Partida Rol por web

Espero tal y como me dice la enfermera junto a Dharma. Hasta que veo a Zane y al prefecto rubio que vi antes en el Gran Comedor. En el tren fue un poco borde conmigo, pero después no... ¿Es que todos los de Slytherins son bordes hasta la primera de cambio?

-Hola, Zane.-saludo antes de que se vaya con una sonrisa.

Dharma ni lo mira, parece que no le cae muy bien, aunque supongo que es normal. Pasamos entonces a donde está Lion y cuando llego a su lado le dedico una sonrisa muy animada al ver que está mejor.

-Hola, Lion. ¿Estás mejor ya?-saludo poniéndome a su derecha y apoyando un brazo sobre la mesita de noche.

Entonces la respuesta llega rápido y lo escucho con atención. La verdad es que me parece muy injusto que a Zane le pongan ese pequeño castigo y a Lion le abran un expediente en su primer curso sin llevar apenas una semaan aquí...

-Pues sí que es injusto... deberías hablarlo con el profesor Dumbledore, seguro que lo entiende.-le digo dándole la razón.

Acto seguido llega Dean y lo saludo con una sonrisa y un movimiento de la mano.

-Hola Dean! Si, ya lo han sacado todo, tengo el brazo hinchado pero estoy bien, lo peor es el aburrimiento jajaja.

Pues si, Mi en cuanto salga de aqui iré directo a hablar con el director y a ver que pasa.

-¿Qué?- solté impresionada. ¿De verdad habían abierto un expediente a Lion y Zane se iba a salir con la suya? Desde luego, lo mínimo era protestar. 

Asentí a la propuesta de Mia por ir a hablar con el director y saludé a Dean cuando entró a la sala. 

-¿Cuándo te dejarán irte?- pregunté con una sonrisa. Sentía bastante enfado por la injusticia que estaban cometiendo, pero ni Lion, ni Mia, ni dean tenían la culpa de eso. 

-Pues en teoría, solo esta mañana para ver si la poción ha funcionado del todo. Le contesté a Dharma

-Miré hacia la enfermera y le pregunté: -puedo irme ya Señora Poppy? Mi brazo esta perfecto...

Debes tener cuidado Lion, si te inyectaron veneno y no ha sido capaz de contrarrestarlo puedes tener problemas. A lo mejor es bueno que te quedes un poco más por la enfermería para ver como evolucionas - digo al ver el brazo de Lion.

- La poción y el ungüento eran muy fuertes, no debería haber problemas. Pero recuerda pasarte cada tarde para que le eche un vistazo y no muevas el brazo fuera del cabestrillo. ¿Vale? Es la hora de comer, así que podéis ir si queréis.

-De acuerdo señora Poppy, muchas gracias por sus cuidados.

Miro a Dharma,Dean y Mia y les digo: -Bueno chicos, vamos a comer? Tengo mucha hambre y la boca aún me sabe a mono triturado, la Poción sabía muy muy mal.

Asiento y comienzo a andar hacia la salida. -Sí, el hambre aprieta ya. - LE sonreí a la enfermera, agradecida de que cuidase tan bien del niño. - Que tenga un buen día, señorita Poppy. 

Dharma y Lion se van hacia el comedor. Sería una buena idea ir todos juntos.

Me quedé distraía, pensando en la injusticia del caso y cuando me quise dar cuenta, se habían ido al Gran Comedor para comer. ¡Qué hambre!

-¡Dean! ¡Tenemos que ir a comer!-exclamé mientras le cogía del brazo para arrastrarlo hacia el Gran Comedor.

Vale, vale, vayamos a comer - digo mientras Mia me arrastra para ir al Gran Comedor sorprendido.

¿Qué crees que habrá para comer? Yo la verdad tengo bastante hambre. - digo mientras salgo por la puerta de la enfermería

Cuándo llegáis a la enfermería la enfermera no pierde el tiempo y os indica dos camas, una al lado de la otra.

- Por las barbas de Merlín... Dime que no es una pelea.

- Hechizos propios fallidos, me temo... Quería hacer la clase interesante y les he motivado a practicar, pero al parecer era muy pronto... No quería que se aburriesen. -explica mientras os ayuda a sentaros en sendas camas.

La enfermera hace un murmullito reprobador pero se pone manos a la obra. Empieza con Irina pues está en obvio dolor, y saca un frasco de un armario.

- Esto sabe muy mal - avisa a Irina mientras le quita el cabestrillo con cuidado- pero tu brazo estará recompeusto en un santiamén.

La enfermera vierte un poco de la poción del frasco en una cuchara y se la tiende a Irina. La poción, en efecto, sabe a rayos.

Después se gira a Dena.

- Tú te salvas de la poción, pero te aviso que vas a notar un tirón molesto. - dice mientras, igual que con Irina, aparta el cabestrillo con cuidado. Sin más explicaciones agita la varita y Dean nota un dolor punzante y horrible por unos segundos, cuándo sus huesos del brazo se mueven para recolocarse. En cuánto están en su sitio el dolor remite. 

- Los dos vais a estar doloridos durante todo el día, Irina, puede que tú dos, pero podréis usar el brazo sin problemas después- os explica mientras os pone de nuevo el cabestrillo. - No hagáis locuras, dejad el brazo descansar.

Cuando la enfermera me dice que me libro de la poción, un sentimiento de alegría y a la vez de tristeza por Irina me invade, pero en el momento que dice que notaré un dolor punzante, intento hacer honor a mi nombre y hacerme el fuerte.

No pasa nada, es su trabajo - digo con una sonrisa.

Cuando mueve la varita y noto el dolor, la sonrisa se convierte en descomposición pero finalmente consigo soportarlo y miro a Irina con cara de preocupación.

Irina, es peor el remedio que la enfermedad - digo con mala cara pensando en todas las clases que aún nos van a tocar y de seguir así, la de visitas a la enfermería que ibamos a hacer.

Intento tragarme la poción sin respirar pero igualmente no consigo menguar su sabor. 

- Que mala suerte he tenido... Al principio me estaba yendo tan genial. ¡Y yo pensando que se me estaba dando bien algo por fin!- Miro para abajo, notando como el sabor de la poción se me quedaba en la lengua. 

Me bebo el último trago y me tumbo en la cama. 

- Pero la clase ha estado entretenida, encima iba ganando a Debbie aunque después hemos comenzado a fallar las dos. ¿Tu crees que podremos salir de aquí hoy aunque tengamos el brazo dolorido?

Irina puede notar un cosquilleo intenso dentro del brazo. Deben de ser los huesos uniéndose de nuevo gracias a la poción. 

- Después de comer os dejo ir si no hacéis locuras con el brazo, aunque os va a doler todo el día cómo ya he dicho.. Es ya casi la hora pero no quiero que os forcéis con la comida, así que llamaré a un par de elfos para que me ayuden con vosotros. 

La sensación que notaba en el brazo no era muy agradable aunque creo que a algunos les podría gustar. Aunque no me hacía daño me sentía incómoda con el cosquilleo que me recorría por el brazo. 

Paso un rato tumbada sin apenas conversación con Dean, reflexionando sobre qué había hecho mal en los hechizos para acabar en tan mala situación. "Mira que lo estaba haciendo bien al principio..." 

Un olor a comida me borra los pensamientos sobre la clase de defensa contra las artes oscuras. 

- Debe ser la hora de comer.- Le digo a Dean suspirando.  - ¡Yo quiero ver a los elfos que nos traen la comida!

Y hablando del rey de Roma... la enfermera aparece con dos elfos domesticos que llevan un par de bandejas con comida. Los elfos domésticos son un poco más bajitos que vosotros y son delgaduchos y con brazos largos y pies grandes. Tienen unas orejas, narices y ojos también enormes y pero no son para nada terroríficos. Al contrario, son casi achuchables. Veis que van vestidos con un par de limpios trapos de cocina.

Los elfos se acercan a vuestra cama y os saludan con un gesto de la cabeza. En realidad ambos tenéis el barzo izquierdo immobilizado así que podéis comer con el derecho, simplemente necesitaréis ayuda tal vez cortando la comida o sirviéndoos bebida y al parecer los elfos están ahí para eso.

Estaba distraído pensando en como mejorar los hechizos que no había conseguido hacer en clase, cuando la voz de Irina  invade mis pensamientos.

Sí, supongo que no quedará mucho.

Al ver entrar a los elfos con la comida, una pregunta se me viene a la cabeza.

¿Son los elfos los que normalmente hacen la comida que tomamos en el Gran Comedor? - digo en voz alta por si alguien me respondía.