Partida Rol por web

Los hermanos Sokumen se acercaron a Galatea Bakemoshi y mientras Hidari Sokumen posaba su mano en el hombro de su compañera; Migi Sokumen mostraba la perspectiva de lo que su compañera había visto y estado haciendo durante la noche pasada. Mostrando como la muchacha se había recluido en el aula de "Estudios del Hogar" y había encendido un horno para estar caliente a su lado mientras se acurrucaba para dormir en donde no hubo nada destacable que comentar de la noche que la chica blanquecina pasó.

Y tras esto y ya que estamos actualizando lo que hicieron los Hermanos Sokumen...

De los ojos y la boca de Hidari Sokumen comenzó a reproducirse una pequeña película funcionando este no más que un simple reproductor, reproduciendo lo que había pasado durante la noche antes de llegar a la reunión en el comedor. Al parecer el muchacho se preparó junto a su siamesa y ambos se escondieron en el Laboratorio de Química para pasar la noche y descansar, aunque todo esto pasó a cámara rápida ante los ojos de los presentes en donde no hubo nada destacable que comentar de la noche que ambos siameses pasaron.

Sea como fuere, los hermanos Sokumen seguían siendo inocentes.

Guardando un poco más la calma, aquel grupo trató de buscar una forma algo más civilizada a la hora de tratar de explicar qué era lo que había pasado en aquel lugar nuevamente, qué era lo que pasaba nuevamente, y probablemente el quién era el responsable (nuevamente); es por ello que estos decidieron recurrir a la democracia nuevamente y votar nuevamente por quien parecía más sospechoso...

Mientras aquellos se encontraban debatiendo y votando por quién debían eliminar, el profesor regresaba de su viaje por el bosque bastante desanimado por no haber dado caza al engreído muchacho que le había arruinado el coche. -Maldita sea, "ABAJO" no es una dirección válida. -Comentó el hombre colérico con aquel dispositivo que tenía en su mano- Como sea, el siguiente dice "Vestuario de las Chicas", supongo que eso no debe de ser tan difícil... -El profesor continuó con su camino hasta el vestuario, tan solo deteniéndose para recoger algo de la sala de música. Una vez dentro, se escondió dentro de una de las taquillas.

Pero... ¿Qué le había pasado a Koguma Kyoki?. El muchacho había logrado escapar de su perseguidor del bosque, eso estaba claro por como este actuaba, pero... no por ello eso implicaba que estuviera bien, de hecho, estaba todo lo contrario de bien. Se había caído por un desnivel y estaba oculto entre las raíces de los árboles cercanos sin poder moverse, con las heridas y claramente cansado de la huida nocturna a ciegas.

Volviendo a la escuela...

Todos dieron sus opiniones, algunas más locuaces que otras, algunos hubieron votado mientras que otros prefirieron no mancharse las manos, pero el único que parecía estar muerto cual tumba, -aunque ahí en pie sin decir ni mu- era Yuuta Takashi, puesto que había decidido no hacer absolutamente nada, al menos no a ojos de los presentes.

De los que parecían reticentes a emitir votos estaban Katsuo, Kentaro Ken, Maneshi Tsugumi, Arthur Ryuuji, Tania Hatajirushi, Honey Kisaragi y Yuuta Takahashi, todos -salvo este último- hicieron algún tipo de ápice con darse a conocer o al menos a entender sus puntos de vista respecto de todo esto y, aún así, no emitieron votos.

Para desgracia de Honey Kisaragi, esta había recibido el mayor número de votos emitidos, y aunque esta elección no había sido tan participativa como la anterior seguía siendo la que más votos tenía sobre su cabeza por lo que ya sabía lo que eso iba a significar: Ser encerrada.

A fin de cuentas, nadie parecía ser capaz de levantar un arma contra Honey Kisaragi, quizás porque su moralidad le impedía dañar a un ser humano, porque creía que Honey Kisaragi era inocente o simplemente porque si se veía muy entusiasmado con matarla podía ser el siguiente más sospechoso.

Sean los motivos que sean, Honey Kisaragi fue encerrada en el vestuario de las chicas en donde tenía acceso a las duchas femeninas. No era el lugar más cómodo para estar, pero al menos tenía acceso a una ducha y a agua caliente mientras la situación afuera se desarrollaba.

Sin mucho que hacer en aquel lugar, la muchacha se encaminó a las duchas, quizás una buena ducha podía ser suficiente como para calmar los nervios y cuando volvieran, esta podía lograr convencer a sus captores de que la dejaran libre, que ella no era una asesina, ella no era un fantasma y mucho menos era una muerta.

Por desgracia esto último tenía un fácil arreglo, puesto que saliendo del interior de una taquilla, el profesor se acercó por detrás de su alumna desnuda, aprovechando el ruido de la ducha, para pasar por delante el hilo de piano que había logrado recoger de la sala de música y tras unos cuantos minutos de forcejeo finalmente la asesinó sin que pudiera pedir ayuda o viera su rostro... o mejor dicho, su máscara.

Ya habían pasado cierto tiempo desde el encierro de Honey Kisaragi en el vestuario de las chicas y la hora de la comida había llegado, quizás por decoro o quizás por una responsabilidad para-con las mujeres de su mismo género, pero las chicas fueron al vestuario para hacerle una visita y, quien sabe, quizás sacarle información si es que sabía algo, además de ofrecerle algo de comida del comedor.

Aprovechando que todos se habían relajado y como hasta entonces no había dicho nada, el joven muchacho de los cascos se escabulló hacia el Almacén de la Despensa, tenía la conciencia intranquila después de lo que había hecho a Alicia Supercalifragilisticoexpialidoso y por tanto a Bosco.

Cargando consigo una cuerda, este lo hizo pasar por encima del estante superior y tras hacer un nudo improvisado bastante malo, el joven simplemente cerró la puerta detrás de sí y comenzó a escribir su carta de suicidio. La culpa lo estaba carcomiendo. Al terminar, este se subió a un par de cajas de frutas, colocó el cuello en la soga y simplemente pateó las cajas dejando que la soga abrazara su cuello.

El sonido del agua indicó a las chicas que Honey Kisaragi estaba tomándose una ducha, probablemente para relajarse de toda aquella situación estresante que había ocurrido con las votaciones en donde ella había salido escogida; el hecho de que todas las chicas hubieran ido era algo bastante positivo, a fin de cuentas podían ir todas a ver que tal estaba sin ningún chico de por medio que podía ser catalogado como un pervertido oportunista.

Cuando cruzaron el vestuario de las chicas y se adentraron en las duchas, este grupo pudo ver a Honey aún bajo la alcachofa de la ducha sin moverse, dejando que el agua recorriera su cuerpo hasta finalmente desprenderse de él y escurrirse hasta el drenaje del centro de la habitación.

Y pese a que algunas de ellas la llamaban, no hubo respuesta por su parte, por lo que una de las muchachas, envalentonada, se acercó para tocarle el hombro y avisarla de que ya era hora de la comida y...

El cuerpo de Honey Kisaragi estaba helado, al parecer ni el agua de la ducha la logró calentar. Alrededor de su cuello había unas finas marcas como si algo la hubiera estado aprisionando y asfixiando, algo fino que dio un par de vueltas alrededor de todo su cuello mientras apretaba cada vez más y más, impidiendo que esta pudiera respirar así como pedir ayuda.

Aún con todo, lo más misterioso era es que la llave del vestuario de chicas tan solo las tenían los profesores y los Delegados, y en este caso, la Delegada Karakuri en ningún momento se apartó de aquel grupo mientras la mañana pasaba, no tuvo oportunidad alguna de cometer ese asesinato.

El grupo de chicos, mientras las chicas se aventuraban al Vestuario se quedó pensando si aprovechar las circunstancias y asomarse por la puerta a curiosear como un "trope" japonés más de "pervertidos"; y entre tanta cavilación de forma individual el grupo en sí se percató de la ausencia de Yuuta Takahashi.

Por lo que el, yendo juntos, a fin de cuentas no era tampoco un capítulo de Scooby Doo como para separarse, el grupo de chicos revisó habitación por habitación hasta finalmente encontrar el almacén de la despensa cerrado a cal y canto, tras forzarlo un poco entre varios, consiguieron abrirlo y...

...encontrarse a Yuuta Takahashi colgado, con una nota de suicidio bajo los pies.

Lo siento.

Mis manos están manchadas de la sangre de Alice Supercalifragilisticoexpialidoso y de Bosco indirectamente también; pensaba que si el Fantasma moría, todos estaríamos libres de su maldición. Eso es lo que todos creíamos, ¿Verdad?. Pero, no puedo, no pude ser un héroe. Pese a que la maté, las muertes continuaron. Eso significa que no era ella.

Y yo... yo he matado a alguien... no sé si al final el fin justifica a los medios como dicen mis compañeros pero no me siento como un héroe. No he dormido nada durante la noche y la cabeza me da vueltas solo de pensar en lo que hice.

¿Y si el fantasma soy yo?. Si hago esto, si lo hago, al menos podré ser un héroe... y si no, al menos nadie más sufrirá por mi error. Espero que también recapacitéis vosotros y no cometáis mi mismo error, al menos no más.

Adiós.

Yuuta Takahashi.

El grupo de chicas regresó rapidamente al Comedor en donde se había hecho la reunión para decidir a quien encerrar y se percataron que los chicos salían del interior del almacén de alimentos; aunque claro, eran uno menos. Pero antes de que ninguno de los dos grupos pudiera decirse nada el uno al otro, un simple carraspeo los distrajo. Moviendo su perspectiva hacia una de las mesas, sentado tomando té como si nada hubiera pasado, se encontraba no otro que Bosco. Y aunque desde esa posición apenas se podía ver, la herida del arma blanca que Alicia Supercalifragilisticoexpialidoso le había clavado seguía ahí. Similar al caso de Isaac Soft.