Partida Rol por web

Arkonat y Jack tenéis todo el equipo médico del medpac escampado alrededor del cuerpo de Holly. No habéis conseguido cortar la hemorragia y la fractura craneal tiene mal aspecto. Las heridas son muy graves y vuestro material quirúrgico demasiado básico. Lo más importante es conseguir que recupere la consciencia.

Arkonat sabe que no puede dejar de intentar salvar la vida a su compañera y observa con impotencia la electrocución de su amigo astromecánico. Cuando Shanks se avalanza contra Decero, Jack toca el brazo del ithoriano a modo de aviso y Arkonat vuelve a centrarse en la cirujía.

Holly, immobilizada para que no se hiciera más daño mientras la curaban, abre los ojos como si despertara de un largo sueño. Su cara hinchada y amoratada hace una mueca de dolor. Una semiinconsciencia le permite recordar dónde está. Ve las miradas de falsa despreocupación de sus dos cuidadores y lo compara con el dolor que siente a pesar de los analgésicos que le han suministrado. Probablemente el final de su Gran Aventura estaba llegando... Prematuramente.

Un susurro se escapa de sus hichados labios. - ¡Chicos! Creo no os voy a poder acompañar hasta la lanzadera. - y se calla debido a un latigazo de dolor que le hace contraerse. Intenta sonreir para disimular la lágrima que se desprende de sus emocionados ojos esmeraldas. - ¡Perdonadme! No he podido sacaros de éste planeta. Os he fallado a todos. - Vuelve a detener su parlamento y coge las manos tanto de Jack como de Arkonat. - No me queda muchas más fuerzas así que seré breve. He compartido con vosotros buenos y malos momentos. Sois mis amigos... mis hermanos. Recordadme sin tristeza. Despedidme de Arvel y decidle que lo he amado más de lo que he reconocido. Ahora ya es tarde. Ha llegado mi hora. - Holly cierra los ojos pues le pesan sobremanera. Continua con un hilillo de voz entrecortada. - Dejadme aquí, descansando. Manteneos firmes y no desfallezcáis. El Imperio debe ser derrotado... no puedo más. ¡Que la Fuerza os acompañe... siempre!

La cabeza de vuestra estimada compañera cae de lado y expira su último aliento.

- ¡No! ¡No! -murmuraba mientras tales murmullos se transformaban en gritos poco a poco- No puedes mo... ¡Holly! Aquella situación me superaba. Una cosa era conseguir arreglar una nave en pleno combate espacial, con el casco tambaleándose y a punto de saltar por los aires, y otra cosa era ver morir a una amiga.

- Avisa a Dan-vid y a Arvel -le dije a Jack-. Que vengan ya... ¡mira ese pasillo! ¡Hay que atravesarlo o moriremos! -"de una u otra forma", quise decir, refiriéndome a la persecución de algún imperial rezagado, por alguna nueva sorpresita o por el incesante calor volcánico-. Que Decero se hubiese cortocircuitado severamente era ahora el menor de nuestros problemas. ¡Tranquila, amiga! -le dije mientras intentaba parar la irremediable* fractura craneal-.

- ¡Maldita sea, Holly! ¡No nos dejes!- aúllo mientras exhala sus últimas palabras.

Consternado, noto como su mano se afloja de su presa con la mía.

- Ya no está, ya es una con la Fuerza...- mi temblorosa voz no esconde el enorme pesar que tengo.

Me levanto furioso y golpeo una y otra vez la plancha de plasticero, víctima de la impotencia de no haber podido ayudarla. Donde antes había esperanza, ahora solo tengo oscuridad, y una gran rabia creciente.

Arvel y yo vemos que este túnel también está bloqueado.
Me siento como una de esas ratas de laboratorio que han metido en un laberinto de que a base de paredes y obstáculos otros las hacen ir por donde quieren. Y no me gusta nada.

Shanks dijo:

-Dan-Vid estar atentos, esto parece que va para largo-

Y esto me gusta menos

Tenemos que volver con Shanks y los demás, algo no debe ir bien con Holly y por aquí seguro que el imperio no viene.
Y me dirijo corriendo hacia allí.

Por el comunicador digo
-Shanks el túnel está bloqueado, vamos para allá-

No me podía creer lo que estaba pasando, Holly no podía morir sin más- rápidamente se reproducían flases de las experiencias que había vivido con ella, desde el momento en que me rescato de una muerte segura, como me acogió como una más en su tripulación, algún que otro trabajo que había salido mal y habíamos escapado por los pelos. Muchos recuerdos eran, las copas en los antros más oscuros y siniestros de la galaxia,…… Sabía que algún dia perdería a alguno de mis compañeros pero nunca pensé que sería ella y de esta manera.

Una lágrima empezaba a resbalar por mi mejilla, le debía mucho y no podía haber hecho nada por salvarla. Ya solo podría hacer dos cosas por ella, la primera seria sacar a todos ilesos de aquí aun que caiga en el intento y la segunda haría pagar un alto coste al imperio por esto, si ya tenía motivos para vengarme ahora mismo habían aumentado.

Ya habría tiempo para llorarla cuando saliéramos de aquí.

-Ya habrá tiempo para llorarla cuando salgamos de aquí- mientras me seco las lágrimas con la palma de la mano –Arkonat encárgate de R2-D0, a ver si lo puedes poner en funcionamiento- mientras le señalo con la mano –Jack aunque sea duro coge las pertenencias de Holly y continuemos-

De repente oigo el comunicador, ¿Qué tal se tomaría Dan-Vid la noticia?

Comunicador:

-Volver, Ho…. Holly se …. nos ha …..ido- 

Comunicador:

-Volver, Ho…. Holly se …. nos ha …..ido- 

Asentí a Shanks. Tranquilo amigo, no nos dejes tu también, por favor. Estabamos aún todos muy nerviosos, muy en tensión, pues la huida no había finalizado. Y ahora teníamos a alguien menos, a nuestra líder del grupo allí caída. Intenté no ponerme muy nervioso y dejar que me afectara, y por ello puse especial empeño en arreglar al androide astromecánico. Saqué entonces el cortador de fusión y el soldador de plasma, y me puse a revisarle.

- ¡Maldita sea, Holly! ¡No nos dejes!- aúllo

Despues de escuchar a Shanks y el grito de Jack me olvido de si el soldado está consciente o no y salgo corriendo a toda velocidad hacia donde están los demás

Arvel que estaba trasteando con el casco no puede por menos que pararse completamente al escuchar aquellos gritos. - No...no, no puede ser! - La cara de Arvel se quedó blanca, pálida, mientras unas lágrimas comenzaban a llenar la visión de sus ojos. Sin pensarlo salió detrás de Dan, no podía creer que aquella mujer fuerte y segura que había sido su compañera durante esos años ahora se hubiera ido. Esperaba que todo fuera una mentira, que se hubieran equivocado y que Holly volvería a sonreírle al llegar junto a ella. Sin preocuparse de otra cosa salió corriendo en busca de su cuerpo.

Tras el último golpetazo a la deformada plancha de plastiacero, una voz, tiempo olvidada, se hace escuchar con absoluta claridad. Desconcertado buscas la aparición de tu antepasado sin encontrarlo. - ¡Coltrol, Jack, control! Escucha a este viejo cascarrabias y recuerda lo que siempre te he dicho. - esa voz agradablemente simpática te hacía rememorar tu niñez.

- La Fuerza no es en sí misma ni buena ni mala; es un reflejo de la naturaleza, y la propia naturaleza puede ser fría y cruel... Los Lightman podemos sentir la Fuerza y domarla a nuestra voluntad. Es nuestro don y nuestra maldición. No puedes ignorarlo. ¿Qué vas hacer con éste poder querido bisnieto? - tu bisabuelo era de los pocos capaz de calmar tu confusa alma... a veces.

- Tu amiga confiaba en tí y creía que eres un gran jedi ¿lo eres? - poco a poco la voz se transforma en un susurro hasta desaparecer tras dejar la pregunta en tu mente... sin respuesta.

Arkonat cambia unos conectores que se han quemado, suelda los nuevos y los verifica. Todo con movimientos automatizados soprendentemente efectivos teniendo en cuenta las enormes manos del ithoriano. Cuando comprueba que ya no puede hacer más con las herramientas que tiene, reactiva el droide. Decero, ya incorporado, se enciende y se hace él mismo un autochequeo.

- Turu riru ruri ffufufiiiuu* - exclama satisfecho con la reparación. - ¿Piiu tiruriru?** - pregunta preocupado mientras se mueve para miraros a todos. Cuando con sus infrarrojos ve a Holly aún en el suelo, pálida y fria se acerca rápidamente.

- fiu-í!? FIU-Í? wuoh? wuoh pitipi? *** - quiere saber pero sospecha ya la respuesta. Se acerca y suavemente acaricia el pelo rubio de su querida amiga.

El mundo se para.
Me acerco corriendo a toda velocidad que me permiten mis pequeñas piernas pero el túnel se hace cada vez más largo y parece que nunca voy a llegar.

Al fondo veo como Arkonat se levanta lentamente y se dirige a D0 que todavía humeante está echado en el suelo y comienza a repararlo aunque con la mirada perdida.

Mientras Shanks lentamente camina y se pone a su lado como para reconfortalo.

Jack comienza a golpear repetidas veces la placa de platiacero cada vez más fuerte y con el úitimo hace que Shanks y Arkonat casi se caen.

Yo también noto ese golpe de rabia que me sacude y que se parece mucho al que recibí cuando mataron a Fred.
Ahora no es Fred, es Holly, pero el dolor es muy similar.
"Dan, céntrate, todavía están los demás y tenéis que salir de aquí. Ahora no es el momento de llorar" oigo que me dice Fred.
Pues no tardaré mucho. Pienso yo

Con la rabia quemándome por dentro por fin llego,
Primero miro a Holly y a Jack que está junto a ella. Me giro y veo a Arkonat como conecta al droide que parece ya arreglado casi de forma mecánica y a su lado sigue Shanks.
Todos con la mirada desencajada.
-¿Que ha pasado Shanks?- Intento hacer la pregunta sin que se note mucho el nudo en la gargante porque ya se la respuesta.

Me levanté tras el impulso invisible que nos había tumbado. Tras poner en marcha a Decero sentí que esa melodía que no era sino su voz era reconfortante. Reparar un droide no era reparar una vida (no tenía en absoluto nada que ver). Carraspeé un poco y comprendí la fragilidad "mental" que aquel droide poseía (apostaría a que su nivel de terquedad e independiencia no estaba muy agudizado).

No es tan... fácil -le respondí-. Ella no tiene circuitos ni termoensamblajes reparables... estába hecha de otro... material -le dije: "de otra pasta", quise decir-. Venga amiguito, comprueba tus componenetes y sigue guiándonos -aunque tenía los mapas en mi datapac, no sé porqué diantres le estaba cogiendo cariño-. Claro que, antes de que el droide siquiera reaccionara, miré para atrás.

¿Jack? -qué te ocurre-. Le pregunté, más retóricamente que otra cosa (fruto de la extrañeza de su reacción.

Como volviendo de algún rincón lejano de la galaxia, miro a mis compañeros, extrañados por los acontecimientos ocurridos.

La muerte de Holly me ha afectado más de lo que habría imaginado, y supongo que acracentado por mi comportamiento. Yo intenté huir y sobreviví, ella ha muerto al lado de sus compañeros, no es justo. me repito a mi mismo.

Miro a Arkonat, que se preocupa por mi estado.

- Estoy bien, amigo - logro decir, aun con el cuerpo tembloroso de la furia acumulada.

Miro el cadáver de Holly.

- Shanks tiene razón, tendríamos que coger su equipo, las armas y lo demás nos puede ir bien para salir de este atolladero.- comento con los ojos vidriosos aguantando las lágrimas de rabia.

- Abuelo Jack... no se si soy un Jedi. Casi no logro controlar esta rabia interior. ¿Y si el Lado Oscuro vence y me convierto en un ser despreciable como los Darklight? ¿Y si mato a mis compañeros? ¿Cómo controlo esta cólera que plana sobre mi y quiere apoderarse de mi ser? Me fui porque no me creía capaz de controlar todo esto, ¿porque ahora tendría que ser diferente?