Partida Rol por web

El sábado por la mañana te presentas en el campo de Quidditch. La semana que viene es un partido importante y el capitán del equipo quiere que estéis en plena forma.

- Vamos a practicar las estrategias de ataque. - Os dice a ti y el otro cazador. - Los golpeadores usarán bludgers de goma para practicar la defensa e intentar tirarnos. Estáis listos?

Hay algunas personas en las gradas: Ellen, que siempre viene a veros entrenar con Arianne, quien no es muy buena en los deoportes pero siempre le ha gustado ver el quidditch. También ves a los dos chicos de Dumstrang: Kristoff y Joni.

Es sábado y un rato antes de que fuera el entreno de Hufflepuff te has escaqueado camino a la casa. Un poco antes de llegar a ella calculas que ya han empezado y Joni debería estar vigilando a Donnie. La casa está a unos 100 metros de dùonde te encuentras. Joni sugirió que tal vez hubiese algun conjuro de alarma alrededor, por lo quae debías esperar a que empezasen el entreno antes de entrar.

Bueno, ya han empezado. Hora de investigar.

Miraba la casa desde lejos, había podido escabullirme hacia Hogsmeade otra vez, aprovechando que no tenía clases y que mucha gente estaría distraída con el entrenamiento de Hufflepuff. Me puse tras unos arbustos, por si acaso y saqué la varita.

- Caeca temporalis-conjuré, pero... sabía que algo no salía bien.

Oh, ¡venga ya!

Llego medio dormido. No debería ser legal hacer cosas por la mañana los sábados pero es lo que toca.

"No haberte apuntado retrasado"

Mi cerebro era más listo que yo. Al menos la visión de ese campo me encantaba. Estar ahí abajo rodeado de las enormes gradas me hacía sentir... útil.
Escucho las palabras de Jay semi-atento apoyado en la escoba.

-Señor, sí señor!

Me coloco la escoba en posición de alzar al vuelo

-Cuando vuestra merced ordene! -y en medio del grito de emoción un bostezo me hace acabar en un "eaaaaah..."

Jay abre el baúl con la quaffle y las bludger de goma. Las bludgers salen disparadas hacia el cielo y el sostiene la quaffle. Los golpeadores y los cazadores os situaís en distintos lado del capitán, cómo si fueseis equipos distintos, mientras el guardían se va a los aros.

- Preparados? Adelante!

Sabes que algo va mal al instante. en lugar de desaparecer, brillas cómo una luciérnaga... No es la primera vez que te pasa. Al estar detrás de los arbustos en un frío dia de invierno no, no hay nadie que pueda verte, sin embargo la luz que sale de entre las hojas llamará sin duda la atención de cualquiera que pase cerca, humano o no.

Golpeando con mi pie en el suelo alzo el vuelo colocándome en posición. Me siento tan ligero que puedo notar a los demás algo torpes. Por un momento incluso me crezco y creo poder ser más rápido que el propio buscador.

"Relájate Donnie"

-Empezamos o que?! YUJU!

Mierda, mierda, ¡mierda!

Me enterré aún más en los arbustos y volví a conjurar:

- Caeca temporalis-conjuré, algo más molesta. Parecía que esta vez había salido bien.

Una vez compruebo que soy totalmente invisible, salgo rumbo a la casa. 

Te vuelves invisible, pero no has visto que antes de hacerlo dejases de brillar. Ya verás que pasa cuándo dejes de ser invisible...

Al salir de los arbustos no ves a nadie. Suerte la tuya. Te encaminas a la casa y llegas a la puerta sin haber notado nada raro.

Cojo el pomo con cuidado y lo giro para entrar en la casa. Una vez dentro, cierro tras de mí. La casa está a oscuras, pero al ser por la mañana al menos permanece en penumbra y puedo ver más o menos bien. De todos modos, apoyo la mano izquierda sobre la pared y comienzo a subir las escaleras. Si no recuerdo mal, la puerta llena de arañazos estaba en la parte de arriba.

Pese a la penumbra, puedes ver por dónde vas. Te da la sensación de que hay más manchas de snagre seca que la última vez, pero tal vez es sólo tu imaginación.

Subes por las escaleras y te detienes antes de llegar al final: la puerta de la derecha esta en el suelo, arrancada del marco, por la forma de la madera rota jurarías que la forzaron desde dentro.

En cuanto puedo cojo la quaffle y sin demora hago un sprint hacia la portería manteniendo el equilibrio pese a casi desviarme un poco. El viento golpea mi cara y siempre es en ocasiones como esta en las que pienso en lo util que serían algún tipo de gafas. Diviso la portería acercándose y es cuando decido lanzar con todas mis fuerzas sin siquiera pararme a apuntar.

-¡Tiroooo del dragóooooooooooooooooooooon!

Esto es tétrico de cojones... Menos mal que no soy rubia ni negra, sería la primera en morir.

Es lo primero que pienso al ver la sangre. Hay que tomárselo con humor, si no quieres que te entre el pánico... aunque a decir verdad, estar aquí sola y con toda esa sangre seca no es precisamente la idea perfecta que tengo de pasar una mañana libre. Menos mal que soy rápida y si es necesario, correré más rápido que Peter cuando escucha la palabra "comida". 

Me muevo lentamente, con sigilo, no parece que haya nadie aquí, pero por si acaso... Más vale prevenir que curar, o eso dicen, ¿no? 

Miro la puerta, agachándome para tocarla y examinar qué es lo que le han hecho exactamente. Una vez hecho, subiré a la habitación a la que pertenece la puerta.

Es extraño. La puerta en sí está perfectamente, la llave insertada en la parte de atrás mantiene la puerta cerrada. Normalmente, basándote en las películas de acción que a veces veis en casa, cuándo alguien tira una puerta abajo esta es la parte que se rompe. Algo te dice que la puerta y el cierre están reforzados de algun modo. El marco parece intacto también, ahora que te fijas; lo que ha cedido es toda la madera de la pared alrededor.

Jay sigue tu estela con un impresionante sprint, mientras que el otro cazador intenta placar a uno de los golpeadores. Este lo esquiva y se va en busca de una blodger. El otro alcanza la otra bludger y la golpea en tu dirección, dandote e el brazo. Por suerte es de goma. El guardián para tu gol y lanza la quaffle lejos para ponerla de nuevo en juego.

- No te adelantes demasiado Donnie, las prisas producen errores!

Me agaché para examinar la puerta, era extaño. Curiosamente, estaba intacta, y eso era muy extraño... Cuando habrías una puerta de un golpe, lo que se dañaba era precisamente eso. El marco también parece estar bien, incluso la llave seguía en la cerradura. Entonces me doy cuenta, es la madera la que ha cedido.

Hostia puta...

Me incorporo y voy hacia la habitación en la que falta la puerta. Con cuidado y mucho más sigilosa, ¿y si había alguien? 

No ves a ndie. Tras asegurarte, puedes respirar tranquila. Ves que la habitación está mucho lás dañada que la última vez. En algunos rincones parecen haber intentado excarvar o atravesar las paredes, pero con poco éxito. Parecen marcas de garras, como de un perro muy grande. Muy muy grande.