Partida Rol por web

Tras desaparecer por completo, escuchas la voz de Rowena en tu cabeza.

Busca la puerta dónde el halcón y la serpiente luchan frente al dragón durmiente. Luego resuelve el segundo enigma y la puerta se abrirá. 

No me decepciones Janelle Rose, tengo mucha fe en ti, como Salazar la tiene en suelegida y Godric en vuestro guardián. 

Sólo hay alguien que puede darte la pista que te falta y esa no soy yo. Hasta que nos volvamos a ver adalid de la casa de Ravenclaw.

Tan pronto cruzan el portal Rowena sonríe y se desvanece por completo, mientras se reúnen con Richard y Eliphastus

Con ojos como platos, escuché lo que Rowena me dijo. No pude contener una sonrisa de alegría infantil cuando me dijo que era la adalid de la casa de Ravenclaw. Todo niño soñaba con ser elegido para algo grande y de entre todos los alumnos de Ravenclaw me había escogido a mi.

- No te decepcionaré, Rowena, haré que estés orgullosa de mi - pensé con la esperanza de que pudiera escucharme.

Las palabras de Rowena me dieron más valor de que nunca habría podido tener. Mi mente curiosa por naturaleza comenzó a pensar rápidamente en las pistas que me había dado. Tenía que buscar una puerta con un halcón y una serpiente luchando frente a un dragón durmiente. Según las palabras de Hellen la biblioteca estaba en el cuarto piso, deberíamos empezar a buscar por allí. Y un enigma, era bastante buena con los enigmas, pero nunca se sabía. La persona que me daría la pista que me faltaba, tal vez podría ser Hellen, ella había estado en la biblioteca, o tal vez Artemis o cualquiera de los alumnos. Por el momento, lo mejor sería encontrar la puerta. ¿Y dónde estarían todos los demás?

Iba sonriendo cuando entré por la puerta, habíamos conseguido salir de allí y teníamos buenas pistas, pero enarqué las cejas cuando vi a los dos chicos. Despreocupadamente nos habían dejado allí sin importarles nada lo que pudiera pasarnos, lo cual no se había ganado precisamente mis simpatías.

Sin decirles nada, me llevé a un lado a Mérida para hablar con ella.

- Merida, tengo que pedirte un pequeño favor - le dije en voz baja para hablar con ella sin que nos escucharan los demás - mantén en secreto lo de mi transformación, por favor, especialmente a Artemis y Kat - mi susurro era implorante - por otro lado, ¿dónde estarán los demás? Espero que no se hayan metido en ningún problema y consigan volver a salvo. Deberíamos ir a buscar la biblioteca de Rowena Ravenclaw, sé que está en la cuarta planta y el aspecto que tiene, pero no dónde.

Tras ver caer el escudo y esperar unos segundos a que las sombras terminen su trabajo sucio, el inmenso demonio se pone en marcha hacia ustedes listo para acabar lo que las sombras empezaron.

Artemis está totalmente agotado, el sostener el escudo durante tanto tiempo y cotra tanto daño le ha costado muy caro.

Allison sal de aquí, ganaré algo de tiempo, pero por lo que más quieras corre. - le digo a mi amiga mientras me pongo de pié con dificultad.

Alexander protégela. Yo lucharé. - agrego antes de caer al suelo de nuevo.

Freddy actuó rápidamente. No permitiría que esté enemigo atacase a sus compañeras.

- ¡Petrificus Totalus! - conjuró mientras apuntaba con su varita.

Esperaba que su hechizo pudiera retener a la sombra el tiempo suficiente para que sus amigas le repelieran.

Sonrío ante la respuesta de Janelle acerca del partido de Quidditch.

- Claaaro... - le respondo en broma, pero me alegro de que mi amiga se encuentra lo suficientemente bien como para seguirme el juego, eso me deja mucho más tranquila.

Cuando la mujer se presenta como Rowena Ravenclaw, parpadeo incrédula ante lo que nos dice y asiento ante las preguntas de Janelle. Sea como sea tenemos que hallar la biblioteca de Ravenclaw y las respuestas que allí podemos encontrar.

Por fin esa extraña pesadilla termina y no puedo sino alegrarme de haber regresado y estar todas sanas y salvas. Pero, de momento, no hay ni rastro de los demás. Tengo un pequeño atisbo de preocupación al ver que Allison todavía no se encuentra allí. Pero supongo que sólo nos queda esperar. Los que si se encuentran allí son aquellos dos cobardes que nos dejaron atrás.

Por suerte todo se ha solucionado sin que nadie salga demasiado grave. Pero no precisamente gracias a esos dos cobardes egocéntricos. Estoy a punto de decirles algo cuando Janelle me lleva a parte, alejando mi línea de pensamiento y calmándome.

Miro a Janelle con una sonrisa cuando me pide que le guarde el secreto.

- Uy, si no sé ni de que me hablas. - acompaño las palabras con un gesto quitándole importancia, aunque cuando estemos verdaderamente a solas, pienso hacerle bastantes más preguntas - Creo que los demás han podido acabar en sitios parecidos a donde acabamos nosotros. Peor, lo que más me preocupa... ¿crees que esos dos, Mengele y Riddle tengan algo que ver con quien sea que invocó a los demonios? Eso podría explicar su contínuo interés en irse por su cuenta. - asiento cuando menciona lo de la biblioteca - Tienes razón. Tras todo lo que ha pasado, deberia ser nuestra prioridad encontrar todo ese conocimiento oculto. Cuando los demás vuelvan, vayamos aparte y pensemos un plan de acción.

      Después de superar su miedo Dominique reacciona y trata de convocar el hechizo Lumus Solem con su varita tras buscar algun lugar donde después de disparar para crea una luz parecida a la que emite el sol. Puede usarse para matar o debilitar a un lazo del diablo.

      " Luumus Solem! "  

Coincidía con las palabras de Kat y Tosnsend, pero el hacerlo no suponía subestimarlo, por lo que nuestra mejor opción era distraerlo o paralizarlo lo suficiente como para poder llegar derrotarlo.

El chico de Gryffindor pronto llego a esa conclusión, lo mismo que Dominique entendió que si el hechizo solar había servido contra las ilusiones bien podría afectarle, o al menos cegarle. Yo intentaría algo diferente, pero estaba por ver si lo conseguiría.

- ¡Confundus!

Pronuncié tal y como había practicado, aunque para mi desgracia el hechizo no pareció surtir el efecto que esa misma mañana había logrado.

¡Funciona!

Intenté chillarle a la varita mientras me apartaba del resto para intentar rodear al demonio.

Por un instante, la pelirroja se queda mirando hacia su lado derecho con asombro a pesar del peligro que tienen delante. ¿Ese es..? Pero la voz de Artemis hace que la chica reaccione, acercándose rápidamente hasta su amigo con gesto preocupado.

- Artemis resiste por favor, ¡ni hablar no pienso dejarte aquí solo! - con decisión, Allison rodea la espalda de Artemis con un brazo, ofreciéndole apoyo para levantarle, mientras apunta con su varita hacia las criaturas. - - Cierra los ojos.. ¡¡Lumos Solem!! - exclamó mientras enarbolaba su varita contra los seres oscuros, con la idea de cegarlos para ganar algo de tiempo. Y ni siquiera tenía claro cual era el plan de Alexander, usando esa magia extraña estaba fortaleciendo a esos bichos, no pintaba nada bien, y lo primordial en ese momento era poner a Artemis a salvo.

Por favor que funcione... Vamos a salir de aquí, vamos tejoncito, no nos falles... Pensaba casi rezando mentalmente para que el truco diera resultado. Mientras cargaba con el peso de su amigo, siguiendo el rastro de la misteriosa pero familiar figura animal, lo más deprisa que sus fuerzas le permitían, ojalá la adrenalina durase lo suficiente como para que pudiesen escapar.

El enemigo era poderoso, debían temer o si no lo hacían estarían locos. Kat ante esto se puso firme y fue a un costado del demonio esperando tomarlo por sorpresa, apuntó con su varita y conjuro:

-Iridium.

Dicho esto disparo una potente descarga eléctrica con su varita hacia el enemigo.

Con ayuda de Allison me pongo de pie y tras cerrar los ojos me dejo llevar por Allison quien me guía hacia el interior del bosque.

Aunque no comprendo su plan, confío ciegamente en Allison y no dudo en poner mi vida en sus manos aunque me gustaría poder ser capaz de protegerla, pero el conjuro casi me había apagado las luces por completo.

-.Ohhhh interesante, muy interesante-. Manifiesto al ver como la pelirroja proyecta una pulcra luz desde su varita mientras trata de salvar al perro mestizo de caer presa de estas criaturas-. Algo heroico y poco común, he de verlo de más de cerca-. Es lo que me susurran mis pensamientos, extasiado con todo esto como si fuera un experimento de gran escala…

Sigo a la inusual pareja disfrutando de la presencia de los demonios, sombras y de lo más sublime... a desesperación que secretan los poros de mis queridos y apreciados compañeros de academia-. Un manjar para mis sentidos-.

Una vez que nos internamos en el bosque, me doy vuelta y lanzo incendio a la maleza y a cualquier planta seca o que este seguro que tendrá una bella combustión ¿y quién sabe? Quizás podemos invitar a esta fiesta a entes mucho más maravillosos y deseosos de nuestra carne-. Jejejeje-. Una mórbida risa sale de mis labios, susurrando como pequeñas agujas penetrando un iris infectado e hinchado con pus, deseoso de que una explosión purulenta sea iniciada.

El potente hechizo de Allison logra destruir a las dos sombras quienes no soportaron la exposición directa a la luz solar y hacer retroceder al espectro que intentaba negociar con ustedes, quien se vio forzado a retroceder para escapar del devastador hechizo.

Mientras el espectro sombrío huía del lugar, el enorme demonio emitió un potente rugido mientras se cubría los ojos y partía un enorme árbol de un zarpaso.

Aprovechando la confusión Allison ayudo a Artemis a ponerse de pie y lo condujo fuera de aquel claro con Alexander a la zaga quien bloqueo el camino a sus perseguidores con un hechizo de incendió, el cual se propagó rápidamente por el lugar creando una pared de llamas, la cual ardía sin control.

Frente a ustedes un pequeño tejón caminaba a paso lento pero seguro, internándose cada vez más en el bosque.