Partida Rol por web

Nada más llegar al aula vacía dejé mi bolsa encima de una de las mesas y me dispuse a sacar tanto el libro como la varita.

- ¿Te apetece hacer algún hechizo en concreto? Si quieres podemos repasar reduccio y engorgio... Ya verás como acabas dominándolo.

La tarde pasó rápidamente practicando los dos hechizos una vez tras otra, hasta que conseguimos que apenas tuviéramos fallos. Desde luego había sido una tarde muy productiva y la compañía de Zoe, sin que estuvieran presentes el resto de las chicas, muy agradable.

Sin duda habéis mejorado, aunque tu domino de la varita está por encima del de Zoe. Sus conjuros no parecen tan perfetos como los tuyos ni tan potentes, aunque pueda conseguir su propósito más o menos sin fallos.

- Sin duda lo mío son los libros... Creo que el papel y la pluma son mejores aliados que la varita conmigo. En cambio a ti se te da mejor. Tal vez...

Zoe rebusca en su bolso y saca el libro de Defensa contra las artes oscuras y otro sobre maldiciones básicas.

- ¿Quieres practicar alguno de aquí? Hay algunos muy complicados, pero hay otros que creo que podemos hacer sin necesidad de un profesor. Están lleno de hechizos aturdidores y algunas maldiciones...bueno, útiles. Hay una que te hace crecer los dientes, otra te salen pútulas, otra te hace las piernas como gelatina... Nunca se sabe cuándo, bueno...algún gracioso puede intentar algo. He oído a los amigos de Cyril hablando sobre gastar una broma... No sé a quién, pero por si acaso...

- No te preocupes, ya verás que con práctica te acabarán saliendo perfectamente. Pero no es bueno que pienses que no lo vas a conseguir, eso sólo interferirá en tu concentración.

Yo dando consejos... Aquello sí que era increíble.

- Así que Cyril tiene pensado gastarle una broma a alguien... Está bien saberlo... Mira... -Estaba echándo un vistazo a los hechizos de los libros y había dado con uno que me pareció muy interesante.- ¿Qué te parece éste? Babosas...

Creo que las papeletas para que Cyril y sus amigos gasten una broma a alguien somos Severus y yo... Estoy convencida de ello y será mejor estar preparada.

- Oh...¿Es el que hace escupir babosas? Es un poco asqueroso...Aunque no me importaría ver a Cyril o Sonja escupir babosas... - te confiesa en voz baja.

Lo relee un momento, haciendo gestos con la varita.

- Creo que no es difícil, pero lo tendríamos que hacer la una en la otra... ¿Qué pasa si sale mal? O a lo mejor... - Zoe se asoma a la ventana y te hace un gesto para que te acerques - A lo mejor a alguien le puede sentar mal la comida...

Desde la ventana puedes ver algunos alumnos de diferentes cursos disfrutando de la tarde en los jardines.

Erá verdad... no me había dado cuenta de ese detalle. Tendríamos que practicar la una con la otra con cualquiera de esos hechizos y ¿si salía mal?... ¿cómo lo arreglarían? No quería mandar a alguien que no se lo mereciera a la enfermería, pero... ¿acaso alguien se lo merecía de verdad?

- Tienes razón... aunque me gusta la idea de practicar algún hechizo de ese tipo quizás será mejor que hagamos algún otro más productivo. ¿Qué te parece accio? ¿o alohomora?

- Sí...casi que será lo mejor. La verdad es que tal vez me sintiese mal si le hago vomitar babosas a alguien que no me ha hecho nada... Creo que Accio puede ser muy útil.

Zoe coge uno de los libros y lo pone en una mesa lejana.

- A ver qué tal...¡Accio!

El libro se acerca a Zoe y se posa en sus manos, mientras ella lo mira con una genuína cara de sorpresa.

- Me...ha...Me ha salido... a la primera.

Al fondo de la clase hay un armario con una llave que puede servir para practicar alohomora.

Me alegré mucho por Zoe, seguro que eso la animaba a seguir practicando y a no verse como una inútil. Siguiendo sus pasos yo también cogí un libro y lo dejé en una mesa alejada, me centré en él y moví suavemente la varita mientras pronunciaba

- Accio...

En un momento el libro se encontraba en mis manos.

- Qué bien, a las dos nos ha salido a la primera. Probemos ahora con el otro... Mira, ahí hay un armario con su llave, vamos a intentarlo.

Dirigí la varita a la cerradura y pronuncié el hechizo

- Alohomora...

Pero no sucedió nada, para mi frustración ya que me estaba acostumbrando a que los hechizos cada vez me salieran mejor.

- Prueba ahora tú... ánimo.

- ¡Muy bien Debbie! Creo que me va a gustar este hechizo...

Cuando no te sale alohomora y le pides que lo intente ella se pone un poco nerviosa.

- Es...está bien. Aunque si a ti no te sale no sé si me saldrá a mí. - Zoe carraspea un poco para aclararse la garganta - ¡Alohomora!

La cerradura no aprece afectada, y cuándo Zoe intenta abrirla no lo consigue. 

- Pues a mí tampoco me ha salido... 

- No podemos dejarlo ahora, así que si queremos que nos salga debemos seguir practicando. No te preocupes que acabaremos por abrir esta cerradura, ya lo verás... Alohomora...

- Empiezo a tener hambre...y creo que a debe ser la hora de cenar.

Hice un último intento que fue un total éxito. La sonrisa en mi cara era de satisfacción, había sido una tarde muy productiva y también me alegraba por Zoe que parecía que había conseguido algo de confianza en ella.

- Sí, yo también tengo hambre. Ha estado bien ¿verdad?

- La verdad es que ha sido muy divertido, pero me siento cansada. Creo que mañana me dedicaré a los libros...

Busco un aula vacía, pero que estñe bastante apartada y recóndita... no deseo que nadie me espie. Ya que el serpensortia no me va a servir más y algo me dice que necesitaré defenderme decido empezar a practicar el Flipendo...

Saco mi varita antes de prepararme.

Flipendo, el hechizo aturdidor por excelencia, también útil para empujar objetos. Tu primer flipendo no es efectivo, la mesa a la que apuntabas apenas tiembla un poco. La segunda vez, sin embargo, la empujas hasta el fondo de la clase. Es tu tercer flipendo el que se te va de las manos y la mesa da una voltereta en tu dirección.

Pese a que no reaccionas demasiado deprisa, te apartas la suficiente como para que la mesa pase zumbando a tu lado, cayendo al suelo ruidosamente. Te das cuenta de que una de las patas se ha roto y no crees que eso sea bueno...

Me acerco a la mesa y murmuro un hechizo que había visto hacer a mi madre:

-Reparo

Tras dos flipendos mas vuelvoa cometer el mismo error, sin embargo lo esquivo, pero e nuevo lo cometo esquivando la mesa otra vez. Finalmente creo coger el tranqullo al conjuro haciéndolo dos veces seguidas más.

Puedes notar que has lanzado un Flipendo casi perfecto. La mesa se desliza con rapidez y fuerza al fondo de la clase, en una línea recta perfecta sólo rota al chocar con la pared. Por suerte la mesa es de ben roble y no ocurre nada. Notas que tu brazo está algo cansado, así que tal vez deberías descansar entre hechizo y hechizo.

Será mejor dejarlo por un rato...

Algo cansado debido al esfuerzo de los hechizos y al esquivar los tres golpes de pupitre decido bajar a los jardines a tomar un poco el aire.

Me apetecía estar solo, como siempre al menos hasta que mis padres me enviasen a Susan de una vez... el permiso ya estaba en orden.
 

Aún es pronto por lo que no te cuesta encontrar un ala vacía. Es un aula pequeña con apenas 10 pupitres para los alumnos y uno para el profesor. Hay una gran pizarra en una de las paredes y ventanas que dan a los jardines, pero aparte de eso no hay nada más relevante.