Partida Rol por web

Continué llorando inconsolable durante un buen rato después de me dejaran sola. ¿Cómo no hacerlo si a pesar de haber intentado apartar a todos de mi lado continuaban junto a mi?

Al final, únicamente había conseguido hacerles daño a todos, sólo por intentar protegerlos, ¿acaso había escogido mal? Quizás debería haber hecho caso a aquel demonio y guardar sólo el odio en mi corazón. Habría sido más fácil, sin amigos, sin Artemis, sin nadie a quién apreciar jamás y la destrucción cono mi mayor fin.

Seguro que mi destino no habría cambiado.

Reconocí con amargura mientras me limpiaba las lágrimas y me ponía nuevamente en pie para volver a buscar algo en el índice...

Adivinaciones.

Leí tras encontrarlo con rapidez. Iba siendo hora de echar un vistazo al futuro.

Encuentras varios títulos disponibles todos vinculados a distintos métodos de adivinación.

1.- Hojas de té.

2.- Clarividencia.

3.- Bolas de cristal.

4.- Astrología.

5.- Entrañas de bestias. (Pescado, cobaya, oveja, sapo, armadillo y gato)

Sin embargo, lo que más te llama la atención es un pequeño diario que cargas en la mochila el cual parece estar reclamando tu atención.

No esperaba que hubiera tantos libros al respecto, por lo que me vi obligada a descartar todos los relacionados con las corrientes que no me llamaban la atención, cada una por mis propios motivos, como que no me apetecía acabar con un ataque al corazón tras tomar un té, ser una negada para los cuerpos celestes, el necesitar matar un animal cada vez que necesitara averiguar algo o simplemente requerir una bola de cristal.

Todas esas discriminaciones me dejaron una única opción, la clarividencia, y ya estaba buscando un libro introductorio al tema cuando reparé en que el pequeño diario de Slytherin requería mi atención aunque no tenía ninguna gana de echarle ningún ojo, quizás en el futuro, cuando estuviera más tranquila.

Después de ello opté por bajar al comedor, quizás tuviera suerte y llegara a comer algo, aunque no salí sin recoger mi varita y a Skaa, ni tampoco sin pronunciar un sentido "Lo siento" a la biblioteca, que se propagó por todos los libros como un murmullo.

Tras haber perdido más tiempo del deseado en Herbología, regresé a la biblioteca con la intención de localizar algo sobre eso de convertirme en esa niebla, aunque antes de ponerme a buscar nada dejé el libro de adivinaciones sobre el escritorio con intención de volvérmelo a llevar una vez acabara con aquella técnica, pues había llegado a la conclusión de que debía tratarse de eso más que de una especie de hechizo. El problema radicaba en dónde encontrarlo, porque en el índice bien podría aparecer dentro de la sección de transformaciones o técnicas de combate. 

- Niebla viviente, niebla viviente...

Voy murmurando mientras voy pasando las páginas del libro. Eso si, una vez lo localizara debía acordarme de no intentarlo aquí, dado que ya tenía al espíritu de Ravenclaw más que molesto.

Lanza buscar CD 17

Continúo murmurando mientras voy pasando las paginas, descartando la invocación de niebla al considerarlo un hechizo demasiado sencillo tras intuir como crearla mediante el Renifors y parándome para releer otra entrada que clamaba "Niebla, Mar de", más que nada porque dudaba si se trataba de un lugar o una invocación...

Encuentras un libro sobre transmutación de los estados de la materia, el hechizo que buscas está allí, se llama "Vaporeon", pero es bastante avanzado.

Se recomienda iniciar con objetos imanimados.

Recojo el libro y directamente me pongo a leerlo sobre el escritorio haciendo caso omiso del de Modus.

Al final había resultado ser un hechizo y no algo similar al estado de animago, lo cual me fastidiaba un poco, al menos hasta que fui ojeando el resto del volumen. Estaba claro que pocos alumnos de segundo entenderíamos por completo su contenido, lo cual lo hacía un libro realmente interesante de leer y del que podría aprender mucho.

Por ello devolví el libro de adivinaciones a su estante y salí de la biblioteca centrada en el de transformaciones.

Entre en la biblioteca y, mientras el resto estaban ocupados con Merida y el problema de Artemis, aproveché para hablar en solitario con Rowena.
Di un par de vueltas, miré alrededor y la llamé.
- Rowena, creo que tengo la respuesta...

Dejé el libro de Superchería en su lugar y miré el resto de los libros. Había alguno que me llamaba más que otros, pero decidí seguir un orden y tomé el que llegaba hasta el rayo verde. Lo leí: Ignorancia. Después de la Superchería, no parecía una mala elección.

La falta de información que había obtenido de Slytherin me obligaba a estudiar sobre los pactos demoníacos, algo que en la biblioteca de Hogwarts seguro que andaría en la sección prohibida y que ningún alumno de segundo podría soñar ojear, lo cual en realidad no me emocionaba en absoluto. Sin embargo, antes de investigar sobre los pactos podía confirmar mi teoría sobre el grupo de demonios trabajando juntos, porque de ser así, seguro que si buscaba información sobre Bucón, podía averiguar con quién estaba relacionado y si debían lealtad a alguien en concreto.

Es por ello que primero devolví el libro de transformaciones a su estante, después me dirigí al índice y comencé a buscar alguna referencia al demonio. Eso sí, debía acordarme de preparar mi cabeza para cualquier cosa que pudiera albergar la información que buscaba, que venía a ser lo mismo que ver cómo se comportaba el Wizangan a la hora de la verdad.

Encuentras un tratado de demonología en el cula se habla de Bucón, archidemonio del odio y la deseperanza, los métodos de este archidemonio se caracteriza por medir cada uno de sus pasos y formar furtes vínculos con sus adeptos dotándolos de toda clase de poderes y habilidades.

Su modus operandi es la manipulación y el engaño, se recomienda evitar toda clase de pacto con él, difícilmente resultaran bien para el mortal que acceda a ayudarle.

Bucón suele mostrarse en su forma real sólo ante aquellas personas sedientas de poder y deseosas de lograr sus metas a cualquier costa, pero ante personas vulnerables y facilmente manipulables, este archidemonio usa una máscara un tanto más dulce y encantadora.

Bucón es la clase de archidemonios que planean a largo plazo, es un estratega innato que siempre tiene planes de contingencia incluso para sus propios planes de contingencia. La mejor forma de derrotar a Bucón es a través de un combate directo, el cual el archidemonio tratará de evitar a toda costa.

Los pactos demoniacos suelen ser acuerdos con demonios en virtud de los cuales los demonios conceden dones o gracias a mortales a cambio de un costo que muchas veces resulta ser el alma del mortal. (Definición del tratado)

La información sobre el demonio era bastante escueta, para lo que andaba buscando, lo cual me hizo quedarme con un regusto amargo a pesar de descubrir que necesitaría tenderle alguna trampa para atraparlo y que además estaría preparado para escapar.

¿Cómo podría hacerlo? Las runas eran la opción más simple y evidente, así cómo ante la que más preparado estaría, especialmente ante la presencia de Bane en el colegio, por lo que la descarté en el acto dispuesta a buscar otras opciones. Con suerte podría encontrar algún tipo de poción que lo debilitara, como una poción de esperanza o algo así, dado que de amor ya sabía que era imposible.

- No es mala idea...

Murmuro aunque Skaa fuera la única que pudiera escucharme. Embotellar esperanza era mucho más fácil que la suerte y apenas requería una sencilla tetera para un té, porque el resto vendría de la confianza de cada uno. Decidido, el viernes haría los preparativos.

Pero por ahora debía seguir investigando sobre los pactos y si había alguna forma de detectarlos, porque el escueto parrafo que había localizado no me descubría nada que no intuyera y también necesitaba saber que tipo de dones podían llegar a otorgar, ¿serían visibles? ¿físicos o mentales? En principio me decantaba porque cada demonio en cuestión sería diferente según sus propios ámbitos, pero necesitaba confirmarlo.

- Pactos, pactos...

Murmuraba mientras buscaba en el índice alguna referencia extra, pues debía existir algo más, aunque se tratara únicamente de cómo formarlo, y desde ahi pasar a cómo detectarlos.

Algunos pactos demoniacos dejan señales visibles como la aparición de escamas, cambios en la coloración de la piel, deformación de pupilas, crecimiento sobrenatural de las uñas o incluso variación en el olor corporal.

Existen otra clase de cambios no tan visibles o notorios, pero que pueden ser mucho más radicales, cambios como la aparición de habilidades sobrenaturales como visión en la oscuridad, transmutación física, proyección astral, entre muchas otras, esta clase de cambios ocurren sólo cuando el mortal pactado se convierte en un allegado del demonio.

Existe una tercera clase de pactos, conocidos como pactos de escape y subordinación, mediante los cuales, los demonios menores compran un poco de tiempo fuera del infierno anclando su escencia a este plano mediante el alma de un mortal que se convierte en su amo o señor.

Tras leer lo últimos datos que hallé sobre los pactos, terminé bastante decepcionada de lo poco que había sacado en claro, porque a pesar de que no era exactamente lo que buscaba, tampoco es que no me fuera útil conocer aquellos detalles. Sin embargo, andaba escasa de tiempo una vez más tras toda la tarde investigando, porque debía cenar antes de que Slytherin cumpliera su promesa de enseñarme cómo selló su varita y me convenía dejar todo recogido por si Jane o Kat decidían regresar a la biblioteca cuando no estuviera.

Así pues, devolví todos los libros de nuevo a su estantería y, tras lanzar una última mirada a la biblioteca, decidí bajar al comedor para ir terminando con el jueves.

Domingo.

Necesitaba estudiar, pero ya no sobre los centauros, sino sobre hechizos. Necesitaba progresar, especialmente si quería dominar el Vaporeon o el Legeremens, por lo que me había pasado todo el día en la biblioteca oculta de Ravenclaw, revisando no únicamente libros de transformaciones o lectura mental, sino también algunos más genéricos sobre movimientos de varita, pronunciación o incluso teoría mágica pura y dura que resultaban todo un tedio pero que necesitaba aprender si en verdad quería mejorar.