Partida Rol por web

Aurora hacía oídos sordos ante las palabras de Nival, no tenía ninguna intención de dejar de cavar. Los lobos se mostraron confundido al ver a Aurora cargando el cadáver de uno de los suyos, pero cuando lo enterró entendieron lo que hacía. Ellos comenzaron a imitarla gustosos, haciendo pequeñas tumbas para sus hermanos caídos. Los otros dos lobos lloraban entre aullidos, haciendo llorar a la enferma, quien soltaba lágrimas y mocos a partes iguales.

Nival por su parte daba órdenes a Garou, pero el niño no obedecía... Fue entonces cuando volteó y vio que no estaba por ninguna parte... Quizás... se fue a perseguir al arquero?? Eran un grupo de revoltosos...

Sea como sea, tendrían una media hora más hasta que terminen de enterrar a todos, lo que les retrasaría otro poco... Esperemos que Garou vuelva con vida...

Gracias por ayudarme- repetía Aurora a cada uno de los lobos, entendía su dolor, ella ya no verían a sus camaradas nunca más - despidanse, Mocos - sama!, quiere dedicarles unas palabras? - miro a Wabi un momento, ella entendía las palabras de los lobos, entendió el miedo de estos a la perfección - despedirse es duro, pero cuando es solo por un viaje no pasa nada, aunque no los recuerdes es posible verlos de nuevo, pero esto - miro la tumba que estaba terminando de cavar - esto deja heridas que no sanan - al salir de ese hoyo acaricio al lobo que tenia mas cerca - lamento su perdida, y saben?, Silvia me dijo que aunque los seres amados no estén, no quiere decir que desaparecieron por completo - alzó su mano al cielo señalándolo - nos cuidan desde aya!, así que no lloren!, porque ellos los cuidaran! - la inocencia de Aurora podía generar mas problemas que soluciones, pero aquel momento no necesitaba de grandes ideas o mucha atención 

Continuó su labor, pensaba como hacer sentir mejor a Wabi, entre ella y los lobos no había diferencia, y el ruido que hacia parchesito no le ayudaba, ¿porque estaba tan estresado?, sintió que había olvidado algo muy importante, pero... ¿Que era eso?. Su mirada estaba un poco seria y dura, se notaba que estaba tratando recordar algo, ¿porque estaba ahí? - Que era lo que hacíamos en el bosque? - de repente soltó, miro fijo al parchesito, ¿porque a el?, no estaba segura, pero lo observaba dudosa. La tierra resbalaba por su cara y se juntaba en su nariz, le iba a hacer falta un baño luego de eso. Observo un rato mas a parchesito antes de seguir cabando  y enterrando

Garou le observaba desde las sombras, su presa estaba segura de que había escapado cuando el realidad se encontraba en el centro de su tela de araña. Sus ojos apenas se podían observar de manera directa y su cuerpo mantenía una compenetración con la oscuridad de las hojas y ramas de los arboles que le permitía acomodar sus manos para poder lanzar un ataque contra aquel sujeto, solo tenía un par de ataques debido a que si lograba encontrarle, lo más seguro es que estuviera en desventaja, necesitaba acabar con rapidez si no tendría que volver a la formación anterior con el grupo y los lobos. 

Su mano derecha preparó la daga y la lanzó en dirección al cuello del sujeto con clara intención de eliminarlo aunque también preparaba el plan B con rapidez, sabía que si fallaba o si no lograba ser certero necesitaba ser veloz para retirar la daga, moverse entre las sombras para volver atacar si es que aquello no sucedía como planeaba. 

Era ridículo todo esto, asquerosamente sentimental sentir empatía por el cadáver de un animal, o almenos eso era lo que procesaba la mente álgida de Ravenant, quien se veía ofuscado por tanta masacre en su memoria y el placer en su alma, cosas contradictorias de una persona afectada por la discordia de un mundo inclemente. Recordaba ver el cuerpo inerte de su perdido hermano, sentir en su carne los momentos en los que aún tenía a alguien, pero su doctrina despiadada le hacía despreciar su debilidad. Sólo fue débil, un lunático que fue vencido por sus impulsos, nisiquiera en el más allá va a encontrar paz... 

Volvía a perder su mente en el vacío melancólico, y despertaba abruptamente en el riesgoso presente. Agarró el arma que le tendía Nival con suma ansia por adquirir una hermana en su arsenal huérfano, y se deleitó con su composición. Era un arte el armamento, pero jamás le daba su merecido respeto más que para usarlas como exterminadoras, lo cual era para lo único que deberían servir. 

-Es bella, que lástima que abandones a tan preciosa dama... -Pronunció en un susurro inaudible, con su tono más melancólico que de costumbre, pero dio un salto y recuperó su gala fría e intemperante-No sé yo si tenga munición para esta, ¿quizá el cadáver porte un par de balas extra? Cómo sea, una nueva adquisición jamás se rechaza, aunque en el momento sea de poca ayuda, te devuelvo tu dama de curvas fatales-Menciona con el arco en su brazo estirado y reposando en su palma, dispuesto a pasar de pareja. 

En la lejanía, la batalla continuaba. Garou se enfrentaba ahora contra un oponente poderoso, el único que hasta el momento había podido esquivar todos sus golpes, o casi todos. Era el momento perfecto para rematarlo pos la espalda con un único golpe letal, pero Garou prefirió atacarlo desde lejos, sabiendo de sus increíbles reflejos. Preparó su cuchillo, y cuando se dispuso a atacarlo, una flecha voló hacia él desde lejos. Los reflejos del muchacho le salvaron, pero su evasión apresurada le jugó en contra. El arma no viajó con la precisión necesaria, por lo que fue sencillo para el arquero esquivar el ataque.

La batalla parecía alargarse más, Garou no dejaría ir al arquero. Pero atacando de lejos el arquero tenía cierta ventaja...

Qué podría pasar??

Wabi contempló el panorama, llorando en el suelo, y gracias a los horribles comentarios de Nival, entendió la urgencia de la situación. No quería ser ella la que diera más malas noticias a los lobos, así que optó por delegar responsabilidad. Cerró los ojos. Su llanto se transformó en un aullido débil, que no significaba nada más en ningún idioma que ella conociera. Abrió los ojos, y miró el cielo enmarcado entre ramas y hojas. Apoyó la mano derecha en el suelo, e hizo fuerza para incorporarse hasta estar sentada. Las lágrimas y los mocos seguían bajando, cuando su voz ponzoñosa y arrugada aulló y gimoteó a los dos lobos con la pata destruida.

*cof* El ojito picón - se rascó un ojo, y señaló a Nival - nos guiará *cof* *cof* a un lugar seguro, allí podremos sanar las patas. Levantó ligeramente su mano herida. buaaa... Tenemos que partir a su señal, uuuuuuh. Hasta entonces, podemos llorar y despedirnos, uaa uaaa uuh. Sus ojos fueron hasta los cadáveres que enterraba Aurora. ¿Queréis que traduzca para los otros humanouuuhs? 

Uno de los lobos recién llegados, te observó un tanto curioso. Sin embargo habías demostrado ser una digna amiga para toda su raza, protegiendo a dos de los suyos. Por lo que decidieron seguirte, confiar en tu palabra.

-Humana... Has demostrado ser una más de la manada, pero no podemos confiar la vida de nuestros compañeros heridos a tu grupo... No parecen contentos con nuestra presencia, a excepción de la felina... Si son atacados en el viaje, nosotros los protegeremos- Dijo finalmente

En ese instante, los tres lobos recién llegados dieron un paso al frente rodeando al grupo, inspeccionando sus olores por si hacía falta tenerlos en cuenta si volvían por el bosque.

Los lobos se ponian a enterrar gente. ¡GENIAL! ¡GENIAL! Maldicion, nuestra oportunidad. Bueno, siempre podemos volver y desenterrarlos. Hago una marca con la uña en la hoja del mapa improvisado y lo vuelvo a meter en el bolsillo. Volvi a ver, ya habian terminado de cavar y la estupida niña me estaba viendo. ¡Bien! Podria volver solo, si es necesario. Aunque aun habia tiempo, no vale la pena perder la ventaja de numero por unas horas de ventaja, aun quedaban mas pruebas ¿no? ... Podria volver...  

Apenas escucho lo que dice Ravenant, debia responder algo ingenioso. ¿Por que tiene que hablar tan raro? Bueno, comparado con los demas es un compañero ideal, buen recluta. ¿Por que vuelve esa palabra a mi mente? Miro el arco, las imagenes de la flecha volando a mi me invaden de nuevo. 

-Son como las putas, puedes admirarlas, pero no te enamores de ellas. -señalo el arma con la cabeza por si no me habia entendido. Aun quedaban asuntos que atender. - ¿Que me ves? Revisa el puto cadaver, las armas sin balas son un estorbo. Lo ideal seria capturar al del arco. Esas mierdas meten mucha bulla. 

¿Donde demonios estaba el otro? ¿Garou? Y ahora parece que sere lider de una manada de lobos. Quizá no sea necesario desenterrar nada, quizá si es buena eleccion quedarme. 

-¡Presentate Wade! ¡Equipo! -me rasco el ojo cuando tengo la atencion de todos. "Ojo picón" dejo de rascarme. -Garou no está, no pudo ir muy lejos. Traelo cuando termines con eso Ravenant -en definitiva seria mi segundo. Vaya eficiencia. 

Comienzo a trazar el mapa en el suelo, guiandome por el papel ya manoseado. De vez en cuando subo la cabeza para comprobar las estrellas y estimar nuestra posicion. 

-Wabi, ataté esa mano con algo -no la tocare, mejor: que no la toque nadie- y ven aca. Pregunta por el lider y dile lo siguiente: No sé quien está en deuda con quien. Pero lo cierto es que necesitamos que nos acompañen dos. Necesitamos que se presenten ante nuestro "Jefe" como prueba de nuestras habilidades, despues se podran ir -Quizá no, pero no es algo que sepa. No, no, no. Muy largo. -Mejor, cuentales de la prueba de habilidad, y que tenemos que presentar dos lobos. Sera solo un momento. Nada de lamerse las heridas, eso lo podemos hacer luego de terminar. Mejor en una cama que en el bosque.

Ya solo quedaba llevar los lobos y la primera prueba se habria terminado, tenia que quitarme como pudiese esta sangre de la cara - Alguno tiene agua para limpiarme la cara... Deberiamos ponernos en marcha- y entonces me vino a la cabeza, si llevamos los peludos vivos y los otros grupos los llevan muertos... ¿Que pasara? ¿Como reaccionaran las chicas que los quieren tanto? 

Tsk...No puedo quedarme, estoy perdiendo el sentido de a lo que vine. -El rubio decidió que ya no debía perseguirle ni atacar a ese sujeto, el que estuviera tan alejado del grupo solo pondría en peligro a sus compañeros de equipo por lo cual debía volver. Aún se encontraba en la oscuridad por lo cual tenía la ventaja de campo. Sus pasos fueron finos y sin ningún movimiento de más. Fue procurando que el sujeto a pesar de que supiera donde estaba entre los arboles no pudiese atacarle. 

-Mierda, realmente quería darle una lección.

El arquero vio Garou retirarse, soltó una queja chasqueando la lengua y corrió en la dirección opuesta.

Garou llegó a donde el grupo, saltando entre las ramas como los monos. Allí estaban Aurora, que estaba enterrando los cuerpos de los lobos, mientras los lobos la ayudaban y aullaban, Wabi lloraba a moco tendido, Ravenant acariciaba sus pistolas, Nival gritaba órdenes y Wade no paraba de pedir algo con que lavarse la cara. El grupo estaba sumergido en el más absoluto caos.

Aurora estiró sus brazos, aquello si que fue cansador - bien pequeños, demos la ultima plegaria si? - se paró frente a las tumbas y dedicó una plegaria a aquellos cuales vidas fueron arrebatadas de forma innecesaria - descansen en paz, que su próxima vida sea mejor - volvió a estirar sus brazos y sacudió su ropa - parchesito-sensei, si no se relaja le van a salir canas de colores - metió sus manos a los bolsillos, al parecer si tuvo suerte, una última tela - ¿que habrá pasado con ellas?, ¿de dónde la saqué? -pensó acercándose a Wabi - no se como se venda pero ten, cubre esa herida, podrías decirle a los lobos que nos digan donde hay plantas mágicas? - miró a los presentes y al que acababa de llegar - ¿alguno sabe usar plantas mágicas y sanarlos? - acarició la cabeza de Wabi - tranquila, no llores, ya ya, lo hiciste muy bien!, cuando terminemos la prueba vamos por una rica comida del circo!, yo los invito! -una gran sonrisa adornó su rostro cubierto de tierra.

Se levantó y miró al chico moreno - ahora le preguntamos a los lobos, no te desesperes, ya lo arreglamos - aquello si que se había vuelto un desastre, y ya había terminado de cavar así que, ya podía ayudar, acarició a los lobos cercanos - ustedes podrían ayudarnos con el agua? - miro a Wabi - tranquila, se solucionara, en el circo esta el doctor, el nos dirá que hacer con un enfermo!, por ahora terminemos esto, ¿si? - las palabras de Aurora eran tan distraídas como siempre, su actitud podría empeorar todo o calmar todo, y viendo como va la cosa, seguro que tira mas a la segunda, peor de lo que es ahora no puede ser - vamos!, hay que pedir ayuda a los lobos para curarte y limpiarlo a él

Wabi dio las gracias al lobo que había respondido, y abrió los ojos como platos mientras la mano de Aurora se acercaba a su cabeza, y con cara de horror, le advirtió. ¡No me toques! Pero de nada sirvió. No había acabado de aceptar un contagio, y vino otro, y este vino de una forma mucho más absurda y sorprendente que la anterior. Además, la sorpresa del contacto físico, después de tantos años sin tocar a ningún sapiens, fue reconfortante, cosa que hacía aún más horrible y sorprendente a la experiencia. Agarró la tela agradeciendo con los ojos llorosos, y la puso sobre la herida. Ayudándose con la boca, intentó que quedara firme, bien sellada.

Escuchó a Wade pidiendo agua, y miró al resto, consciente de que no podía ser ella la que le diera agua al morenazo. Y total, ya está contagiadísimo, el pobre.

Mientras ella se iba curando la mano, Garou volvía, y tanto Nival como Aurora tenían sus ideas de cosas a pedirles a los lobos. Wabi empezaba a hacerse un caos mental, y le hizo gracia, porque se dio cuenta de que ya no estaba llorando. Señaló a su compañera felina con la mano sana, y tradujo su mensaje a los lobos. Pregunta si sabéis donde hay plantas para curaros a vosotros, y agua para limpiar a este - señaló a Wade con la cabeza. Su cuello volvió a su ángulo habitual, y señaló a Nival con la mano vendada. Dice que os quiere presentar a nuestro alfa, para saldar deudas como es debido, y que les digáis si somos animales dignos. Suena a negociación larga... Se escuchó un crujido general, los mocos batallando contra la respiración de Wabi, y se puso de pie. 

¿Desde cuando tengo un alfa? Hasta donde recuerdo, voy sola como los zorros, y me junto con otras especies como los bichos desparasitarios... Jooooodeeer, pues si tengo un alfa, seguro que me castiga después de ver a los lobos y al morenazo...

Aurora tocó la cabeza de Wabi, para cuando escuchó la advertencia de la chica era tarde. Wabi se sintió bien de todos modos, así que finalmente paró de llorar, se concentró, y comenzó a negociar.

En cuanto dijo de traer agua, uno de los lobos levantó su patita y emitió un pequeño gruñido. Wabi entendió que ellos podían generar líquidos, que no era agua pero podía servir para quitarle la sangre al moreno. Otro de sus compañeros le mordió. Parecían cachorros jugando alrededor de su cuidadora. En cuanto a plantas, los lobos no conocen de plantas medicinales, por lo que su única respuesta fue ladear su cabeza a un lado y al otro, como antenas intentando captar señal.

Finalmente Wabi hablo de presentar a su alfa, y entonces ellos también debían presentar al suyo. Todos los lobos giraron a una misma dirección, observando a un arbusto verde y grande, un extraño arbusto que no crecía en la tierra, sino en unas rocas...

No sabía muy bien los detalles de lo que había sucedido mientras él no estaba, había salido en captura del tipo del arco por la simple razón de que si el sujeto lograba encontrarse con más personas lo más seguro es que tuviera cierto resentimiento contra el grupo, aquello sin duda les pondría en un grave aprieto para asuntos posteriores. Si bien ponerse al día no resultaba algo tan dificil el que tuvieran a dos chicas con problemas de memoria lo hacía algo más confuso, notó las heridas de Wabi y a pesar de que quería ayudarle era un gran riesgo el acercarse a toda esa sangre, además Wade parecía estar siendo tocado por aquello, sin duda ahora debían cuidarse de dos posibles contagiados, hizo una mueca de molestía sintiendo que todo parecía irse complicando aunque un recuerdo le apareció en la mente. Las vendas que le había pasado Aurora.

Saco las vendas desde la parte trasera de su ropaje donde las había guardado y camino hacia Wabi, no sin antes cubrirse ambas manos con aquellas vendas creando una especie de guantes de tela que le permitirían protegerse de la sangre, no sabía que tan bien funcionarian pero al menos era una barrera primaria ante aquella enfermedad, la venda restante serviría para que la chica pudiera cubrirse la herida, además de ello saco las hojas de antes que había guardado con la sangre del primer monstruo que habían encontrado, lo que parecía ser miel. -Hey, usa esto. Untate esto que parece miel, por lo que probe tiene mucha azucar, eso servira como antibacteriano y evitara que la herida se te infecte además que con las vendas evitariamos que el sangrado sea mucho más profundo. -La chica parecía inteligente y daba claros indicios de que podía cuidarse sola en cuanto a cuidarse. -Hazlo cuando hagas el cambio de vendas por unas nuevas, si logramos conseguir guantes mejores que unas simples vendas -Mostró sus manos cubiertas por vendas como ejemplo. -Podríamos ayudarte mucho mejor. Te lo recordare un par de veces para que no se te olvide luego. -Acto seguido el muchacho camino hacia el centro del grupo para poder escuchar a todos por igual, le gustaría montar a un lobo y tenerlo como amigo pero no sabía como estos reaccionarian, el rojo le había intentado atacar dos veces seguidas y por poco termina en sus fauces. Ya era buena hora para quizás ir al lugar indicado y luego descansar, aunque aquello no evitaba que más problemas puedan venir en contra si encontraban que los demás grupos hubiesen matado a los lobos. El muchacho aprovecho el tiempo para buscar plantas beneficiosas o venenosas que pudieran servir.

El espeso arbusto verde fue tomando una pigmentación cada vez más oscura, hasta volverse negro. Unas potentes patas se estiraron y tocaron el suelo. Un enorme lobo negro comenzó a bajar mientras clavaba su vista en Wabi y le gruñía.

Una imponente voz salió del hocico del animal diciendo -Dijiste que lucharíamos contra tu especie... Humana...- Hablaba??que mierda??!! -Solo eran un puñado... Para eso abandoné mi nido?!- Se lo notaba molesto, furioso. Los demás lobos retrocedieron poco a poco... Al parecer su temperamento era limitado

Entonces clavó su vista en el ojo de Nival -Y exiges que dos de mis hombres se presenten ante tu alfa?? QUE VENGA ÉL!!- Dijo entre una mezcla de ladrido y grito

Uno de sus lobos pareció querer decir algo, un leve gruñido salió del lobo negro haciéndolo volver a la misma posición sumisa de antes

Wabi estaba a punto de decirle a Garou que no le tirara sangre de tigre-árbol por encima, cuando se quedó de piedra, y una gota de sudor frío fue bajando por su cara de idiota. El alfa estaba ahí, y siempre había estado ahí, enfadado. Eso fue otro error, he... Y para colmo, no recuerdo por qué llamé a nadie, vivos, aquí solo estamos nosotros. Hmmmm... Deben haber más humanos por ahí. Wabi observó la herida de los lobos, y la suya. Me mordí la mano y... y antes de eso... pero les han hecho una herida a los dos, y estoy segura de que no me sentiría así hacia los de mi grupo si lo hubieran hecho ellos. Los otros deben saber qué estamos haciendo

Wabi aguantó la respiración, en silencio, puso la mano sana detrás de su oreja, amplificando el sonido que le llegaba, y movió la cabeza hacia los lados. Sin darse cuenta, respondió en el idioma que había usado el alfa, pero se movía y gesticulaba como si fuera un lobo levantado sobre dos patas. Aúuun hay humanos por ahí. Podemos informar de qué buscan - encerró el aire con las manos, y unas cuantas gotas de sudor se fueron a volr, qué armas y trampas usan - rasguñó suavemente al viento, y un moco se acercó a mirar-, cuantos son - fue contando gente con golpecitos con los pies-, cuanto tiempo van a estar aquí - miró el cielo-, donde se reunirán, quienes son los más fuertes... Sus manos bajaron, y se quedó quieta. Queremos ayudar, que nuestro alfa escuche a tus hombres - se puso las dos manos detrás de las orejas -, y castigue a los que los dañaron. Alargó los brazos lentamente, hasta que la mano sana y la cercenada se quedaron entre su cuerpo y el lobo alfa, como quien ofrece una flor. Si para eso tengo que pagar antes por nuestra ofensa, te ofrezco la mano que me queda como pago. Wabi quería cerrar los ojos, pero no se atrevía. Inexpresiva, tomó aire, tosió, y la inercia balanceó el moco que se acercó a mirar, sin abandonar del todo su nariz.

Ante tal coso gigante solo podia mirarlo con sorpresa, se notaba que era fuerte, esperaba que wabi supiera llevar la situacion, mientras hablaba me limpiaba la cara con los liquidos de los lobos.