Partida Rol por web

Estaba deseando llegar a su dormitorio y tirarse en la cama mientras charlaba con Emily; o simplemente estar juntos, en silencio. Pero no podía ser. Demasiada gente y demasiado alboroto. Por suerte nadie debería interrumpirles más allí. Cerró la puerta mágicamente y sonrió a Emily. Tenía aspecto exhausto, bastante más que él. El hecho de que no usara sus típicas notas de humor demarcaba el hecho de que la chica no estaba bien. Parecía preocupada y no era para menos.

- No me des las gracias.- le comentó de forma afable, dedicándole una sonrisa y dándole un beso en la mejilla- Ha sido un día muy...- pero se calló al ver la fotografía. Se había quedado tan helado como Emily en el momento en que Kegan se la entregó. Miró a Emily, escuchándola. Estaba serio. ¿Más problemas? ¡¿En serio había que pensar en más problemas?! Suspiró.- Devolví el registro para que nadie sospechara y además le puse un hechizo para poder comprobar quien lo había tocado en un corto periodo de tiempo.- le explicó. Eso había sido culpa suya. Estaba poniendo más preocupaciones en Emily por haber actuado de aquella manera.- Habrá que cogerlo de nuevo. Y tengo que enterarme cómo narices se actualiza este maldito registro.- ¿Era una persona? ¿Se hacía de forma mágica? Preguntaría a Smallet o a la propia Greenbell si era necesario. Se guardó la foto en el bolsillo de atrás del pantalón, suspirando nuevamente antes de colocar ambas manos en el cuello de Emily de forma suave y tierna.- Escúchame. No quiero que te preocupes por esto, ¿vale?- fijo que la chica le estaba dando más vueltas a aquel hecho que a cualquiera sucedido en esos momentos. Sin duda la noticia era impactante y el saber que podía haber más gente que lo supiera lo acrecentaba- Si alguien te intenta chantajear, o simplemente esto te hace sentir mal, dejaré el trabajo.

Lo había pensado muchas veces desde el primer beso. ¿Qué haría si se descubriera? Aunque nunca había pronunciado en voz alta la idea.

La expresión de Sean me decía que él estaba igual de preparado que yo para toparse con algo así. Es decir, no estaba preparado para nada. De hecho llevábamos suficiente tiempo juntos cómo para habernos planteado que tarde o temprano algo así pudiese ocurrir, pero leía en su expresión que ambos lo habíamos evitado. A decir verdad yo había temido muchas veces qué pasaría si alguien lo descubría, pero el descubrimiento en sí nunca lo había imaginado. Era la pieza del puzzle que hacía del miedo una realidad, y ahora esa pieza había encajado finalmente.

Cuándo noté las manos de Sean contra mi piel se me erizó el vello de la nuca y le miré completamente hipnotizada. No importaba cuánto tiempo pasase, esa mirada tan profunda y el contacto con su piel me provocaba siempre la misma reacción. Sonreí sin poder evitarlo y llevé una de mis manos a la suya mientras me hablaba. Sean siempre sabía cómo tranquilizarme, siempre parecía saber qué decir. Sin embargo, cuándo dijo lo de dejar su trabajo negué con la cabeza, frunciendo el ceño.

- No, no. No deberías hacer eso. Eres bueno, y te gusta hacer esto. No deberías dejarlo. Simplemente... Simplemente debemos pensar más a fondo... cómo... o cuándo... Ya sabes. No deberías tener que elegir entre tu trabajo y yo.

Abracé a Sean, perdiéndome en su pecho, respirando su olor. Había leído en alguna parte que cuándo estás enamorado el olor de esa otra persona resulta confortante y excitante, y era totalmente cierto. Me encantaba el olor de Sean. 

- Menudo día. Y no es ni la hora de comer. - comenté con la cara hundida en su pecho. - Creo que también deberíamos hablar de lo que le ocurrió exactamente a Aengus, de cómo le robé a Anwen el veritaserum y de cómo querría bailar contigo en el estúpido baile de la directora, pero sólo voy a poder mirarte de lejos. - recordé entonces a Jimmy tower y me separé unos centímetros, levantando la cabeza y mirando a Sean. - Y vi a Jimmy Tower, con Anwen, en Hogsmeade. No había podido contártelo aún, aunque no estoy muy segura qué conclusiones debo sacar.

Como tonto. Así era cómo le dejaba Emily con solo una sonrisa. Y ya ni qué decir su tacto o simplemente su mirada. Era difícil describir las sensaciones y sentimientos que la chica le evocaba; probablemente se pudiera decir que junto a ella se sentía "a salvo". Sonrió en un acto inconsciente. Menos mal que cuando hacía eso Emily le estaba abrazando y no podía verle la cara. 

- Intentaré tener más cuidado... pero no me lo pones fácil.- bromeó. Su mano bajó hasta la cintura de la chica.- Y no seas boba. No tengo que elegir nada. Ya elegí y tú siempre serás la primera opción.- En unos meses Emily acabaría en el colegio y emprendería su vida fuera de Hogwarts. ¿Acaso podrían soportar verse apenas nada debido al hecho de que él tenía que vivir en Hogwarts?- Y como Kegan se chive no querrá verte enfadada.

El momento distendido cesó porque Emily continuó vomitando información y más información. Había pasado de repetir lo de Eileen, algo que habría sido de agradecer de no ser porque él sabía que era el problema más preocupante de Emily después de haber solucionado lo de la fotografía.

- Si quieres hablar sobre lo de Aengus y lo del veritaserum soy todo oídos. Pero no estás obligada. Ese cabrón se lo merecía al fin y al cabo. Eso sí, me tienes que devolver el otro frasco de Veritaserum.- no era justo para Anwen y desde luego que sabía que no iba a parar hasta dar con quien lo había robado- Si se lo devuelvo yo nunca sabrá que fuiste tú quien se lo robó.

Iba a comentar sobre el baile, pero la siguiente noticia, la de Tower, le paró. Apartó un poco de su pecho a Emily con el fin de mirarla. Estaba extrañado.

- Con Anwen.- ¿Y si Anwen estaba actuando todo aquel tiempo? Aunque no lo parecía porque de actuar jamás le habría contestado a él de aquella manera antes- Jimmy Tower. Para haber pasado tantos años en el anonimato ahora aparece mucho en nuestras vidas. No creo que sea coincidencia. Quizás debería pasarme en vacaciones por la casa de sus padres. Viene la dirección en el registro.

Ya elegí y tú siempre serás la primera opción.

¿Cómo podía alguien no enamorarse de Sean? No era un pasteloso romántico, pero sabía qué decir, cómo y cuándo para hacer que le quisiese aún más, si es que era posible. Y justo después de hacerme sentir la persona más importante de su vida bromeaba, haciendo la situación tanto tierna cómo divertida. ¿Cómo podía no quererle?

Asentí cuándo dijo lo del veritaserum. No había llegado a pensar en qué hacer con la segunda dosis,* pero tal vez Sean tenía razón. Yo ya no la necesitaba y Anwen se la había ganado. Al menos debería poder usar una de las dos dosis. En estos momentos no sabía cómo sentirme con ella. Esta mañana había estado tan, TAN enfadada con ella... Acusándome a mí, acusando a Eileen, pidiéndole a Sean de ir al baile - Zorra. Zorra. - , pero con todo lo sucedido el enfado era apenas una sensación lejana, cómo si hubiese ocurrido hacía mucho tiempo a pesar de que eran sólo unas horas. En cambio, el sentimiento de culpabilidad por robarle... Ése se había acrecentado. Sí, debía devolverle el veritaserum.

Miré a Sean cuándo habló de Jimmy Tower. Él parecía tan confundido cómo yo. Cuándo dijo de ir a ver a sus durante las vacaciones un escalofrío me recorrió la espalda. Tenía un mal presentimiento.

- Creo que aún puedo sacar algo de mi padre, sobre Jimmy, si le explico todo lo sucedido. Y tal vez podrías hablar con la directora. No... - ¿Qué iba a decirle? ¿No vayas? ¿Quién era yo para "ordenarle" nada? - Ir a ver a sus padres, me produce... No lo sé. Un mal presentimiento. - le miré a los ojos, intensamente, cómo si quisiese ver su alma - No soportaría que te pasase algo.

Me acerqué con lentitud, poniéndome ligeramente de puntillas, para besarle. OH, cómo había necesitado eso todo el día. Lo que era un beso tierno empezó a tornarse algo más urgente, así que tuve que obligarme a parar. Tenía que centrarme, aún no habíamos terminado de hablar.

"También puedes follar primero y hablar después."

"Tú siempre tan romántica, ¿eh?"

Me separé de Sean por mucho que mi cuerpo pidiese más. Me acerqué a una mesa llevando a Sean conmigo de la mano y me senté, señalándole a él que hiciese lo mismo. En cuándo mis pies dejaron de tocar el suelo me di cuenta de lo mucho que necesitaba sentarme, de lo cansada que estaba, y solté un suspiro antes de apoyarme en el hombro de Sean.

- ¿Smallet y la directora creen entonces que Aengus nos atacó y nosotras nos defendimos? ¿Y del veritaserum? Que tienes razón, por cierto, Anwen debería tener la otra dosis. Es suyo, no debería habérselo robado... - dije avergonzada - ¿Y del...bueno, accidente? - dije cerrando las manos en un puño, evitando frotarlas contra la ropa.

"Cómo si no tuvieses suficientes manías ya, ahora esto, Em."

- ¿Van a castigarnos? - dije evitando decir algo peor. Suspendernos. Expulsarnos. Juzgarnos.

Bufó, aunque no parecía realmente molesta por la sugerencia de Bella. Sin embargo, lo último que quería era ser testigo de más demostraciones de amor, no le parecía algo apetecible precisamente ver cómo los demás encontraban cierta correspondencia a sus sentimientos mientras la herida se ahondaba en su pecho amenazando con devorarla.

- No te creo, seguro que me estabas probando - la fulminó con la mirada del modo en que acostumbraba a hacerlo cuando bromeaba pero seguramente por su aspecto hundido pareciera un gesto más serio que de costumbre -. Déjala, que haga la suya, que si por fin es feliz...ella se lo merece. ¿Y tú qué? ¿No hay nadie a quien quieras pedírselo a parte de a mí?

Llegué a la enfermería como pude, pero no era el único, a Marian le había pasado algo; bueno, ya lo había dicho Smallet antes, en su resumen de los sucedido sobre los ataques de Aengus, lo que no me había imagino es que fuera tan reciente.

Hola. Saludé, que ha pasado? Pregunté refiriendo a Marian.

Stone estaba allí, y se preocupó por mi aspecto. Pues…un examen sorpresa en el que teníamos que entrar en el lago, enfrentarnos al sauce y luchar con las arañas del bosque prohibido. Le resumí, saltándome algunas cosas. La buena noticia es que he ganado, tengo un 10 en DCAO y 50 puntos para mi casa. Le conté mientras sonreía y hacía el signo de la victoria con la mano. Bueno, no he sido el único. Kegan, Eileen y An también llegaron los primeros.

Me acerqué entonces a la cama de Marian. Que le ha pasado? Está bien?

Solté un grito de triunfo al escuchar al profesor decirnos que estábamos aprobados. Abracé a Tabatha sin dejar de sonreír y me encaminé hacia la salida. 

-Hemos tenido suerte. ¡Pero ha sido muy divertido!

Justo entonces llegó Emily. Me acerqué a ella y le di un beso en la mejilla.

-Gracias, de verdad. 

Salí del aula rumbo a mi dormitorio. Después del partido y de tanta carrera, sólo quería darme una ducha caliente y comer algo en el gran comedor. 

Sabe que son los últimos y no se espera más por lo que han hecho... asiente a lo que dice el profesor. Está claro que no va a tener una buena nota en esa asignatura y puede que la suspenda. No sirve de nada replicarle al profesor que la primera pista no era nada clara, pero le dirá que todos los demás grupos si lo han descubierto.

En el momento en el que van a salir, Emily entra en el despacho y parece que la persiga el diablo. Parece que no es el momento para darle las gracias, ya lo hará a la hora de la comida. Y a Vilma también.

Deja a Emily con el profesor y sale del despacho.

-Lo siento Max... ha sido mi culpa. He confundido la pista... - suspira.

Lo acompaña hasta que llega el momento de separarse y cada uno ir a su sala común. Lo siente de verdad por él porque han quedado los últimos y sabe que Max es muy competitivo.

-Bueno... nos vemos en la comida - sonríe.

Antes de despedirme Tabatha se despidió de mi disculpándose. Me encogí de hombros y le sonreí con sinceridad. 

-No pasa nada mujer, de verdad. -le guiñé un ojo. -No hemos suspendido y eso es lo importante. ¡Seguro que para la próxima aprobamos aunque vayamos con otra pareja, ya verás!

No quería hacerme mala sangre. Ella se había equivocado con la pista... pero yo había tardado muchísimo en darme cuenta.

-Tu tranquila, ahora voy a darme una ducha de agua caliente, que me la pide el cuerpo. 

No le parecía muy buena idea eso de meter al señor Van Dyck en aquellos problemas. Sabía que Emily le idolatraba por así decirlo y el hecho de ponerlo en peligro no le hacía gracia. Ahondar en una investigación siempre trae problemas. Al menos Sean era un especialista, por muy profesor que se viera en la actualidad:

- Está bien... pero no creo que meter a tu padre sea bueno. Ya está informando suficiente. Si se pone a investigar más de cerca el asunto, puede acabar en serios problemas. Si... si te hace sentir mejor, avisaré a algún compañero auror y le pediré el favor de que vaya a investigar por mí a casa de los Tower. - la mejor manera de tener certeza sobre algo era vivirlo, y para Sean era importante seguir aquella pista. Pero de momento intentaría hacer caso de Emily y no colocarse en primera fila de batalla.- Aunque tendría que explicarle bastante de la situación.

Recibió el beso y lo intensificó, casi sin darse cuenta. Por suerte Emily decidió parar a tiempo, cuando las manos de Sean ya empezaban a dirigirse a su cuerpo de forma automática. Qué excitante era Emily Van Dyck... La siguió hasta la mesa, sentándose a su lado y soportando el peso de la cabeza de la chica en su hombro. Comprobó que cerraba las manos en un puño. Antes, cuando se habían estrechado la mano había realizado el mismo gesto que antes del examen, como si se sintiera sucia. Imaginaba qué podía estar pasando por la cabeza de Emily pero no dijo nada, serio y callado. Tan solo cogió su mano, le dio un corto beso y después entrelazó sus dedos con los de ella.

- No saben que fuísteis vosotras. Ya te dije que me encargaría de todo.- le explicó- Les dije que tenía mis sospechas sobre Aengus y que decidí actuar. Le di el veritaserum, confesó y ante el miedo o la rabia decidió hacer la locura de atacarme. Su hechizo rebotó en él y así se quedó.- Greenbell no estaba contenta con él, ciertamente. Y Smallet le había mirado con suspicacia y después interrogado en el despacho mientras esperaba a los que se examinaban.- Aunque hay todo tipo de rumores en el castillo ya. Así que no. No os castigarán ni harán nada. Ni a ti, ni a M...Eileen.

La respuesta de Bella fue tan rápida que no dio tiempo a dudas:

- Para nada.- pero entonces sopesó la idea unos segundos y sonrió de forma pícara. Probablemente Eileen no supiera aquello y le parecía realmente divertido:- Aunque no me importaría tener algo sin importancia con Anwen. Una vez, para hacer de distracción la besé. Ayer concretamente, en Hogsmead.- se reía sin poder evitarlo.- ¡Se puso coloradísima! 

- ¡Wow!

Ian parecía realmente impresionado. Williams parecía tener capacidades extraordinarias y ocultas. El brillo en los ojos de Stone se intensificó durante unos momentos. Pero se puso serio ante la pregunta de Marian:

- Dicen que Aengus es el culpable de todo lo que ha ocurrido. Que lanzó una imperius a Marian para que hiciera explotar la torre de Astronomía con ella debajo. Además... en su camino se cruzó con su hermana, Jess. Y... bueno, ha salvado la vida de milagro. Está en San Mungo...

Mientras Ian explicaba aquello a Williams, Kegan apareció por la enfermería. Allí estaban Marian - en una cama, con mal aspecto- Ian, Williams, Isaac ya recuperado y Mía.

Había salido con tanta determinación que Pullap se había quedado totalmente congelado. Justo cuando salía, Max y Tabatha llegaban para finalizar el examen. No tuvo que caminar mucho para encontrarse con Roy, que parecía esperarla apoyado en la pared. 

Roy:- Creo que no hará falta preguntar qué tal fue el examen.- le comentó. Estaba claro que estaba esperándola. Dudaba que le hubiera pedido ir al baile a otra persona, pero tampoco le apetecía ponerle las cosas difíciles. Es decir, que ahí estaba él, dejándose ver, para que se lo pidiera antes que a Rider, por ejemplo.- Habrá sido sencillo para ti.

Alex estaba por ahí también, rodeado de chicas que le preguntaban de ir al baile con él. Sin embargo, él estaba pendiente, en aquellos momentos, de Anwen.

-Sí, no vayas a resfriarte por lo del lago. No quiero ser la culpable de que moquees y parezcas de nuevo un trol o algo así - sonríe.

Se despide de él y se mete por el pasillo que lleva a su sala común. Una ducha sería genial en ese momento, ahora que lo piensa. Ha corrido mucho y está un poco cansada. Ella no es una persona de hacer mucho ejercicio físico cuando está en Hogwarts. En verano va a clases dirigidas y esas cosas, pero nada que ver con correr y tal.

Asentí a lo que decía sobre mi padre y sobre enviar a un auror a ver a los padres de Jimmy Tower.

- Lo decía porque fueron amigos, él, la directora y mi padre. Pero tal vez tienes razón, ya tienen suficientes problemas en el ministerio...  - Sean había sido el único que me había creído cuando le dije que los ataques aquí sólo eran la unta del iceberg y que el ministerio había estado amenzazado también. El resto no habían querido abrir los ojos y ver más allá, seguramente por miedo. Si los ataques eran solo en Hogwarts, podía ser cosa de un único loco. Pero si eran por todas partes... - Si crees que es mejor que vayas tú en lugar de involucrar más gente, me parece lógico. - era una Ravenclaw al fin y al cabo, por mucho que me diese mala espina ese tal Tower-  Aunque supngo que no me dejarás acompañarte...

Apreté ligeramente cuándo Sean entrelazó sus dedos con los míos. Cada vez que pensaba en Aengus y lo ocurrido volvía a notar las manos calientes y pegajosas, pero el contacto con la piel de Sean hacía desaparecer la sensación. Escuché atentamente lo que me explicaba, sintiéndome culpable.

- No dejas de meterte en problemas por mi culpa... Lo siento. De verdad. - dije incorporándome ligeramente para poder mirarle a la cara. Al parecer mi gran don era en meter a todo el mundo en problemas y a la vez hacer que se preocupasen por mí y no por ellos mismos. - ​​Debería asumir las consecuencias de mis actos, en lugar de dejarte limpiar tras de mí... - ​negué con la cabeza, bajando la mirada y dándome cuenta de lo mala persona que era en realidad - Soy una persona horrible. Pngo en peligro a las personas que me importan, las meto en problemas y encima me protegéis... ¿Por qué? No lo merezco. Deberíais mandarme todos a la mierda.

Se me va un poco la idea de la cabeza. 

- Ya, yo tampoco quiero pensar que han sido ellas... Pero son con las últimas que le vi. Me pareció raro que Aengus fuera con Emily a que le diera chocolate, o algo así me dijo. Después, en el examen se atrasan y cuando se acaba el examen me entero de esto... -Digo apenada.- Quizás no hayan sido ellas, no creo que quisieran herirle de gravedad. 

Me quedo un rato en silencio mirando el lago, aún con lágrimas en los ojos. 

- Quiero ir a verle en navidad, entonces. Espero que me explique todo. - Cojo unas piedras de al lado de la orilla y comienzo a tirarlas al lago. 

Se sorprendió al escuchar todo aquello de boca de Emily y desde luego que se preocupó al escuchar la última parte. 

- Hey, hey, hey... ¿pero qué dices, Emily?- la miraba desde arriba, aún sentado a su lado, serio, como acostumbraba.- ¿A qué viene todo esto?- estaba seguro de que no tenía que ver con meter a su padre ni con que él se hubiera inventado cualquier excusa para protegerla. Eso tenía que ver con Eileen.- No he limpiado nada tras de ti. Somos un equipo. Y quien más se merece que la apoyen eres tú. Has salvado al colegio hasta en dos ocasiones. Todos te deben mucho. ¡Esas chicas que entraban al baño del segundo piso te deben su vida!- tragó saliva. Tenía la certeza de que aquello no tenía que ver con eso directamente. Eileen.- En todo caso deberías mandarme tú a mí a la mierda.- Mejor a Eileen, pero bueno.- No quiero alejarte de tu mejor amiga. He... intentado sembrar paz antes entre nosotros, pero no creo que haya funcionado muy bien.

No quería que Emily se sintiera mal, como si ella fuera solitaria y todos la rodearan, simplemente para protegerla. Quería hacerle ver lo que valía, porque esa chica era especial en todos los sentidos. Podría llegar a ser lo que quisiera y estaba capacitada para la supervivencia. Probablemente se arrepintiera de lo que iba a decir a continuación:

- He dicho que somos un equipo, ¿no? Podemos ir juntos a casa de los Tower si es lo que quieres. En vacaciones.

Lo que hacía de Sean aún mejor persona es no darse cuenta de la de veces que estaba mintiendo por mí, de la de veces que yo había metido la pata y él aceptado el marrón. Iba a aceptar la responsabilidad del robo del veritaserum. Ya habia aceptadola responsabilidad con lo de Aengus y las consecuencias de que Eileen y yo nos hubiésemos creído capacitadas para jugar a poli bueno-poli malo. No dejaba de poner en peligro su reputación, su carrera y su vida por estar conmigo, mintiendo a todos. En cambio yo no había podido devolverle nada. Si eso era un equipo, entonces yo era el peor miembro que alguien podría desear en su equipo. Entonces mentó a Eileen y mi linea de pensamiento se vio interrumpita. ¿Por qué decía eso? Sí, Eileen se había metido en problemas por mi culpa tambien, y le había mentido y preocupado, pero no entendía que tenía que ver eso con lo que decía Sean.

- ¿Por qué dices eso? Tú no me alejas de nadie... Y creo que en este caso, de todos modos, ni tú ni yo podemos hacer nada sobre lo que ella quiere. - noté un nudo en la garganta. Casi siete años de amistad, de ser cómo hermanas, no, más que eso.... De ser cómo almas gemelas se habían ido a la mierda porque Eileen se había enamorado de mí. ¿Por qué se enamoraban de alguien cómo yo? ¿Y por que eran las mejores personas con las que me cruzaba? Las que no me merecía. Sea cómo fuera yo no podía hacer nada al respecto. No veía a Eileen de ese modo y mi corazón era , todo entero, para Sean. Nunca podría corresponder a Eileen. Eso me dolía porque sabía que a ella le dolía... y porque quería que siguiese siendo mi mejor amiga, mi soporte, mi compañera. Era tan egoísta... pero daba igual lo que quisiese. Incluso si Eileen podía arreglar su corazón roto y encontrar a otra persona, nunca volvería a ser lo mismo. - No necesitas poner paz entre vosotros, a la que odia es a mí.*

Me sorprendió que accediese a mi petición, pues había sido una de esas cosas que dices pensando "si cuela, cuela..." aún estando seguro que te dirán que no. Por eso miré a Sean sorprendida.

- ¿En serio?¿No me vas a decir que es muy peligroso, o que es cosa de aurores, o algo así? ¿De verdad puedo ir contigo? - No era exactamente lo que quería. Por querer quería que el culpable de todo saliese a la luz, le arrestasen, se pudriese en Azkaban y todos pudiésemos seguir con nuestras vidas...

"¿Segura que eso es lo que quieres? Dime que no disfrutaste de la adrenalina, del sentimiento de tener razón, de ir deduciendo con las pistas, de sentirte capaz en lugar de insegura. Emily, en el fondo, te gusta el peligro, pero no te atreves a aceptarlo. Mira a tu alrededor, mira a tu alrededor. Analiza tus recuerdos. No te mientas a ti misma, que no cuela. Venga, vayamos a ser aurores sin carné. Divirtámonos un poco."

La Voz. Me conocía mejor que Sean, Eileen o cualquiera. Por supuesto. Y cada vez estaba más deacuerdo con ella. Tal vez por eso ya no hablaba tanto cómo cuando me negaba a escucharla...

Él no estaba para nada de acuerdo en que Eileen la odiara. Si de verdad se había atrevido a confesar su amor por su mejor amiga era porque sus sentimientos eran muy fuertes. Jamás podría odiar a Emily, pero a él sí. Esas miradas, ese estrechamiento de manos de hacía unos minutos... sin duda alguna Eileen le odiaba, y se sentía mal por ello en parte. No quería apartar a nadie importante de la vida de Emily. Pero calló. Seguir hablando de aquel tema no iba a solucionar nada. Y al menos parecía haber interesado a la Ravenclaw con lo otro.

Asintió. ¡Claro que sería peligroso! ¡Claro que no quería que le ocurriera nada! Pero él no era la clase de hombre que dejaba al margen a su novia solo para "protegerla". Ella era muy capaz de todo.

- Es posible que sea peligroso, no te digo que no. Quizás traiga consecuencias a largo plazo. Pero tú quieres investigar esto tanto como yo y has demostrado ser capaz de solucionar problemas que ni yo he sabido. Puedes venir conmigo, ¡pero nada de locuras!- la advertencia quizás sonó a broma, pero estaba hablando en serio. Emily tenía todo un historial de locuras: Robar el veritaserum a Anwen, enrollarse con su profesor de DCAO, ¡y explotar los huevos de Aengus!- Eso sí. Tu padre te preguntará que a donde vas en navidades. Probablemente tengamos que pasar varios días...