Partida Rol por web

La Biblioteca de Hogwarts está ubicada en el cuarto piso del Castillo Hogwarts y contiene decenas de miles de libros en cientos de estanterías. Dirigida por Irma Pince, la biblioteca es donde los estudiantes pueden ir a buscar libros y usarlos como apoyo en sus estudios (o en disfrute personal). La biblioteca cierra a las 20:00 hs (al finalizar el ciclo de Día)

Para Madame Irma Pince, la responsable de la enorme Biblioteca de Hogwarts desde hacía casi cincuenta años, no era una novedad que el profesor Filius Flitwick le encargase frecuentemente buscar entre las decenas de miles de libros algún volumen en concreto, que solo alguien con su memoria fotográfica y su enorme capacidad de retención de datos, era capaz de lograr. Simplemente la noticia del ataque de los dementores y la muerte de la joven muchacha de Gryffindor la había tomado completamente fuera de juego, viéndose inicialmente en profundo estado de shock ante la funesta noticia. 

Tenía un claro cometido que realizar para el profesor de Encantamientos, y este era el llevarle varios de los tomos más antiguos de la biblioteca, con los cuales hallar algunos de los hechizos más arcaicos y poderosos que por algún motivo, habían sido debilitados por el enemigo. 

- A ver... Sí, este es. - mencionó para si misma con toda su atención puesta en lo que hacía, sin prestar mucha atención al ingreso de los jóvenes alumnos recién llegados - Salvaguardas y defensas mágicas para fortalezas... Mmm, pero había otra edición más antigua... ¿Done estaba? Sí, Sección 71, estante 3... 

Sin desviar la mirada de los libros, solo levantando ligeramente los anteojos que solía colocarse sobre la nariz cuando leía textos antiguos, reclamó la atención del primero de los alumnos que acaban de entrar aún cuando estaba de espaldas a ellos encaramada en una escalera.

- Señorito Félix Cited, no olvide firmar la hoja de registro si pretende acceder a la Sección Prohibida. - le advirtió sin retirar la vista de enfrente, lo cual para muchos podría darles la impresión de que la hechicera tenía ojos en la nuca. Lo mismo para el resto, o me veré en la obligación de sacarles a rastras...

Llegó a la biblioteca, cansada, y se sentó en una de las sillas. Cogió un tomo al azar y se quedó mirándolo fijamente, aunque le era imposible concentrarse. Tras varios minutos, se dejó caer en la silla, agotada, mientras observaba lo que ocurría a su alrededor.

Félix se sintió un poco molesto que aquella mujer le hablara sin verle la cara, como si hiciera lo que hiciera se sintiera observado por aquella mujer. Había escuchado que el Auror Alastor Moody podía ver lo que había en su espalda, pero jamás se hubiera imaginado que ella también tuviera dicha capacidad.

-N-No voy a ir a la Sección Prohibida. -Dijo, aún algo asustado después de aquello- Solo me preguntaba dónde puedo obtener más información de las siglas "C.W.", sé que W.C. es algo de los Muggles pero no al revés... ¿Dónde debería buscar?.

Viendo como aquella mujer parecía estar ocupada, Félix Cited decidió sentarse al lado de Alice Evergreen como compañera de Casa de Hogwarts que era se sentía más seguro con ella que con cualquier otro de cualquier otra Casa.

-Hoy fue un Gryffindor, quizás mañana sea un Ravenclaw... y ese Patronus la puso en el punto de mira de todos... ¿Crees que la siguiente será Holly?. Esta noche propongo que hablemos sobre como protegerla. Si no nos defendemos entre nosotros, nadie lo hará.

Rachel entró en la biblioteca en silencio. No medió palabra con nadie, no confiaba en nadie. Tampoco le gustaba ver que ya buscaban hacer alianzas, puesto que le resultaba cuanto menos sospechoso. Todavía no sabían a ciencia cierta en quién confiar, podría ser que incluso la ovejita más inocente fuera una de esos Caballeros...

Así pues, firmó para entrar en la Sección Prohibida, donde podría encontrar información mucho más específica e interesante que en el resto de la biblioteca.

Le miro, cansada.

- Seamos sinceros, el argumento de los prefectos y que sean los malos... no me lo creo. No es tan fácil imitar a alguien, tiene que ser una persona de dentro para ganar... y ellos son los blancos. Son más peligrosos los que son los segundos o terceros en la elección, así que alguien les ataque sería natural. Piénsalo, ahora mismo el prefecto tiene que desempatar sin información, pero cuando quede menos gente... serlo vale mucho más. Yo apoyaría al prefecto, me aseguraría ser el tercero o cuarto en orden de elección, o el segundo, según de letales sean los asesinos, y luego me quedaría con el puesto. Por eso el azar era útil.

- Auch, como me duele la cabeza.

- Para hechizos de defensa no me mires, te recuerdo que perdisteis hace dos años la copa de las casas porque hice fatal el examen de defensa contra las artes oscuras... Auch, esta fiebre me está matando. ¿No tendrás algo para animarme? Sino, al menos un... ¿porro, dicen los muggles?

Effie entró en la biblioteca algo después. Al fin y al cabo, se sentía más segura entre paredes sólidas que en el exterior.

Echó un vistazo alrededor: Rachel firmando el libro de registro y Félix y Alice sentados en una mesa.

Titubeó unos instantes insegura mientras Amy o quizás Jeremy no se decidieran a seguirla, aunque Jeremy ya había manifestado que él no se iba a mover. Finalmente, se acercó a donde los Ravenclaw estaban.

Ho..  hola. - Dijo forzando una sonrisa que intentase transmitir ánimo. - Veo que no mucha gente ha pensado en venir. Al menos aún.

El muchacho no entendió a qué se refería su compañera de casa, pero esto no iba a ser en detrimento de una buena conversación; lo que sí podía molestarle un poco era el hecho de que hubiera gente de otras casas por ahí espiándolos a la hora de mantener esa conversación.

-De acuerdo... -Comentó aún sin entenderlo demasiado bien- No creo que los Prefectos sean malos pues se exponen demasiado con sus cargos y serán investigados, espero... Aunque tengo que decir que Iwan es un peligro, negó la inocencia confirmada de Holly y su actitud es bastante agresiva... Si nadie sospechoso aparece, es probable que mi voto vaya contra él... Un mal Prefecto es peligroso... y hablando de eso... -Se dirigió hacia Rachel- ¿Cómo fue la elección de Prefecto en Slytherin?. ¿Cuántos votos consiguió Iwan?. ¿Fue un buen discurso?. ¿Y el resto?.

Por su parte no respondió sobre sí tenía o no un porro.

Alzó primero la mirada, luego ambas cejas lentamente. —¿Acaso te importa lo que se cuece en la casa de las serpientes? ¿Por qué es importante aquí saber cómo fue elegido Iwan como prefecto?

—No sé si solo pretendes desmerecer a Iwan o crear un complot contra él. En el caso de ser lo segundo, considero que deberíamos ir de cara para que todos puedan opinar al respecto y el acusado pueda defenderse.

—Es obvio que debemos desconfiar de todos y no decidir únicamente por la actitud que caracterice a cada uno. Piensa— se dio unos golpecitos en la sien. —Como han comentado, el mero hecho de lanzar un patronus no convierte a Holly en inocente, al igual que el ser un bocachancla no convierte a Iwan necesariamente en culpable.

Dicho lo cual, volvió a centrarse en el tomo que tenía en esos momentos entre las manos.

Que no confiara en nadie no implicaba que se quedara cruzada de brazos y no sacara la cara por los miembros de su propia casa.

- Pues no sé que decirte, Ewan a veces hace el idiota, pero ya está, no ha hecho ni más ni menos, pero no diría que es un peligro, bueno, tanto como es ser polémico. Te repito mi argumento. Es más fácil que de ser alguien sea alguien que le haya apoyado esperando sucederle que otra cosa. 

- Hola, Effie, cariño, ¿cómo estás? Yo estoy hecha una mierda... aghh

Pongo los pies en la mesa del cansancio y me recuesto.

Se escuchó carraspear un par de veces desde el fondo en el mismísimo instante en que Alice Evergreen posó sus piernas sobre la mesa. Se trataba de madame Pince, que con mirada furibunda y amenazante le indicó "sutilmente" a la joven Ravenclaw que no toleraría que en su Biblioteca se comportase con tan poco decoro y educación. 

Todos sabían la consigna. Primero advertencia... A la segunda se vería levitando por los aires como si estuviesen tendiendo la ropa y sería echada del recinto.

Félix Cited decidió explicar un poco más lo que tenía en mente, a fin de cuentas es normal que hubiera cosas que los demás no pillaran a la primera, la gente había hablado demasiado y es normal que algunas cosas quedaran relegadas en el fondo de la cabeza o directamente embotonadas con tantas voces.

-Su posición lo vuelve peligroso si su actitud es pasota, negando la realidad que lo rodea. -Puntualizó Félix Cited- Y sinceramente, confío en que en Slytherin haya gente más capaz que alguien que niega lo evidente que es la inocencia de nuestra compañera. Ahora mismo mis sospechas están en todos aquellos que niegan ese Patronus. El mismo Profesor lo confirmó.

Tras decir esto, volvió a dirigirse hacia aquella muchacha de Slytherin, quizás su actitud hostil era su mecanismo de autodefensa, pero ante Félix Cited no hacía falta levantar ningún muro de pinchos, él se consideraba una persona honesta que no iba con rodeos.

-No considero a nadie de aquí mi enemigo. Pero sí sé quienes son mis aliados, al menos uno está claro: Holly. Y trataré de ayudarla en todo lo que esta necesite. Si para ello es necesario votar a gente que niega su inocencia confirmada, pues votaré contra ellos. Hasta entonces, trataré que todos podamos colaborar para protegerla. Pues yo tampoco soy un experto en Defensa contra las Artes Oscuras para darle un escudo, pero si hay alguien que pueda hacerlo, debería hacerlo con Holly.

Nicholas se mantuvo en silencio, observador y evitando el montón de sandeces que se acostumbraban a decir. Como otros slytherin era silencioso y reservado y fue junto a Madame Prince para llegar hasta la hoja de registro para acceder a la sección prohibida de la biblioteca. Aquí empezó todo, aquí es donde los caballeros de Walpurgis obtuvieron conocimientos prohibidos....

Nicholas repasó los nombres retrocediendo - .... el día de navidad fue veinticinco, y la cena fue a las 18h, veamos quien estuvo merodeando por aquí justo antes - Parecía poco dado a manejarse entre libros, no era especialmente estudioso, simplemente y como otros muchos pura sangre tenía un talento innato, así que no precisaba de venir a la biblioteca, ya había leído libros suficientes y aburridos en su casa.

Amy llego corriendo para tomar de la mano a Effie y hacer que se sintiera tranquila, pues iba a estar con ella para tranquilizarla por lo ocurrido antes. Sin embargo había escuchado parte de las conversaciones, y sinceramente le resultó mal ocultar información a los demás, aunque fuera de los prefectos. - Iwan se presentó, de una forma extraña... Yo intenté ponerme en contra porque pensé que algún otro podría hacerlo mejor que el... Sinceramente a veces se pone un tanto... egolatra. Prefería que cualquiera se hubiese presentado, pero entre que nadie lo hizo y yo soy sangre mestiza en una casa que se jacta de los sangre limpia... Pues salió el. - Se encogió de hombros sin más - No sé si Iwan podrá colaborar bien con las otras casas o solo velará por los suyos...

Aprovechando que ahora estaba con Effi, le volvió a dar un poco de cariño en forma de abrazo con caricia - Haberme esperado, boba. - tras ello miró a todos en general - ¿Habeis buscado algo de información que nos sea util?

Casi pisando los talones de Amy entro a la biblioteca y en un rápido vistazo reparo en los presentes. 

Saludo en silencio a mis compañeros Félix y Alice que estaban juntos en una mesa, le hago una cabeceada a Nicholas, Rachel y Ami, para finalmente sonreírle a Effie y dirigirme a dejar registro que iría a la seccion prohibida. 

Con pasos asombrosamente silenciosos acostumbrado a estar en la biblioteca y conocedor del humor de Madame Prince sobre los ruidos en su recinto me pierdo entre los estantes.

Finalmente la profesora Irma Pince finalizó la urgente tarea que estaba realizando, dejando a un lado muchos de los pergaminos, libros y tomos ajados que había estado recopilando desde su llegada a la biblioteca, y se acercó hacia la mesa que compartían algunos de los jóvenes de séptimo. No se acercó con claras intenciones de darles una severa reprimenda coo algunos de ellos imaginaron, si no que más bien se interesó por averiguar que hacían allí reunidos y responder a las preguntas del joven Cited.

- Un par de vagas iniciales, sin que me explique el contexto donde las halló, podrían estar refiriéndose a cientos de cuestiones variadas, en su gran mayoría del todo insustanciales, señorito Félix Cited. ¿Puede que quiera buscar información sobre las CheerWich? Brujas animadoras que se organizan para crear rutinas, bailes motivacionales y brindarles apoyos al equipo de Quidditch de sus Casas? - le hizo percatarse de que la pregunta en sí era un poco vaga, a la vez que pretendía observar algún atisbo de nerviosismo y cambio de tonalidad en las mejillas del muchacho, por ver si sus intenciones eran ver fotografías mágicas de los cuerpos esbeltos de las jóvenes animadoras - Ejem, entenderé por su silencio que no se estaba refiriendo a eso, si no que más bien su pregunta podría estar en relación a las iniciales encontradas en el cuerpo de la joven víctima de Gryffindor, obra de un Flagrate para dejar clara la autoría del crimen... - y la mirada se volvió extremadamente seria y grave, después de hacer mención de un hecho tan abominable -   Ya estoy al tanto de lo recién sucedido por el profesor Filius Flitwick, y aunque todo parece indicar que C.W podría estar refiriéndose a los Caballeros de Walpurgis, el grupo de seguidores de Tom Sorvolo Ryddle que posteriormente derivo en lo que se conocieron como los mortífagos, temo comunicaros que aquí poco o nada podréis hallar del tema...

Puedo citaros unas palabras que mencionó el ex director Dumbledore, que definían bien quiénes eran esa escoria...

"Eran un grupo variopinto: una mezcla de personajes débiles que buscaban protección, personajes ambiciosos que deseaban compartir la gloria de otros y matones que gravitaban en torno a un líder capaz de mostrarles formas más refinadas de crueldad. Dicho de otro modo, eran los precursores de los mortífagos y, de hecho, algunos de ellos se convirtieron en los primeros mortífagos cuando salieron de Hogwarts"

Sabía que la información que les había brindado seguía dejándolos tal y como habían venido, sin respuestas satisfactorias para descubrir a quién hubiese actuado de mala fe quebrando las defensas del castillo para permitir la entrada de los dementores, pero en verdad nunca se hicieron registros allí de quienes fueron los fundadores de aquel Club de seguidores del que llegaría a ser a la postre el Lord Tenebroso.

Siento no poderos ser de más ayuda... temo que estáis solos en esto... - les dedicó una mirada afectuosa y comprensiva, entendiendo que tenían por delante un cometido arduo complicado. Oh, buen trabajo señorita Martin. - señaló el libro que tenía entre manos - Ese libro que sostiene entre sus manos es de los pocos libros que describen la festividad de Walpurgis, y ahora que recuerdo, fue uno de los que... dejadme comprobarlo un momento... A ver...

La bibliotecaria se alejó unos metros hacia una sección con registros, y tras agitar su varita en el aire, un archivo llegó volando con delicadeza hasta posarse entre sus manos. Tras voltear unas cuantas páginas, asintió a sus sospechas.

- En efecto, ese mismo libro fue uno de los que el jovencito Tom Ryddle, cuando tenía vuestra edad y yo apenas acababa de convertirme en bibliotecaria de Hogwarts, estuvo releyendo en varias ocasiones... Walpurgis... ¿Sacaría su idea de nombrar a su Club como los Caballeros de Walpurgis por algo que leyó en él?

Madame Pince recordó que debía continuar con sus quehaceres, por lo que se despidió con una sutil movimiento de cabeza. Habían quedado solamente los jóvenes de séptimo curso.

Por su parte Félix Cited sintió una curiosidad insana por buscar acerca de esas "CheerWich", por lo que la investigación acerca de todo eso de los "Caballeros de Walpurgis" iba a tener que esperar, confiando en que la gente que hubiera por el lugar fuera lo suficientemente habilidosa para informarse y lo suficientemente amable para compartir lo obtenido.

Si Olympe buscaba un momento de paz, no lo encontraría en la biblioteca. Allí ya se habían reunido varios de sus compañeros y la necesidad de buscar una solución al peligro que los rondaba los imbuía a todos de un nerviosismo palpable.

Volvieron las discusiones sobre la estrategia con el cáliz de fuego y las insinuaciones sobre compañeros, pero... qué tenían realmente? ¿Alguna prueba? Los posos del té de Valentina eran los más fiable hasta el momento, y tampoco habían aclarado gran cosa... Nada definitivo, desde luego. Si les obligaban a votar, Olympe no se sentía capaz de acusar a ningún compañero, y seguramente optaría por votarse a sí misma y esperar acontecimientos.

Al menos entre aquellos libros se sentía cómoda, era un lugar habitual para y la calidez del espacio conocido la arropó como una manta en un frío día de lluvia.

Se acercó en silencio hacia el libro, mirándolo sin tocarlo como si las palabras pudieran ordenarse ante ella ofreciéndole la solución. - Voldemort lo leyó... - dijo ensimismada, atreviéndose a acercarse más. - ¿Y sabe, madame Pince, quién más lo ha leído últimamente?