron antes de que volviera. Escuchaba, pero no entendía, así que pensó que muerta entendería más. Acertó. Y al volver, cambió. Creo que fue Sylvia, que la cambió sin querer.

Tras esas palabras hace una pausa.

—El viejo es problema —asiente—. Está callado, pero cuando habla dice. Dijo que no diría tu secreto porque estabas muerto, pero no estás más.

—No hemos decidido a quién ir hoy. Podemos ir a uno de verdad y a uno de mentira, como la muerte del cocodrilo. Iremos a dos. La del martillo puede volver, o devolver a alguien si no vuelve.

—El negro estaba cuando llegué. La del cocodrilo también, pero acababa de llegar. El negro dice que estaba desde que murió el falso rey.

Y tras ese repaso al pasado pasa a hablar sobre el futuro.

—Yo no intento desacreditar. No aún. Sería evidente. Yo intento dividir. Hoy tenía que caer la que grita, no sé qué pasó. Hay que dividir miradas de atardecer para que no pase más.

—La del cocodrilo está avisada. Sabe que estamos aquí. —Guarda entonces un momento de silencio—. Si vas a desacreditar espera al día. No pinches al viejo a que hable. No hemos decidido a quién vamos, pero él será uno. De día no estará. Sin él la mirada de la niña debería ser nuestra.

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17/04/2016, 16:10
Olenna D

Apenas unos segundos más tarde de su última intervención Olenna vuelve a hablar.

—Las luces encendidas son de Sylvia y del de las cartas. Las dos dicen lo mismo: mata. El de las cartas dice que qué pasa si me mata a mí. Yo digo que nada, pero que mejor para semillas y no semillas si mata a la que grita. Sylvia pregunta quién es última semilla. Yo digo que la de fuego, porque sólo dice cosas que sabemos, o el viejo, porque está unido a la que flota.

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17/04/2016, 16:13
Nimay Radhav

Nimay ni siquiera se molestó en refutar la apreciación de Olenna hacia los anteriores visitantes del bosque. En lugar de eso se encogió de hombros, mostrando en su mirada cierto acuerdo con la conclusión de la joven. Después escuchó todo lo que ella tenía que decir y finalmente asintió.

—Esperaré a mañana —convino. 

Parecía dispuesto a añadir algo más, pero ella empezó a hablar de nuevo y Nimay esperó con paciencia a que ella terminase. Sin embargo, cuando lo hizo, el hombre soltó una sonora y breve carcajada coreada por un barritar del elefante que alzaba la trompa. 

—Es gracioso —digo, divertido con ser él quien explicase los chistes a esa chica extraña—. Porque todos los que han venido han muerto en menos de un día. A ti no esperaba traerte, pero has venido igual y a lo mejor te mueres igual que los demás. 

Hizo una pausa, ladeando un poco la cabeza y contemplándola, como esperando saber qué le parecía a ella. Pero antes de que Olenna hablase, lo hizo él de nuevo.

—Intenté crear un código con ellos, por si moría el enlace conmigo. No funcionó y tuve que seguir buscándolos. —Suspiró, con un gesto que no parecía decidirse entre ser divertido o frustrado. —Por si mueres, dile a Smel que no la buscaré a ella. Cuatro noches he escuchado secretos, cuatro noches he traído gente. Cuatro noches perdidas por sus muertes. Dile que si encuentro a alguien que urja matar, o a alguien que esté de nuestro bando, puedo hacer un gesto que sólo ella comprendan. Dile que cambiaré el peso de una pierna a la otra mirando a quien debería morir y me frotaré la frente mirando a quien está de nuestro bando. 

—Mañana hablaré contra la vieja. Hoy trataré de no llamar la atención del viejo. ¿Quién será la otra muerte de la noche?

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17/04/2016, 16:22
Olenna D

En el mismo momento en que el hombre elefante se echa a reír la atención de Olenna se incrementa, y lo hace aún más cuando el hombre afirma que algo es gracioso. Pronto ella se une a sus risas con hosquedad, y parece que el hecho de morir o no le importe bien poco.

—Es gracioso —acuerda, y no tarda en añadir algo más—. Porque si muero tu mirada habrá matado tantas semillas como los atardeceres —entonces le mira, fingidamente suspicaz, antes de hablar con ironía—. ¿Seguro que eres semilla?

Después de eso asiente con la cabeza.

—¿Por qué no funcionó? —pregunta extrañada antes de decir lo mismo que suele con los mensajes de los muertos—. Ahora digo.

—La otra muerte aún no sabemos. Mucho puede pasar. Sylvia quiere matar. Si mata al viejo, ahorra trabajo. Si mata a la de fuego, las cosas cambian. Esperamos para decidir. ¿Quién crees que debería ser? ¿O prefieres ser hormiga?

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17/04/2016, 19:02
Nimay Radhav

—Ser hormiga es francamente aburrido —respondió el hombre, enarcando ambas cejas—. Sylvia y Bethanny pueden traer gente de vuelta, ellas deberían ser prioridad. Entre ellas, la mujer serpiente es veleidosa. Ha dicho algunas veces que te haría caso para luego terminar haciendo otra cosa. Bethanny en cambio es más impulsiva, eso la hace peligrosa. Cualquiera de ellas sería una buena opción. Dejemos el atardecer para Vyka o Fiona, si es que alguna de ellas sobrevive a las luces.

Después se llevó la mano a los cabellos y los echó hacia atrás, disfrutando de la sensación del agua directamente en su rostro. 

—No funcionó porque no quisieron que funcionase —dijo, con resignación—. Preferían perder noche tras noche. Katalina les dio mi mensaje y le dijeron que no —explicó, enumerando—. Aisha no confiaba en mí y sólo me dio el nombre del hombre del desierto cuando ya la habían atacado una vez. Nunca supe si transmitió mi código. Dyehuty no sólo jugaba para nosotros, también tenía un pacto con la del fuego. —Bajó la mirada y los dos pares de ojos oscuros buscaron los de Olenna. —Decía que estaba con nosotros, pero probablemente a ella también le dijese lo mismo. Sospecho que pensaba traicionar a ambos lados para elegir al final. Él me dijo que estaba solo, así que no tenía sentido darle un código. También contactó con la pelirroja y ella le dijo que le protegería ese atardecer, por eso él no se cubrió sus propias espaldas y por eso murió. Debería haber aguantado en pie tres atardeceres entre la chica del lobo y las luces. Ella también eligió sobrevivir antes que la lealtad. Y aún así murió. 

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17/04/2016, 19:19
Olenna D

La mujer asiente ante el comentario sobre lo aburrido que resulta ser hormiga. Entonces se encoge de hombros y alza la vista una vez más, abriendo la boca para que la lluvia entre en su garganta. Cuando vuelve a hablar lo hace al mismo tiempo que piensa.

—Saber ser hormiga es bueno —enuncia—. Yo no sé. Todos miran siempre. Pero no al atardecer. Eso está bien.

—Sylvia o la del martillo —repite después, para demostrar que ha entendido su opinión—. Sylvia ha dicho en la cabeza de la que grita que ella devuelve vida. Si vamos a ella puede pensar que ha sido alguien de allí. Si vamos a la del martillo no traerá a otro. Sería peligroso que trajera a Yaiza. Ella tiene ojos que ven.

Después de eso permanece un instante callada. Aprovecha para mover su bastón ligeramente, haciendo que rasque contra el suelo, y escuchar así el sonido que produce.

—La hierba no habla —expone—. Es lista, porque en la cabeza de la que grita es piedra.

—No entiendo que dijeran «no»—prosigue más tarde—. No entiendo que no confiara. Lo del árabe entiendo más, pero entonces no entiendo por qué tan tonto. El código es útil solo: no sabe si va a llegar alguien más. No sabe si va a llegar contigo muerto, y luego muere él. Es mejor tener código que no tener nada. —Después niega con la cabeza.

—Elegir vivir antes que lealtad, aquí, es idiota. No eliges vivir, eliges estar solo. Hay barrera, no se puede escapar. Serás presa. Y de la muerte no vuelven los traidores. Pero una cosa —aclara—. Cuando esto acabe tú a tu lado, yo al mío. Lealtad para salir de aquí. Libertad después.

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17/04/2016, 19:52
Nimay Radhav

Nimay y Haathee escucharon con atención todo lo que Olenna tenía que decir y asintió a algunas cosas con la cabeza, mostrando su acuerdo. Cuando ella terminó, el hombre rió de nuevo brevemente.

—Trato hecho —confirmó—. Cuando esto acabe nosotros seguiremos nuestra búsqueda. Tú podrás seguir la tuya.

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18/04/2016, 09:52
Olenna D

—La del cocodrilo ha perdido la fuerza del pantano —informa Olenna un instante antes del anochecer—. Iremos por el viejo. ¿Bien?

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18/04/2016, 13:58
Nimay Radhav

Nimay asintió con la cabeza.

—Bien —convino. Sin embargo, entonces frunció levemente el ceño tras escuchar algunas de las cosas que se hablaban en aquel otro lugar de ruinas y añadió algo más, chasqueando la lengua—. Tsk. Ahora la que grita se cree con derecho a darme órdenes. Dime qué se ha hablado de mí mientras no estaba. Para que pueda crear argumentos sólidos. Dijiste que Deidre me había confirmado... ¿Quién sabe qué sobre mí?

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18/04/2016, 14:21
Olenna D

Es evidente que la noticia de no tener ese as en la manga no había gustado a Olenna. Sin embargo no tarda en reponerse, asumiendo que si tienen menos armas deberán utilizarlas mejor para sobrevivir. Escucha entonces las palabras del Eve y desvía la mirada por un instante, observando el entorno.

—Yo dije eras semilla por defender al árabe en mi cabeza —expone sin cortarse un pelo. Luego prosigue—. El viejo decía aquí —señala su sien— antes de volver que había un secreto, que era tuyo y de la que flota, pero no dijo cuál. Yo dije en la cabeza de la que grita que había secreto, y que defendías.

—El viejo dijo a todos que no decía secreto porque el del secreto estaba muerto y no merecía la pena. Pero seguro dijo a la niña. La del lobo dijo en la cabeza de la que grita que sí, que eras semilla porque había seguido tu rastro.

—Pero la del martillo quería devolverte hasta que mató a la de cara pintada, ahora quiere devolverla a ella. La que grita parece que se fía de que miras.

—Tú dijiste en mi cabeza nombres que habías mirado, pero no creí, así que no dije a nadie.

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18/04/2016, 23:44
Director

Y como siguiendo un ritual... el alma de Olenna abandonaba aquel paraje, como hubieran hecho los demás...