Partida Rol por web

Hogwarts, Marauders and other stories [+18]

Escena de Aelia Arin

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26/08/2013, 23:41
Aelia Arin

Notas de juego

¿Te dije lo de que quería explorar un par de horas y estudiar cuatro más (de las tres asignaturas que había hecho) más una hora de defensa contra las artes oscuras? Explorar durante seis horas es ilógico xD

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26/08/2013, 23:56
Director

No, no me lo dijiste. Ni tan siquiera en el roleo. Por eso tienes eso.

Y no es ilógico: es útil xD Además, sois niños: jugáis, os entreteneis... y antes de darse cuenta ¡bum! hora de cenar.

Ahora es tarde, tienes tiempo tras la cena y mañana.

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27/08/2013, 15:30
Aelia Arin

Aj, mierda. Pensé que te lo había dicho por Facebook. Oké. xD

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04/09/2013, 15:18
Aelia Arin

Mira, mira, me ha salido el reduccio a la primera y todos se creen que la nariz ha vuelto a su estado original sin que lo hayas dicho xD

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04/09/2013, 15:39
Director

Bueno, pero sí xD no lo he dicho pero justamente el ataque de Zane había sido un 8, así que funciona por los pelos xD

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04/09/2013, 17:44
Aelia Arin

Ese epicismo xD

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12/10/2013, 10:20
Director

Acabo de comprobar que durante la tarde en los jardines no pusiste que estudiases, sino que te sentaste a reposar en un árbol, cerrando los ojos :s

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12/10/2013, 12:10
Aelia Arin

No obstante, hablamos de ello por Facebook. Bueno, qué más da.

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12/10/2013, 16:53
Director

Sí,sí, pero lo digo porque no sé qué contarte de estudio xD Me he expresado mal, me refería a que creía recordar que habáis puesto ahí qué asignatura estudiabas, y que no encuentro eso.  ¿Qué asignatura querías estudiar?

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12/10/2013, 20:01
Aelia Arin

DCAO.

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12/10/2013, 20:28
Director

Ficha actualizada.

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30/11/2013, 09:54
Aelia Arin

¿No tienes los hechizos actualizados no? Tengo Avis, oppugno a 15, y papyrus incisus a X, si no me equivoco.

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30/11/2013, 13:37
Director

Cierto, me olvidé actualizar la ficha. Ahora lo hago.

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04/12/2013, 20:58
Aelia Arin

Las cosas han cambiado. Han cambiado mucho. Todo lo que me ha llevado a ser lo que soy me lo ha enrarecido el ambiente en el que he crecido, y me ha situado en una órbita muy diferente a la que pensé que entraría cuando comencé en la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería. Toda historia, al fin y al cabo, tiene un final. Y no tiene nada que ver con naciones o ideologías, sino del consumo de la vida que constantemente nos quita un poco de lo que somos. El tiempo nos erosiona, de maneras diferentes pero sin detenerse. Y algunos optamos por acabar con todo lo que otros hicieron por nosotros de una forma abrupta. Y así sucedió en mi caso.

Remontémonos, si nos permite Ud., al verano previo a segundo. Durante mi estancia en Hogwarts no había hecho una amistad muy grande con nadie, pero tampoco había hecho enemigos. Todo acabó como empezó, aunque quizá las relaciones entre yo y Ravenclaw se volvieron tensas. No podría decir que hubiera hecho grandes amigos de mi edad, quizá a excepción de Anne, Debbie, y Zane, y del prefecto Nathan Storm. Al llegar a casa, mi padre, cegado por su incondicional amor por la música me había preparado una sorpresa importante, ya que durante esos dos meses y poco que iba a estar fuera de la escuela, iba a grabar mi primer disco de canciones de violín y piano como gran protagonista. Lo creamos allí mismo, en Salisbury, a tres manzanas de donde yo vivía, y me negué a publicar mi nombre por encima del de mi padre en la portada del disco, un violín encima de un piano con un fondo grisáceo. Al principio del proceso de creación del disco, fui con mucha dedicación. Siempre iba con las personas a las que ya reconocía como mis hermanos de sangre, por lo mucho que me habían demostrado, y con mi padre, y entre los dos hermanos me ayudaban y proponían nuevas ideas. Ellos se lo pasaban bien, y yo también, cuando estaba creando música con el violín. Pero la vida da vuelcos inesperados. Y la mía no dio un vuelco en la buena dirección.

 

La anemia de mi hermano pronto conllevó debilidad y falta de aire con el esfuerzo, y hacia mitades de verano se le prohibió salir de casa para realizar cualquier actividad. La noticia cayó como una losa, y tras una buena conversación a tres bandas entre mi padre, mi hermanastro y yo decidimos que lo mejor era que él se quedara en casa mientras mi padre y yo acabábamos el disco de música. La última canción que hicimos en el disco, una perfecta ejecución del piano de mi padre y una interpretación magistral del piano y del canto por parte mía de “Feeling good”, de Nina Simone, dedicada en su totalidad a mi hermano, que curiosamente pareció mejorar y pudo acompañarnos a parte de la gira nacional que hicimos por Inglaterra.

 

Fuera de Hogwarts, me estaba labrando un nombre. Durante la gira, conocí a mucha gente, pero no llegué a hacer ningún amigo importante. Sí que podría comentar que me encontré con diversa gente durante la primera gira (y con algunos en posteriores): Diane tras primero, Anne también tras primero, fueron solo algunos de los magos de mi edad que me vieron, con ropa de muggle, encima de la tarima que separa a músicos y espectadores. También un más adulto Nathan vino a verme. Me aseguré que los amigos que había hecho en el mundo mágico durante primero entraran de forma gratuïta a mi concierto, dispusieran de los mejores asientos y tuvieran la posibilidad de hablar conmigo (cosa bastante poco frecuente durante las giras de este tipo) si querían por unos instantes antes de marchar a la nueva localización. Así hice una gran amistad con Anne. Así pude hacerme amiga de Diane. Nunca me consideré una musa, ni un modelo a imitar, pero sí es cierto que en cuanto acabé la gira mucha gente comenzó a pararme por la calle, a pedir que firmara discos y autógrafos, y no podría negar que me gustaba ese trato tan diferente al común.

 

Segundo comenzó con un mazazo emocional bastante grande. Resulta que a mi hermanastro lo metieron en el hospital, de forma preventiva. No estaba evolucionando bien al tratamiento que recibía y lo pusieron en observación. Segundo pasó sin pena ni gloria. Estudié, aprobé, y me dio tiempo a tocar el violín y a practicar. Poco más, a excepción del club de Slughorn en el que fui admitida. Empecé a disfrutar de las sesiones en las que me veía involucrada, y en la que me veía obligada a interactuar con otra gente de diferentes casas y edades. Por desgracia para mí, no podía encontrarme más fuera de lugar en la casa de Ravenclaw una vez Nathan empezó a estudiar asiduamente para los EXTASIS. No me sentía cómoda en mi casa, y tampoco me sentía cómoda con los Gryffindor y los Hufflepuff. Qué casualidad. Parecía que mi sino fuera ser Slytherin y me hubieran puesto en Ravenclaw por error. No importaba.

 

¿Cómo puede llegar a cebarse tanto el destino con una simple persona? Al acabar segundo mi hermanastro volvió con nosotros. No volvió como se esperaba. Estaba mucho mejor de la anemia, pero la separación le había provocado un trastorno límite de la personalidad, un borderline, que le llevó a empeorar las relaciones con todos nosotros y a tener problemas para casi todo. Me fui de gira, otra vez, esta vez en solitario, con un músico mayor y de renombre, en sustitución de mi padre, que había abandonado temporalmente el mundo de la música para centrarse en su hijo. Durante la gira, me reencontré con varios amigos de la escuela de Magia convertidos en muggles, algunos con más acierto que otros, los niños con más acierto que los padres y las niñas con más acierto que los niños. Pero el acontecimiento más interesante fue la de una aparición de un mago músico en mi camerino justo al acabar un concierto. Comencé a hacer conciertos para magos, un poco diferentes en cuanto a ambientación y espectáculo, pero al fin y al cabo mi función era la misma. Comencé a conocer a gente importante, gente del ministerio, magos y brujas famosos que habían venido a disfrutar del día y de mi habilidad con el violín. Y también entablé contacto con gente como Brad, Debbie, o Zane. Poco después de acabar la gira, se me planteó una situación que me hizo preguntarme cuán cruel puede llegar a ser el destino.

 

Tres días antes de reemprender mi camino mágico, y derivado de la depresión producida por el trastorno límite de la personalidad, mi hermanastro, Marcus, se suicidó. Ese día por la mañana mi madrastra profirió un grito terriblemente agudo que erizó la piel de todos los presentes y su posterior desmayo no hizo nada más que empeorar la situación. Mi hermano se había abierto las venas de los antebrazos con cortes verticales y posteriormente se había colgado con una brida anti-retorno atada a una cuerda del cuello. El cuerpo inerte, aún balanceándose, de mi hermanastro habiendo luchado por su vida demasiado tarde, sobre el charco de sangre que había resbalado de la pálida piel de sus dedos se mantuvo en mis retinas hasta acabar tercero. Y no pude volver a sonreír por un año escolar entero. Mientras en la casa de mis padres adoptivos Tanis comenzó a tener problemas con el alcohol, yo me mantuve, en Hogwarts, en silencio casi siempre, apoyándome tan solo en Anne, Debbie, y ocasionalmente Zane, y poco faltó para que el no comer me llevara a la tumba a mí también. Me tuvieron que ingresar tres veces por tiempo de más de una semana en Hogwarts por desvanecimientos derivados del hambre, durante las cuales más gente de la que pensaba que vendría vino a verme y se me pudo alejar de la muerte, manteniéndome debidamente alimentada. Curiosamente, el hambre, y la depresión no hicieron más que acentuar mis habilidades mágicas y agudizar mi destreza hasta límites insospechados. Durante tercero, me admitieron en el equipo de Quidditch como buscadora, ya que el veterano (en Hogwarts) O'Flaherty había acabado séptimo el año anterior. No obstante, ni mi amor por el deporte hizo sacarme una sonrisa la primera vez que conseguí la Snitch dorada. El speaker me apodó “la centella de hielo” por mi carácter frío y distante, y mi habilidad insospechada hasta por mí para volar.

 

Al acabar tercero sucedió la primera buena noticia que me hizo sonreír en un año. Dicen que las buenas esencias vienen en frascos pequeños, pero la noticia fue una bomba del más dulce perfume por partida doble. Mi padre dejó el alcohol. Además de eso, había conseguido contratos con una discográfica para que hiciera conciertos por todo el mundo, con él, y con otro grupo. Daba la casualidad de que nuevamente, el otro grupo, lo formaban magos. ¡Iba a participar en una gira mundial! Mis únicas dos condiciones, que fueron aceptadas inmediatamente, fueron: que el inicio se comenzara en Londres y terminara en un concierto gratuito para la gente de Salisbury; y que se hicieran conciertos en Stuttgart, Oslo, Malmö, Barcelona, Budapest, y Moscú, entre otras ciudades y otros muchos países. Obviamente, la organización había previsto que yo podía exigir eso y me tuvieron en cuenta. Fue una de las mejores experiencias de la historia. Conocí a cientos de miles de personas. De todo tipo, muggles y magos.

 

Cuarto y quinto fueron unos años en la escuela en los que di paso a la experimentación. Las dificultades académicas no eran altas, a mi parecer, y comencé a probar hechizos de todo tipo, así como empecé a experimentar sentimientos por otras personas, tanto chicos como chicas. Había crecido, en todos los sentidos. Me había desarrollado. Físicamente me había estirado unos centímetros, mis senos ya no eran tan imperceptibles, el pelo había crecido y adquirido una tonalidad aún más viva, me había desarrollado, también se había desarrollado mi gusto por los sombreros y por la elegancia. Empecé a cuidar mi ropa, mi manera de hablar. El laberinto de mi mente y mi cabeza tejió redes y caminos imposibles de cruzar, y me convertí en una persona aún más difícil de entender y con la que tratar. Mientras mi exterior se resquebrajó para los demás y parecía haberme vuelto una persona mucho más abierta, mi interior se endureció por encima del diamante, y mi mente se cerró a todo tipo de posible invasión por parte de otros.

 

Las giras internacionales, fuera del periodo de clases, cada vez se hacían más intensas y frecuentes. Libia, Zimbabwe, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda, la República Federal Alemana, Islandia, Madagascar, Venezuela, Canadá, Hawaii fueron algunos de los lugares que visité al finalizar cuarto curso. Como en el año anterior, la experiencia vivida fue fantástica, y pude aprovechar para ampliar mis conocimientos de todo tipo. Aprendí hechizos nuevos junto a mis compañeros magos, y visité muchos lugares. Aprendí algo de sueco y alemán. Para entonces, mi reputación había igualado a la de mi padre, y para culminar se organizó un concierto espectacular al que tanto mi padre como yo estuvimos invitados a ir a finales de agosto al Musikverein, en Viena, en el que participé junto a la Orquesta filarmónica de Viena, interpretando tan solo un Czardas que hizo que las casi dos mil personas que llenaron la capacidad de la sala se irguieran para aplaudirnos. Aquél fue el único concierto que no comenzó en Londres, y acabó en Salisbury, aunque también se hicieron ambos conciertos, pasando el de Salisbury al ser el penúltimo.

 

Cabe decir que la familia de la que formaba parte, ya de por sí de bastante buen nivel económico, dinamitó su economía, e incluso yo dispuse, durante tiempo, de una cantidad de dinero bastante admirable. No obstante, jamás dejé que eso influyera en mí. Bueno, quizá un poco. Cada año mejoraba mi escoba en Quidditch, cada año renovaba cierta cantidad de ropa, y cada año mis padres disponían de más dinero para gastar en lo que quisieran, y así hicieron: se compraron el edificio contiguo, derrocaron el edificio, y ampliaron el existente, creando una suite para cada uno de los cuatro miembros de la familia. No obstante, no hubo manera de cambiar la habitación de Marcus. Ninguno siquiera pensó en ello. El recuerdo doloroso de una de las cuerdas de violín hecha añicos aún perduraba, de alguna manera, en esta familia. No había dudado, en su momento, en ocultar la nota que encontré en el bolsillo de mi hermanastro. “Para todos, pero en especial para ti, Aelia. Tú te vas cada año, y yo me quedo aquí sin poder hacer nada para evitarlo. Y no puedo soportarlo. Eres muy importante para mí y no quiero perderte. Pensé en matarte para que no te fueras, pero no te puedo quitar el derecho a la vida. No lo soporto más. Te quiero. Os quiero a todos. Adiós.” Él solía ser así. Con todos, pero conmigo especialmente. Me había cogido mucho apego a la larga, y no lo entendía.

 

Sí se reformó el jardín, y se añadió una piscina, en la que los pocos días de verano en los que estaba en casa, reponiéndome de las giras y preparándome para ir a Hogwarts, me los pasaba dentro, disfrutando de los pocos días soleados de Gran Bretaña. Adquirí un extraño gusto a cantar y aprendí a enfocar eso para mi bien, grabando un disco alternativo a los tres que ya poseía en el que, a parte de tocar el violín, me acompañaban el piano de mi padre, la guitarra acústica de mi hermano, que había aprendido a tocar pero su nivel no era para nada el nuestro y mi propia voz. Fue un disco de Jazz y rock suave que tuvo bastante éxito en las bodas, irónicamente. Había aprendido a bailar, cosa inevitable debido a los millones de giras y adquirí una resistencia física bastante envidiable, pese a que mi fuerza seguía siendo mínima.

 

Antes de comenzar sexto, mi madrastra sufrió un paro cardiorrespiratorio, nuevamente pocos días antes de empezar Hogwarts. Afortunadamente, mi hermano era ya graduado en medicina en la universidad de Londres y pudo practicarle la reanimación cardiopulmonar para reanimarla (yo no sabía qué era hasta que me lo explicó él) correctamente y salvarle la vida. Nuevamente, ver un cuerpo yaciendo en el suelo completamente parado no fue una buena imagen, y durante muchas noches me desperté sobresaltada en mitad de la noche, incluso en Hogwarts.

 

Las crisis que sufría habían remitido en una gran medida, aunque ocasionalmente me sucedía en las peores situaciones posibles. La más cómica fue al acabar un concierto, mientras toda la gente estaba aplaudiendo: me quedé más de un minuto quieta mientras me aplaudían, hasta que reaccioné y saludé con la cabeza., inclinándome para agradecer el apoyo de la gente de mi ciudad.

 

Ahora mido un metro sesenta y cinco, peso cincuenta y ocho kilos, sigo teniendo la misma cara de niña pero estoy más desarrollada. La voz se me ha profundizado un poco, la mirada se ha afilado levemente, las manos me han crecido, y he desarrollado un gusto bisexual, aunque aún no haya probado nada de lo que me hubiera gustado hacer.

 

Sigo siendo yo, Aelia Arin Sinclaire, y esta es mi historia. Ahora, permítame que yo misma escriba el siguiente capítulo.”

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16/12/2013, 20:16
Director

Esta es tu tabla base, con las habilidades que tenías antes y mis puntos extras. Tienes 10 a repartir, recuerda que debes poner 1 como mínimo a Perc. y Voluntad.

Atributos:

MAGIA (MAG)

 5+4

RESISTENCIA (RES)

 0+1

DESTREZA (DES)

 4

FUERZA (FUE)

 1

VOLUNTAD (VOL)

 

PERCEPCIÓN (PER)

 

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21/12/2013, 20:26
Director

Template de ficha nueva lista. Aquí la tienes.

Tras tu nueva ficha sigue la historia y demás antiguos, que perder todo ese trabajo me parece un despropósito.

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15/03/2014, 18:43
Director

Estoy teniendo problemas para decidir qué animal le pega a Aelia para su patronus. ¿Sugerencias?

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12/06/2014, 21:03
Director

Este mes se te ha hecho bastante distinto a los anteriores. Para comenzar, Charlotte. Como mínimo una vez a la semana os habéis encontrado en la sala de música para tocar algo juntas, piezas realmente bonitas y compenetradas, incluso cuándo optabais por improvisar. Charlotte incluso llegó a contarte algunas cosas sobre ella: cómo sus padres habían concertado unos matrimonios que ella o quería para nada, ya que eso supondría quedarse estancada y lo que quería ella era volar; cómo su madre murió durante su parto; incluso cómo últimamente no dejaban de llegarle cartas de admiradores y chicos que le pedían salir con ella. Siempre había sido popular, pero ahora comenzaba a ser ridículo. Aunque bueno ¿Qué decirte a ti? Si tu también estabas cayendo en sus encantos.

Conseguiste perfeccionar el hechizo de la bola de oscuridad. Era un hechizo muy conveniente no sólo en duelos, ya que la oscuridad no era estática sino que seguía la trayectoria que tú quisieses. 

También has pasado mucho tiempo con Anne, quien parece ser de las pocas que no cree que tramas algo por culpa de tu imprevisible carácter. Tal vez es porque "vivís" juntas desde primero y se ha acostumbrado a ello mucho más que el resto. O porque es más confiada.

 

Notas de juego

Si no me especificas lo de especializar, te doy un punto de conocimientos a enc. y a DCAO

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25/09/2014, 14:07
Director

Puedes encotnrar en la biblioteca en libros de duelos, hechizos...:

-Uno que refleje hechizos como desmaius, o petrificus totalus (no válido para hechizos muy fuertes como encantamiento de cadenas, o depulso, por ejemplo)
- Una pantalla de humo muy espeso, que impida la visión a través de ella y nuble los sentidos dentro de ella.

-Uno que haga aparecer arena y la lance contra una persona (como una tormenta de arena) con fuerza.

En libros de la sección prohibida: (para esto tendríamos que rolearlo a ver si consigues los libros)

-Uno que de miedo al contrincante, o que le hiciera tener alucinaciones.

-Uno que presione el pecho del rival haciendo difícil la respiración (sí, Aelia puede ser una hija de puta), pudiendo ser mortal a no ser por su contrahechizo.

-Uno que haga muy sensible la piel del contrincante, tanto que el contacto con la ropa sea molesto, llegando a doloroso (curable con cualquier ungüento, pero particularmente molesto).

Estos puedes intentar crearlos (el mismo sistema que anteriormente)

-Uno que, en principio no hiciera nada, pero que hiciera que los hechizos malintencionados del contrario lanzados por la varita del contrincante rebotaran.
-Uno que, dirigido a una zona, hiciera que la temperatura en dicha zona aumente a límites brutales de temperatura (-10ºC, o +45ºC, por poner dos ejemplos...)

-Uno que disloque los tobillos del rival (este me mola mucho xD) impidiéndole caminar y haciéndole algo de daño), o su análogo con los brazos.

-Uno que cree un sentimiento de lástima tan grande que la víctima se vea obligada a llorar desconsoladamente.
 

Cargando editor
27/09/2014, 13:23
Aelia Arin

Puedes encotnrar en la biblioteca en libros de duelos, hechizos...:

-Uno que refleje hechizos como desmaius, o petrificus totalus (no válido para hechizos muy fuertes como encantamiento de cadenas, o depulso, por ejemplo)
- Una pantalla de humo muy espeso, que impida la visión a través de ella y nuble los sentidos dentro de ella.

-Uno que haga aparecer arena y la lance contra una persona (como una tormenta de arena) con fuerza.

En libros de la sección prohibida:

-Uno que presione el pecho del rival haciendo difícil la respiración (sí, Aelia puede ser una hija de puta), pudiendo ser mortal a no ser por su contrahechizo.

Estos puedes intentar crearlos:

-Uno que disloque los tobillos del rival (este me mola mucho xD) impidiéndole caminar y haciéndole algo de daño), o su análogo con los brazos.

-Uno que, dirigido a una zona, hiciera que la temperatura en dicha zona aumente a límites brutales de temperatura (-10ºC, o +45ºC, por poner dos ejemplos...)

Estas son mis preferencias para esta franja de tiempo.