Partida Rol por web

La profesora mira con cierta seriedad a Zane, pues está bastante claro que quiere lucirse y no hace demasiado caso de la sugerencia de la profesora. 

- Bien chicos, se nota que sabéis mucho. Sin embargo, señor... - dice mientras espera que Zane le de su nombre o apellido - No debería ser tan individualista cuándo se le pide cooperación. Tu compañera estaba lista y seguro que quería decir tantas cosas cómo tú, deberías haberle dejado. Por lo demás, todo lo que habéis dicho es perfectamente correcto, así que os voy a dar 10 puntos a vuestra casa. El resto ¿Habéis tomado nota? Si no es así, no os procupeis, luego repasamos todo en el libro. Pero ahora  - dice mientras se incorpora y se coloca al lado de la misteriosa y ruidosa cosa cubierta - nos vamos a centrar en esto. Señorita... - pregunta esta vez señalando a Debbie, esperando su nombre - Has comentado que a algunas criaturas se las considera oscuras, en efecto, porque son predilectas a dañar al resto. ¿Sabrías darme algún ejemplo?

Algunos ejemplos:

Vampiros, dementores, basiliscos, licántropos, boggarts, inferi, kappas...

Con tu tirada de antes sabes muchos ejemplos sin problemas.

- Deborah Gray...

Me había sentido un poco cohibida ahora que me preguntaba directamente a mí, pero era una pregunta muy fácil así que apenas me paré a pensarla.

- Pues... hay unas cuantas criaturas consideradas sumamente peligrosas como... la acromántula, el hombre-lobo, el basilisco,... ¿son suficientes?

Cuando la profesora preguntó qué eran las artes oscuras, pensé que no podría dar una definición de esa materia por lo que preferí no intentarlo.

Los únicos que lo hicieron fueron dos Slytherin, con el tal Zane a la cabeza.

Vaya, vaya, parece que lo sabe todo - pienso

Pero ese odio se va cuando comienzan a contestar a las preguntas, por lo que comienzo a tomar nota de algunos de los datos dados tanto por Zane como por Debbie.

La verdad es que saben bastante, es de admiración.

Pero la clase se pone más interesante cuando se acerca a la mesa cubierta y pregunta sobre criaturas oscuras, por lo que dejo de escribir y presto gran atención a Debbie.

Espero que no hay nada de eso - pienso tras imaginar a las criaturas sueltas por el aula.

Me da un huelco al corazón y me emociono muchísimo. "Criaturas oscuras... ¡Tengo ganas de conocerlas a todas! A ver si por lo menos esto se me da bien."

Estaba harta de que mi timidez me pudiera en clase y por ello no contestar a las preguntas, pero igualmente tampoco tenía muy claro en qué consistían las artes oscuras. Zane y Debbie contestaron. 

"Que suerte tienen al ser familia de magos, mi padre no me ha contado nada de esto. Seguro que ahora no iría tan sumamente perdida si me hubiera mencionado algo, aunque solo sea decirme que soy una bruja."

Le hago un gesto a Dean haciendo ver que me voy a ahorcar cuando contesta Debbie. Ella sabía mucho más que yo, pero no lo hacia por esto. Los Slytherin no me caían bien, al menos por ahora. Zane me había hecho verles diferente que cuando me subí al andén, cuando no tenía prejuicios por nadie. Entonces pienso en Severus y me giro para buscarle, haciendo que se me caiga el pote de tinta que tenía sobre la mesa, el cual se rompe y se derrama por el suelo. "Jolin, que mal empiezo".

- Uy, lo siento...- Digo poniendome roja tanto de cara como de pelo, que ahora en vez de tener el color rojo normal lo tenía muy fosforito. 

Al final me siento sola en primera fila, me desanimo un poco, pero bueno, más sitio para poner la mochila. La dejo en el asiento libre y apoyo un codo sobre la mesa para después colocar mi barbilla sobre la mano, sin dejar de mirar a la profesora. Me gustaba su pelo, era como el mío pero más rojo todavía. 

Entonces escucho la pregunta que hace, de la cual no tengo ni pajolera idea... Pero supongo que las Artes oscuras, según me ha contado mi hermano, son hechizos malos que hacen los brujos oscuros. Menos mal que Zane y la otra chica, Deborah, levantan la mano y entre los dos (más por parte de Zane que por la de Deborah), dan una respuesta muy elaborada a la pregunta de la profesora. 

Mientras hablan, voy escribiendo en el pergamino:

Artes oscuras = Magia para hacer daño. La hacen los magos oscuros (magos malos). Corrompen tu alma porque son malas. 

Sin querer comienzo a hacer dibujitos en los márgenes del pergamino, son dos magos lanzándose hechizos y uno está vestido de negro y lanza hechizos que hacen daño al otro. Hago una flecha y anoto "Magia negra". Creo que tal vez así lo entienda mejor. Pero cuando las explicaciones son demasiaaaado largas, comienzo a aburrirme e intento imitar el color exacto del pelo de la profesora, sin dejar de mirarlo. De vez en cuando me miro algún mechón de pelo para ver si es el mismo tono exacto, hasta que lo consigo y sonrío.

Entonces Zane nombra a alguien... ¿El Señor Tenebroso? Me suena de haberlo leído en algún periódico de mi hermano, pero siempre que le preguntaba me decía que era un mago malvado y ya está... Pero parece que es el más malo maloso de todos. 

-¿Quién es el "Señor Tenebroso" ese?-pregunto levantando la mano con los ojos muy abiertos y llenos de curiosidad. 

Entonces doy un respingo al escuchar como se rompe el frasco de tinta de Irina, pensando que es la criatura oscura esa que hay en la clase, pero no. Suspiro aliviada y río suavemente, si supiera como se limpia la tinta, lo haría, pero no tengo mucha idea de magia, así que me limito a esperar la respuesta a mi pregunta. 

- Por supuesto son suficientes. ¡Muy bien señorita Gray! Esas criaturas son ejemplos de criaturas consideradas oscuras y muy peligrosas. Incluso un mago experimentado estaría en grave peligro frente a ellas.

La profesora parece a punto de seguir con el tema cuándo la pregunta de Mia le interrumpe. Frunce un poco el ceño durante una fracción de segundo, pero agita la cabeza casi al instante cómo para sacar de su mente lo que sea que estuviese pensando.

- Más conocido como "El-que-no-debe-ser-nombrado". Es un Mago Oscuro muy poderoso y peligroso. Pero no debes preocuparte: Hogwarts es el lugar más seguro de toda Gran Bretaña gracias al director. 

Cuándo el potecito con tinta de Irina se cae y se esparce por el suelo, la profesora le hace un gesto a la niña para quitarle importancia y con un par de toques de varita arregla el pote mágicamente y limpia el suelo. Sin embargo parace ser que a Irina le va a toar rellenar el frasco.

- Bueno, por dónde iba... ¡Ah sí! Nuestra lección de hoy. - dice dando un par de golpecitos sobre la sábana, haciendo que lo que sea que hay debajo tiemble y y gruña con un poco más de efusividad que antes. - Esto es algo que aprenderéis en cuidado de criaturas mágicas, pero os lo digo ya para que lo tengáis claro: las criaturas mágicas se dividen en categorías según cómo de peligrosas son, y eso obviamente incluye las oscuras. ¿Por qué es esto importante? Bueno, en esta clase debéis aprender a defenderos contra las Artes Oscuras, lo que incluye esas criaturas. En principio esto lo teníamos que estudiar con el libro... Pero así es mucho más interesante. Os presento a... vuestro primer enemigo. - dice mientras tira de la sábana y desvela el misterio.

Cuándo la sábana cae las criaturas que hay dentro se envalentonan y empiezan a volar, zumbando de un lado a otro en la jaula que las mantiene cautivas. Son criaturas pequeñas, negras, peludas y con alas. A algunos os suenan, pero para otros es algo completamente nuevo. 

- ¿Quién sabe el nombre de esta criatura?*

Si ya... claro, no dirás eso cuando El Señor Tenebroso se haga con este lugar infestado de sangre sucia y les de su merecido...

Bufo al ver a las criaturas, patéticas... ¿en serio ese iba a ser el comienzo de las clases? Vale sí... dan por saco, pero incluso venden productos para librarse de ellas.

Aburrido levanto la mano, más que nada por intentar ganar puntos para mi casa, ya que el responder no me causaba gran excitación.

Asiento a la respuesta que me da la profesora, ampliando mi sonrisa cuando me mira con el ceño fruncido (¿se habrá dado cuenta del color de mi pelo?) y después tomo nota:

Señor Tenebroso = El-que-no-debe-ser-nombrado = Mago más malo maloso de todos pero que no nos puede hacer daño porque Hogwarts es seguro, ¡yupi!

Cuando llegó la hora de descubrir a la criatura, me iba a dar por vencida a la primera, ya que dudaba que fuera a reconocer la criatura... apenas sé nada sobre magia, así que iba apañada... Me encogí en mi asiento, preparada para hacerme pequeñita para que no me preguntase a mí cuando entonces destapó el contenido y... ¡Milagro! ¡Sé que es! 

Lo vi en uno de los libros de mi hermano, se llaman "Doxys" y me acuerdo porque me hizo mucha gracia ese nombre y las pintas que tenían. Eran incluso adorables tan peluditas y con alas, aunque parecían ser malas. 

Levanté la mano, rápida y veloz como el rayo, intentando levantarlo tan alto que tocase el techo. Incluso daba botecitos en el asiento mientras mi pelo rojo brillaba más y más, como si fuera la sirena de una ambulancia, entusiasmada por conocer una respuesta a una pregunta sobre magia... Además, no soporto estar quieta tanto tiempo, ¿quedará mucho para poder irnos? 

¡Yo, yo, yo! ¡Elígeme a mí, a mí!

¿Quién no iba a conocer a esas criaturas? Eran una plaga, desagradables y con esos dientes tan puntiagudos cuya mordedura era venenosa. Algunas veces habíamos tenido que deshacernos de ellos cuando a mi madre le daba por limpiar el desván de casa... les tenía mucha manía.

Levanté, al igual que veía que hacían varios, la mano dispuesta a dar la respuesta... eso si la profesora me volvía a preguntar. Fruncí el ceño al ver a la tonta pelirroja levantarla también, ¿cómo podía ser que esa sangre sucia pudiera reconocer a los doxys?

Cuando la profesora pregunta el nombre de la criatura, comienzo a recordarlas:

Son doxys si no me equivoco, y son venenosos. Hay que tomar rápidamente un antídoto en caso de ser mordidos.

De pronto levanto la mano, cuando veo que parte de mis compañeros ya lo habían hecho, así que me limito a esperar a que por lo menos la profesora no se haya dado cuenta y pueda ser elegido

Dudo al levantar la mano, pues no tengo ni idea de lo que son esos seres. Hago el amago de que la voy a levantar pero al instante la bajo. Total, para contestar "no tengo ni idea" paso. 

Muchos alumnos levantan la mano, pero Debbie ha sido con diferencia la más rápida: apenas había formulado la pregunta la profesora su mano ya estaba en el aire, con lo que era bastante claro a quién debía elegir la profesora si era objetiva.

- Está bien, terminemos lo empezado. Señorita Gray, ¿qué es esta criatura? Pero para la próxima pregunta dales un poco de ventaja al resto. - dice bromeando.

Me dispuse a contestar la pregunta no sin antes mirar un tanto extrañada a la profesora por su comentario. Si no quería que yo contestara entonces ¿por qué hacía la pregunta en abierto para todos? ¿no sería mejor que preguntara a quien ella quisiera?

- Son doxys... una auténtica plaga a la que les encanta las cortinas. Y hay que tener mucho cuidado con ellos porque su mordedura es venenosa.

- ¡Muy bien! Eres una estudiante muy aplicada, señorita Gray. - congratula la profesora a Debbie. 

Acto seguido apunta a la jaula con la varita y una de las doxys parecen quedar congeladas. La profesora vuelve los barrotes invisibles y de este modo podéis ver claramente cada detalle de la criatura.

- Cómo bien ha dicho vuestra compañera, la mordedura de una Doxy es extremadamente venenosa. Si sois mordidos por una doxy no dudéis en correr a buscar un antídoto, ni por un sólo segundo. ¿Veis los colmillos? - podéis apreciar que la doxy tiene una gran cantidad de colmillos realmente afilados y bastante largos a lo largo y ancho de toda su boca. Sin duda una mordedura dolorosa por sí misma que con el veneno la hacen más temible de lo que parece a primera vista - Esta es sin duda el arma individual de una doxy, temible y dolorosa, pero no la más peligrosa. El mayor peligro de una doxy es que siempre viven en grupo y suelen atacar en grupo también si se las molesta, se sienten amenazadas o si simplemente les apetece, que también es posible. Son al fin y al cabo criaturas maliciosas por naturaleza. La doxy está clasificada en el nivel 3, o XXX, de peligrosidad. Eso quiere decir que cualquier mago capaz puede hacerse cargo. ¡Pero no la subestiméis! Una doxy es manejable, un par también, pero una colonia entera puede ser mucho más difícil, incluso peligroso. Existen repelentes especiales para doxys pero obviamente nadie lleva un repelente encima siempre. Es por eso que para defendernos de criaturas cómo estás vamos a aprender diversos conjuros. 

La profesora deshace el conjuro que mantenía a las doxys congeladas, las cuáles vuelven a revolotear y gruñir. 

- Por suerte para nosotros la defensa mágica de las doxys no es espectacular, lo que quiere decir que muchos conjuros son efectivos. Hechizos inmobilizadores o imposibilitadores, aturdidores o simplemente un poco de ingenio. Por ejemplo, ¿creeis que si la doxy no puede volar sería una amenaza muy grande? ¿O si no puede morder?

Parece bastante obvio que si su arma y su "medio de transporte" es una criatura bastante inofensiva, ya que la más grande apenas mide un par de palmos y, aun teniendo 4 brazos en lugar de dos, con unas extremidades tan cortas y flacuchas difícilmente puede heriros o alcanzaros.

- El hechizo que hoy vamos a aprender es un hechizo bastante general y bastante útil también. Es el hechizo aturdidor más sencillo y básico. Su nombre es Flipendo. - dice pronunciando más lentamente y con claridad el nombre del conjuro - El efecto de Flipendo se podría describir como un golpe mágico a tu oponente. Si lo usas contra un objeto u otra persona, lo empujarás unos metros, dependiendo de la potencia. Si lo usas con criaturas como las doxys el conjuro tiene un efecto más potente dado el tamaño y defensa de éstas. La doxy probablemente saldrá despedida bastante más lejos que una persona y es posible que pierda el conocimiento. Ahora os voy a mostrar cómo se hace, así que estad atentos y fijaos en cada detalle. Podéis acercaros si queéis, pero no avancéis por delante de las mesas de la primera fila. 

La profesora aparta su escritorio y la jaula dejando un espacio bastante amplio al frente de la clase. Después vuelve a congelar a las doxys para poder abrir la jaula y liberar a una, a la cual coloca aún congelada y levitando, al otro lado de la clase.

- Atentos. - con un nuevo movimiento de varita la doxy vuelve a tener movilidad y no duda ni un instante en lanzarse contra la profesora. Sin embargo la profesora alza rápidamente su varita y con un gesto preciso y seco, apuntando a la doxy, pronuncia el hechizo alto y claro. - ¡Flipendo!

Un rayo de luz sale de la varita de la profesora y golpea a la doxy, al cuál sale despedida dando volteretas hasta la otra punta de la clase, cayendo al suelo aparentemente inconsciente. La profesora, sin embargo, no tarda en volver a colocar a la doxy en la jaula repitiendo el proceso de congelación.

- Y bien, ¿preguntas o listos para empezar a practicar? - pregunta con entusiasmo - ¡A los que les salga a la primera les reglaré 5 puntos para su casa! ¡Haced una fila aquí, detrás de mí!

Me coloco en la fila y tras ver como la profesora congela al Doxy apunto con aire de aburrimiento con la varita:

-Flipendo...- Lo digo de forma desganada, no tuve muy buena experiencia con ese hechizo la primera vez que lo usé y esta tampoco. Puede que sea la desgana con lo que lo he hecho, no lo sé... pero desde luego se me dan mejor otros hechizos.

Me encojo de hombros como si no fuera conmigo y dejo paso al siguiente.
 

Había seguido con atención las indicaciones de la profesora y, cuando ella lo solicitó, me coloqué en la fila detrás de Zane. Estaba nerviosa... muy nerviosa. Había estado practicando ese hechizo pero me costaba mucho realizarlo bien ya que pocas veces había conseguido que funcionara.

Cuando me llegó el turno mi mano temblaba. Me imponía mucho tener que hacer los hechizos delante de la profesora y el resto de alumnos y, cuando moví la varita y por culpa de los nervios, el hechizo no funcionó.

Un tanto frustrada me aparté de la fila esperando a ver qué hacía el resto.
 

Ni Zane ni Debbie consiguen realizar el hechizo, lo que hace coger el aliento a más de uno cuándo la doxy se lanza a atacar. Sin embargo la profesora parece haberlo previsto todo y una especie de barrera mágica no las deja pasar.

La profesora les anima a practicar y a que no se depriman porque no les haya salido.

Bajo el brazo desilusionada cuando no me elige a mí. Seguro que esa niña, Debborah, tiene un muelle mágico en el brazo que hace que lo levante tan rápido... ¡Así no vale! 

Aún así, tomo nota de todo lo que dicen:

Bicho peludo con garras y dientes = Doxy

Son criaturas malas que te muerden y te arañan y encima son venenosas... Atacan en grupo como las abejas y están en la clasificación XXX (nivel 3) ¿Eso es muy peligroso? 

Sigo atendiendo la clase cuando veo que es la hora de hacer magia. Me pongo de pie de un salto y voy hacia la fila que comienza a formarse. La verdad es que estoy nerviosa, muy nerviosa, me tiemblan las manos y no puedo dejar de moverme en el sitio. ¿Y si no me sale? ¿Y si me sale? ¿Como sabré que me va a salir? ¿Como sé que no va a salir? Debe ser un hechizo muy difícil, porque incluso a Zane no le ha salido y él sabe hacer aparecer serpientes de la nada...

Finalmente llega mi turno y miro al doxy, la verdad es que fuera de la jaula y sin estar en un dibujo, son algo feos. Pero alzo la varita, hincho el pecho y pronuncio:

-Fli...-¡argh! se me ha olvidado, ¿cómo era? ¡Recórcholis! ¿Flitato? ¿Flitando? ¿Flisando? ¿Flinado?-...po...pa...¿Flipando? ¿Flipendo? ... Flipendo... ¡Ah, sí! ¡Flipendo!-pero para cuando lo recuerdo, es demasiado tarde.