Partida Rol por web

- Atiende a las fans, yo me voy a sentar por aquí a escuchar música. - Respondo a Kyoya y hago una pequeña pausa. 

- Puedo hacer de ayudante para el consejo escolar ¿Qué te parece esa coartada? - Digo en voz baja para que solo Kyoka me oiga.

- No había pensado en las consecuencias de estar todo el día los 3 juntos pero es cierto que lo mejor será minimizar los rumores, no vaya a ser que alguien quiera investigar más. - Hago una pequeña pausa en la que puedo escuchar todas las voces y griterio a la vez. Concluyo antes de volver a mi sitio a escuchar música. 

- Esperemos y en el despacho del consejo escolar ya discutiremos exactamente qué hacer. - Digo a Akito y a Kyoya intentado que nadie más me oiga. 

Abro mi casillero mientras pienso en lo que dice Lylia. No sé cuanto de bien colaría esa excusa, muchos miembros del consejo lo han dejado o van cuando no está Kyoya para ahorrarse problemas. Dios es que son solo problemas, y Kyoya es demasiado amable para buscar decirles nada y las que yo sigo teniendo es porque son unas chungas a las que les gusta que las ignoren.

Mientras pienso en todo esto alineo los zapatos del casillero perfectamente, y los pongo de uno en uno en el suelo en frente de mí, haciendo exactamente los mismos movimientos, luego me quito el que llevo puesto en el pie derecho, y sin dejar que toque el suelo me pongo el otro, cojo el que me he quitado y lo dejo en el casillero alineándolo perfectamente con el fondo y el lateral. Hago lo mismo con el pie izquierdo, pero estoy nervioso y cuando voy a ponerlo en el casillero se me cae el zapato al suelo. Lo vuelvo a poner recto en el suelo, y repito de nuevo todo el proceso que hice con el derecho. Finalmente logro alinearlos perfectamente dentro del casillero y cerrarlo. Espero que nadie se haya fijado demasiado. El estrés de estos días está siendo mucho.

Kyoya ha logrado que le dejen en paz y viene hacia mí con tres bolsas de regalo que supongo estarán llenas de comida y regalos. 

- ¿Vamos?

Asiento con la cabeza y le hago un gesto a Lylia para que sepa que ya estamos. No sé si me habrá visto.

Me levanto y a los acompaño al despacho. 

Cuando estamos allí y la puerta esta cerrada empiezo a hablar. 

- Hoy por la mañana habéis hecho que piense en nuestras interacciones con otras personas del instituto. Personalmente no me preocupan demasiado, prefiero estar sola y la mayoría de mis actividades no necesitaban más gente. - Miro a Akito y Kyoya y añado. 

- Pero ahora debemos mantenernos juntos y supongo que será una buena idea que nadie descubra la razón real por la cual estamos todo el día juntos. 

- ¿Tenéis alguna idea como coartada? Antes he comentado que podemos decir que estoy haciendo algún trabajo para el consejo escolar o organizando algo pero no tengo claro que eso justifique estar todo el día pegada a vosotros. 

Pensamos durante bastante rato, pero solo se nos ocurren cosas poco creíbles o que al final serían más problemas para alguno o para todos. Al final se me ocurre una idea tan estúpida y descabellada que puede que hasta funcione.

- Haremos esto. Tú - y me giro hacia Lylia - tienes un contrato con una agencia de talentos, una de las clausulas es que no puedes hablar de la agencia ni de lo que haces en ella. Y tú - me giro hacia Kyoya - has sido fichado por la misma agencia, así que tienes las mismas condiciones. Lylia es tu senpai en el negocio y por tanto pasáis tiempo juntos porque te está enseñando cosas. ¡Pero todo esto lo tienen que suponer! Lo importante es extender el rumor de que trabajáis los dos para una agencia de talentos y que tiene que mantenerse en secreto porque sino Kyoya perdería el contrato. ¡El cotilleo hará el resto!

Les miro a ambos exultante, pero no parecen muy convencidos.

- ¿Y eso por qué solucionará nuestros problemas realmente? - dice Kyoya no muy convencido.

- Porque el principal problema son las fans celosas, si están concentradas en que a lo mejor haces tu debut no pensarán tanto en el tema. Y el resto de gente dudará de si es verdad o no. Pero sin nombre de la agencia y con un contrato que impide decirlo, ¡no pueden investigar nada! - les miro a ambos - Sé que no es perfecto. Pero nos dará algo de tiempo para pensar, y lo más importante es que como solo será un rumor y no podéis afirmar ni desmentir nada, cuando todo esto acabe simplemente nos olvidaremos del tema. 

Cuando terminan de pensar el plan, se dan cuenta de que ya es hora de ir a clase. El tiempo pasa volando.

En clase, a Lylia la miran algo mal, pero no se llega a más. Al primer descanso, ponen en marcha el plan y crean diferentes focos de rumores para que se comience a hablar del supuesto trabajo de Kyoya y Lylia. Lylia recibe muchas preguntas de parte de chicos, y Kyoya... bueno, se puede imaginar. Aún así, las chicas parecen odiar un poco más a Lylia.

A lo largo del día, esto se convierte en un trending topic total, y no se oye otra cosa. Y por mucho que parezca que las chicas odian a Lylia (alguna hay que le ha preguntado interesada a ella, sin ánimos de hacerle mal), Lylia no recibe cartas bomba, ni tiene chinchetas en los zapatos ni le llenan de abono el bento.

Parece que el día llega a su fin sin incidentes. Terminan las clases y...

Después de las clases entramos los tres en el consejo y cierro la puerta detrás de mí suspirando. Parece que lo hemos logrado. Ya sé como le ha ido a Kyoya el día, así que me giro hacia Lylia y le pregunto

-¿Cómo ha ido el día? ¿Muchos problemas? En nuestra clase la gente se lo ha creído bastante en general...

- Me han hecho muchas preguntas y parece que algunas de las fans de Kyoya están un tanto celosas por la forma que me miraban pero en general ha ido bien. - Sonrío a Akito. 

- Ha sido una buena idea. 

- Menos mal que ha funcionado. ¿Quieres ir a la biblioteca? Tu amiga de ayer a lo mejor agradece una visita. Y si no nos quedamos en el consejo es más creíble pensar que vais a ensayar o algo...

Cuando llegáis a la biblioteca, Saki está en su puesto habitual, aunque parece que acaba de llegar. Está preparando su zona de trabajo justo ahora.

Llegas a la biblioteca algo más tarde de lo habitual. No te regaña tu jefa, pero sí se sorprende, porque es algo que no suele pasar. Aún así, no le da más vueltas y te deja que te prepares para empezar.

Mientras estás en el escritorio preparando tu zona de trabajo, entran a la biblioteca Lylia, Akito y Kyoya.

Saki intentó relajarse cuando vio entrar a Lylia y sus amigos. Habían venido demasiado rápido... Adios a su momento de tranquilidad. Se sentó en su asiento, como si no los hubiera visto y revisó que todo estuviera en su lugar. 

Cuando la mirada de Lylia se cruza con la de Saki, esta la saluda amistosamente con la cabeza. En cierta manera parece invitarla a que se acerque, pero tampoco da muchas pistas sobre ello. 

- Voy a saludar a Saki. - Digo en voz baja a Akito y Kyoya. 

Justo antes de ir añado. - ¿Vamos los 3 a hablar con ella y preguntarle como le ha ido o preferís ir directamente a la sala de estudio? A mi me gustaría preguntarle lo que sabe de los arcanos y tengo que comentarle sobre un hombre con maletín que me ofreció un trabajo que le podría interesar a Saki. 

Hombres con maletín que ofrecen trabajos a chicas de secundaria... Trato de no reírme pensando en qué trabajo puede ser realmente.

- Sí que me gustaría saber qué sabe realmente, Kyoya lo comentó hoy entre clase y clase.

Kyoya asiente con la cabeza y me mira, aguantándose la risa, los dos queremos saber qué es ese trabajo tan misterioso.

Me acerco a Saki junto con Akito y Kyoya que parecen que se están a punto de reir. 

- Hola! Saki ¿Cómo va? - Antes de que conteste añado. 

- Tengo varias cosas que comentarte y creo que lo mejor será hablarlo en la sala insonorizada ¿Tienes un rato para charlar sobre lo que paso ayer?- 

Saki le echa una ojeada a Akito, dudosa y después mira a Lylia. 

- Yo... - Saki parece bastante nerviosa. - Siento mucho como me fui ayer pero... - Esto parece dolerle. - De verdad que no quiero involucrarme más de la cuenta en el tema. Creo que solo sería una carga para vosotros... Puedo ayudaros a buscar información en la biblioteca, pero poca cosa más. 

Se me pasa la tontería de lo del trabajo y le devuelvo la mirada a la bibliotecaria. Me acerco un poco a ella sin llegar a apoyarme en el mostrador y tratando de no hacerla sentir nerviosa le digo:

- Mira Saki, nadie es una carga para nadie en esto. Todos tenemos, más o menos, el mismo problema y todos necesitamos tener a alguien a quien recurrir por si ocurre lo que sea.

Kyoya se acerca también y añade:

- A Lylia tampoco le hace ilusión estar todo el día con nosotros, y lo entendemos, esto es una especie de amistad impuesta, pero el tema es que no puedo dejar a alguien que sé que tiene un problema que puede ser mortal a su suerte. 

Asiento con la cabeza y añado:

- Igualmente comprendemos que nuestra presencia no te agrada, así que si prefieres hablar con Lylia a solas lo entenderemos perfectamente. Simplemente ten presente que todos necesitamos ayuda ahora mismo. 

Se nota que Saki se siente abrumada por las palabras de Akito y Kyoya, y se puede ver que se esta sonrojando. A pesar de ello, su expresión refleja una sonrisa triste. Se piensa un momento lo que va a decir y después vuelve a hablar, procurando mantener la compostura.

- De verdad que os agradezco mucho vuestra intención. - Dice con tono pausado, intentando decir claramente cada palabra. - Pero prefiero no molestar a nadie con este problema. Creo que podré arreglármelas, al fin y al cabo, no creo que mi problema sea tan grave como el vuestro. - Lo último no lo dice con la misma seguridad, y le cuesta mantener la mirada en Akito.

Su ultima frese me hace enfadar. Todo lleno de tías que se quejan de problemas estúpidos y ella tiene uno de verdad y no lo quiere admitir. Me acerco y apoyo en el mostrador con mala cara.

- Hay un ente sobrenatural que te ha fijado como su objetivo. No es un problema cualquiera y no creas que puedes desmerecerlo así como así. Si no quieres ayuda vale, pero que no sea porque crees que tu problema no es serio. Porque así solo lograrás que sea peor.

Me doy cuenta de que me he acercado demasiado para la poca confianza que tenemos y retrocedo.

- Disculpa. Pero en serio, no lo menosprecies. Aunque sea menos peligroso que el mío por ejemplo, sigue siéndolo.

Saki se queda varios segundos en shock por las palabras de Akito. Ciertamente parece que no se esperaba que se pusiera así con ella. Tras que deje de hablar fija su vista en la mesa, pensativa. Al rato parece que se decide. 

- Está bien. - Dice, no muy convencida. - Os escucharé, pero prefiero que sea después del trabajo. Supongo que todos tenemos cosas que contarnos. - Después intenta aparentar tranquilidad con un amago de sonrisa, pero parece que le cuesta.