Partida Rol por web

¿Dios egipcio de la resurrección, símbolo de la fertilidad y regeneración del Nilo? Ni que lo hubieses buscado en la wikipedia. En fin... ese tipo debió tener un ego desmesurado si se llamaba a sí mismo como el dios de la fertilidad.

Se hizo el silencio por el auricular. Sean estaba pensando. La idea de que sus padres tuviesen conocimiento de que Sean iba a abandonar el país en un nuevo viaje en avión no le hacía gracia. No es que fuesen a prohibírselo, pero la llamada haría parecer que tenía que pedir permiso a papi y a mami. Y Sean ya tenía veintiún años. No iba a permitir tal cosa.

Por un momento pensó en pedirle a su hermana que lidiara ella con papá.

Bien, vale. Es una buena idea. Hazle esa pregunta. Yo voy a colgar para llamar a papá... Por cierto, ¿qué tal te ha ido el día, hermana? Que desde que me volví a Francia estoy seguro de que ya me echas de menos. Mándale un saludo a Miora de mi parte.

Total, la tarifa era plana, y Charlotte podía enviar el mensaje mientras hablaba por teléfono. Y como difícilmente Fadil le respondería en el momento, Sean aún tendría tiempo de llamar a casa dentro de un rato. No es que necesitara colgar inmediatamente.

-Lo busqué en la wikipedia, es lo más rápido que se me ocurrió. Si él eligió ese nombre, estaba segura que tenía que ser por algo relacionado con Egipto. Soy bióloga, no egiptóloga. Y al leerlo fue cuando recordé lo de la constelación de Orión. Vale, le mandaré el mensaje y te contaré su respuesta... -Charlotte comenzó a manipular el comunicador mientras hablaban a la vez que pensaba en el mensaje de respuesta- ¿Echarte de menos? ¡Venga ya! Eso pasará cuando el sol deje de salir por el horizonte y los peces caminen por la tierra -bromeó sin reconocer en voz alta que sí, que lo echaba de menos, y mucho- Miora tambien te envía recuerdos, ¿sabes que has calado hondo en ella? Le ha parecido corta tu estancia, aun a pesar de que le dije que no se fiara de ti. Esta visto y comprobado que nadie me hace caso. Y así os va a todos... -rió con ganas.

Mientras hablaba escribía un mensaje rápido y decidió no pensarlo mucho, porque si lo pensaba, intuía que no lo enviaría. No era su estilo, pero entendía a su hermano, y la posibilidad de un engaño o de una confusión siempre estaban en el aire. Así que dejó que la parte Dunne de su vida tomara el control, escribiera el mensaje y lo enviara sin releerlo. O nunca lo enviaría.

-Vale...ya está -dijo sería cuando pulsó el botón de enviar y comenzó a arrepentirse justo en aquel momento de haberlo hecho sin pensar ni sin evaluar la sensación que iba a dar al otro lado-Te juro que si esto es de verdad, me voy a morir de la vergúenza...

Hola, Fadil.

Soy Charlotte Dunne, una de las personas a las que las enviado el mensaje por comunicador hace unos escasos minutos.

Ha sido una sorpresa total recibirlo, mucho más aún después de leer quien eres, realmente no sabías que existías, mis padres nunca me han hablado de ti, tal vez porque tampoco sepan de tu existencia, lo cual lo hace todo aún más inesperado.

Y espero por todo lo imaginable que sea verdad...si no quiero pasar el resto de mi vida escuchar a mi hermano metiéndose conmigo por ser tan crédula con los mensaje que recibo de desconocidos.

Pero por aquí tenemos una duda existencial. Verás, esa oferta es tan tentadora que estamos pensando...

No mentira, Sean está pensando, yo no lo pienso...pero vale, mejor hablar en plurar, queda más 'educado'.

... que realmente sea un spam personalizado o una captación de clientes para vender yo que sé qué cosas cuando le demos al enlace de tu mensaje,

Basicamente entiendo que Sean habrá pensado en algo subido de tono, yo hubiera pensado en ollas para la cocina o en una cafetera de esas nuevas que están a la moda de café colombiano, para que veas que somos diferentes

...así que nos hemos dicho, si de verdad es el hijo de Osiris, sabrá responder perfectamente a una pregunta que le hagamos. Si respondes bien, nos pelearemos con nuestros jefes para conseguir unas vacaciones,

¡Y te juro que será con uñas y dientes!

...si no respondes bien, consideraremos la opción del spam como válida. Los servidores de spam no suelen dar contestaciones demasiado coherentes con la realidad.

Bueno, pues ahí va: la primera vez que mis padres vieron al tuyo ¿donde fue? ¿qué paso entonces, en ese momento?

Espero, sinceramente, que no seas un spam.

Charlotte.

Charlotte y Sean.... no, mejor solo Charlotte, con una de los dos que quede en ridículo es suficiente...aunque tambien podría firmarlo como Sean... ummmm.

Charlotte.

Quizá después de todo tomarse unas minivacaciones y estar con Fadil en "su" Hotel, sería una buena idea, dejar por unos días el trabajo, incluso el cobijo cálido del "Oasis de Saqqara", que tan poco había cambiado desde que algún antepasado tuvo la idea de levantarlo y abrirlo a los pocos turistas que llegaban a saber de él.

Allí había crecido, era su hogar, su refugio. Pero Fadil parecía haber cambiado, era como si el SandCastle fuera suyo, ¡se había volcado tanto en su proyecto!. Imaginó que su hermano deseaba compartirlo, darlo a conocer, por eso, en parte el intento de reunir a tanta gente de todo el mundo, después de tantos años.

Se preguntó si no debería volver a hablar con su padre largo y tendido antes de que llegaran... no sabía cómo reaccionaría si pedían visitarle, si querría verlos, si le supondría un disgusto, o algo peor. Y quizá también debería decírselo a Aiul. Él había conocido a los padres de esos chicos y chicas, y había vivido de muy cerca todo el episodio de la Mastaba... por no hablar de que había servido en la mansión Al-Hassim... no ocultaba nada de eso.

Lo que Nefissa no acababa de comprender era qué pintaba en todo eso el extraño búnquer que hacía ahora de sancta sanctorum de su padre, su lugar de reclusión autoimpuesta...

Mike sonrió satisfecho pues había encontrado todo lo que necesitaba, no le gustaba no saber nada de alguien que acababa de aparecer para ofertarle algo sin un motivo aparente. Ahora todo encajaba. Además se había llevado de regalo la visita al perfil de esa amiga de la que hablaba pero no había dicho el nombre como premio especial. Nefissa era una mujer atractiva y en la foto que tenía en su perfil parecía también algo enigmática, de todas formas ella no le interesaba pues aparte de su amistad con Fadil, nada tenía que ver en aquel asunto, además parecía musulmana y eso le causaba cierto rechazo, aunque le sorprendió que estuviera en contacto con páginas de belleza, quizás era una de esas mujeres liberales de aquellos países, aunque lo general era que fueran muy conservadoras y tradicionales y el paso del tiempo no parecía estar ayudando a mejorar mucho la situación.

Así que es por lo de la Mastaba esa...

Parecía que todo últimamente le llevaba a aquel lugar y no era algo que le hiciera demasiada ilusión. Su padre no lo había pasado muy bien allí por no hablar de las extrañas historias con las que parecían haber despertado todos, afortunadamente la prudencia les hizo no hablar demasiado alto para que no les internaran por locos. Y ahora, por algún motivo que aún no conocía ese tal Fadil quería que fueran allá, con la excusa de ofrecerles una estancia gratuíta en un hotel, que aunque se ofrecía como de gran lujo, Mike pensó que era uno de los lugares más horribles que había visto en mucho tiempo, todo arena, seguro que había arena hasta en las camas, para eso prefería quedarse en las playas de Miami.
Aun así estaba intrigado con todo lo que había detrás, tenía que haber algo y pensaba averiguarlo. Sabía como empezar y que era lo que había impulsado a Fadil a ponerse en contacto con ellos, aunque seguía sin comprender que pretendía.
Lo primero que hizo fue mandarle una invitación al grupo de Facebook que habían creado.

Igual él se interesa más que los otros, seguramente que si.

No podía ser de otra forma. Al recordar a los otros pensó si Mel y él serían los únicos invitados o habría mandado invitaciones a todos los hijos de los supervivientes o de los relacionados con el incidente...

¿Pero porqué?

Seguía sin tener ningún sentido. Si quería saber algo sobre la experiencia que pudo vivir su padre, si es que había vivido alguna como el suyo, bastaba con preguntar por email, no invitabas a nadie una semana a un hotel de arena lujosa solamente para hablar... Estaba claro que las preguntas sin respuesta se solucionaban intentando conseguir una. Mientras su hermana intentaba ponerse en contacto con el hotel se puso a escribir un mensaje personal a Fadil.

Hola Fadil. Soy Mike Yaddow. He recibido tu invitación y la verdad no se que decir, agradezco tu generosidad, aunque sinceramente no encuentro ningún motivo para que nos regales esa semana de vacaciones en el hotel donde trabajas. Al principio me sorprendió un poco el mensaje, hasta que pude relacionarte con el incidente en la Mastaba al que sobrevivieron mi padre y el tuyo, supongo que todo este asunto tiene que ver con eso. Si buscas información, la verdad es que nuestro padre no nos contó mucho, pero te acabo de enviar una invitación a un grupo de Facebook con todo lo que hemos podido encontrar, quizá te interese.

P.D. Siento mucho el fallecimiento de tus padres.

Envió el email y se quedó concentrado en Melyssa y su llamada teléfonica, debía hacer algo para que no siguiera con eso, pues no era una broma como a ella le parecía y si lo hubiera sido seguramente el teléfono al que estaba llamando comenzaría a cobrarle una tarifa abusiva mientras la entretenían con cualquier excusa. Pero tampoco quería decirle nada de la relación con la Mastaba porque seguramente se empeñaría en ir a aquel hotel lleno de arena y más feo que nada en el mundo, al menos si salías de la habitación, aunque si las habitaciones tenían una buena conexión wifi tampoco sería muy necesario salir afuera, pero para eso no se gastaba un billete de avión. Claro que si Fadil aceptaba la invitación al grupo de Facebook Melyssa se daría cuenta... Bueno daba igual, la convencería para ir a Las Vegas, al fin y al cabo no se les había perdido nada en el desierto.

-Te aseguro que es verdad, el hotel existe y este tal Fadil es su director. No es ninguna broma. Insistió Mike. Si cuelgas podré explicarte lo que creo que pasa.

-¿Fadil Jannan? Pues, efectivamente, es el Director del SandCastle. Y diría que su promotor anímico, su inspiración fue la que originó todo el proyecto. Y sí, es precisamente el Hotel en el que tenemos intención de rodar el videoclip, tal como os dije.

Hubo unos segundos de silencio, como si Will estuviera pensando algo. O quizá sólo se tomaba un sorbo de café, imposible saberlo. Cuando siguió hablando su tono era el de siempre, aunque había un casi imperceptible punto de curiosidad en su voz.

-No sé nada de que se haya puesto en contacto con vosotros. No se lo pedí. Aunque supongo que no es raro. Si vais a ir allí a filmar el clip... y él lo sabe, sé que Yasmin avisó a su secretaria. Hum. ¿Qué quieres decir con que te parece raro cómo se dirigía a vosotros? Fadil es un tipo extrovertido, un director poco convencional. No sé si te refieres a eso...

Mel estaba manipulando el comunicador, tecleando los números del teléfono del SandCastle, cuando le entró una llamada. Al igual que a Mike.

Era Sam en una colectiva a tres, así que detuvo la marcación para poder cogerla, y hablar con su amiga. Puso el modo manoslibres para que su hermano la escuchara también.

La voz de Samantha llegó desde Nueva York.

- Hola, chicos -Pudo apreciarse la falta de entusiasmo en su saludo-. Hace un rato me reuní de nuevo con Will, mi jefe... -Se escuchó un suspiro-. Sobre mi trabajo nada que objetar, está muy satisfecho. Tanto que me envían a El Cairo -Durante unos largos segundos no dijo nada, pero no podía callar por más tiempo-. Voy a configurar el sistema informático del hotel SandCastle, parte del holding Stevenson. Y adivinad... es realmente una remodelación de la mansión de los Al Hassim -Volvió a dejar unos segundos para que procesaran la información-. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? A mí se me debió quedar cara de pasmada, pero creo que no se dio cuenta. Tal vez pensó que estaba sorprendida por ir a El Cairo. Vamos, que lo estoy también...

Mel estaba mirando en su pantalla como unos cubos iban rodando por el aire, llegaban al extremo y rebotaban hacía el otro extremo, repitiendo siempre los mismos movimientos hasta que la conexión entre su conector y el otro dispositivo telefónico estuviera establecida. Se permitió reírse de su hermano por lo exagerado que se ponía. Tanto por el tema del poni como por el de hablar con su amiga. Era evidente que la hermana no iba a hacer ninguna de las dos cosas, pero casi nunca podía engañarlo con nada.

No habló ya que estaba esperando que en cualquier momento el tono de llamada se escuche en la habitación, lo había puesto en manos libres. Hay cosas que su hermano dice que no se pueden dejar sin respuesta y la expresión que la melliza dejó ver sobre su rostro, avisaba de ello antes de que su boca se ponga a ello.

- Eso quiere decir que no vas a aceptar el trabajo... Tranquilo, no nos esperábamos que sepas aprovechar una buena oportunidad. Bufó enfadada, pero no podía mantenerse callada. En realidad te da miedo de comprometerte a algo que puede que te guste de verdad y que seas como el resto del mundo... eso te da miedo.

Podría seguir hablando del tema hasta acabar enfadados, así que no siguió. Era evidente que al cabezón de su hermano no había manera de hacerle cambiar de opinión. Se dedicó en mirar la pantalla callada hasta que su hermano le contó algo de lo que estaba encontrando por internet mientras husmeaba al que les mandó a los dos ese misterioso mail.

- Sí, es el mismo mail. Me da que queda algo más lejos que Las Vegas. No sé por qué no miraste aún donde queda. ¿Qué? ¿Es de verdad? ¡No te metas conmigo, Mike! Mel miraba la pantalla y quería colgar, pero eso era de mala educación, así que solo se puso algo histérica mientras no sabía qué hacer. Miró la foto y asintió sin saber por qué. Ya, ya veo ya, existe... Yo pensaba que es una ventana de esas spam tipo, es el visitante un millón y ha ganado bla bla bla. ¡No me esperaba que fuera de verdad! Vale, cuelgo... ¡Borra cualquier rastro de mi llamada, ya!

Y menos mal que lo hizo, porque ya en el comunicador de Mike apareció una llamada de Sam. Al principio se quedó con la boca abierta sin saber que decir luego gesticuló sin sacar ningún sonido y al final suspiró y sonrió.

Mientras Tahira apuraba su café derrochando estilo en cada uno de sus gestos, y sonreía al comentario de Fadil, éste volvió a notar la vibración del comunicador. La mujer, que se dio cuenta, se alejó ligeramente, para darle un margen de intimidad, y se dirigió a la ventana. El sol estaba ya anunciando el ocaso, y el cielo se empezaba a teñir de rojo. Lo que daba a la arena una tonalidad extraña, a medias entre el oro y el rosa. No le costó sumergirse en la contemplación y dejar a su jefe que solucionara sus cosas tranquilo durante unos momentos.

El comunicador mostró que algunos más de entre los destinatarios habían abierto sus mails. Y mostró también un par de respuestas: Tenía correo de Charlotte Dunne y de Mike Yaddow.

En el comunicador de Mike apareció una llamada de Sam. Al principio se quedó con la boca abierta sin saber que decir luego gesticuló sin sacar ningún sonido y al final suspiró y sonrió.

- ¡Nosotros también! Intentó ser positiva y transmitirle a su amiga la sensación de que estaba entusiasmada y feliz, pero a Mel se le daba fatal mentir. Al parecer alguien de ahí nos invita a un hotel gratis, alguien que sabe por qué pasó nuestro padre, porque el suyo también estuvo ahí. Mike sabe más sobre el tema.

Mike negó con la cabeza ante las palabras de su hermana.

-No he dicho que no vaya a aceptar el trabajo, solo quiero pensarlo bien para no meter la pata. Y si, tienes razón no me gustaría encorsetarme a algo que no me dejara disfrutar bien de la vida. ¿No ves a Sam? Y la respuesta es no, no la ves porque está siempre de viaje de aquí para allí, sin tiempo para nada más que para el trabajo y eso no es vida. Apenas la podemos ver. Pero si hubiera un buen trabajo que me permitiera cierta libertad de horarios y de movimientos pues no me lo pensaría. Alguno que se pudiera trabajar desde casa con libertad de horario estaría genial, he visto gente que trabaja así. ¿No te parece genial?

No siguieron discutiendo para no terminar enfadados de verdad, pero aunque Mike no daba un no rotundo era probable que fuera aplazando la decisión hasta que se agotara la oferta, a no ser que estuviera realmente seguro de que sería una opción viable para él.
Mike volvió a negar con la cabeza mientras intentaba hacer lo que su hermana le estaba pidiendo, llamaba a un teléfono de fuera de Estados Unidos, así que igual la cosa era más complicada de lo que parecía.

-Vaya, ya veo que no está en Las Vegas, ni siquiera en Estados Unidos... Intentaré hacer lo que pueda hermanita. Yo también pensaba que era spam, lo que me extraña porque mi correo suele filtrar bastante bien, pero luego al leer ciertas cosas me di cuenta que había algo más y por eso me puse a buscar. Afortunadamente encontré algo a tiempo para que no cometieras un error, creo que tienes un ángel de la guarda* que trabaja duro día y noche para que no te pase nada.

Iba a seguir hablando cuando el comunicador de su hermana comenzó a sonar, pensó que sería el mismo teléfono devolviendo la llamada, pero el suyo sonó también y con el tono característico de Sam, era una llamada a tres. Melissa descolgó y su amiga comenzó a hablar.

Escuchó a Samantha y confirmó lo que acababa de decirle a Mel, se notaba en el tono de voz de su amiga, parecía cansada y descontenta.

-Hola Sam. ¿Que tal te encuentras? Pareces cansada. Nosotros te estamos echando mucho de menos... ¿El Hotel SandCastle? ¡Que pequeño es el mundo! Pues me quedo sorprendido doblemente, que casualidad tan extraña. Como dice Mel nos han invitado una semana allí, con todo pagado, bueno todo menos el avión. Yo creía que estaba a las afueras de Las Vegas, en pleno desierto. ¿El Cairo? Nunca jamás he oído hablar de ese sitio, aunque no está en Estados Unidos, lo se porque Mel acaba de intentar gastarles una broma y estoy intentando borrar su llamada. Y siento que tengas que ir, otro viaje más... He visto un vídeo promocional, ese sitio es espantoso!! Arena por todos los sitios sin nada alrededor... No se que atractivo le han visto para poner un hotel allí. Nosotros estamos haciendo planes para ir a Las Vegas, será mucho más divertido. Y tu tienes que venir porque tenemos una boda pendiente, así que ya sabes. Hizo una pausa antes de retomar el tema. Y sobre lo del email, como era tan extraño estuve haciendo algunas averiguaciones y ya se por donde pueden ir los tiros. Nos lo mandó un tal Fadil, que es el director del hotel y buscando un poco he averiguado que su padre fue también uno de los supervivientes del desastre de la Mastaba. Creo que nos invita por algo de eso, aunque no se porqué. Le he mandado una invitación a nuestro grupo de Facebook y un mensaje para ver que es lo que quiere realmente, no creo que haga falta pagarse un viaje tan lejos para contestar algunas preguntas, ni siquiera creo que tengamos las respuestas.

Les hizo un pequeño resumen de lo que había encontrado y de las conclusiones a las que había llegado para ponerlas sobre el terreno y pudieran aportar su opinión.

Tu te mueres de vergüenza con mucha facilidad, no me vengas con tonterías. Jajaja... Aaaah, me alegra ver que los Dunne seguimos manteniendo nuestro especial toque con las mujeres.

En realidad le hizo muchísima ilusión que Miora también preguntase por él. Pero eso no cambiaba nada. Sean vivía en París y ella rodeada de lémures. No se veía a sí mismo viviendo en Madagascar a pesar de lo bien que lo pasó allí en estas minivacaciones. Miora tenía toda su familia allí. Le ocurrió lo mismo con la mexicana de su viaje a Acapulco, la inglesa de su viaje a Londres y la italiana que conoció en aquel viaje cultural por los museos de la Bota. Aunque ahora tenía ventiún años, una edad ya adecuada para decidir dejarlo todo y... Bueno, Lottie lo hizo. No por un novio, sino por un puñado de monos de cola anillada, pero lo hizo. Auf, quizás debería centrarse más en las chicas de París y olvidarse de amores imposibles.

Sabes, Lottie, los peces empezaron a caminar por tierra hace ya miles de años. Quizás millones. Siempre me lío con eso. Y gracias a eso evolucionaron a anfibios. Así que no estás tan lejos de echarme de menos como crees, bonita.

¡Ah! ¿Qué hay de los demás? ¿Deberíamos avisar a Estel y Omar? ¿Y a los Yaddow?

Charlotte no dejaba de toquetear el comunicador mientras hablaba con su hermano-Querrás decir el toque Sean Dunne con las mujeres, recuerda que en el reparto del toque fuí tan generosa que te lo deje todo para ti... Si lo llego a saber ¡te ibas a enterar tu ahora de quien iba a tener éxito y quien no!

Sonrió para ella cuando su hermano le recordó que los peces ya caminaron sobre la tierra, pero no le contradijo ni le confirmó la suposición, no era necesario que le dijera cuanto le echaba de menos, a él y a sus padres.

-¡Pues claro! ¡Tenemos que avisarlos! Estoy segura de que les ha llegado el mismo mensaje y, si es así, puedes dar por seguro que la opción del spam pierde fuerza. ¿Como nos repartimos? ¿A quien prefieres avisar tu? Ummm ¡Déjame adivinar! -guardó silencio a posta mientras sonreía recordando cierta bofetada recién llegado a Madagascar- ¿Estel? O... ¿la hermana Yaddow?

Charlotte pulsó la opción que llevaba un rato buscando, enviando a su hermano el mensaje que había enviado a Fadil.

-No vale reirse, ni hacer ningún comentario. Lo he enviado sin pensar... A ver lo que responde. Me muero de ganas por saber si hay una respuesta y cual es. Sean, ¿en serio tu no sientes curiosidad? ¿Has visto esa presentacion? Ese lugar tiene que ser maravilloso. Por cierto, como verás, no te he nombrado explicitamente en el email...bastante con que solo uno de los dos quede por tonto y desconfiado.

- Ehh... si, me refería más bien a eso... normalmente la gente estirada como los directores de hotel te tratan de usted y no te mandan un correo electrónico diciendo todo el rato que todo es gratis - según lo decía sonaba realmente estúpido.- Además, ahora que lo pienso decía algo de nuestros padres... - una bombillita se iluminó en mi mente, no había comprobado los destinatarios del mensaje.- Dame un momento, Will, no cuelgues...

Mientras sujetaba el teléfono con el hombro busqué de nuevo el mensaje y miré los destinatarios.

Mel aprovechó el momento en el que Mike hablaba con Sam y respondió en unas palabras al mail que acababa de recibir.

Buenos días, soy Mellyssa Yaddow y a diferencia de su nombre, el mío sí que le dice algo, si no, no hubiera mandado el mail que acabo de recibir. Me sorprende que no supimos nada de usted hasta ahora ya que, hace poco estuvimos buscando información sobre la Mastaba y lo que le pasó en ese viaje a mi padre. Siento la perdida de los suyos, recuerdo haber visto el nombre de su progenitor entre las búsquedas que hicimos.

Es evidente que tiene ventaja y que la invitación que nos hace tiene otros fines que la de alquilar GRATIS las habitaciones de su hotel. No sé todavía si podremos asistir o no, pero cualquier otra información que nos puede mandar es bienvenida. Del mismo modo, le adjunto un enlace de una página de Facebook que hemos creado hace poco con la esperanza de ponernos en contacto con los hijos de los sobrevivientes de aquel terrible derrumbamiento.

Un saludo, Mellyssa Yaddow.

- Oh, interesante vida la del padre. Veo que era una persona querida, seguro que papá lo recuerda. Lo que me sorprende es que en vuestras búsquedas no disteis con él. ¿Queda alguno de los supervivientes sin investigar a fondo? Lo digo por no volver a recibir orto mail del tipo “os pago la casa” que yo me tome a broma y esté a punto de armar alguna burrada. Mel aprovechó mientras su hermano hablaba con Sam para mandar una corta respuesta al mail que acababa de recibir.

Y la chica esa, mira que guapa, Mike. Mel miró detenidamente toda la información que a la vez que su hermano repasaba, ella seguía sobre su pantalla. El hotel no me parece feo. Agradecería unas noches en la tranquilidad que debe de haber en ese lugar y dormir horas. Me pregunto si Patrick podría venir..

Ya sé que tú no tienes el toque Dunne con las mujeres. Sería preocupante. Jajaja... Estoy hablando del don de los hombres de la familia Dunne, transmitido de padres a hijos... varones. Creo que de joven papá rompió más de un corazón, o eso dice él.

En cuanto a quién prefería avisar, Sean tenía sus predilecciones. Era de esperar que Esthel estuviese con Omar en estos mismos momentos, así que un mensaje que se ahorraban. De los Yaddow no tenían el correo. Tendría que escribir directamente en el muro, o mandar mensaje individual directamente a sus perfiles. Se hizo el pensativo como si no hubiese decidido ya. Y de paso aprovechó el impás para leer el mensaje de Lottie.

Bien... te agradezco que no me nombraras... Pero si no estás hablando con alguien sincero, acabas de dar tu nombre completo a unos malvados desconocidos. Da igual, olvídalo. Voy a escribir algo en el grupo de Facebook de la Mastaba de Horhoteb.

Se colocó el auricular bajo el cuello y tecleó en el muro:

Y ya.

Listo. Ya escribí en el muro. A ver qué dicen. Lottie, esto va para largo. A saber cuándo te contestan. Manda mensaje a Omar, y si hay novedades sobre el tema mándame otro a mí. Yo, por mi parte, estoy empezando a perder interés en todo esto. Cada segundo que pasa estoy más convencido que solo era un caso de propaganda.

Charlotte escuchó el silencio al otro lado del comunicador, por lo que se imaginó que Sean estaría leyendo el mensaje o contestando a Estel o a los Yaddow, cosa que confirmó con las siguientes palabras de su hermano.

-¿Que he dado el qué? -preguntó extrañada sin dejar pasar el tono de su hermano, pero pasaría a un segundo plano, lo importante era comprobar que lo que él decía era cierto, para lo que releyó rápidamente el mensaje. Su hermano tenía razón, ¡había escrito su nombre!- ¡Mierda! ¡Eso me pasa por hacer las cosas sin pensar! ¡No había caido en....! Oye, no me asustes, ¿como que malvados desconocidos? -Sean reconocía aquel tono y supo que su hermana no había caído realmente en la cuenta de aquel detalle ni en que había dado su nombre y apellidos sin querer, todo por ser educada y formal- Espero que no... no, ¡estoy segura de que no es una broma ni nada por el estilo! Creo... Te odio, hermano cabezota... ¡como he podido cometer ese error!

Estaba cabreada. Había sentido tanta emoción por todo aquello que no se había parado a pensar en que unos 'malvados desconocidos' estuvieran detrás del mensaje en el comunicador. Pero aparte, ahora se le juntaba algo más.

-Y oye, espero que no te haya sentado mal que no te nombrase. Prefiero ser solo una tonta que dos, porque si te llego a nombrar directamente tambien hubiera puesto tu nombre...creo -o no, era tan protectora con Sean en ciertas ocasiones que había querido respetar su anonimato frente al tal Fadil, de la misma forma en la que se había despreocupado por ella misma.

Genial. Asi se hace Charlotte.

-¡Ah! has puesto un mensaje en el muro, ¡perfecto! Esperaremos a ver que dicen.

Como no hayan recibido el mensaje me va a dar algo, por que eso significaría quizás que el mensaje no es lo que pienso. ¿Por que no contesta ese tal Fadil? pensó mientras traqueteaba el comunicador, impaciente ¡Hace ya unos minutos que le he escrito! Tal vez no sepa la respuesta...

Las últimas palabras de su hermano la desanimaron aún más de lo que estaba. La emoción inicial se estaba yendo por el desagüe de la ducha.

-Vale, le mando el mensaje y te digo algo. Entiendo que tu avisas a Estel -puntualizó sin sonreir siquiera, estaba pensativa ante la posibilidad de gente 'malvada' en todo eso-Y...llama a papá y pregúntale.

El móvil vibró suavemente, y el sexto sentido de Tahira debió vibrar en armonía, porque la mujer se apartó sutilmente, fingiendo mirar por la ventana, dejándole un instante de intimidad para comprobar el móvil. Una segunda vibración sucedió a la primera, un instante después.

El número dos parpadeaba sobre el icono del sobre abierto, que indicaba la llegada de dos correos electrónicos. Ambos pertenecían a los herederos; el primero de Charlotte Dunne. Y de Mike Yaddow el segundo.

Las primeras respuestas, tan pronto. Pellizcó el aire sobre la pantalla, justo encima del primero de los correos, y abrió los dedos, desvelando el texto.