Partida Rol por web

Al escuchar a las chicas conversar sobre su concurso y lo que decían sobre la señora Norris,  no pude evitar reírme.

No hay gato que dure tanto, pero al menos 30 años, sí que tiene. Hellen parece que Ollivander te busca, lo digo porque esa no es mi varita. - digo señalando al viejo Ollivander quién ya caminaba con un andar pausado.

- ¡Buf! Deseadme suerte.

Les pido antes de volver a entrar.

- ¿Funciona perfectamente no?

Le pregunto nada más cruzar el umbral.

Al cabo de unos segundos, el viejo Ollivander llego ante ustedes.

Señorita Greystocke, no hay nada de malo con su varita, quizá debería intentar cogerla con mayor sutileza, déjeme mostrárle.

El anciano fabricante coge la varita de Hellen y tras hacer un leve giro de muñeca, consigue crear un pequeño arco iris.

Ahora señor Flamel, pérmitame decirle que, en todos mis años como fabricante de varitas, muy pocas veces he visto un trabajo de grabado de runas similar al suyo.

Sus runas protectoras han ayudado a sacar a flote la naturaleza protectora del Serbal y las potenciadoras le van a permitir explotar al máximo el gran poder del nervio de corazón de dragón. La varita está más que complacida con Usted, por lo que dudo mucho que alguna vez cambie su lealtad en favor de otra persona. Lo felicito.

​Cuando Hellen prueba su varita siguiendo los consejos de Ollivander, nota que esta no sólo responde mejor a sus órdenes, sino que la magia fluye con más naturalidad.

Lo dicho, era yo el problema. Tras probar la varita siguiendo las indicaciones del artesano no me habían quedado dudas al respecto.

- Creo que ya no puedo ser tan sutil señor. Quizas al inicio del año pasado sí, pero ahora hago las cosas con más firmeza, cabezonería incluso si hace caso a mi madre - admito bajando un poco la mirada - Necesitaría que esa suavidad la proporcionara la varita y así compensar mis movimientos.

Explico lo que buscaba y porque mi primera varita no terminaba de adaptarse a mí o yo a ella más bien.

- Observe - le pido antes de transformarme en la pantera para que la viera antes de recuperar mi forma y continuar explicándone - Cómo puede comprobar, si lo que necesito es sutileza puedo aplicar la necesaria, pero a la hora de realizar el hechizo necesito aplicar toda mi fuerza, tal y como si atacara tras estar acechando.

No se iba a quejar por falta de información.

- ¿Alguna voluntaria?

Pregunté en pársel mirando las cajas de varitas.

Cuando Hellen termina de sisear, un viejo y polvoso escaparate empieza a sacudirse violentamente, sorprendiendo a todos los presentes, quienes centran su vista en el lugar.

De pronto varias cajas caen al suelo, justo a los pies del escaparate, mientras una vieja y polvosa caja cae justo sobre el mesón de Ollivander, abriéndose de forma instantánea, permitiendo que la varita que contenía ruede a los pies de Hellen.

El viejo Ollivander observa algo confuso la escena y al ver la varita la coge con sus manos y se la ofrece a Hellen.

Quizá esta varita sea la que está buscando señorita Greystocke. - dice espectante mientras se la ofrece a la joven bruja. - Una varita de roble con un núcleo de cuerno de basilisco, hace muchos años que no se vende una así en mi tienda, desde la muerte de mi padre.

Ésta en particular, la fabrico mi abuelo, así que no conozco muy bien su naturaleza. Adelante pruébela.

A pesar de estar algo sorprendida por la reacción inicial de la varita, pronto me repongo para recoger la varita que había saltado voluntaria respondiendo a mis palabras. Cumplía con las nueve pulgadas que ya habíamos definido, contaba con la firmeza característica del roble y su casi nula flexibilidad, pero quizás al resultar más firme no necesitaría resultar tan sutil.

- ¿Cuerno de basilisco?

Pregunté extrañada antes de probarla. Con sólo oscilarla ya sentí que contaba con la contundencia que necesitaba para descargar mi magia y el núcleo seguro que era lo que había respondido a mi llamada. Al final termino colocándola vertical frente a mis ojos.

- Creo que ésta me irá mejor - comento seria mientras la miro fijamente - Quiero enseñársela a Skaa, no veo el momento de llegar a Hogwarts.

Añado acto seguido antes de recoger mi anterior varita y susurrarle.

- Lo siento, quizás seas la de mi hermano.

Me disculpo con ella. Sabía que no tenía la culpa de que no nos hubiéramos adaptado bien, pero quizás fuera porque no estábamos destinados a estar juntos y hubiera detectado algo familiar en mí.

Tras recibir la aprobación de Ollivander cogi mi varita y mire soslayo a Hellen cuando cambiaba su varita por otra.

Sus motivos tendrá. Yo no voy dejarte nunca amiga mía.- pienso mientras cojo con cuidado mi varita y la agito levemente.

¡Iratze! - Un fino resplandor plateado surge de la punta de la varita.

Tras dibujar la runa de acción e implantarla en la base de la varita, unas quince runas resplandecen brevemente en la misma.

Genial están todas. ¿Lo viste Hellen? ¿Lo viste Daphne? Están todas. Ahora ya estoy listo para regresar a la escuela. - comento con alegría.

Todo había valido la pena, la runa de contingencia actuaría como activador; la de vínculo, evitará que alguien use mi varita en mi contra o la robe; la de poder sagrado, potenciará mis ataques contra los demonios y las otras se activaran según las circunstancias.

Mientras están en el salón, un hombre como de 35 años entra en la tienda buscándo a Daphne. 

Aquí estás hija, es hora de irnos. Tu madre tiene que trabajar doble turno hoy. 

​Poco tiempo después, entra una pareja seguidos de un niño de 11 años quien parecía muy emocionado.

Hellen allí estás ya tengo mi uniforme y ahora vamos a comprar la varita. - dice aquel niño, al cual Hellen reconoce como su hermano.

Tenía la sensación de que las runas resultaban demasiado llamativas, pero quizás yo fuera la única que pudiera hacerse pasar por tonta con ellos e intentar obtener algo más de información, así que tampoco importarba mucho que la varita de Artemis estuviera preparada para pelea.

- Espero que no sufra.

Comento preocupada por el efecto de las runas sobre la varita a pesar de los comentarios de Olivanders, pues intuía que más que reforzarla, lo que había hecho era forzarla. Después la llegada de los adultos pone fin a los planes que pudiéramos haber elaborado, primero al venir a por Daphne y luego mi familia.

- Bueno, nos vemos en nada - me despido de la ella dándole un abrazo antes de fijarme en mi familia - Prueba ésta Jared.

Indico a mi hermanito entregándole mi vieja varita e imaginando alguna protesta simplemente por entregársela, seguro que pretendía probar todas las de la tienda.

- A todo ésto, ellos son Artemis y Daphne, amigos del colegio - les presento apresuradamente y poniéndome algo colorada al presentarlos como "amigos" - Estos son mis padres, Leonard y Shaula, y mi hermano Jared.

¡Se me había olvidado por completo el importante detalle de que iba a tener que presentarlos!

- Artemis y yo estábamos pensando en ir a ver un cine muggle esta semana ¿podemos?

Pregunto con los nervios a flor de piel y un hilo de voz.

La madre de Hellen y el padre de Daphne abren los ojos como platos, mientras Leonard observa al joven Gryffindor algo duvitativo.

- No lo sé cariño, un cine muggle, no me parece muy buena idea, mejor porque no los llevo al teatro o algo así. - responde el padre de Hellen.

- Tranquilo Leonard es sólo el cine. Claro que puedes ir cariño. - dice Shaula, mientras le lanza una mirada significativa a su esposo y a su hija.

No muy lejos allí Jared reacciona al oír el nombre de Artemis, sonriendo con cierta malicia.

- Papá ¿Sabías que Hellen y Artemis....

No le dejo terminar la frase.

- ¿Pertenecenos a casas diferentes? - ¡lo mato! ¡Juro que lo mato! - ¡Ni que fuera para tanto! Bueno, la verdad es que si, pero lo tengo controlado... como te tendré a tí todo el curso, Jared.

Le amenazo para que tuviera la boca cerrada. ¿Acaso no podía estarse callado? ¡Con lo sencillo que sería que se pusiera a probar la varita y punto!

No obstante, para evitar acabar cumpliendo mi juramento, al final opto por girarne a Artemis y decirle.

- Ya ves, ¿cuándo querías ir?

Le pregunto sonriente a pesar de las ganas que tenía de acabar con mi hermano.

Casi me pongo a gritar como una niña que quiero runas en mi varita. Se ve genial...

Estaba pensando en mi próximo paso cuando veo a mi papá corriendo. ¡No, doble turno no! Suelto un bufido.

- Adios... - ya me iba despidiendo. ¡Merlín, has que se acabe el verano pronto!

Ya me iba tomando de la mano para jalárme de regreso a mamá cuando escucho a Hellen y su hermanito. Como gato casi levanté las orejas... ¿Qué... de qué iba a hablar el hermano de Hellen?

Me giré, plantando los talones en el suelo para que papá ya no pueda arrastrarme. Puse mi mejor cara suplicante, sé que no la resiste.

- Papi, ¿puedo ir un día también yo?

Mañana en la tarde como a las tres, paso por ti. - respondo mientras guardo mi varita en la túnica al tiempo que las runas perdían su brillo.

- Muy bien.

No discuto el momento en absoluto, ni siquiera hago caso a las palabras de Daphne.

¡Tengo que ir a comprar ropa!

Después de pensarlo varias veces, al final decidió aceptar la oferta de sus abuelos. Aunque prefirió no abusar de su generosidad, optó por comprar las cosas que pensó que necesitaba con mayor urgencia. Sobretodo aquel libro sobre la historia de Hogwarts, quizá contuviera algún detalle sobre el taller de Helga. Y lo más urgente era intentar convencer a sus abuelos de comprar una escoba, alguna normal al menos, cualquier cosa menos una barredora 5.

Pero las ganas de tener una mascota propia deberían esperar a otra ocasión.

Libros ->

Adivinación:

Predecir lo impredecible - 9 galeones
Detección, dirección y exploración - 10 galeones

Runas Antiguas:

Traductor de Runas Avanzado - 10 galeones

Historia de la magia:

Historia de Hogwarts - 7 galeones

Otros:

- Libro de monstruos, animales y otras sabandijas mágicas - 14 galeones
- Compedio de maldiciones básicas y cómo combatirlas- 12 galeones
- Cómo burlar las artes oscuras- 15 galeones
- Hechizos de autodefensa- 12 galeones

Escoba -> Una modelo Nimbus 2000 (420galeones), o la que los abuelos decidan. 

Ingredientes ->

Especial: Bolsa mágica con 10 ingredientes (salen los que te hagan falta). 10 galeones (x2)

Uniforme ->

- Hogwarts diario: (incluye túnica, corbata, camisa, zapatos, capa y sombrero) Cualquier casa. 50 galeones.
- Hogwarts invierno: (incluye túnica, corbata, camisa, zapatos, capa y sombrero) Cualquier casa. 55 galeones.
- Túnica Gala: Cualquier color y diseño. 30 galeones.
- Falda Medianas: Cualquier color y material. 18 galeones.

Total: 682 galeones.

Mientras Jane iba a hacer lo suyo Kat fue con su Mamá hacia la libreria, viendo que algunos de sus libros estaban muy gastados tocaba comprar unos nuevos. Primero cambio su libro reglamentario de hechizos Teoria Magica, Guia de Transformaciones para Principiantes del año pasado por ediciones nuevas, cambiando las viejas como parte del trato. Tambien según la lista tocaba "La filosofía de lo terrenal: porque los muggles prefieren no saber" por lo que compro la edición normal -¿Es en serio?, ¿Por que los magos necesitan saber estas cosas tan absurdas- Pensó mientras ojeaba el libro, menuda cantidad de tonterias, los magos debian actualizarse.

Ya saliendo de la libreria y viendo que le quedaban algunos galeones fue a la tienda de mascotas y compro comida para su Fenix con una caja de galletas de lava. Hechas las compras se reunió con Jane frente a la tienda de escobas y platicaron un rato.

Yo recuerdo haberles aprobado las compras y haberles dicho que se resten el dinero, pero si no. Las disculpas del caso.