Partida Rol por web

El duelo entre Allison y Kat transcurre sin contratiempos, la primera en marcar un punto es Allison derribando a la Ravenclaw quien al intentar evadir el ataque termino saltando justo hacia su área de efecto.

Sin embargo, Katherin no tardó en recuperarse pese a lo duro del golpe, pues incluso estando en el suelo, la chica ruda de Ravenclaw logró desarmar sin problemas a Allison quien no fue lo suficientemente ágil para evadir el ataque.

Luego de recuperar su varita, la Hufflepuff lanzó un maleficio rechazo que Kat no pudo esquivar, haciéndola retroceder aún más, sin embargo, la tenaz Kat la llevo a lanzar un rápido contragolpe, el cual Allison esquivo dando un enorme salto hacia la izquierda.

Con lo cual la pelirroja se puso al frente del marcador para finalmente petrificar a Kat, momento en que el señor Weasley subió a la plataforma con el rostro bastante serio.

La ganadora del duelo es la señorita Darling, dado que la señorita Keneth ha quedado descalificada por no cumplir los parámetros del duelo.

Desde un inicio se indicó que los hechizos incapacitantes estaban prohibidos, 20 puntos serán restados a Hufflepuff por esta falta. - anunció el docente con firmeza.

La clase ha terminado por hoy y no estoy dispuesto a aceptar réplicas de nadie. - añadió el profesor removiendo el encantamiento de Allison.

Jueves, clase con Bane.

Acudí a la cita como era habitual y,tal y como le había prometido, había dejado atrás cualquier sentimiento que me embargara, o por lo menos intentaba mostrarme lo más indiferente posible.

- Profesor.

Le saludé colocándome los guantes y asumiendo que continuaríamos con la misma lección del día anterior, comencé a atacarle dejando apenas un segundo una vez estuve lista como si un árbitro imaginario hubiera dado la orden. Lógicamente, eñ profesor no tuvo dificultades en llevarme a esa posición neutra y consiguió bloquear mi primer intento de golpearle, pero lejos de dejarme llevar por la rabia, inmediatamente aproveché ese bloqueo como un punto de apoyo para revolverme y terminar dándole un fuerte codazo en la tripa. Ya iba siendo hora que recordara que tenía varias extremidades con las que atacar.

Luego proseguí con más intentos, sin conseguir alcanzarle en los dos siguientes, pero con el tercero volví a aplicar la misma premisa y nada más sentir como me impedía darle otro codazo, aproveché para otro movimiento poco ortodoxo que consistió en darle un puntapié contra el tobillo con el fin de hacerle perder el equilibrio y demostrar que la lección estaba aprendida.

Has mejotado mucho Hellen, sigue así, a este ritmo podrías llegar a convertirte en una exterminadora de demonios bastante eficaz. - dice el maestro de forma elogiosa.

Pero no te confíes aún estamos en la parte básica del entrenamiento, ahora ve a darte una ducha y a desayunar.

Una vez acabamos el entrenamiento, no me regodeé con las alabanzas del antiguo auror, es más, hasta hacía ver que me resultaban indiferentes pues mientras me hablaba me quitaba los guantes con excesiva calma.

- Hay más peligros aparte de demonios - le respondo dejando claro lo que opinaba de sus elogios- Y voy a necesitar aprender más sobre oclumancia, legeremancia y demás técnicas y hechizos que afecten a la mente para hacerles frente. Creo que el año que viene debería escoger alguna clase opcional que las englobe, pero como creo que no existe ese TIMO, ésta tarde hablaré con el profesor Cain al respecto, a ver que se puede hacer.

Le explico mis intenciones futuras, mucho más habladora de lo que había comenzado el entrenamiento y dejando algunas perlas como ese "más" que advertía que ya me había interesado por el tema y había adquirido algunos conocimientos de forma autodidacta.

Lunes (regreso tras las vacaciones).

No sabía si Bane se encontraría allí tras volver de vacaciones, pero ya me había tomado demasiados días de fiesta como para seguir faltando a los entrenamientos, incluso si el profesor decidía no aparecer. Es por ello que en la primera mañana tras nuestro regreso y antes de ir siquiera a desayunar, vine directa al club de duelos con el único objetivo de entrenar, aunque fuera golpeando objetivos inmóviles que tuviera que crear yo misma.

Puntual como siempre Hellen. Hoy trabajaremos en la defensa. Eleva tus brazos y afina tus sentidos pues voy a atacarte sin resuello durante la próxima media hora y tu deberás bloquear cada golpe o de lo contrario te aseguro que va a ser una mañana muy larga para ti. - dice Bane a modo de asvertencia.

Ni bien termino de hablar Bane se lanzó al ataque y sin previo aviso empezó a lanzarte una tormenta de puñetazos y patadas forzándote a retroceder.

Los golpes de Bane quemaban como el hierro al rojo vivo, el sólo interceptarlos te producía un dolor intenso mientras que Bane apenas parecía esforzarse, sin dudas el maestro de transformaciones era un enemigo bastante temible, capaz de hacer pedazos a cualquier rival que fuera lo suficientemente ingenuo como pára desafiarlo.

La vuelta a la rutina también parecía mantener a la bestia bajo control, por lo que aunque el profesor comenzó a atacar nada más entrar al aula, no me fue difícil detener sus primeras acometidas hasta encontrar un hueco en su cadena y meterle un puñetazo en el lugar dónde un humano normal hubiera tenido el hígado. No obstante, el golpe también me dejó a mi misma descubierta y recibí un rodillazo en las tripas que me hizo perder el aire durante unos preciosos segundos en los que también recibí un golpe en la cara.

No mentía cuando me advirtió que iba a ser una mañana larga, pero tampoco tenía tiempo para pensar en ello, es más, no lo tenía para nada que no fuera actuar con instinto y continuar bloqueando sus envites, consiguiendo llevarlo otra vez a un punto muerto hasta que volví a encontrar una abertura y le di un puntapié contra su tobillo que le hizo perder el equilibrio. Ni que decir que yo tampoco le dejé tiempo para recuperarse y aproveché mi momentánea ventaja para atacarle hasta volví a necesitar volver a defenderme, hasta que finalmente concluyó todo un puñetazo suyo que me rompió la nariz.

Tras el último golpe de Bane, el cual consigue derribar a Hellen, el docente echa mano de la varita y sin perder tiempo apunta hacia Hellen.

Episkey. Buen trabajo Hellen has mejorado mucho, muy pronto podré ponerte a prueba contra un demonio menor, con algo de suerte, quizá hasta lo derrotes sin ayuda.

Por ahora, lo mejor es que vayas a cambiarte y a desayunar, después de todo es el primer día de clases y no queremos que llegues tarde.

A pesar de que el hechizo sanador había detenido la hemorragia, desde el suelo las cosas no las veía igual que él, aunque no parecía molesta por los golpes recibidos.

- Si profesor.

Dije automáticamente a pesar de que no estaba tan convencida de pasar a pelear contra demonios en nuestras clases, más que nada porque era algo que se salía de la rutina.

Después me levanté y atusé mi túnica a pesar de que necesitaría cambiarme, ducharme y demás antes de ir a desayunar. Lo dicho, rutinas.

Martes.

Cierto es que había pasado la noche en la enfermería, pero el no acudir a la clase podía ser peor, o quizás no, aunque no pensaba correr el riesgo. Además, Bane había insinuado que podría empezar a pelear con demonios menores, por lo que no podía asegurar que no tuviera uno esperando para que lo devolviera al lugar de dónde hubiera salido.

- Disculpe la demora profesor, he pasado la noche en la enfermería.

Lo saludé nada más llegar, explicando el motivo de mi retraso en primer lugar, si es que eso servía de algo.

Llegas tarde. - dice Bane mientras guarda sus cosas.

Entrenaremos mañana, ya es tarde por hoy, tengo que dictar clase y es algo tarde para entrenar por hoy, al menos te presentaste y por eso no suspenderé tu entrenamiento.

Que tengas buen día Hellen. - dice Bane con tranquilidad mientras se dirige a la puerta.

Lo decía cómo si pudiera evitar estar una noche en la enfermería, ¡ni qué hubiera sido por gusto!

- ¡Profesor! Una pregunta lo único - solicito conforme le dejo pasar y acompaño - ¿Cómo se puede eliminar una runa?

Pregunto no solo por la posibilidad de que eliminaran la de mis guantes, sino también por si Artemis había puesto alguna en mi varita.

Todo dependerá de la runa que quieras eliminar, el grado de complejidad de la misma y la destreza de la persona que la haya grabado.

El problema con las runas, es que en muchas ocasiones cuentan con elementos de protección que impiden que sean borradas sin disparar algún efecto mágico.

Del mismo modo es raro ver una runa solitaria salvo que sea grabada para un fin determinado con una estela, lo más común son los conjuntos de runas.

Si gustas puedo echarte una mano, siempre y cuando me permitas ver la runa que pretendes eliminar.  Tengo tiempo libre hoy después de clase. - dice Bane con entonación amable, la misma que usualmente empleaba para dictar clase.

Mientras hablaba sobre las runas, dejó de ser el estricto instructor de combate para convertirse en un maestro.

Eso era bueno y malo al mismo tiempo, pues había pocas probabilidades de que rompieran la de los guantes, pero también había más posibilidades de que no pudiera romper las protecciones de Artemis en mi varita.

- Me temo que yo no, estoy muy ocupada con pociones y prácticamente no tengo tiempo libre - admito dejando entrever cierta obsesión en ello - Pero si tiene tienpo para echarle un vistazo a esta varita, me hará un favor - busco mi varita y se la entrego - Es de roble con núcleo de cuerno de basilisco, así que si lo necesita, puede hablar con ella en pársel.

De hecho era muy similar a la que usaba últimamente, salvo que esa otra era de madera de serpiente.

- Eso si, le advierto que es muy sensible, tendría que ver con que rapidez llegó al mostrador de Olivanders.

Comento como si le tuviera cariño, lo cual no dejaba de ser cierto, dado que preferiría usarla mientras no existiera riesgo, porque de esa forma me ayudaría a aprender al no disponer de las ventajas de la de Slytherin.

Yo me encargo. Voy a revisarla en mi tiempo libre. - dice sacando su estela y posándola sobre la varita, lo que revela que la misma se encuentra cubierta de al menos unas quince runas, tal vez más.

¿Ves? Te lo dije, las runas casi nunca viajan solas y la única visible es una especie de disparador, pero no sé que es lo que conecta. - comenta Bane pensativo, mientras trata de identificar las runas.

Voy a revisarla con detenimiento y en la tarde te responndo.

- Gracias, pero puedo esperar a mañana y decirle algo más sobre ella que podría ayudarle - señalo mientras sigo caminando junto al profesor - Las runas las puso Artemis tras un duelo que tuvimos y en el que retorcí las reglas para ganar - reconozco con total tranquilidad - Necesitaba darle una lección y le hice pensar que esa era mi varita, pero en el transcurso de la pelea se hizo con ella y en venganza le ha colocado todas esas runas. Por lo que dijo cuando me la devolvió, creo que el disparador saltará cuando el objetivo sea otro mago, pero si ese es el caso, debería ser relativamente fácil modificarlo para añadir una condición adicional ¿no cree?

Pregunto desde mi desconocimiento de las runas y a raíz de lo que el profesor había señalado sobre lo de eliminarlas.

- Si estoy en lo cierto, sería añadir la condición inicial de que el disparador solo saltara si no era usada por su verdadero dueño. Entonces sería una varita realmente segura.

Mmm, ya veo. - dice Bane auscultando las runas y buscando entre ellas algo que le diera más luces sobre la trampa.

En realidad, si fuera como dices, la construcción no debería ser tan complicada, esto parece un tanto más elaborado, debe haber una runa que se me está escapando.

Voy a revisarla con más detenimiento, confío tenerte respuestas claras en una o dos horas, pues ahora que sé que fue el joven Flamel quien las grabó, pues me va a resultar más simple encontrarle sentido a esto.

Si encuentro las dos runas que busco, entonces confirmaré mis sospechas hasta entonces, lo único que puedo decir sobre esto, es que realmente se esmeró en este trabajo.

Lógico, le había fastidiado bastante.

- La verdad es que me la tiene jurada desde aquel día - comento como quién ve llover y lo señala - Pero bueno, casi que me lo he buscado yo solita, aunque creo que es mejor así. El tiempo lo dirá.