Partida Rol por web

Dos disparos salen de las armas de los imperiales y uno de ellos impacta de lleno en Jack tirándolo al suelo con un grito ahogado.
-Colegas la habéis cagado-
Ahora a su carrera hacia los soldados la acompaña un grito que va “in crecendo” medio de rabia medio para intimidar.
-aaaaaaaaaaaaaaAAAAAAAAH-
Algunos pueden verlo como un suicidio su carrera hacia los soldados, pero los que lo conocen saben que es mucho más peligroso cuanto más cerca está de su enemigo, y esto es lo que pretende Dan-Vid con su carrera,
La única oportunidad de los Stormtroopers es derribarlo antes de que llegue a corto alcance del blaster pesado, en cuanto lo haga su tiempo se habrá agotado.
Con esta idea se cruza con D0 sin darse cuenta, su objetivo está marcado y solo parará cuando o ellos o él estén en el suelo.
 

Jack había caído ante el fuego de los soldados de asalto, pero era uno de los nuestros y no le íbamos a dejar ahí tirado.
En un gesto de valor Arkonat avanza con el fin de ayudar a Jack, no era un combatiente ni le gustaba el uso de las armas, pero en los momentos críticos, como este, se podía contar con él.

-Arkonat saca a Jack de aquí, te cubriremos-

Por mi derecha veo como me sobrepasa Dan-Vid, en una carga contra los soldados de asalto. Rápidamente intuyo su intención, lo suyo son las distancias cortas.

Los soldados de asalto parece que se han fijado en Dan y en mí, así que le dare la cobertura suficiente a Dan-Vid para que se acerque a ellos.

-Dan-Vid te apoyo- mientras me dirijo a él apunto con mi rifle blaster al soldado que parece que va a disparar a Dan, si logro abatirle el que quede en pie estará perdido.
 

Sin darme cuenta me he metido en la boca del lobo. La fortuna quiso que uno de ellos falle su disparo, pero el otro tiene mejor puntería y me da de lleno. El impacto me lanza al suelo, el dolor inunda mis sentidos y lo unico que logro pensar es en mi familia... La Fuerza es una gran alida, siempre decíamos. Y tienen razón. Caigo al suelo pero al menos no estoy muerto. Estoy en medio de un tiroteo, y demasiado cerca de los soldados para intentar huir ni que sea arrastrándome, por lo que no puedo hacer otra cosa que ir de farol como si de una partida de sabbac se tratara. Permanezco tumbado en el suelo, inmóvil, esperando que los soldados crean que han acabado conmigo y no quieran rematarme o cogerme de rehén.

No importaba nada mas. El jedi, que más que un jedi era un engendro de ser humano con un conflicto emocional terrible y atormentador, yacía en el suelo inmóvil. No es que sea santo de mi devoción, nunca me ha gustado la gente que pierde la fuerza por la boca, pero le he cogido cariño.

- Esto no puede estar pasando... - de nuevo la negatividad mientras sigo empuñando el blaster con firmeza y disparo a los crueles asesinos.

- Os odio cabrones!! os odio!! - otro pico de rabia y descontrol en la montaña rusa de mi personalidad al observar que sigo siendo inútil con la puntería. Dan-Vid y Shanks se ahorran comentarios, no están para cuentos, pero Arvel me regala una mirada de reojo con cara de circunstancia... - la confianza da asco...

Arvel cerró los ojos cuando escuchó el sonido aullador del pobre Jack al recibir el disparo del soldado. Le habían herido si no estaba muerto y no estaban en situación de llevarlo a un médico en esos momentos. La situación se había tensado y un reproche no puede sino pasar por su mente - Le pasa por valiente e ir tan sólo el primero... - En su mente se guardaba su sarcasmo mientras su cara era de preocupación, ahora la huida se haría más difícil. - Joder, Cabrones! - Dice volviendo a levantar su blaster disparando al mismo soldado deseoso de que esta vez si pueda acertarlo.

El intercambio de disparos es intenso y constante. Los nervios y la oscuridad provocan muchos fallos pero dos disparos certeros, primero de Shanks y luego de Dan-Vid a boca de cañon,  logran acabar con el menos protegido. El otro soldado arrinconado, sobrepasado y con la punta de un bláster pesado a pocos centímetros de su cabeza, suelta su arma y levanta las manos. - ¡Me rindo! ¡me rindo!- dice asustado ante la visión de la penetrante mirada de odio del melenudo cazarrecompensas pues está a su merced.

Arvel maldice por lo bajo, su capacidad de disparo es nula, sin mandos de una nave no es capaz de acertar ni a un destructor parado en un hangar. Por suerte sus compañeros son mucho más efectivos con sus armas y derriban a uno de los imperiales incapacitando de miedo al otro. Con cuidado mirando de vez en cuando hacia atrás, pues del humo podrían aparecer nuevos enemigos se acerca hacia el prisionero y el soldado muerto. Apuntándolo espera hasta que el resto de sus compañeros decidieran su suerte y con un pie aleja el arma del soldado de su cuerpo. Mientras aprovecha la esquina por si aparecieran más enemigos por delante - Este nos puede servir para llegar a las naves? - Dice como preguntando a sus compañeros pero dando una salida al soldado por si quiere intentar salvar su vida, aunque conociendo a varios de su grupo lo tendrá difícil. Aún así cuantos menos testigos vivos tuvieran al terminar la misión mejor.

Permanezco tumbado, emulando un muerto, mientras termina la reyerta. Eso me da tiempo de meditar sobre lo ocurrido, sobre como han reaccionado mis compañeros al sufrir el asalto de los dos soldados. No han dudado en venir a ayudarme, mientras que yo sólo quería huir de aquí. Eso me hace sentir bien y mal a partes iguales. Bien porque no me han dejado de lado, y mal porque yo hacía lo contrario de lo que han hecho ellos.

Cuando oigo que todo está más calmado y no hay más disparos, me reincorporo, aunque me cuesta un poco debido a las heridas, con la ayuda de Arkonat.

- Gracias, amigo - musito mientras me levanto. Le hago una sonrisa de asentimiento, esperando que entienda mi gratitud hacia él.

Me concentro en la Fuerza, es mi aliada, me ha ayudado a evitar morirme y ahora me puede ayudar a no sufrir dolor por el impacto del bláster.

Mi puntería seguía sin ser mi fuerte a pesar de haber practicado con Dan-Vid y con Shanks. Jamás llegaré a ser tan buen guerrero como ellos... y en el fondo tampoco quiero. Pero en momentos como éste me gustaría poder ayudar más a mis amigos. En cuanto llego a la altura de Jack veo que está inmóvil. Temo que esté muy grabe o peor aún. Me agacho cuando uno de los soldados cae y el otro parece que se rinde. Giro con mucho cuidado al jedi. El láser del bláster ha dado en el costado izquierdo. Unos centímetros más abajo le podría haber reventado el vientre, unos centímetros más arriba le habría dado a la altura del corazón y ya no respiraría. Múltiples olores se entremezclan pero predominan el de ropa chamuscada con el de la sangre en parte cauterizada y en parte aún fresca y carne quemada. Sigo mirando hacia arriba y compruebo con sorpresa que Jack me está mirando.

- Gracias, amigo - musito mientras me levanto. Le hago una sonrisa de asentimiento, esperando que entienda mi gratitud hacia él.

- ¡La Madre Selva te guarde! ¡Estás... ¿consciente?! Espera, espera, Jack, no tan rápido. - exclamo sorprendido y le ayudo a incorporarse. - Espera que saco un medpac. Aún está sangrando tu herida. - y diligentemente le aplico las curas que creo necesarias dejándolo mucho más recuperado afortunadamente. Los girones de su ropa serán más difíciles de recomponer.

Corro hacia los soldados por el pasillo lleno de escombros y polvo haciéndolo más resbaladizo con lo que tengo que vigilar para no caer dificultando mi agilidad.
Uno de los soldados quiere aprovechar mi relativa vulnerabilidad, sale de su cobertura y justo cuando va a dispararme el impacto de un rifle blaster le tira hacia tras el brazo del arma aunque sin que lo suelte.
Cuando va a recuperar el equilibrio para dispararme ya me tiene encima habiendo descargado mi blaster pesado y ahora si que cae al suelo para no levantarse.
-De nuevo Shanks con su cobertura me a vuelto a dar el tiempo necesario para llegar y acabar con uno de los soldados, el otro no tardará en acompañarlo-.
El segundo soldado sale de su cobertura y cuando dispara no oigo a nadie quejarse. - Ha fallado.

Más disparos salen detrás de mi y cuando encañono al que queda en pie, para mi sorpresa, deja caer el arma y se rinde.
Mi primer instinto es disparar para vengar a Jack, a mi tio Fred, a Tiree y al resto de inocentes que a manos de sus compañeros y mandos mueren cada día sin piedad...................pero yo no soy un asesino.
Con una pequeña patada alejo su rifle blaster y sin dejar de apuntarle le digo.
-Quítate el casco y tírate al suelo, no te lo diré dos veces- (no quiero que use el comunicador del casco).
Con el imperial en el suelo miro hacia mis compañeros y es entonces cuando me doy cuenta que Jack está viniendo ayudado por Arkonat junto con el resto grupo (menos mal que no está mal herido, Jack no es que sea santo de mi devoción, en ocasiones su sentido del humor no me hace ni pizca de gracias pero en general no es mal tio y tiene sus puntos. En cualquier caso es uno  de los mios y nadie los toca sin pagar un alto precio).
Estamos todos más o menos bien.
Espero que en esta crisis hayamos aprendido un par de cosas, al menos yo sí.
La primera es que las amenazas también pueden venir por delante con lo que uno de los artilleros tenemos que estar en vanguardia y preferiría ser yo.
La segunda es que no nos tenemos que separar tanto los unos de los otros y mucho menos aventurarnos solos. Esta vez hemos tenido mucha suerte.

Cuando llega el grupo me acerco a Shanks y le digo.
-Gracias Shanks por cubrirme, te debo otra-.
Mirando a Arkonat le hago un gesto de aprobación por  haberse quedado con Jack, que cuando lo miro le pregunto -¿bien?-
Después, me guardo el blaster pesado y recojo los rifles blaster uno me lo quedo y el otro se lo ofrezco a Arvel y a Holly mientras mirándola pregunto al grupo.
-Con este ¿Qué hacemos?, ¿Lo esposamos y lo dejamos o..............?-
Todos saben que no lo mataría a sangre fría (aunque no por falta de ganas), no soy un asesino, pero él no lo sabe y que sude un poco es un pequeño precio por haber intentado matarnos.

Esta vez el intercambio de disparos había terminado rápido, cuando vi que Jack se incorporaba tuve una sensación de alivio, nunca le había comprendido ni realmente sabía que hacía con nosotros. Pero tenía la sensación de que llegado el momento aparecería su verdadero yo y nos mostraría su verdadera utiliza.

Eche un vistazo al resto de mis compañeros, quería cerciorarme que todos están bien y que ninguno había sido alcanzado por un disparo perdido.

Ante el agradecimiento de Dan-Vid le doy una palmada en la espalda -ya tendrás ocasión de devolverme la antes de que salgamos de aqui- mostrando una sonrisa.

-por mi parte hacer con el lo que querais- haciendo un gesto hacia el soldado que se había rendido -pero no podemos cargar con prisioneros-

me dirijo a la intersección del camino con el fin de poder observar los dos caminos, no quiero más sorpresas.

Refiriéndome al soldado - De momento podemos retenerlo con nosotros, nos puede ser de ayuda... - no tenia muy claro con que fin, pero mantener a aquel desgraciado con vida podía ayudarnos en algún momento. Además ninguno de nosotros iba a derramar sangre de forma tan gratuita... - tenemos dignidad y compasión, no como ellos.

La imagen de Jack reincorporándose con la ayuda de el ithoriano, ver que seguía con nosotros y que posiblemente saldría con vida de ésta, me reconfortó.

Cambié mi blaster por el pesado y lo clavé en la espalda del soldado - Ves esa unidad R2... te quiero ver pegadito a él y como se te ocurra hacer algo sospechoso te frío como a un trozo de pescado rebozado... Y quiero que me digas todo lo que sabes de las intenciones de tu superior y si realmente habéis encontrado nuestra nave. Vamos empieza a cantar o los próximos minutos serán agónicos y los últimos para tí !! - ya no estoy para coñas... es la hora de poner toda la carne en el asador.

El miliciano imperial espera unos segundos antes de quitarse lentamente la protección craneal tal y como le ha ordenado Dan-Vid . El rostro serio y altivo del soldado mira con menosprecio cómo os vais acercando. Es un soldado imponente: dos metros de altura y una gran y redonda cabeza perfectamente afeitada que le endurece el rostro. En silencio escucha vuestras disquisiciones sin inmutarse.

En cuanto Holly se asegura que todos estéis preparados empuja al soldado y éste comienza a caminar detrás de Decero y Dan-Vid. El droide sigue por el pasillo noreste dejando a la derecha el túnel por el que han aparecido los dos imperiales. Shanks no ha visto nada sospechoso en el cruce y espera a colocarse en retaguardia. Por detrás el vapor poco a poco va desapareciendo y sólo se escucha lejanamente el crepitar de los chispazos del otro pasillo. Arvel confirma que no hay señales de enemigos en la retaguardia y junto a Shanks cierra el grupo.

Todos reiniciais la marcha escuchando lo que tenga que decir el marine del Imperio y dialogando entre vosotros.

- Ves esa unidad R2... te quiero ver pegadito a él y como se te ocurra hacer algo sospechoso te frío como a un trozo de pescado rebozado... Y quiero que me digas todo lo que sabes de las intenciones de tu superior y si realmente habéis encontrado nuestra nave. Vamos empieza a cantar o los próximos minutos serán agónicos y los últimos para tí !! -

La rebelde obliga al marine a caminar encañonándole por detrás. Está convencido que no va a tener ningún escrúpulo en disparar si no le dice lo que quiere oir.

- Soy el sargento OR-109 de las Fuerzas Armadas Imperiales; jefe del Tercer Escuadrón de Linea del Pelotón "Xinkra" bajo las órdenes del agente Marius Barezz de la Oficina Imperial de Seguridad. - se detiene unos instantes debido a la pugna interna entre la supervivencia y el deber. La presión del rifle bláster de Holly en su espalda le ayuda a decidirse y seguir caminando.

- Nuestras órdenes son dirigirnos a las instalaciones mineras de Mesa 291 y capturar las células rebeldes que encontremos. - deja otra pausa pero más breve. No hace falta insistirle y continua hablando: - A la tropa no nos informan de las pesquisas de nuestros superiores pero si el agente Barezz dice que hemos encontrado vuestra nave no dudéis que vuestra mejor opción es la rendición.

Mientras escucho las disertaciones del soldado manipulo mi computador de bolsillo. Cada vez hace más calor. Mis sospechas cada vez son más evidentes e intento ser lo más cuidadoso cuando digo:

- ¡Escuchadme! Llevo bastante rato holiendo lo que creo que es dióxido de azufre. Es un gas incoloro con un olor irritantemente característico. Aún no, pero en mucha concentración puede ser peligroso. Como suele darse muy cerca de zonas volcánicas y dado que ha incrementado considerablemente la temperatura ambiente creo que nos estamos acercando a un cráter... activo.

-Y encima el soldadito está chulito. Con lo fácil que sería poner el rifle en aturdir y dejarlo aquí esposado.
No me gusta la idea de que nos lo llevemos. Hay más probabilidades de que nos cause problemas, como avisando de nuestra presencia con un grito cuando estemos cerca de otros soldados, o incluso tirándose encima de nosotros cuando vayamos a disparar a otros imperiales, aunque eso sí sería lo último que haría.
Pero bueno, es la decisión de Holly que siempre ha demostrado tener buenas ideas, no tengo porque dudar ahora. Lo que es seguro es que no me lo pensaré ni lo más mínimo en acabar con el como vea que nos pone en peligro, aunque eso ya lo hace por el mero hecho de respirar-.

Escucho la observación de Arkonat sobre el olor y creo que puede ser interesante aunque no veo en que nos puede afectar para bien o para mal, aparte de los riesgos inherente de una posible erupción.
-I aparte de la evidencia de que la cosa se está calentando ¿que querrá decir con eso Arkonat?, yo suspendí física y química en la escuela-.

Abanzo junto a D0 alerta por la posible aparición de contratiempos como luces de linternas, ruido de alas al batir, o apasos de botas militares, grietas en las paredes, techos y suelos que puedan ser peligrosos, etc.

Arvel se colocó a la cola del grupo vigilando la espalda de todos mientras aún rumiaba lo que les estaba pasando. Llevaban un imperial para que les llevara a su nave pero aquel hombre no parecía saber nada. - Tal vez nos debería llevar a una de sus naves donde podamos caber todos, si saben donde está nuestra nave la tendrán bien vigilada si no la han inutilizado. - Comenta con preocupación mientras va echando vistazos a la oscuridad que dejaban a la espalda. - Si realmente no sabe donde están las naves su vida no tiene mucho valor - Comenta en un tono más serio y bajo.

Sabía bien los errores que los soldados a veces cometían por tener piedad de un prisionero y las historias que se contaban en las cantinas de pilotos tenía innumerables ejemplos de ellas. Estaban en guerra con el imperio y debían ser tan despiadados con los enemigos como ellos lo eran. Cuando disparaba las armas de su nave nunca podía plantearse a cuantos inocentes mataría al disparar una nave imperial.

Ya curado, me reincorporo y sigo al grupo. Ahora tenemos un prisionero, aunque no se bien que haremos con él.

Escucho con parsimonia como Arkonat nos avisa del incremento de temperatura.

- La verdad es que no noto nada,debe ser que el bláster me ha dejado con el cuerpo en estado de ebullición.

Sigo andando con mis compañeros. Este último hecho me ha hecho meditar sobre mi conducta y comportamiento. Tal vez no he estado a la altura de lo que se espera de un Jedi... sea lo que sea que se espere de un Jedi en estas circunstancias. Hago una mirada a mis compadres de desventuras. La verdad es que todos han salido en mi ayuda y les ha contrariado que sufriera un ataque... son buena gente, y me necesitan tanto como yo a ellos.

Sigo andando, convencido de que una nueva etapa se abre ante mi...

... ¿aun tendré alguna posibilidad con Holly?

-Un momento chicos... - a pesar del tenso momento, una idea, no sabia si muy descabellada, me vino a la cabeza - A ver escoria! - digo al soldado mientras aprieto el cañón de mi arma aún mas si cabe contra su cuerpo- quiero que te quites tu armadura ahora mismo! vamos rápido o te vuelo la cabeza! - esto último intento decirlo con la máxima credibilidad que puedo, aunque creo que el perro imperial tiene claro que su vida pende de un hilo.

Mi idea es que uno de nosotros se vista con la armadura para que en caso de aparecer los soldados, confundan, por una parte a su compañero con un rebelde y le sea más difícil alertarlos, y por otro lado que el rebelde que se vista de trooper pueda en un momento dado infiltrarse en las filas enemigas.

- ¿Estas sordo? Quítate la armadura bastardo!! - insisto con firmeza.

Ahora me dirijo a mis compañeros - ¿Algún voluntario para ponerse este trasto? - pregunto recogiendo el casco que le habíamos obligado a quitarse. 

Arvel miró como se paraba Holly y comentaba su idea. No era muy descabellado y sin duda podría venirles bien en una situación muy apurada. - Yo me presto voluntario, podría ponérmela y podría ser una opción si en algún momento se necesita llegar a una nave el primero y comenzar a iniciarla. - Piensa intentando poner una imagen en la cabeza suya cogiendo una nave imperial y sacando a todos de allí cagando leches. Se sentía más cómodo entre los mandos de una cafetera con motor que andando por aquellos pasillos.