Partida Rol por web

Estaba esperando la contestación de Zane cuando escucho el hechizo expelliarmus. Instantáneamente me coloco e intento hacer el conjuro Protego pero fallo, consiguiendo Zane desarmarme.

Muy bien, gran trabajo - digo serio por la situación.

Recojo la varita e intento hacer lo mismo.

Expelliarmus - digo con voz clara.

Una luz parece hacerse en la punta de la varita, pero finalmente acaba desvaneciéndose quedando de nuevo en evidencia.

Bueno, parece que tú ganas esta ronda. Veremos la siguiente - digo aún más serio que la vez anterior.

Como su Expelliarmus es inútil no me preocupo en mi Protego, al in y al cabo es un hechizo translucido por lo que parece que el que queda en evidencia es Dean. Una sonrisa socarrona sale de mis labios, si pierde Slytherin no va a ser por mí...

-Tal vez te sonría la suerte como con el Flipendo... tal vez...- Digo, en un tono bastante burlón. Sí, ha demostrado que lo suyo es pura suerte.

-¡Expelliarmus!- Vuelvo a exclamar, y otra vez mi hechizo sale dispara do hacia Dean. En cuanto llegase a él yo ya estaría preparado para lanzar mi encantamiento escudo.

Me había prometido que ésta vez no me iba a pillar desprevenido, así que espero su ataque con impaciencia pero en el momento de la verdad, el hechizo protego vuelve a fallar y Zane vuelve a desarmarme.

Sin esperar a nada, recojo la varita y apunto a Zane diciendo:

Expelliarmus

La varita reacciona de manera similar a la de Mia, golpeando al lanzador en lugar de al contrincante, lanzándoe un par de metros hacia atrás. Con el embiste me golpeo contra una mesa y caigo de manera aparatosa y noto un dolor agudo en el codo: creo que se me ha dislocado.

Charlotte parece estar perdiendo su porte de amabilidad por momentos, al ver que sus hechizos no ocurren mientras que Mia controla el duelo. Sin embargo aún muestra su sonrisa perfecta en la cara y contesta a Mia de manera agradable.

- Sí, ya va siendo hora de que me salga uno bien, ¿no? Sino me vas a ganar el duelo.

Sin embargo su segundo Expelliarmus es tan defectuoso como el primero y se nota como la crispación empieza a llegar a su cara.

Parece que Charlotte no está tan contenta como al principio, se parece un poquito a mi hermano cuando las cosas no le salen bien y me hace mucha gracia. Tanto que sonrío de forma burlona, pensando aplicar el mismo tratamiento que con mi hermano. Me río ante su frase y continúo el duelo:

-¡Espelliarmus!-exclamo, dando en la muchacha de nuevo, desarmándola. Me estaba divirtiendo mucho haciendo de rabiar a esa chica. 

Pero, cómo no, por confiarme, fallé el siguiente Protego, afortunadamente, a ella tampoco le salió bien el Espelliarmus. Volví a sonreír triunfante y dije:

-¡Vaya! Ahora que lo había hecho mal para que me dieras...-me río por la broma y le guiño un ojo con travesura. Me estaba gustando mucho esta clase, primero volaba y ahora estaba ganando mi primer duelo, ¡genial!

- Vale, pues empiezo yo.- Me intento concentrar, intentando no mirar como les va a los demas y cuando estoy en mi máxima concentración (o eso creía) exclamo- ¡Expelliarmus!- Veo como la varita de Debbie sale volando y sonrio satisfecha. 

"Parece que todo me esta yendo bien en esta clase"

Miro a Debbie felizmente para ver su reacción ante mi hechizo. Estaba muy confianza, y creo que demasiado...*

Seguía pensando en mi pésima actuación anterior y no estaba concentrada, a pesar de no haber podido protegerme del hechizo lanzado por Irina tampoco me pareció que lo hiciera tan mal, consiguiendo tan sólo quitarme la varita sin mayores consecuencias.

Me preparé, aunque me sentía muy insegura, para lanzar mi ataque.

- Expelliarmus.

Y esa inseguridad fue bien patente al ver la ineficacia del hechizo.

A Debbie no le salió bien el hechizo protector y tampoco demasiado bien el desarmador. Pero, aún así a mi me salió todavía peor el hechizo Protego cuando Debbie lanzó el Expelliarmus.

"¡Va Ira, que te has confiado y eso no puede ser!"

- Vaya, que éxito estos dos últimos hechizos... A ninguna de las dos nos ha salido bien.- Digo intentando animar, aunque sin creer que iba a conseguir hacerlo en realidad. - Bueno, quizás a la segunda...- Me pongo en posición.

- Tu primera esta vez.

Me estaba enfadando conmigo misma. ¿Para qué me servía estudiar y dedicar tantas horas a practicar si luego pasaba eso? Me intenté concentrar de nuevo pero parecía que mi varita no quería obedecerme.

- Expelliarmus...

Y de nuevo nada. Fruncí el ceño muy desanimada.

- ¡Protego!- Exclamo y veo como mi hechizo vuelve a fallar al igual que el expelliarmus de Debbie. Noto como me voy desmotivando poco a poco.

- ¡Expelliarmus!- Digo sin mucha motivación. Obviamente, el hechizo me vuelve a fallar. -¡¿Por qué antes me salía y ahora no?!- Me cruzo de brazos, ofendida. 

El último Protego de Irina no se había quedado en el limbo... De hecho sí que se había conjurado un pequeño escudo delante suyo del que no se había dado cuenta. El conjuro era sin duda inestable y un escudo tan pequeño sólo necesitaba una chispa para estallar... Y esa chispa es su intento de Expelliarmus, que en lugar de un rayo hacia Debbie fue un chisporroteo en la punta de la varita.

El Protego explota soltando una gran cantidad de energia mágica contra Irina aproximadamente en el mismo momento en el que Dean salía volando por culpa de su expelliarmus. Irina en cambio no tiene tanta suerte y el golpe es mucho más aparatoso ya que la manda haciendo volteretas hasta el fondo de la clase. Para cuándo quiere levantarse nota un dolor terrible en el brazo izquierdo y no puede si no gemir dolorida.

La profesora, que supervisaba lo que ocurría en la clase, no tiene tiempo de actuar contra dos alumnos que salen disparados a la vez. Al ver la caída de Irina sin duda sabe que ha sido peor y se acerca rápidamente. Tras una pequeña "inspección" sabe que es necesario llevar a Irina a la enfermería pues se ha roto algún hueso del antebrazo con el aparatoso golpe. 

- Ferula. - un cabestrillo aparece alrededor del brazo de Irina al pronunciar ese conjuro. La profesora va a entonces a Dean y ve que tiene el codo dislocado. - Al menos no es tan grave. - la profesora pronuncia el mismo hechizo y el brazo de Dean queda descansando en un cabestrillo y la profesora le ayuda a levantarse.

La profesora mira una especie de reloj extraño que lleva en la muñeca.

- Está bien... Aún quedan 30 minutos de clase que tenía intención de utilizar para la teoría... Pero podéis iros y estudiarla por vuestra parte: doxys, flipendo, expelliarmus y protego. Cualquier duda podéis venir a buscarme, el despacho está al lado de esta clase. - mientras explica eso ayuda a Irina a levantarse. - Si no me echan después de esto... Oh, y por un sólo punto, gana Gryffindor. Aunque sea difícil de creer llevándome a dos a la enfermería. - susurra para intentar bromear, pero dada la situación a nadie le parece muy gracioso. - ¡Nos vemos la semana que viene!

La profesora hacer desaparecer la jaula de doxys con la varita (aunque quien pone bien el oído las puede oír en el despacho) y ordena de nuevo las mesas con un nuevo movimiento. Después abandona la clase con los heridos. (Dean e Irina)

- ¡Sois unos incompetentes! - les grita enfadado Cyril a sus dos compañeros, los cuales han perdido estrepitosamente contra Sirius y Remus. - ¿Por qué no aprendéis un poco de Knight y Gray? ¡Hasta han mandado a la enfermería a su contrincante!

-Ha sido un buena duelo, Charlotte.-felicito finalmente a mi compañera tendiéndole la mano para estrechársela, con una sonrisa. ¡Estoy súper contenta! Antes tenía dudas de si se me daría bien hacer magia, pero ya veo que sí y que sí que soy una bruja de verdad, ¡já! Ya nadie podrá decirme que no lo soy, porque sé hacer magia. ¡Yo! ¡Mia Darcy es una bruja! ¡Y será la mejor bruja de todo el mundo!-Cuando quieras, jugamos la revancha.-le guiño un ojo y río, todavía alegre. 

Entonces escucho los aparatosos viajes de Dean e Irina, ¡Menudo golpe se han dado! Sin lugar a dudas, ha sido mucho más grave que el mío, hasta el punto que la profesora tiene que ponerles un cabestrillo a ambos y tienen que ir a la enfermería. ¿Por qué casi todo el mundo que conozco acaba en la enfermería? 

Voy a ir tras ellos, cuando escucho a uno de los niños de Slytherin. No podía creer que hubiese dicho algo así, ¡parecía que se alegraba de lo que había sucedido incluso!

-Enhorabuena.-felicito con una sonrisa a Zane y Deborah, quienes habían ganado como yo. Después me giro al muchacho que estaba regañando a los otros dos, con expresión seria.-No debes decir algo así.-digo frunciendo el ceño ligeramente.-Estamos aquí para aprender, no para hacernos daños los unos a los otros. Lo de Dean e Irina ha sido un accidente, no les salió bien el hechizo.-me encogí de hombros, también quitándoles culpa a los otros dos Slytherin-Así que... en vez de enfadarte por una tonta competición entre casas que has perdido, aprende y mejora para la próxima vez.-le digo asintiendo con la cabeza, tal y como hacía mi padre cuando intentaba enseñarme alguna lección. 

Charlotte sonrie a Mia mientras le da mano, pero se aleja poco después, saliendo de clase con cierta prisa.

Las niñas de Slytherin comentan animadas que no se les ha dado mal y que parece estúpido que los GRyffindor se lleven los puntos habiendo acabado con dos en la enfermería mientras la de Gryffindor recogen sus cosas charlando alegres. 

- ¿Qué sabrá una sangre sucia sobre duelos mágicos? - contesta Cyril a Mia con desdén.

Peter, James, Remus y Sirius han abandonado ya la clase para cuándo comienza el "duelo verbal". Severus y Lily (el cuál no ha ganado a Lily con dos puntos) salían de ella cuándo todo empieza. Ella se gira para decir algo, pero Severus se la lleva fuera. El resto de niñas estaban lo suficientemente lejos cómo para no oírlo y también abandonan la clase. Al parecer Mia se ha quedado sola frente a Zane, Debbie, Cyril, William y Albert. Todos Slytherin. Cyril sonríe satisfecho ante la situación.

- Y tus compañeros penosos son sangre sucia también, seguro. ¿Tampoco debo decir esto, eh? ¿Qué vas a hacer, sangresucia?

Pongo los ojos en blanco y los hago rodar cuando me llaman "sangre sucia" por... ¿enésima vez en una sola semana? Al principio me molestaba, pero ahora es sólo como un molesto ruido de fondo. Lo miro con una ceja arqueada, con una expresión de absoluta indiferencia, casi con diversión. Si sabía qué decir y cómo, podía resultar incluso divertido... 

-Pues la "sangre sucia" de Gryffindor ha ganado a una "sangre limpia" de los vuestros.-digo haciendo comillas con los dedos. ¿Ni por esas iban a pensar que soy una auténtica bruja? ¿Y luego los descerebrados somos los Gryffindors? Tengo que contenerme para no reírme incluso, esto es más absurdo que la vez que Charlie se pasó una tarde entera intentando volar en el jardín con una escoba, como Jack nos decía que hacía aquí... Aunque Charlie lo intentó con una escoba normal.-No hace falta ser un genio para darse cuenta de eso... Seguro que incluso tú lo pillas rápido.-le digo con una sonrisa dulce y traviesa que se esboza en mi pecoso rostro. 

Miro a Zane, con diversión también. Sí, me iba a reír mucho.

-¿Les has contagiado tu forma de hablar o venían así de casa?-me río señalando a Cyril, después lo vuelvo a mirar sin alterar un sólo ápice de mi expresión de diversión en mi rostro, mi atención vuelve a centrarse en ese muchacho y en su séquito, pero éstos en un segundo plano, ya que no han hablado todavía. Estos niños eran realmente divertidos cuando se enfadaban.-Más que serpientes pareces un papagayo... todo el día repitiendo lo mismo, ¿tan poco ingenio tienes? Es una lástima, lo siento.-respondo llevándome una mano al pecho, como si realmente lo sintiese por ello. 

Entonces Cyril hace algo que nunca. Nunca, jamás debe hacer: meterse con mis amigos. Puedo soportar que se meta conmigo y que me diga lo que le de la gana... pero meterse con la gente que me importa es algo muy serio que no pienso tolerar. Lo miro con el ceño fruncido mientras siento que mi cabello torna a un color rojo carmesí muy brillante, del mismo color que las señales de peligro. Mis ojos azules se oscurecen y atraviesan a Cyril con la mirada, creo que si me concentrase un poco más incluso saldrían rayos y lo partirían por la mitad. Comienzo a acercarme a él, con pasos rápidos, hasta quedarme a un palmo de su odiosa cara de niño repelente. No quiero resultar amenazante, no pienso tocarle. 

-Ni se te ocurra decir algo así de mis amigos, ¿te enteras, imbécil?-le siseo muy enfadada, apretando los puños.-A mí puedes decirme lo que te de la gana, para mí como si no existes... Pero a ellos ni los nombres... primero te lavas tu estúpida y sucia boca para hacerlo.-sigo diciendo, en un tono de voz bajo y muy enfadado. A pesar de que soy bajita y él es más alto que yo, no temo en mirarlo directamente a los ojos, encarándolo, me da igual lo que mida, ¡cómo si es un gigante! ¡Con mis amigos no se mete! Mi familia dice que cuando me enfado me pongo demasiado seria y no digo cosas demasiado bonitas, a Charlie incluso le doy mucho miedo... No me gusta enfadarme, pero hay cosas que no puedo tolerar.

Entonces doy un paso atrás, no porque esté amedrentada, sino para poder dejarle un poco más de espacio.

-...Y si lo haces, al menos ten el coraje de hacerlo a la cara y no a las espaldas como una rata. Ahora entiendo porqué estás en Slytherin... no hay ninguna casa con el símbolo de una rata, lo único que tienes de serpiente es que te arrastras. Yo que tú me plantearía fundarla, puede que incluso te vaya mejor-vuelvo a sonreír con dulzura incluso, cambiando radicalmente mi expresión anterior. Le guiño un ojo y me dispongo a recoger mis cosas para irme.* 

Cyril no parece amedrentarse con la amenaza, aunque sí parece bastante sorprendido de que Mia se atreva a hacer eso estando sola en la clase, rodeada de serpientes. Después empieza a reir ante las palabras de Zane.

- Verdades absolutas. Deberías escuchar a Knight, es más listo que tú. 

Después se acerca más a Mia y pone una mano sobre sus cosas para que no se las pueda llevar mientras levanta la varita con la otra.

- ¿Qué decías que me ibas a hacer si hablaba de tus estúpidos amigos, los que ni siquiera se sientan contigo? Creo que me he perdido esa parte de la amenaza...

Me crispo ante las hirientes palabras de Zane que me atraviesan como cuchillos... me duele en el pecho cuando lo dice, como si de verdad me los hubiese clavado en el corazón. Agacho la cabeza y contengo las lágrimas que siento que van a comenzar a llenar mis ojos de un momento a otro. Me niego rotundamente a que me vea llorar, jamás de los jamases va a conseguirlo... Y hoy menos, por supuesto. Así que, mientras habla, recojo las cosas lentamente y cuando siento que las lágrimas están controladas, giro la cara hacia Zane. 

-Te equivocas.-sentencio con una sonrisa.-No me utilizaste, yo quise ayudarte de verdad.-le digo con sinceridad y un encogimiento de hombros, como resignándome-Quería comprobar si realmente eres tan... tonto como pareces. Si alguien que no tiene motivos para ello te tiende la mano y tú la rechazas es de tontos, ¿no? Cuando llegue el día en que realmente la necesites... nadie va a ayudarte. Ciertamente, me das mucha pena, Zane. Es curioso que la "sangre sucia" te tenga lástima, ¿no crees?-le digo con expresión y voz compasivas. No lo digo con intención de hacerle daño, si no como algo que es totalmente cierto, siento muchísima lástima por ese chico.-Y por cierto... eres un pésimo actor. Tendría que haber apostado algo, así por lo menos hubiese ganado dinero.-me río-Al menos fue divertido mientras duró, tendrías que haber visto la cara que pusiste cuando te di el beso.-suelto unas carcajadas al recordarlo, la verdad es que fue demasiado divertido y es una lástima que mi diversión vaya a terminar ahora.-Espero que lo disfrutases, va a pasar muchísimo tiempo sin que vuelvas a recibir uno... Porque dudo mucho que tu mamá te los diera, no estarías tan amargado si fuera así.-sonrío de nuevo.

Entonces Cyril vuelve a retenerme, poniendo su mano sobre mis cosas -a lo cual miro con cara de asco y repugnancia- y apuntándome con su varita desde muy cerca. Ese chico de verdad quería un duelo, pero no para aprender... si no para hacer daño. Además, ellos son mayores que yo en número, no voy a entrar en su juego. Además, después de lo dicho por Zane, lo único que me apetece es achuchar a Lilith y no salir de la cama... 

-No he dicho que vaya a hacerte nada. Al final va a resultar que sí que eres un papagayo.-le digo con voz hastiada, como si hubiese tenido que repetir eso cincuenta veces.-Y aparta eso, que te vas a hacer daño.-le doy un manotazo a la mano donde tiene la varita, lo suficientemente fuerte como para que la suelte y caiga al suelo*. Vuelvo a sonreír y a negar con la cabeza, con el mismo aire de enseñar una lección.-¿No te das cuenta de lo patético que eres? Necesitas que otro te ayude a meterte conmigo y lo único que se te ocurre es dar la razón y amenazarme con tu varita, ni si quiera eres capaz de responderme. No mereces que piense en alguna amenaza para ti... Eres una pérdida de tiempo.-vuelvo a encogerme de hombros, como si hubiese dicho la cosa más obvia del mundo y aparto mis cosas de debajo de la mano de Cyril. 

¿Cómo se atrevía aquella asquerosa sangre sucia a burlarse así de mí? La felicitación de Mía me había sentado muy mal, no me habían salido los hechizos, después de todo el tiempo que había dedicado a practicar, y comprobar que a la muggle sí le habían salido me estaba empezando a revolver por dentro... y encima tenía la osadía de burlarse.

Pero no hizo ninguna falta que yo le dijera nada, mis compañeros ya lo estaban haciendo por mí y con bastante buen resultado, aquella estúpida niña que se creía mejor que nosotros y encima se jactaba de su bondad merecía aquel trato... que no hubiera empezado.

- Hay besos que llevan veneno y son una infección... y los tuyos son de ese estilo. Será mejor que te largues y  vayas a lloriquear a tus... "amigos" de lo malos que somos los Slytherin. Hablas de tontos... mejor mírate un poco a ti misma, insistir para ser amiga de alguien que te desprecia es ser de muy tontos. -La miré fijamente, con una mirada fría y despectiva.- Sería bueno que te dieras cuenta que por lo visto no somos los únicos que te despreciamos, por lo menos nosotros no lo ocultamos... pero tus queridísimos amigos te dejan sola cuando estás en problemas. Piensa en ello.