Partida Rol por web

Tras el desayuno, había llegado la hora de recoger todo, lo que venía a suponer la última oportunidad de realizar hechizos en mucho tiempo, algo que sería mejor que no desaprovechara aunque fuera con un hechizo tan sencillo como el que aparecía en el libro de labores.

- Baleo.

Pronuncié sin que nada ocurriera. Iba a necesitar practicar durante el verano o me quedaría muy atrás... además esa no era la palabra.

- Bualeo.

Lo intenté de nuevo sin ningún resultado, lo que supuso que torciera el gesto.

- ¿Buleo?

Casi pregunté completamente perdida sin que las cosas comenzaran a recogerse solas y me viera obligada a hacerlo a mano so pena de no llegar a tiempo a la ceremonia, o incluso al tren.

Habia llegado tarde a dormir, demasiado como para que quedara alguna luz que no fuera la de las estre que se filtraba por el lago. Sin embargo, ese detalle no parecía haberme supuesto molestia alguna como para llegar a mi cama en completo silencio.

Pero la noche de descanso no parecía haber mejorado mi ánimo y la mañana siguiente ni siquiera me moleste en decir "Buenos días" a nadie. Simplemente me vestí, recogí mis cosas y tras pasar por los baños me dirigí al comedor.

Al final no se me hizo tan tarde como esperaba, lo cual no era sinónimo de haber acabado todas las tareas que tenía pendientes y para una de ellas, el final del día era uno de los mejores momentos.

Así que a la mañana siguiente, en cuanto abrí el ojo, víctima de la costumbre veraniega, inmediatamente me vestí y marché a los jardines para correr antes del desayuno.

Mientras que aguardaba que el sueño viniera a mí. Comencé a practicar la técnica de fortaleza mental.

Wizangan.

Pronuncié mentalmente las palabras que había aprendido esa mañana y sintiendo como la pantera marchaba obediente a su posición de guardia antes de que acabara agotada por el largo día.

       Dominique se levantó de su cama un momento después de Hellen y aletargada se vistió antes de que saliese del dormitorio para saludarla y entre bostezos decir con un fluido inglés con un claro acento francés:

       " Buenos días amiga, me llamo Dominique Rafiq ... es la primer noche paso en este castillo y si no tienes tanta prisa me encantaría acompañarte a desayunar ... "   

       Mientras esperaba la respuesta de Hellen la pequeña maga francesa comenzó a cambiarse la pijama por el uniforme

- ¡Pues la verdad que hoy si! - le respondo mucho más espabilada - Quiero salir a correr y luego tengo que desayunar a toda prisa para que me de tiempo a mandar una carta antes de Herbología.

Enumero todo lo que me esperaba nada más empezar la mañana y en verdad iba a ir justa.

- Me imagino que quedaremos después para practicar hechizos, así que si quieres apuntarte...

Le ofrezco recordando que quería enseñar un par al resto.

       " ¿Correr? " ...  la niña dudo por un momento la respuesta ...    pero con una cara de pocos amigos y menor convencimiento respondió:

       " Esta bien,... vayamos a correr para hacer hambre para desayunar ... después dejare que hagas tu carte y vayas a herbología  ... o allí nos veremos ... no lo se ... "   

      Entonces la niña casi se desnudo sin mucho pudor y se enfundo un uniforme deportivo y siguió a la impetuosa Hellen con ciertas dudas y desencanto

Samantha después de haber almorzado en minutos, se dirigío a la sección de Slytherin, a los dormitorios donde los habían movido. Una vez allí, se fijo con sumo cuidado que nadie la siguiera. Una vez hecho esto, se lanzó contra sí mismo un conjuro para aumentar su sigilo al máximo;

Umbra tenebrarum

Luego de eso con extremo sigilo comenzó a ver si Hellen estaba en los dormitorios, si estaba despierta o no, y todo lo referente a ver con cuidado lo que sucedía en ese lugar, para asegurarse que nadie la encontrara haciendo algo secreto.

Sabía que no podía tomar mucho tiempo mi investigación, pues principalmente no quería ser descubierta, y lo más importante, tenía que hacerlo antes que terminara el almuerzo. Me movía de sombra en sombra en el lugar, segura de que nadie se diera cuenta de mi presencia, y para ir observando y buscando a Hellen, fui abriendo los dormitorios de las chicas en absoluto silencio, uno a uno, lo suficiente como para observar si había alguien a dentro, y así poder encontrarla.

No encuentras a Hellen en los dormitorios, por más que los revisas de forma minuciosa y sin pasar nada por alto.

Samantha maldice con un chasquido de la lengua, y va a su habitación, para sacarse el conjuro y luego buscar sus libros para finalmente ir a su clase con normalidad.

Noche.

Había sido un día extenuante y no precisamente agradable, dado que incluso cuando me metí a la cama aún andaba preocupada y me sentía incapaz de dormir. Incluso di varias vueltas con los ojos abiertos como platos, mirando las camas de las otras chicas y escuchando cómo mi cerebro daba vueltas como si de una destartalada máquina se tratara.

Me habría gustado ponerme a charlar, pero tampoco quería molestarlas, por lo que en su lugar saqué el diario y busque la última lección. Tenía la sensación de estar en una carrera e ir perdiendo, debía esforzarme, no quedaba otra, aunque significara acabar reventada.

Ya me la había mostrado y había aprendido el Wizangan, pero la dificultad de la Oclumancia me había obligado a volver a observar la clase por si había malinterpretado la manera en la que funcionaba.

Sin embargo, conforme veía a Salazar enseñar a sus dos alumnos, una idea comenzó a germinar en mi cabeza. Estábamos intentando evitar que entraran en nuestras mentes, pero del mismo modo que un cazador coloca trampas para pillar a su presa, quizás también fuera posible alterar los propios recuerdos para mostrar una escena falsa sin mediar un tercero, como podía ser Oesed o alguien usando el encantamiento Confundus.

Ummm... seguro que se puede. La cuestión es si podré hacerlo.

Concluí mirando nuevamente la escena a la espera de que el fundador se fijara en mi deducción. Y es que por algo había acabado en su casa y no en Gryffindor.

Mañana.

Había tardado en dormirme, pero aún así había vuelto a levantarme pronto. El complicado día anterior parecía lejano, pero el cansancio acumulado me aseguraba que no era así, sin embargo no podía dejar atras el entrenamiento, por lo que me vestí y procedí a realizar mi carrera matutina.

- Buenoooos días.

Las saludé antes de irme mientras me tapaba la boca para intentar contener un bostezo que pugnaba por salir.

Noche.

Tras cenar fui directa al dormitorio y me tapé con las mantas hasta arriba.

Pero antes de que me cogiera el sueño, agarré la insignia de Slytherin. Iba a ser la primera vez que me escapara de noche, más me valía andarme por cuidado.

- A la cámara.

Susurré en pársel como era habitual para ir a allí.

Había pasado ya la mitad de la noche cuando volví a entrar al dormitorio y me metí en la cama. Resultaba extraño, ¿cuándo había salido?

Mañana.

Lógicamente, me levanté con sueño y bastante justa de tiempo como para salir a correr, por lo que en su lugar me vestí y bajé directamente a desayunar.

Llegué aparentemente molesta y cargando un voluminoso sobre el que sobresalía la cabeza de una cobra. Luego, me puse el pijama y comencé a leerlo mientras lanzaba algún susurro fugaz que la serpiente parecía responder.

- Te aseguro que me han dado ganas de matarle. ¿¡Cómo puede alguien ser tan despistado!? ¡Qué apenas dos minutos antes les dije a todo que estaba harta de guardar tantos secretos y no contento con eso, encima va y me carga con otro! - le protestaba a Skaa sobre el comportamiento de Freddy - Y luego están los otros, te aseguro que nos van a dar problemas, así que te quiero atenta a mi lado por si alguno busca bronca - añado comenzando a pasar páginas - Lo que me recuerda que necesitaré para contrarrestar tu veneno no vaya a ser que mates a alguien "accidentalmente".

Hablaba con Skaa claramente para desquitarme, pues como cada noche debía practicar mis técnicas mentales y no podía hacerlas estando de los nervios.

¡Wizangan!

Comienzo dejando que la pantera imaginada en el interior de mi cabeza atacaba a un oponente ilusorio causado por mi rabia, y destrozándolo de tal manera que consiguió especialmente relajante, consiguiendo que los dos intentos siguientes fueran más rutinarios.