Partida Rol por web

III Campeonato de RPW

[PARTIDA 1] Escena de juego

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14/02/2019, 23:43
Director 1

Lo que estuviera al otro lado de la puerta no parecía que tuviera intención de cejar en su empeño, al contrario, cada golpe parecía más potente y desde su posición podían ver como las bisagras de la puerta sufrían cada vez más y como volaban astillas de la puerta. Andrea intentó convencer a Alexander de que podía ser una buena idea investigar el segundo piso, seguro que el coach había escondido allí la bandera, pero mientras ambos hablaban John, el más pragmático de todos se dirigió hacia la trampilla.

El trozo de madera tenía una vieja argolla oxidada por lo que necesitó un par de tirones para abrirla del todo, dejando al descubierto una antigua escalera de piedra de caracol, estrecha, por la que solo cabían en fila india y que parecía adentrarse en el mismísimo seno de la tierra.

Alexander no parecía estar de acuerdo con la idoneidad de la segunda planta para escapar de lo que intentaba entrar en la casa, por lo que se encaminó hacia la trampilla seguido de Julio, que por su experiencia como hombre de mantenimiento sabía que esa puerta no resistiría más, uno o dos envestidas más, tres a lo sumo.

John no perdió el tiempo e intentó acomodar la alfombra desde abajo para que no se notara que habían pasado por allí pero era casi imposible, ni con la ayuda del buen Julio pudieron dejar la alfombra en su posición por lo que cerraron desde dentro aunque la trampilla no tenía ningún mecanismo para asegurarla, estaba encajada,  y de momento aquello tendría que valer.

Los pasos de los tres hombres se perdieron escaleras abajo mientras Andrea cobraba conciencia de que la habían dejado sola.

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14/02/2019, 23:47
Director 1

La habían dejado sola, no habían hecho caso de su sugerencia ni de sus conocimientos en lo oculto, habían cerrado la puerta y se habían largado. Ya no quedaban hombres como los de antes, atentos, caballerosos, con abdominales de adamantium y una cuenta corriente a prueba de bombas.

Lo que estuviera fuera volvió a cargar con fuerza y la esquina inferior izquierda de la puerta voló dejando ver el exterior. Era grande, muy grande, aunque no se podía distinguir su contorno al completo si que podía distinguir el ruido que emitía, estaba olisqueando, y teniendo en cuenta el ruido el tamaño de los pulmones de aquello debía ser enorme. Antes de que pudiera reaccionar el animal puso uno de sus ojos en la brecha, un ojo que tenía algo de felino y de reptil, un ojo que la miraba impasible, aunque pensándolo bien aquello era bueno, mientras la miraba no intentaba entrar en la casa.

En esa calma tensa el bolsillo donde se encontraba la brújula de Andrea empezó a vibrar como si fuera un móvil, una vibración enloquecida que iba in crescendo, una vibración que iba a juego con los movimientos erráticos y violentos de una aguja magnética que giraba desbocada.

Notas de juego

Comienza el turno 5: Fecha límite 15/02 a las 22:00

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14/02/2019, 23:49
Director 1

Una vez cerrada la trampilla empezaron a bajar las escaleras de caracol. Las escaleras eran oscuras,angostas, de escalones estrechos y traicioneros. La curvatura de la escalera solo les permitía ver 7 escalones por delante por lo que el descenso les pareció eterno mientras intentaban escuchar si hacia el lugar donde se dirigían podría haber algún tipo de peligro.
Allí no había nada, salvo sus pasos golpeando la fría roca de las escaleras no escuchaban nada, pero lo que no captaban con el sentido del oído les llegaba a través del tacto. Las brújulas que tenían todos empezaron a vibrar, una vibración que iba in crescendo y que iba a juego con los movimientos erráticos y violentos de una aguja magnética que giraba desbocada.

Con el miedo y la incertidumbre de lo que estaba pasando llegaron al final de las escaleras que daba a una habitación amplia y seca, ajena a los estragos del incendio de la planta superior, una habitación que en el pasado debía haber sido algún tipo de almacén o depósito. En el centro de la habitación había una serie de cajas antiguas apiladas y un par de barriles rotos, de cuyo interior no quedaba nada, las ratas habían dado cuenta de ello mucho tiempo atrás.

A su izquierda se encontraba una solida puerta de hierro negro sin adornos, cerrada a cal y canto por una cerradura que ya desde la distancia parecía mucho más complicada que la de la entrada de la casa.

La humedad allí era más intensa, tanto como el frío y el olor, el olor allí era más fuerte, lo inundaba todo de manera sutil pero evidente.

Notas de juego

Comienza el turno 5: Fecha límite: 15/02 a las 22:00

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15/02/2019, 02:36
[1] John Simmons

Luego de cerrar la puerta del lugar  sobre nosotros miro alrededor y me doy cuenta de la ausencia de la becaria. Una parte de mi estaba en shock y cuando me  di cuenta que ya no estaba me sentí algo aliviado, por mucho que estuviéramos con el jefe en ese lugar, la mujer me ponía nervioso. Era demasiado extraña, y seguro hubiera terminado diciéndole un par de verdades sobre su comportamiento. Era raro encontrar alguien que en un momento dado me irritara más que Alexander.

 Pero ahora bajaba en tenso silencio por las escaleras de caracol mientras me tocaba la cien preocupado.

-Esto fue muy raro- murmuro a los demás- ni siquiera creo tener una respuesta a lo que esta pasando.

Curiosamente el estado de susto y tensión tuvo mella en mí, como cuando uno tiene mucha energía y de repente se siente descargado.  

Al inicio de todo estaba tan furioso con sólo estaba pensando en matarles pero ahora estoy pensando  en como salir con vida. La imagen de la silla casi golpeando al jefe no dejaba de tener cierto efecto placentero, pero termine por dejar de pensar en eso para ver si podíamos solucionar salir de ahí.

-Lo único de lo cual estoy seguro es que esto no hace parte del ejercicio de recursos humanos.

Este sitio era viejo, la puerta no parecía ser reciente, aunque no sabía si tenia 10, 20 o 200 años, no tenía mucha experiencia en anticuarios, aunque si era vieja podía estar podrida en algún sitio.

-Posiblemente haya algo en esas cajas.

Miro las cajas y las reviso trato de darme una idea de lo que hay en ellas. Me acerco a la puerta y la toco, estaba cerrada.

 ¿Y si sólo daba a un deposito sin salida?, era un riesgo.

 Miro alrededor,  preocupado por el tiempo, ¡teníamos poco tiempo!

Me encuentro mirando al señor Cruz y Dupont sabiendo que teníamos todos un problema en común y que a diferencia de la empresa debíamos comenzar a trabajar juntos para salir de esta, si es que salíamos…

Maldita sea!, ¡estamos encerrados!, si no logramos abrir esta puerta lo que sea que vaya a por nosotros nos encontrará

En ese momento al estilo policíaco  le doy un golpe a la puerta con mi  cuerpo, quería ver que tan fácil era abrirla a lo bruto.

Era una estupidez, no era una puerta de madera, las de metal eran más difíciles a menos que se desgastaran las bisagras. Pero aún así lo intente otra vez usando mi fuerza.

Éramos tres hombres, no era imposible. Aunque en mi interior temía que detrás de la puerta no hubiera nada.

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15/02/2019, 03:40
[1] Julio Cruz

Según me voy bajando las escaleras me impacta darme cuenta de que la pobre chica no estaba con nosotros. Al momento me giro para volver cuando una fría certeza golpea mi mente. Sino había bajado con nosotros el volver a buscarla solo nos pondría en peligro a los demás, por lo que resignado suspiro y continuo la marca por esas escaleras que no parecían tener fin.

- Si tuvieras una, me asustarías tanto como la cosa que intentaba entrar, lo que necesitamos aquí sería un cura. Pero visto que ninguna de nosotros ha hecho las ordenanzas me da que lo correcto seguiría salir de aquí y rezar por que la señorita Rogers encuentre un buen escondite de esos que se decía que se le daban tan bien.- contesto en susurros a John bastante preocupado y sin el mínimo tono de broma.

Unos minutos después llegamos a lo que parece un almacén abandonado del cual se notaba la peste anterior ya como un viejo conocido, no por ello más agradable pero al menos ya estaba acostumbrado a él de tal manera que su intensidad no me daba nauseas. Por lo demás era todo demasiado extraño como para centrarse en pensar en ello. Para evitar precisamente pensar en ello, me pongo a observar la sala y las cajas y barriles completamente vacíos.

En ello estoy hasta que otra vez el oficinista pierde un poco los estribos y carga contra una puerta de acero en la que aún no me había fijado.

Pero hombre no sea bruto, que todos queremos salir de aquí pero esas no son formas. ¿O acaso quieres acabar como la señorita Addams cuando estuvo encerrada en el ascensor?- aún recordaba como la habían sacado con el hombro dislocado de tanto golpear las puertas.- Déjame que me ponga a ello, aún no existe cerradura que se me resista cuando tengo a mano la buena navaja familiar.- concluyo con una media sonrisa mientras me acerco a la puerta y me pongo a ello. Esta iba ser un reto mayor que la anterior, no tenía ninguna duda pero aún así sería coser y cantar. Si todo lo que estaba pasando esa noche fuera así otro gallo cantaría...

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15/02/2019, 04:59
[1] Andrea Rogers

—El monstruo reptante se ha escapado y viene a por mí. ¡Ja, ja! Tu transformación a niña fue buena ser reptante —dijo al ojo que la observaba pues tenía claro que si hablaba su idioma podría entenderla y comunicarse con ella, lo acompañó con una ligera sonrisa pues aún llevaba el cigarro en la boca y con una sonrisa amplía al abrir la boca se le hubiera caído al suelo.

Antes de verse los ojos ambos seres por así decirlo, Andrea Rogers había observado como volaba el trozo de abajo izquierdo de la puerta por lo que supo que no se había empleado un ariete contra la puerta. Andrea Rogers no tenía miedo a morir pero ya que no había prisa todo aquello era un reto para ella en el que lo mejor era intentar al máximo lo contrario y quizás lo hacía por los pobres de abajo que la habían dejado allí pues en realidad no culpaba la ingenuidad humana de esas pobres almas.

—Mira... —decía al ojo ahora fijando ella su mirada al suelo mientras se agachaba bruscamente para sorprender al ojo sin moverse de donde estaba en cuclillas y continúo cogiendo con la mano derecha (porque no era zurda) en la que no llevaba la linterna algo que estaba dispuesta a llevarse mientras volvió a mirar al ojo mostrando en zarandeo el objeto:— astilla grande de silla estallada.

Andrea Rogers tenía un plan gracias a la brújula que la avisaba como un vibrador, de la que se imaginó por un momento en su "frikismo" como el objeto inanimado cobraba vida como si fuera un dibujo animado con ojos y unas manos de Mickey Mouse que le pellizcaban el cuerpo "—¡Andrea úsame! ¡Andreaa... por favor! ¡Andrea cógeme en tu mano! ¡Andrea estoy aquí Andrea!"

—Mira... —decía al ojo cuando acto seguido volvió a desviar ella su mirada usando la astilla irregular (con violencia pero habilidad como si estuviera cabreada con la trampilla) que era de una pieza lo suficientemente dura a modo de tirador introducida en la vieja argolla oxidada y tirando con todas sus fuerzas con el impulso hacia atrás (haciendo los pertinentes ruidos de esfuerzo "hmpf" que sonaban por su boca con el cigarro).

Lo hizo desde sus cuclillas mientras se levantaba al mismo tiempo dejando la tabla cuadrada de la trampilla totalmente levantada y apoyada se sostenía sola hacia ella que era su posición natural. Mientras quitaba el palo para llevarlo esta vez consigo en su mano izquierda junto con la linterna, tapando así sus pies y piernas hasta las rodillas por lo menos ya que apuntaba hacia el lado contrario de la puerta y por lo tanto el ojo, volviendo la mirada ella al ojo. Exponía así el hueco totalmente a la puerta y creando a su vez una barrera que habría que saltar para llegar a Andrea, lo hacía todo de tal forma que parecía una camionera machorra con el cigarrillo en la boca poniendo la típica cara característica de una tía con mucha experiencia que le sudaba el coño todo, tratando cada cosa como toda una lobo de mar que manejaba cuerdas y objetos de un barco de pesca con dureza firme.

—Mis compañeros bajaron aquí —dijo y acto seguido sacó su amigo brújula del bolsillo.

—Esta mierda... —decía mirando al ojo mientras en un acceso de locura repentina violenta; algo que probablemente no esperaba el ojo; la estalló mirando ella contra el suelo con todas sus fuerzas y por si no era suficiente saltó con los dos pies sobre ello varias veces y lo arrastraba con los pies de pared a pared trazando una línea recta, golpeando con los pies y maltratando lo que quedaba del objeto:— Nos molesta... ¡Puta brújula! ¡Puta! ¡Muere!

Andrea Rogers sabía que las brújulas modernas llevan un fluido que solo puede ser aceite, queroseno o alcohol por lo que aquello ardería muy fácilmente creando una barrera de fuego infranqueable por detrás de la trampilla a la que no llegaba.

—Puedes bajar... ¡foto!—dijo mirando al ojo fijamente cuando rápido accionó el disparador de su cámara con el flash activo hacía el ojo sin perderlo de vista en ningún momento (lo hizo para comprobar si el flash le afectaba), mientras empezó a dar lentamente paso tras paso intercambiados hacia atrás sin girar el cuerpo. En lo que abrió la boca para dejar caer por el propio peso el cigarrillo al fluido que había por todo el suelo, para que creará una cortina de fuego describiendo una especie de barra de fuego o serpiente infranqueable justo detrás de la trampilla y así el ente solo pudiera bajar por ella y no atravesar el fuego.

Andrea Rogers no abrió la boca para dejar caer el cigarrillo solamente, sino porque se disponía a rezar un conjuro en voz alta y como tenía las manos en la cámara tomando la fotografía desde su cintura, tras el disparador la traspasó con la linterna a su mano izquierda y en la derecha la astilla grande para pasar rápidamente por el fuego creando una antorcha fácil ya que era madera muy vieja seca.

Entonces continuó alejándose con las piernas muy juntas (rozándoselas con los pasos atrás muy cortos como hilados uno tras otro) y lentamente con el cuerpo para atrás en lo que empezó a expresar a muy viva alta voz (prácticamente gritando) su conjuro, no sin antes acentuar su mirada muy absorta que estaba muy fija al hueco donde supuestamente estaba el ojo y levantar completamente sus brazos extendidos en horizontal línea recta describiendo con su propio cuerpo una... ¡gigantesca cruz!

—DIOS TODOPODEROSO, QUE HABÉIS PADECIDO EN EL ÁRBOL DE LA CRUZ,
Y PARTICULARMENTE POR MIS PECADOS.
ESTAD CONMIGO, SANTA CRUZ DE JESÚS.
SED MI AMPARO, SANTA CRUZ DE JESÚS.
TENED PIEDAD DE MÍ, SANTA CRUZ DE JESÚS.
APARTAD TODA PENA AMARGA, SANTA CRUZ DE JESÚS.
PONED EN MI TODA CLASE DE BIENES, SANTA CRUZ DE JESÚS.
APARTAD DE MÍ TODO MAL, SANTA CRUZ DE JESÚS.
HACED QUE YO PREVENGA EL CAMINO DE LA SALVACIÓN, SANTA CRUZ DE JESÚS.
APARTAD DE MÍ TODO EL PELIGRO DE LA MUERTE, SANTA CRUZ DE JESÚS.
PRESERVADME DE TODO PELIGRO CORPORAL Y ACCIDENTE TEMPORAL, SANTA CRUZ DE JESÚS.
ADORO PARA SIEMPRE LA SANTA CRUZ DE JESÚS, JESÚS NAZARENO CRUCIFICADO, TENED PIEDAD DE MÍ Y HACED QUE EL MAL ESPÍRITU SE VAYA DE MÍ PARA SIEMPRE, POR TODOS LOS SIGLOS.
AMÉN

Andrea Rogers sabía que la persona que pronunciará, leyerá esta oración o la llevase encima "no morirá súbitamente no se ahogará ni se quemará, ningún veneno podrá dañarlo, no caerá en manos de sus enemigos ni será vencido en el campo de batalla".

Andrea Rogers se estaba dirigiendo paso a paso hacia la estrecha escalera de piedra que daba al segundo piso, puesto que su intención era subir para ver que había arriba al contrario que sus compañeros que habían ido abajo, quería desafiar al ente porque pensaba que era imposible que se divida en dos teniendo que elegir entre seguirla a ella arriba o a sus compañeros abajo.

Una vez estuvo al pie de la escalera siguiendo en cruz mientras pronunciaba su conjuro, pues era distancia pero no enorme como para terminar el conjuro, estando ya en las tres últimas palabras terminó el conjuro completo y finalizó con "Amén".

Andrea Rogers se paró allí conservando la misma forma de cruz y espero a ver la reacción del ente, pues tenía curiosidad de ver si se transformaba en niña para bajar o ir tras ella arriba. Andrea Rogers tenía claro que con su tamaño descomunal sería imposible bajar o subir unas escaleras de piedra que eran igual de estrechas tanto para bajar como para subir.

Andrea antes de que fuera a subir quería comprobar científicamente si sería capaz de saltar o destrozar la trampilla, Andrea quería comprobar si sería capaz de atravesar el fuego sin que le afectará, Andrea quería comprobar si el conjuro le afectaría a no seguirla, Andrea quería comprobar como era del resto de cuerpo esa presencia... "—¡Andrea Rogers estoy preparada!".

Andrea Rogers estaba indecisa de muchas cosas, pero pensaba que por muy fuerte y veloz que fuera esa presencia no podría alcanzarla a tanta distancia sin que con la velocidad que poseía ella pudiera subir las escaleras para atraparla en ellas, porque Andrea Rogers iba al gimnasio todos los días sin excepción y estaba en plena forma pudiendo correr muy bien.

Como Andrea Rogers estaba indecisa por muchas cosas no sabía si realmente debía subir a la otra planta o bajar con sus compañeros de trabajo, así que se le había ocurrido la brillante idea (o no tanto) de subir a comprobar el segundo piso y si la cosa salía mal volver a bajar ya fuera por las mismas escaleras o por la ventana. Y es que descolgarse de una ventana a poca altura del suelo con una pared de empedrado del Siglo XVIII era como una ruta de escalada muy fácil de bajar por los salientes de piedras que había visto antes de entrar y en todo caso el suelo era mullido para amortiguar cualquier pequeño golpe. Además tenía un botiquín consigo, que por cierto recordó que llevaba una cruz roja dibujada.

Andrea Rogers pensaba que creaba así un círculo con el ser desconocido en caso de que optará por ella antes que por sus compañeros.

Otra cosa que se le pasó a Andrea por la cabeza porque dudaba entre otros conjuros, era si pronunciar un conjuro para enamorarlo, porque sino podía con el enemigo era mejor unirse a él. Si aquello era una presencia espiritual en el mejor de los casos en vez de morir podría hacer de ella una posesión para utilizar su cuerpo como un contenedor, sería posible incluso que el ente abandonará su cuerpo con posterioridad en algún momento por otro cuerpo como el de sus compañeros sin que ella muriese en ningún momento, ya que solo le alquilaría su cuerpo.

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15/02/2019, 18:07
[1] Alexander Dupont

Así que la tía buena quiere quedarse arriba con lo que sea que está aporreando la puerta y que en cualquier momento la echará abajo. Pues bien, no voy a arriesgar a uno de los mayores activos de la empresa (es decir, yo) por una tía que ni siquiera sabe cuando está en peligro. Por muy buena que esté.

Bajo las escaleras de caracol, estrechas, angostas. La oscuridad es creciente, pese a nuestras linternas, y el aroma de este sitio asalta todos mis sentidos, con su fétido aliento. Casi me parece estar entrando en la boca de un monstruo, y eso me pone todavía más nervioso. Pero ellos siguen adelante, y arriba nos espera… algo que quería tirar la puerta. Algo que no parecí amistoso, precisamente. Así pues, seguimos bajando.

¿Y qué hay abajo? Una puta ratonera digo, enfadado por haber bajado. No hay salida, salvo una puerta metálica. ¿Y de qué nos servirá? Si la abrimos, quien o lo que sea que venía detrás la abrirá también. Miro a mis compañeros de trabajo, esos que tanto tiempo he menospreciado. ¿Se conformaría con ellos lo que sea que estuviera golpeando la puerta? pienso, pero luego me reprendo por pensar así. Porque ellos son lo único que tengo para protegerme ahora mismo.

Observo a Josh, casi histérico intentando hechas abajo la puerta con el hombro. Pero Julio reacciona trasteando con la cerradura. Yo, mientras tanto, me acerco al hueco de la escalera, mirando hacia arriba, temiendo que algo pueda bajar por allí antes que podamos escondernos. Y el puto olor…. Joder, no quisiera que eso fuera lo último que oliera.

Trago saliva, estando atento por si escucho el ruido de la trampilla proveniente de arriba. O quizá la becaria… ¿cómo se llamaba? Joder, si estaba conmigo hace nada. Ha, sí, Andrea. Quizá Andrea lo haya despistado.

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Notas de juego

Tiro Notar para intentar percibir si algo viene por las escaleras.

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15/02/2019, 20:57
Director 1

Esto turno cierra la primera semana de la partida. Mi próximo turno, el quinto que da comienzo a vuestro sexto, lo colgaré el domingo entre las 22:00 y 00:00. Disfrutad del fin de semana!

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17/02/2019, 22:22
Director 1
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17/02/2019, 23:18
Director 1

Los tres hombres bajaron al deposito mientras Andrea se quedaba en el piso de arriba, paralizada por el miedo o exultante a punto de disfrutar de un encuentro paranormal para el que una ocultista se preparaba durante toda una vida. Solo Julio sintió una punzada de culpabilidad mientras que el resto intentaban centrar su atención en cosas prácticas como desaparecer de allí antes de que aquello bajara. No lo habían visto, pero si era capaz de destrozar una puerta sería capaz de destrozar una trampilla.

Alexander volvió a las escaleras y aguzó el oído, más preocupado de que aquello hubiera pasado por encima de Andrea y fuera a por ellos que por el futuro de la becaria. Al principio no oía nada, lo cual era tranquilizador, nadie parecía estar rompiendo la trampilla para alcanzarles. Esforzando el oído al máximo le llegó el sonido amortiguado de la trampilla abriéndose y de la voz de Andrea y parecía estar rezando, no rezando por su vida ni nada parecido, parecía estar rezando como en las películas del exorcista. No chillaba, así que o su exorcismo estaba dando resultado o aquello no había entrado, todavía tenían algo de tiempo para escapar de allí.

Mientras Alexander escuchaba lo que ocurría en las escaleras Julio empezó a revisar las cajas y toneles. Allí no había nada salvo telarañas y excrementos de rata, la presencia de las ratas parecía bastante marcada al estar las cajas arañadas por las patitas de los roedores pero no parecía que la actividad fuera reciente. Siguiendo su habitual pragmatismo se dirigió hacia la puerta y empezó a intentar forzar la cerradura con su vieja navaja mientras que John revisaba las cajas. Las movió, les dio la vuelta pero no había nada ni parecía que Julio estuviera avanzando.

Aquella cerradura era complicada, la más complicada que había visto en su vida y no conseguía abrirla así que John se dirigió hacia la puerta y lanzó su cuerpo hacia ella, como si fuera un hombre bala del circo o un SWAT de las películas. Un sonido metálico resonó en la sala a juego del castañeteo de dientes de John mientras Julio le decía que usara la cabeza y no se precipitara, pero John estaba enfadado, todo aquel día estaba siendo una mierda y alguien lo tenía que pagar, y si ese alguien era una puerta bicentenaria que así fuera. Golpeó la puerta con toda su fuerza y Los ladrillos que sujetaban las bisagras de la puerta cayeron al suelo rotos y la argamasa resquebrajada.

La puerta cedió dándoles paso a una pequeña capilla extraña. Tres filas de bancos carcomidos de los que quedaba poco estaban cerca de la puerta mientras que en el otro extremo había un libro en un atril y una estatua cubierta con lienzo blanco inmaculado reposaba en el altar. Aquella capilla no tenía puertas por donde salir ni escaleras que subir, seguían atrapados, y estaban valorando sus opciones cuando la linterna de Alexander parpadeó dos veces para apagarse. Su luz se había extinguido para siempre.

Notas de juego

Comienza el turno 6: Fecha límite 18/02 a las 22:00

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17/02/2019, 23:24
Director 1

El ojo la miraba inmóvil mientras Andrea le hablaba, solo se oía su respiración, ronca como un viejo motor diésel al que le hace falta una buena revisión. Le miraba mientras Andrea abría la trampilla tirando de sus torneados brazos y piernas, de algo le había servido el gimnasio a parte de para ser el objeto de envidia de las cuarentonas arrugadas de la oficina, y le mostraba el acceso a sus compañeros aunque claro, tampoco es que se hubieran portado como caballeros precisamente, así que si aquello se tenía que comer a alguien podía empezar con ellos, la empresa se ahorraría unos buenos sueldos, en especial el de Alexander. Intentando completar su escudo rompió la brújula pisándola con el talón de su bota. La aguja salió volando y se clavó en la puerta mientras que el líquido de su interior se derramaba detrás suyo para levantar una pared de fuego si era necesario. La cantidad del líquido de la brújula del bolsillo era muy pequeña, por lo que no lo pudo distribuir como quería y cuando lo encendió ardió durante unos segundos pero sin levantar un muro de llamas como había esperado, un palmo escaso que murió enseguida al quemarse el escaso combustible de la brújula.

El ojo se apartó de la puerta para empezar a coger carrerilla y Andrea disparó la cámara. El flash inundó de claridad la habitación y lo que estaba al otro lado de la puerta bramó de dolor, un bramido largo que hizo temblar las ramas de los árboles y temblar el suelo. La respuesta al grito por parte de la becaria fue una oración, invocando la protección de Jesús y su santa cruz y ya fuera por la oración o por la cámara el ojo no volvió ni se produjo otro golpe. Estaba a salvo, Andrea Rogers también era una exorcista.

Andrea volvió a mirar la trampilla valorando si aquella criatura podría traspasarla o saltar por encima de ella. No lo sabía, pero si toda la criatura estaba proporcionada con el ojo no debería poder caber por la trampilla pero debería poder pasar sobre ella. La protección de la trampilla sería una broma siendo capaz de derribar una puerta, pero no contaba con Andrea Rogers y sus exorcismos. Por si acaso volvía decidió subir corriendo a la planta de arriba.

El piso de arriba era el que más daños había sufrido. Las vigas estaban carbonizadas y era extraño que pudieran aguantar el peso del tejado sin desplomarse, no había muebles y cada paso que daba en el suelo sacaba de éste crujidos, gemidos y lamentos. No estaba sola, en la habitación estaba la niña que brillaba con un brillo fantasmal. La niña la miró y le dijo

"Viene a por mi, quiere morderme... nos morderá a todos"

Y atravesó el suelo en dirección a la planta baja, como si no estuviera allí. En el lugar donde había atravesado la niña las cenizas se empezaron a arremolinar para formar un dibujo, un dibujo infantil de lo que parecía un monstruo.

Notas de juego

Comienza el turno 6. Fecha límite; 18/02 a las 22:00

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18/02/2019, 10:01
[1] Alexander Dupont

Bueno, si había confiado en que pudiéramos escapar sin que nadie supiera que estamos aquí, la acción del imbécil de Josh ha jodido todo. Pero qué cojones… parece que el tío es un puto ariete, ha derribado la puerta literalmente cargándose los ladrillos de alrededor. Miro hacia la escalera por última vez.

Aguanta todo lo que puedas, becaria. Igual así podemos escapar susurro antes de dejar esa zona y lanzarme hacia donde se ha “abierto” la puerta, mirando por el camino a ambos hombres. Por un momento me dan ganas de pedirles que se queden vigilando la escalera, a ver si lo que quiera que viene detrás de nosotros se ocupa de ellos y se olvida de mí. Pero tampoco soy un monstruo.

Al cruzar la puerta me adentro en una especie de capilla. Qué sitio más raro para poner una, joder pienso. Pero la verdad es que me trae al pairo. Me voy a acercar al atril cuando mi linterna se apaga definitivamente. La muevo pero nada. Mierda… esto no podría ir peor ni adrede. Aún sin esa luz, hago un esfuerzo para dirigirme al atril. Quizá encuentre algún hueco bajo este o algo así, un sitio donde esperar que toda esta mierda se termine.

Voy palpando la zona, buscando no tropezar con nada, pues ahora que no tengo luz no estoy seguro de poder llegar fácilmente hasta allí. Pero, por otra parte, lo que quiera que venía detrás nuestro tampoco verá. ¿No? Así que igual, incluso si no encuentro ningún hueco tras el altar, puedo esconderme detrás de éste, agachado, para que no me vean.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago una tirada de notar buscando encontrar un agujero donde meterme cual cucaracha.

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18/02/2019, 16:24
[1] Andrea Rogers

Instantáneamente; valiendo la redundancia fue lo que hizo doblemente si se dividía la palabra en dos de la forma "instantánea-mente" quedando así el sentido de una "instantánea hecha de forma instantánea" con su cámara sobre el dibujo formado por las cenizas. Pero justo antes al pronunciar su frase no había tomado Andrea ninguna a la niña, pues al ser la misma esencia que ya había fotografiado afuera de la casa supondría que saldría como haz luminoso y ya no tenía esa necesidad imperante, sino más bien prestar atención a lo que decía y hacía la "—¡¡Faaantasmitaaa!!".

Andrea Rogers se había equivocado de nuevo, Andrea Rogers había errado como bien pensó momentos antes abajo en su indecisión sobre comprobar que insistir a sus compañeros en que aquello era un evento organizado por el coach no fue la mejor idea, aquello de no ser un Dios que pudiera saberlo todo ya que en el fondo no era tan omnisciente. Y es que su error ahora fue creer diciendo al propio "monstruo" que era la niña de afuera... eso pudo certificarlo en estos momentos al comprobar dos detalles en la planta de arriba:

1- Que aquella niña tenía un aura espectral de brillo luminiscente, finalmente no había allí una vela o luz que Alexander Dupont hubiera notado desde abajo, sino que más bien era la propia incandescencia del espectro menor.

2- Que la niña espectral no fue afectada en daño por la luz del flash de la cámara de Andrea Rogers al tomarle dos fotografías y no una en las afueras de la casa.

El dibujo del monstruo fue la confirmación también de otros dos detalles, como si piezas de un gran puzzle empezarán a encajar poco a poco:

1- Que aquella juguetona y el ser de la puerta no eran la misma entidad.

2- Que la niña como el viejo refrán que decía "los niños, los borrachos y los locos siempre dicen la verdad" no mintió en absoluto con su primera frase afuera.

Entonces así entendido, la niña era el "espíritu de una menor" y el ser de fuera un "monstruo" tal cual definido por el propio espíritu, no se podía enunciar mejor nombre que ese para definir una entidad de masa reptante con múltiples ojos y bocas en lugares indeterminados de su propia malla del tejido espacio-tiempo.

Andrea Rogers se daba cuenta ahora que el conjuro exorcista protector de la cruz no había afectado al monstruo abajo sino que había sido el flash de la cámara cuando se sintieron los temblores del suelo por el largo bramido de la gran criatura y era evidente que el espíritu de la menor no era un ente malvado pues se había mostrado ahora a Andrea Rogers ayudando, lo había hecho después de un conjuro gritado que había oído seguro y que la afectaría pues bien era cierto que había atravesado el suelo de forma incorpórea como para confirmarlo. Era por tanto que todo hecho acaecido como salir con brillo en las fotos, aparecer/desparecer a su antojo, atravesar paredes y dibujar formas con cenizas apuntaba a que era un ser fantasmal.

¿Pero entonces si la fantasma no era malvada por qué había hecho volar una silla con tanta fuerza? Tal vez fuera porque al fin y al cabo era una simple impúber, resultando todo aquello nada más que otro simple juego para la niña donde a veces no calculaba del todo bien sus decisiones.

Con respecto al monstruo Andrea Rogers tenía muchas dudas, como ahora confiaba en el sentido de verdad de la niña espectral se preguntaba sobre su primera frase afuera. ¿De dónde se había escapado? ¿Del sótano? ¿Sino cabía por la trampilla, habría una cueva en el exterior que comunicará con el sótano? ¿Y si cabía por la trampilla pero con otra forma? ¿Antes ese monstruo fue los animales lobos exteriores que acosaban las paredes y la puerta? ¿No era una transformación en la niña, pero lo era en lobos? ¿Y la niebla? ¿Era ese monstruo también la transformación en intensa niebla exterior? ¿Eran los lobos otros monstruos menores que lo acompañaban?

No le parecía a Andrea Rogers (aunque dudaba en su fuero interno) que aquel monstruo fuera una representación del propio Diablo y mira que el demonio mayor decían tenía como 1.000 apariencias, pero ese avatar en concreto en el conocimiento de Andrea no le constaba, la forma monstruosa más famosa era un hombre con cuernos, también mitad carnero mitad hombre o un carnero total como animal. Aquel monstruo sin embargo había reaccionado sintiendo dolor al disparo del flash de la cámara y un flash electrónico provocaba una descarga de electricidad acumulada de un condensador a una lámpara de xenón. Por lo tanto al pensar en esa luz era pensar también en electricidad como tal lo que hacía daño verdadero a la criatura deforme.

Andrea Rogers con su conjuro estaba protegida, Andrea Rogers con la cruz roja dibujada de su botiquín y sus conjuros tenía armas para fantasmas malvados, Andrea Rogers con su par de cámaras y su falta de miedo ahora tenía armas también contra monstruos... "—¡Andrea Rogers estoy preparada!".

Vistas así ahora con más claridad las cosas, Andrea Rogers ya no necesitaba permanecer allí más tiempo pues en la segunda planta no había nada más que ver y escapar por la ventana ya no era necesario porque podría huir fácilmente con el arma de su cámara flash por la misma rotura inferior de la puerta y decir adiós a sus compañeros junto con aquel lugar maldito. Pero Andrea Rogers en su eterna indecisión dudaba mucho de hacerlo. ¿Qué iban a pensar de ella al volver sin sus compañeros? ¿Qué iban a pensar los familiares de sus compañeros al denunciar sus desapariciones? ¿Quién iba a creer lo que dijera Andrea Rogers? ¿La acusarían de asesina? Una mujer que mató a un anciano y dos de los mejores trabajadores de la empresa para evitar su despido en los recortes de personal necesarios (porque seguro que los iban a compadecer, una víctima siempre resultaba mejor persona aunque fuera el mayor hijo de puta de su zona, lo iban a considerar un pobrecito muriendo a manos de una mujer malvada y despiadada.

Andrea Rogers podría irse muy fácil de allí, pero Andrea Rogers no tenía miedo a morir y la curiosidad de saber todo lo que allí pasaba para acallar sus indecisiones la empujaban a querer ayudar en el fondo a sus compañeros, los odiaba en la oficina y quizás tal vez los odiaría después pero ahora mismo no sentía eso. Aquellos pobres ilusos sin su par de cámaras y sus conocimientos ocultistas lo tenían quizás un poco más difícil para sobrevivir.

Andrea Rogers no se había equivocado en absoluto al decidir finalmente subir al segundo piso, pues la experiencia con el monstruo de la puerta y ahora la niña arriba le habían servido para aclarar un poco más las ideas que tenía entre sus indecisiones internas. Era una pena que el líquido de la brújula no hubiera sido el suficiente para provocar un muro de fuego que hubiera ardido durante un minuto al menos. ¿Por qué estaba quemada aquella casa? ¿Pertenecía la niña al Siglo XVIII? ¿Había asesinado el monstruo a la niña en el Siglo XVIII en aquella casa? ¿Habían quemado el resto de aldeanos esa casa por creer que allí había brujería al desaparecer la niña o encontrarla muerta? ¿Afectaba el fuego de alguna manera al monstruo? Era evidente que el fuego también provocaba luz como el flash de la cámara pero no exactamente igual, por lo que dudaba con ello.

Andrea Rogers ahora tenía un nuevo plan a seguir acompañado de dudas como siempre, entonces miró a la escalera.

—¡JA, JA, JA!

Andrea Rogers se rió en alto de forma natural pues todo aquello la apasionaba y no había tenido miedo al monstruo, ahora doblemente tampoco lo tendría con un arma encima. Entonces Andrea Rogers reparó en que los monstruos aparecen en el imaginario popular de los cuentos para los niños, a los niños se les asusta con la historia de monstruos sino se portan bien. Los niños tienen miedo a los monstruos como lo confirmaba el espectro de la niña y eso es lo que da sentido a su existencia. Un monstruo sin miedo solo es un chiste, un "meme" como sus imaginaciones en chiste ese día con La Cosa de Marvel Cómics en las distintas situaciones que se habían producido.

El nuevo plan de Andrea Rogers era bajar al sótano por la trampilla para ayudar a sus compañeros porque la luz del flash sería lo mejor contra monstruos del subsuelo si es que había más ya que en el suelo no llega la luz como posible antídoto contra sus males o quizás debía ayudar a la niña contra el monstruo. ¿Pero realmente eran enemigos el monstruo y la niña? ¿Y si eran entidades amigables entre ellas? Pero eso no casaba con su conjuro que debería afectar a la niña si fuera su intención. ¿Podría ser la niña espectral una adoradora del monstruo? Muchas dudas se planteaba por su cabeza, pero Andrea Rogers prefería creer ahora que debía ayudarla.

—¡NO TENGAS MIEDO NIÑA YA BAJO! —gritó avisando mientras caminaba a la escalera para bajar.

Cuando Andrea Rogers llegó al primer piso de nuevo, apagó su linterna pues conocía de sobra la disposición de las estancias e inmediatamente accionó el disparador de la cámara con flash apuntando siempre a la puerta para provocar un fogonazo que duplicara su efecto por todo el piso.

—¡JA, JA, JA! ¿OTRA FOTO? —gritaba preguntando al monstruo.

Andrea Rogers estuvo tomando una fotografía cada dos segundos hasta llegar a la trampilla abierta sin encender de nuevo su linterna.

—¡YA VOY DULCE NIÑA! ¡MONSTRUO VEN ABAJO PARA MÁS FOTOS! —gritó contenta Andrea Rogers sin miedo y acto seguido bajo por las escalerillas de la trampilla con la celeridad adecuada para no tardar en encontrarlos encendiendo ahora su linterna para no tropezarse con aquellos escalones estrechos, no sin antes cerrar la puertecita de la trampilla tras ella de un golpe seco para hacerle ver al monstruo que no le tenía ningún miedo si se paraba a cerrar adicionalmente y comprobar en algún casual si bajaría por allí después.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Director 1 me gustaría preguntarte tres cuestiones para saber que hacer en mis siguientes intervenciones:

 

1- ¿Fui capaz de crear la antorcha como había narrado con la astilla grande de la silla en el fuego?

En todo caso sino fue posible, como narré que la llevaba en la mano aún llevo el palo conmigo en todo momento como un objeto más del inventario ya que me podría servir más adelante.

 

2- ¿Puedo como mujer llevar alguna cadena con algún símbolo tipo cruz, cruz de caravaca, pentagrama... o se consideraría metarrol?

En todo caso sino es posible, ¿aún podría ser una cadena cualquiera, tener anillos, tatuajes en cualquier parte del cuerpo, marcas como cicatrices, dibujos en la camisa, etc..?
Es decir no son armas como tal que puedan hacer daño a otro ser humano como una pistola, pero en este caso según el género de la partida desconozco si se va a considerar metarrol y prefiero preguntarlo viendo lo que paso antes.

 

3- ¿Puedo conocer sobre Lovecraft o sería eso metarrol?

Como personaje por jugabilidad y no personaje por rol te digo ahora que pienso por el dibujo que me has puesto que esto parece heredar los Mitos de Cthulhu y que ese monstruo es un Shoggoth o bien el propio Nyarlathotep.
Si es el segundo dudo realmente si la niña es un avatar, pero lo que si sé seguro es que la niebla anterior bien podría ser uno de sus avatares conocido como la Niebla Reptante (una niebla putrida y viviente) y que los lobos anteriores podrían ser Perros de Tíndalos.

Lovecraft vivió de 1890 hasta 1937 y es un escritor mundialmente famoso, por lo que si esta partida data en una fecha tan moderna por lo del "coach" y Andrea tiene Conocimientos (Ocultismo) con un dado d8, si además al personaje la he ido narrando que era una "cultureta friki" apasionada de estos temas paranormales pues también debería tener conocimientos del mundo del terror con bestias, vampiros y esas cosas.

Además ahora mismo me han salido dos aumentos en la tirada de Ocultismo para terminar de rematar que tiene conocimientos amplios. También para este caso ha sido una coincidencia que Andrea no tenga "miedo" como algo de lo que se alimentan ciertos monstruos lovecraftianos, pero en la partida consta que yo había escrito mucho antes de conocer un posible monstruo que "Andrea no tiene miedo a morir" por su carácter de "friki que ha descubierto que hay vida después de la muerte y apasionada de los temas paranormales", es decir lo enfocaba más a un evento del coach o temas paranormales de fantasmas solo.

Si me respondes que no es posible por ser metarrol, al menos hasta ahora he narrado al "monstruo" como un monstruo general tipo "el hombre del saco que se lleva a los niños que se portan mal" de los "cuentos" porque eso es un imaginario popular desde los tiempos de las cavernas pienso y podría seguir entonces por esa línea.

Gracias.

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18/02/2019, 16:52
[1] John Simmons

Por mucho  que me habéis llamado bruto y con conciencia de que si lo había sido pero con éxito. He tumbado la puta puerta y ahora que veo su interior  mi moral se viene abajo.

-¡Vaya Mierda!- expreso  literalmente cuando  noto que luz del idiota se apaga y todo queda a oscuras- ¡¿una capilla?!, ¡una puta capilla en medio de la nada!,  esto no puede ser bueno, nada bueno.

Mi voz interior me decía que aquí íbamos a morir, y veía que el jefe, lejos de trabajar en equipo, como siempre estaba tratando de pensar solo en si mismo y buscar donde esconderse. Al ver su actuar egoísta, mi rabia vuelve.

Vaya cobarde.

Saco mi linterna  y comienzo a iluminar.

-Estamos encerrados, y no creo que una capilla así sea cristiana

Que mal cuerpo el que estoy sintiendo…

Tomo un trago de mi petaca de licor y se le ofrezco un trago a Julio mirando  la puta capilla, era claro que también lo necesitaba,  era él único con el que podía sentir una mínima empatía, la becaria, si es que estaba viva podría llegar en cualquier momento, no había salida. Mi única esperanza era que pudiéramos pasar la noche aquí y que por la mañana  las cosas se hubieran ido, pero algo me decía que el asunto no era así de fácil.

Camino hacia la estatua y alrededor del lugar, trato de buscar alguna explicación a esta locura. Me fijo en el altar y en  la estatua, posible pueda ver algo de utilidad. Pero no tengo suerte, por último trato de acompañar con mi luz a Julio, posible él si note algo.

- Tiradas (1)
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18/02/2019, 17:16
[1] Julio Cruz

Esta cerradura es todo lo contrario a las piernas de Meredith, no se abre ni a la de tres.- comento algo frustrado mientras me aparto, momento que Simmons aprovecha para cargar contra la puerta con tal fuerza que la derriba. El ruido se expande y se nota el eco que deja por la zona repartiéndose por el silencioso sótano, que dicho sea de paso estaba demasiado silencioso.- ¿Tantas escaleras habíamos bajado para que no se oyera lo que sea que había entrado en el piso de arriba?

Mientras pienso esto Alexander se adelanta iluminando el interior de la nueva sala abierta. Esta resulto ser una capilla, que seamos sinceros no me inspiraba mucha confianza. De niño había ido mucho a misa, pero quién de mi época no iba. Por supuesto que dios existía pero dudaba que fuese ayudarnos precisamente a nosotros y además algo no encajaba en el lugar. No estaba seguro de él que era pero si el ambiente ya era pesado antes, ahora era simplemente insoportable. Lo primero que me llama la atención es la estatua cubierta de un lienzo tan blanco, si el resto estaba tan destrozado y la puerta cerrada no tenía ningún sentido que eso pudiese estar en tan buen estado, así que termino por acercarme y comprobar como podía ser eso, y para que negarlo tenía la curiosidad de que estaba tapando. Que hablando de curiosidad el libro también parecía bien conservado y era lo que quedaba a destacar del lugar, así que una mirada rápida no mataba a nadie y quién sabe quizás venía alguna pista para salir de aquí.- Qué no se diga que no lo intento...

Sin embargo la curiosidad se agota tan rápido como llego y lo peor es que no había ninguna salida aparte de la puerta derribada, al menos de manera aparente. Algo desesperado voy avanzando por el lugar en busca de algo que pudiese estar oculto (quizás alguna pared hueca que pudiese indicar otra sala) agradeciendo con un gesto la ayuda de John y su linterna.

En ese momento noto como la luz baja en el lugar, al parecer la linterna Alexander se queda sin energía y este parece estar buscando un lugar donde esconderse.

Debajo del atril es donde se esconden los monaguillos al igual que las secretarias en los despachos, aunque qué le voy a contar yo, ¿verdad, señorito Dupont?- comento a pesar de la tensión, normalmente me encantaba contar estos chismes y decirlo pero realmente ahora los nombraba solo para intentar calmarme. Cosa que era probable que notase los otros dos pues no los comentarios no iban acompañados de mi tono afable de siempre sino que era algo tenso y nervioso.

- Tiradas (1)
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18/02/2019, 22:30
Director 1

Aquella capilla les ponía los pelos de punta, hacía frío pero no era natural, pues lo sentían con mayor intensidad en los huesos que en la piel.Aquel frío se calaba en lo más profundo de uno mismo, frío y una sensación de peligro latente, como si en cualquier momento la estatua se fuera a mover o unos huesos se fueran a levantar para atacarles.

Alexander se acercó al atril para observar de más cerca el libro cuando su linterna se apagó definitivamente. La golpeó y probó a conmutar el botón de encendido en todas las posiciones posibles y no funcionaba, aquello era genial, pocos objetos que les había dado el coach y eran defectuosos, la linterna se apagaba, las brújulas vibraban, que sería lo siguiente? El agua de las cantimploras empezarían a hervir?. Un sitio, un sitio donde esconderse, si se escondía tal vez aquello no le encontraría, tal vez le bastase con comerse a la becaria y a aquellos dos empleadorzuchos de poca utilidad para la empresa. El atril no dejaba mucho sitio donde esconderse, demasiado estrecho para ocultarle, y sin ningún hueco o escondrijo secreto. Por ese motivo se movió hacia el altar, utilizando la luz de las linternas de John y Julio, y se escondió como mejor pudo.

John cogió la petaca de licor y le ofreció un trago a Julio mientras miraba la capilla pero Julio no la tomó. Aquella capilla no se parecía nada a las de su infancia, sin cruz, sin pilas bautismales, nada de lo que el había visto durante tantos años, solo se parecía en que había un atril con un libro que podía ser un misal, un altar y una figura que venerar. Julio inspeccionó el lugar pero allí solo había lo que estaban viendo por lo que se acercó al libro y lo que vio le heló la sangre. Era un libro profano, malvado, escrito en tinta roja que bien podría ser sangre y escrito en latín. No podía entenderlo pero sabía que era latín, en las iglesias siempre había inscripciones en latín y estas eran iguales. Era antiguo, antiguo como el mismísimo Satanás, y se conservaba como el primer día, como si el tiempo no se hubiera atrevido a pasar sobre él.

John se dirigió hacia la estatua y empezó a buscar alrededor del altar para encontrar algo que les ayudara a salir de aquel sótano pero allí no había nada. Solo quedaba alzar el velo que cubría la figura y Julio fue el que lo levantó. La figura era de un metro de alta, tallada en algo blanco, mármol o tal vez hueso, perfecta en cada uno de los detalles, era una figura embozada a la que le faltaba la cara, una figura con túnica de la que salían una sucesión de tentáculos dentados. Era maligna, y la maldad casi se podía palpar, empujándoles fuera de aquella habitación, como si esa mirada vacía les pudiera arrastrar a su interior.

Julio y John tuvieron la necesidad de huir hacia la puerta sin volver a mirar a aquella figura mientras Alexander seguía acurrucado, inmune a la figura por no estar mirándola, cuando en el depósito escucharon una risita infantil, la risita infantil de la misma niña que los había arrastrado hasta allí. Desde la puerta les miró con una risita y dijo

"Por aquí, por aquí antes de que nos muerda..."

Y la niña, que brillaba con una luz fantasmal, atravesó las cajas del depósito para meterse dentro de la pared, como si no estuviera o no pudiera detenerla.

 

Notas de juego

Comienza el turno 7: Fecha límite 19/02 a las 22:00

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18/02/2019, 23:01
[1] John Simmons

Notas de juego

Perdón una pregunta antes de continuar, ¿la pared que atravesó la niña queda en la capilla o en el cuarto con cajas antes de la capilla? (disculpen no me quedó claro)

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18/02/2019, 23:07
[1] Alexander Dupont

Notas de juego

Y la niña, que brillaba con una luz fantasmal, atravesó las cajas del depósito para meterse dentro de la pared, como si no estuviera o no pudiera detenerla.

Esto, sumado a que justo antes dice que huíais hacia la puerta al ver la imagen parece indicar que está fuera de la capilla.

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18/02/2019, 23:42
Director 1

Notas de juego

Aclaro. Estáis dentro de la capilla templo y veis a la niña a través de la puerta. La niña atraviesa las cajas del depósito y atraviesa la pared más alejada de la puerta. Si estableceis una línea recta tendríamos

Altar - vosotros - puerta - cajas - pared.

Está ahora más claro?

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18/02/2019, 23:51
[1] John Simmons

Notas de juego

Gracias, sí. Discupad la obviedad.