Partida Rol por web

En una esquina, agachado, había un esclavo. Había luchado antes de refugiarse en el templo. También luchaba en la arena y estaba acostumbrado a los trotes. Sin embargo, los bárbaros eran muchos y muy fieros, la batalla le había dejado exhausto.

Iba a levantarse para presentarse, pero cuando iba a decir su nombre varios esclavos que lo acompañaban se levantaron y hablaron antes que él.

- Yo soy Espartaco...yo soy Espartaco...yo soy Espartaco - decían una y otra vez.

- Tranquilos, que ahora no hace falta, yo soy Espartaco - dijo el verdadero Espartaco - ¿Por qué no salís fuera a luchar para darnos algo de tiempo?

Los esclavos salieron por unos huecos del templo y Espartaco los volvió a cerrar para que no entraran los bárbaros. Si sus compañeros conseguían reducir a los enemigos o serían abatidos era algo que no sabía. Pero si morían, lo harían como héroes.

- Yo reforzaré las posibles entradas con maderos - dijo a Julio César - He visto algunos por ahí.

El esclavo comenzó a colocar troncos para reforzar las puertas. Tendrían que ser muchos los bárbaros que intentaran romper la puerta si querían conseguir entrar allí. 

Porcio caton había llegado algo cansado con su esclava, al parecer la edad ya hacía mella en él.

Por todo los Dioses, si esta concurrido este templo... - dice con una sonrisa, para evitar la tension -

Me alegra ver vivos a tan grandes de Roma... - dice acercándose y saludando a Cesar, Marco Antonio,Egneo, Tito Pullo y demas celebridades-

Aun con mi edad, ayudaré en todo lo que pueda, ya que Roma es un hijo al que debemos cuidar, aunque este enfermo.., ayudaré en las tareas de reforzar las barricadas.. - decia con tono sereno Porcio Caton -

Sin decir mas, acompaña a los hombres a reforzar las barricadas.

Marco Tulio Ciceron consigue abrirse paso antes de que tapien las entradas, el a diferencia de los guerreros no esta cubierto de sangre de pies a cabeza sino que porta su toga de senador, blanca y con una franja roja. Va solo pues seguramente sus esclavos se habran quedado atras luchando para darle alguna oportunidad a su señor. -Los barbaros han caido como furias sobre la ciudad, parece imposible que esto haya podido ocurrir. -Dice segun camina, al final se para y coge aire, entonces se fija en las personalidades que se encuentran en la sala.

-Gracias a los Dioses, la Diosa que protege este templo ha conseguido resguardar a grandes hombres de la republica para que puedan velar por ella en estos momentos tan turbulentos. -Carraspea aclarandose la garganta, aun jadeante por la carrera. -Por desgracia muchos otros han caido, hombres valientes que han dado su vida por Roma, que los Dioses les otorguen su gracia.- Se seca el sudor que le recorre la frente con el dorso de la mano. -¿Seria mucho pedir un vaso de vino? Tengo la garganta seca y dolorida.

 Me apresuro a ir a la despensa a buscar lo necesario para atender al nuevo refugiado y a los demás señores que se encuentran la mansión. Mejor estar ocupado en servir a torturarme pensando en lo que será de nosotros. De momento estamos vivos y seguros dentro del templo, lo que los Dioses nos tengan preparado es algo que no conozco ni entiendo y por tanto no vale la pena preocuparse por ello, o al menos, eso es de lo que intento convencerme. Empezando por Cesar voy ofreciendo vino a todos los presentes siguiendo la jerarquía, obviando a los esclavos como yo.

De entre la cantidad de carne humana que se acumulaba en el templo, surgió corriendo una figura delgada con los pies descalzos y la cara manchada. Se abalanzó a los brazos sangrientos de Tito Pullo y se aferró a él con fuerza.

Como soldado que he sido sé cuando una batalla esta perdida y eso es precisamente lo que vi a la llegada de los bárbaros, por lo que rápidamente busque refugio llegando al templo, me dedico a tapiar todos los accesos para resistir allí mientras las legiones llegan a la capital. Una vez terminada la labor me pongo a reconocer a los presentes, que como yo han decidido refugiarse.

Todos mantienen su lugar, incluso en estos tiempos en los que reina el caos y la posibilidades de la caída de roma son altas. Aun así como los demás decido mantener la fachada, por lo que me acerco a los de mayor rango allí presentes.

Saludos, doy gracias a los dioses por veros a todos con vida en este tiempo aciago, rezo por que todo acabe y en poco tiempo estemos en nuestras villas recordando esto como una mala experiencia.

Espartaco se acercó a Eirene y vio como le hacía cariñitos al tipo robusto.

-Oye encanto, ¿no tienes nada para mí también? Yo tengo aún más sangre bárbara en mis vestimentas. Igual podría quitármelas solo para ti... ya sabes, me las podrías "lavar".

 La cultura romana es tan inculta... no puedo creer que hablen como infantes cuando nos tienen citiados. Después de un largo viaje, yo, que soy la reina, solo puedo quedarme con las ganas de volver donde vine. Romanos, sois conocidos por ser conquistadores y guerreros, demostrad ese valor... demostrad

Que ven mis ojos, gracias a la divinidad de los Dioses, en ver a la misma Reina de Egipto entre nosotros... -dice con una cortés reverencia a la Reina del Nilo -

Espero que nuestros modales o forma de vida, no la alarme en su visita, mas esto es Roma, hay muchas cosas diferentes a su Egipto, disculpar la forma de hablar de todos nosotros, o el trato que tenemos -dice Porcio Caton a Cleopatra -

 No os preocupeis Porcio, miro al cesar, ya he tenido tiempo de conocer los modales de los romanos. En la cama más que todo.

Recibe la copa de Posca y bebe, sediento por el esfuerzo. -Ah el gran vino de Campania, es capaz de hacer que cualquier dia parezca soleado aunque no lo sea. Mas ilustres personajes de la Republica, ¿Cual es el plan para resistir a las hordas barbaras?

Marco Antonio estaba llendose con un paso cansino antes de ponerse al frente de una de las defensas del templo cuando escucho la voz del gladiador

Cita:

Se dio vuelta y empezo a caminar hacia al hombre que hacia rugir las arenas de toda Roma Tu esclavo! sera mejor que aprendas a respetar a un soldado romano sino encontraras la muerte mas rapido de lo que piensas!!! no te olvides de tu lugar o te aseguro que preferirias haber caido en manos de los barbaros! las palabras sonaron fuertes, duras y en un tono que era pura autoridad como solo un hombre que tuvo a su mando legiones en batalla podia tener este tipo es peligroso si decide poner en practica lo que hace en la arena seria mas peligroso que los mismos barbaros, creo que sera mejor desarmarlo

 ¡Marco Antonio!

-Aprecia la fidelidad aparente de aquel, que a pesar de hacer rugir en la plebe a Roma permanece a nuestro lado, en lugar de unirse a aquellos bárbaros.- Me doy la media vuelta y me encamino hacia Cleopatra. -Mi reina, ruego que dispensa nuestra aparente falta de modales o de sensatez, pero como puede comprobar la situación no es para nada la mas indicada.

Y ustedes "ciudadanos romanos", senadores, libertos. Aquellos que por falta de presteza no se han apurado a proteger este santuario. ¡Os tendré vigilados! Mi mirada  se posa en aquellos aquellos que no se han aprestado a ayudarnos y dando la mano a Cleopatra me retiro un momento.

Octavia se paseaba nerviosa de un lado a otro del templo. Había logrado escapar por los pelos de los bárbaros y aún temblaba de pensar lo que le hubiera ocurrido si aquellos animales la hubieran atrapado.

Los hombres estaban atareados tratando de poner barricadas para que los enemigos que estaban fuera no alcanzaran el interior del recinto. Algunas mujeres y los esclavos ayudaban a atender a los heridos. Dioses, ¿por qué permitís esto?

Sin saber bien que hacer pero consciente de era mejor mantenerse ocupada, se acercó hasta dónde atendían a los heridos para prestar ayuda.

Yo no se sì este temblo aguante esta invación. Digo de manera seria. Los dioses son poderosos, pero no tanto para mantener estas paredes en pie, llenos de nobres yhombres libres y esclavos. Miro al cielo a escuchar el caos fuera. Creo que cada uno debe ponerse en paz con los dioses.

Tito abraza a Eirene y sonríe. - Tranquila, ahora que estamos juntos no tenemos nada que temer

Cuando Espartaco abre la boca, Tito va a responderle y no precisamente con palabras (pero la intervención de Marco Antonio calma la situación) Con cara de muy pocos amigos, se dirige al (¿ex?)esclavo - Más te vale mantenerte alejado de mi mujer, tracio. No me gustaría tener que luchar contigo porque ya he visto que eres muy valiente mandado a la muerte a tus compañeros mientras tu te quedas escondiéndote aquí, pero si es necesario...

Como a Cesar no le interesa que haya problemas (por ahora) y no es plan de montar un pollo estando Eirene, Tito deja la conversación y se gira hacia Marco Antonio. - Hay que encontrar a Voreno. Seguramente esté con Octavio buscando a su madre, ya que no veo a ninguno por aqui. Es posible que Bruto esté con ellos. Octavia, ¿tu sabes algo de tu madre y tu hermano?

Octavio entra apresurado al templo, despues de escapar de la barbarie que azota Roma se dirije a Tito Pullo. Lamentablemente no he encontrado a mi madre, sólo puedo esperar que los dioses la protejan y permitan que que llegue a este sagrado templo. Debemos ser cautelosos y actuar con frialdad ante la situacion, lo mejor sera escuchar a mi tío, el gran Cesar. Despues observa entre los presentes  a Posca al cual le pido un poco de agua.

-¿Luchar conmigo? Claro, ¿y qué mas? He visto como el rubito te defendía antes, tú solo sí que no vales de nada. Yo me cargué a Teocles, la sombra mortal, ese sí que era una buena pieza.

Espartaco hizo un gesto con la mano para quitar hierro al asunto.

-Pero no te ofendas, solo quería depositar mi semilla en la esclava, luego te la puedes quedar tú.

El gladiador carcajeóal terminar sus palabras.

-Guardad vuestro fuero Cesar para los bárbaros, no para vuestros hermanos de Roma- el gran Pompeyo se levanta y camina, algo débil, pero recuperado. Ha tenido que removerse su armadura, ensangrentada, y ahora tiene un aspecto abatido, cansado.

-Dejad a quienes prefirieron esconderse a luchar en paz con sus consciencias, ya es deshonra suficiente vivir como cobardes y no morir como valientes. Por lo pronto tenemos otros problemas entre manos...- comenta con solemnidad.

-No os preocupéis, este templo es amplio, seguro que quienes buscamos se encuentran escondidos entre las cámaras de este fortín. Que Minerva les proteja- añade

-Si, seguro que de haberme quedado escondido como una rata nadie hubiera tenido que ayudarme. Supongo que así es como luchan los verdaderos guerreros, escondiéndose mientras dejan que los demás luchen sus batallas.

Tito se gira hacia Octavio - No te preocupes, seguro que tu madre está bien. Tampoco veo a Timon, seguro que está protegiéndola con su escolta armada o ha ido en su ayuda.