Partida Rol por web

Una imponente mujer se acerca a vosotros con paso firme, a aquellos que no tienen escoba les proporciona una del colegio.

- Solo es una clase de vuelo, así que quiero que me escuchen muy bien, esto es lo que deben hacer

1.   Colocarse al Lado de la Escoba
2.  Extender la Mano Derecha sobre la escoba y Decir Arriba 
3. Subir sobre la escoba evitando deslizarse hacia arriba manteniendo la Escoba firme
4. Sujetar la Escoba con ambas manos
5.  Dar un pata al suelo y elevarse con cuidado un metro o dos
6.   Posteriormente bajar inclinándose suavemente hacia adelante

Muy bien, hagan cinco vueltas al circuito, los que consigan hacer más obtendrán un punto para su casa por vuelta completada de más. Los que no consigan el minimo de esos cinco puntos deberán venir la semana que viene a impartir nuevamente esta clase.

Los que aprueben esta asignatura y deseen pertenecer al equipo de Quidditch apuntense en esta lista:

No sabia en que consistiría la siguiente clase pero me imagine que seria prácticamente teoría, ¿Cómo iban a enseñar a niños de once años a volar en escobas? No lo veía lógico. Hasta que Janelle me dijo que teníamos que salir al patio de la escuela y que seria allí donde se impartiría la clase de vuelo, me entro un escalofrío por todo el cuerpo cuando supe que tenía que montarme en una escoba.

Aunque cuando vi a la profesora Hooch tan imponente junto a las escobas me dije a mi misma quizás incluso sea divertido, además si soy yo quien conduce la escoba, ¿Qué podría pasarme?

Me puse al lado de la escoba que me había dejado la profesora y dije con la mano extendida sobre la misma:

-¡Arriba!- pero la escoba no se movió, seguí intentándolo pero aun así siguió igual así que decidí dejar de intentarlo.

En el circuito no me canso de intentar dar las vueltas pero aun así no logre superarlas, me da que no seria buena idea meterse en el equipo de quidditch si soy tan mala volando, aunque me hacia ilusión ser buscadora.

Me coloqué al lado de mi escoba y tal y como había dicho la profesora le ordené:

-¡Arriba!-La escoba "saltó" a mi mano y la atrapé perfectamente.

-Buen comienzo.- Me dije a mi mismo.

Entonces me subí a la escoba y le dí una patada al suelo...y otra...y otra
Entonces noté que la escoba hizo fuerza hacia arriba, pero apenas me levantó un centimetro.

Allison tomó una de las escobas prestadas por el colegio de manos de la profesora Hooch. - Gracias, profesora. - respondió al tomar el mango de una Barredora 5, parecía vieja y deteriorada pero debía volar, ¿no?

Se situó con el resto de alumnos, junto a la escoba extendió la mano derecha y dijo...

- ¡Arriba! - pero no ocurrió nada, Allison frunció el ceño y repitió. -¡Arriba! Arriba... - de nuevo aquella destartalada escoba no se movió un milímetro del suelo.
Molesta repitió con enfado. - Estúpida escoba, ¡¡ arriba !! - y para su desgracia esta vez la escoba sí se movió.

De un modo brusco, la Barredora 5 golpeó la cara de la pelirroja como si estuviera molesta por el insulto anterior.  ¡P-pero qué..!?

Todo se volvió blanco al recibir el golpe del madero maligno, seguido de un fundido en negro mientras Allison perdía el conocimiento cayendo de espaldas sobre el césped.
Bueno, al menos no había sido una caída de altura...

Clementine se colocó al lado de la escoba, puso su mano derecha sobre ella y dijo -Arriba.- su escoba no le hizo caso. -Arriba- repitió. Su escoba daba unas sacudidas, pero se resistía. -¡¡Arriba!!- exclamó, y logró, a duras penas, subirse a su escoba. Se elevó un metro pero rápidamente se estampó contra el suelo. -¡Qué escoba más asquerosa!- pensó, frustrada. Veía sus deseos de ser cazadora de Slytherin irse por la borda.

Llegué en la tarde a la clase de vuelo, esta sería mi primera clase, por lo que estaba algo nervioso. No tenía ganas de romperme un hueso, así que intentaría estar de la forma más cuidadosa posible. No tenía tampoco intenciones de participar en el deporte de la escuela, pues realmente prefería usar todo ese tiempo aprendiendo magia que perdiendo el tiempo volando. Tomé una escoba del colegio, y fui siguiendo las reglas. Me coloqué en posición y dije ‘’Arriba’’,  subiéndome, sujetándola y comenzando a volar. Logré andar un rato, pero finalmente no pude mantener el control y la escoba bajo poco a poco, perdiendo el equilibrio y cayéndome. Parecía que tendría que ir otra vez a aquella clase….

Llego a los exteriores con la escoba que era de mi padre en mano, al parecer tenía su historia y por esa razón era un regalo heredado. Su apariencia distaba mucho de las escobas de ahora que relucen por su color y anatomía, a simple vista era una escoba rústica de color negra. 

La clase de vuelo en realidad mucho no me preocupaba, conocía mi escoba a la perfección y la verdad es que sabía volar. Por lo tanto las indicaciones de la Profesora fueron de repaso para mi, solo me bastó decir "arriba" solo una vez para que la escoba responda como esperaba y sin muchos preámbulos me subo en ella con intenciones de comenzar el circuito requerido. 

Anhelaba entrar al equipo de quidditch pero era consciente de cuanto debía practicar para estar a la altura de alumnos mayores que yo y mas experimentados. Pero la fe mueve montañas y la convicción es una de mis fortalezas ya que hice 4 de los 5 circuitos que la Profesora solicitó, para ser la primera vez que me arriesgaba no estaba mal. Desde ya que practicaría hasta el cansancio con el fin de superar ese número y formar parte del equipo de Slytherin.

Desde que era pequeño a Alexander siempre vivió felizmente encerrado en su antigua mansión, jugando en los calabozos, aprendiendo y maldiciendo junto a su abuelo en su laboratorio que se ubicaba en el sótano, etc. En consecuencia de aquello al joven mago no le gradaba mucho la idea pasar muchas horas al aire libre,...

Con una evidente cara que emitía un repudio enorme por la clase, el silencioso Alexander se preparó para seguir las instrucciones de la profesora  y como estaba previsto su primer intento de vuelo había sido un gran fracaso 

Samantha llegó a la clase a tiempo. No tenía ningún interés con aprender a volar, por eso mismo no se había comprado ninguna escoba. Cuando se dio cuenta de lo difícil que iba a ser, apenas logró subirse a la escoba y andar un rato, se dio cuenta que no podría hacerlo, por lo que decidió dejarla y no terminar de intentarlo, pues o si no se golpearía extremadamente fuerte.

Tras buscar la información necesaria para mi tarea de historia en la biblioteca, me dirijo a mi dormitorio para recoger mi escoba y alimentar a Falcor quien parece algo malhumorado porque no lo alimente en la mañana.

Lo siento Falcor me quede dormido, toma amiguito y pérdoname. ¿Quieres? - digo mientras alimento a mi fénix, luego recojo mi nimbus 2000 y me dirijo al comedor para un almuerzo ligero y luego al campo de vuelo.

Una vez en el campo de vuelo me ubico junto a mis compañeros de casa, tras dejat mi nimbus en el suelo, extiendo mi mano derecha y digo fuerte: Arriba - La escoba llego rápidamente a mis manos.

Tan pronto la escoba llega a mis manos, me monto en ella y surco el cielo a toda velocidad, sintiendo el aire en mi rostro. Al terminar mi vuelo, me anoto para el equipo de Quidditch.

Consiguió levantar la escoba, pero poco más. El colegio no iba como el esperaba y empezaba a sentirse deprimido y desazonado. Mas le valdría no acercarse a la torre de Astronomía para no tener "ideas raras".

Tras agarrar mi Centella sigo las indicaciones de la Profesora Hooch y completo la primera vuelta sin problemas, en la Segunda estuve a punto de caer pero me sobrepuse y empecé a dar una vuelta tras otra.

Cuando llevo 6 vueltas dadas decido parar.

Si con ello sigo sumando puntos para Slytherin puedo seguir dando vueltas. - afirmo.

Realmente estoy agotada pero no pienso decirlo en voz alta.

Luego me acerco a la profesora para apuntarme para el equipo de Quidditch.

Alumno Casa Posición donde le gustaria jugar
Stella Malfoy Slytherin Buscador

Genial... pienso en cuanto veo a los demás con sus escobas nuevas. No me había comprado una, y no era por falta de dinero, sino por pereza.

Miré la vieja escoba prestada y suspiré... por lo menos podría asistir a clase, aunque ello acabase con un desastre en el intento de volar...

¡He conseguido despegar! pienso con todas mis fuerzas al verme sobre el suelo. Ahora solo tenía que avanzar.... ¡¡venga!! ¡¡avanza!!

Pero... al intentar dar la primera vuelta me doy de bruces contra el suelo.

Abochornada y despeinada, dejo la escoba en su sitio y espero a que termine la clase a salvo, sentada en el suelo.

Por fin llegamos a una de mis clases favoritas. Me apasionaba volar. Mi padre llevaba un comercio de venta de escobas y había estado volando desde que era pequeña. Esto también era una ventaja a la hora de conseguir las escobas más nuevas. Me coloqué al lado de mi escoba, como nos había dicho la profesora, y dije con decisión - arriba. 

La escoba voló a mi mano sin problemas y me pude subir tranquilamente. Dí una patada al suelo y me elevé suavemente, manteniéndome en el aire unos segundos antes de salir volando como una rayo. Di varias vueltas antes de parar donde la profesora.

Llegó a la esplanada donde, a un lado, estaban amontonadas las escobas que Hogwarts prestaba a aquellos alumnos que no tenían escoba mientras que la profesora les explicaba en qué consistía la clase. Con cuidado y ordenadamente cogió una barredora para colocarla bajo su mano derecha.

Centrándose todo lo que pudo en el ejercicio dijo - Arriba - Y automáticamente la escoba subió hasta su mano como si alguien invisible se la entregase. Se sorprendió un poco para colocar luego la escoba entre sus piernas y dar una patada en el suelo, ascendió un poco en el aire y luego, echándose hacia delante, bajó de esta tomando tierra cautelosamente.

Intentó dar una vuelta al circuito para terminar cayendo al suelo sin hacerse daño pero fracasando el ejercicio por completo. Quizá cuando tuviera escoba propia se atrevería a intentar entrar en el equipo de Quidditch.

 Me había quedado dormido para ir a historia de la magia, parece que el viernes era el peor día para ir a clases. Clases de vuelo en esta no puedo fallar. Llegue con mi escoba para escuchar a la profesora en la clase y acto seguido me coloque al lado de la escoba.

 Arriba. La escoba automaticamente subio a mi mano y luego pase mis piernas por esta para dar impulso y empezar a volar junto a mis compañeros de curso y casa. Esto si que esta bueno.

Llegue a la nueva clase de vuelo y estaba Madam Hooch una buena profesora aunque tenía una reputación de malas. Me acerque a mi escoba una usada por el colegio las que otorgaban porque mi padre no pudo comprarme una. Coloque mi mano al costado y intenta decir "Arriba" pero no pasaba nada hasta el quinto intento que logre subir la escoba a mi mano y di un puntapie para comenzar con lo pedido en clase.

Estaba esperando con ansias esta clase ya que podía postularse para el equipo de Quiditch. Timidamente Johan llegó con su escoba, la misma recubierta en vendas color blanco. Y dijo las palabras -Quiero volar- automáticamente las vendas comenzaron a descubrir una escoba de color Negro brilloso y que contaba con adornos de rayos en color dorado. Las vendas se recogieron a si mismas y Johan las guardó en su Túnica.

Luego se paró al lado de la misma y dijo -Arriba-

Llego con calma a los campos de Hogwarts con su escoba en mano y allí vio a la profesora que impartía las instrucciones al alumnado,siempre pensó que el vuelo en escoba debía ser una actividad divertida y estaba a punto de averiguarlo.

Tras escuchar las instrucciones se dispuso a coger su escoba como le había sido indicado.

-Arriba! Clamo el joven alumno una y otra vez,pero la escoba no parecía hacerle ningún caso,abatido se dedico a observar como les iba a los demás alumnos.

Escuche los pasos que dio la profesora y los segui perfectamente me eleve y entonces di mi primera vuelta...

Fue perfectamente hasta la segunda en la cual no pude controlar bien mi escoba y cai de bruces contra el suelo, con cual me quede tendido en el por un buen rato en el suelo y le pedi a la profesora dejarme ir hacia la enfermeria para ver si tenia algun problema.