Partida Rol por web

Cuando entráis a la sala de estudio, veis que no estáis solos. En la mesa del medio, hay una única persona con la cara oculta tras un libro.

https://dl.dropboxusercontent.com/u/44992002/Arcan...

Todo sería totalmente normal si esta persona no tuviera... orejas de animal. Como de perro. Negras y peludas. Una vez uno se fija en eso, es inevitable ver que tiene también una cola negra, grande y peluda que va de un lado a otro detrás de la silla.

El libro (titulado: Seguridad en locales públicos) tapa por completo la cara de quien quiera que sea. Excepto en el momento en que baja el libro, aún pegado a la nariz, de tal manera que se le ven los ojos. Cuando hace eso, ve a Kyoya, Akito y Lylia, pone unos ojos de sorpresa y vuelve a esconderlos tras el libro.

Tras ello, comienza a arrastrar su silla, primero con sutileza, y luego rápidamente, hasta una zona algo más alejada. Una vez está lejos, repite el proceso. Baja el libro, mira por encima, y vuelve a esconderse detrás.

- Lylia - le susurro tratando de que no se note. - ¿Crees que son de verdad?

Kyoya está tratando de poner su mejor cara de aquí no está pasando nada, pero le cuesta. ¿Qué demonios es eso?

Una que Lylia, Akito y Kyoya se van, Saki vuelve a sus quehaceres y, inevitablemente, a sus pensamientos. 

No le ha gustado el trato que le ha dado Akito, pero parecía que no iba a dejar de insistir, así que era mejor acabar antes de que la cosa empeorara. No es como si fuera demasiado útil crear un nuevo problema por el hecho de no dejarse ayudar. Lamentablemente sus sospechas se habían confirmado... Seguro que Lylia y sus... ¿Amigos por necesidad? Habían estado investigando más sobre el tema. Algo más de información tampoco le vendría mal a Saki, aunque intentaría no entrar en detalle sobre su arcano si no era necesario (Prefería que antes mencionaran los demás el suyo). 

Ofuscada por sus preocupaciones la lectura no resultaba agradable en ese momento para Saki así que decidió ocupar su tiempo en algo más productivo. A pesar de que no acababa de confiar en Mei (Al fin y al cabo su amuleto no había servido de nada), su palabras aún seguían en su cabeza. Mei había mencionado que el nombre de Arcano tenía que ver con las cartas del Tarot o algo así... Quizás podría encontrar algún vinculo entre su Arcano y alguna de las cartas.  

Miro a Akito con una mezcla de preocupación y medio.

- Sí, creo que son de verdad. No sería lo más raro que hemos visto esta semana. 

Me quedo callada mirando a esa persona y susurro a Akito. 

- ¿Salimos de la sala o intentamos saludarlo? Quizás podamos hacernos su amigo... - Digo sin estar muy convencida. 

Los resultados de la búsqueda no dieron muchos resultados. Demasiados arcanos... Y tampoco es que tuviera muchos datos sobre el suyo. Al final aquello también resultaba otra perdida de tiempo así que decidió centrarse en el trabajo todo lo que pudiera. 

Me pongo un poco por delante de ella y Kyoya, y les hago un gesto con la mano, señalando la puerta y les susurro:

- Voy a hablarle, estad preparados para correr.

Doy un par de pasos al frente y digo

- ¿Buenas? Soy Shuujin...- Dejo en el aire la frase, con la esperanza de que decida contestarme.

No sé si quiero que me conteste en realidad, aunque preferiría eso a que me arrancara la cabeza. Meto la mano en mi mochila, para tener a mano el amuleto, no sé ni para qué, pero por si acaso.

La persona o ser que está detrás del libro mira a Akito por encima del libro de nuevo, y esta vez baja el libro del todo.

- Hola~. Yo soy Tsukihime, aunque puedes llamarme Hime a secas - y guiña el ojo a Akito.

La visión del ser deja atónito a Akito, no por que fuera un ser horrible (que de hecho, parecía una chica, ¡y guapa!), ni porque infundiera terror ni nada parecido. Es que... era una chica (si es que era eso) extremadamente parecida a Saki. Con diferencias obvias como la falta de gafas, y la inclusión de las orejas y la cola. Con otras diferencias no tan obvias, como la forma de su sonrisa, algo más pronunciada por un lado que por el otro, y la forma de actuar.

Carajo, que podrían ser gemelas.

- ¿Necesitas algo? Estoy esperando a una persona.

Pese a su forma de hablar, con una confianza enorme por hablar con un desconocido y un cierto tono sensual que da a cada palabra, en ningún momento pierde la educación. Se nota que tiene maneras. Incluso ha dejado el libro a un lado para hablar.

Miro a Kyoya y a Lylia tratando de que no se me note demasiado la sorpresa.

- Eh, no no nada, solo que como no te habíamos visto nunca queríamos presentarnos. Este es Kyoya y esta Lylia. - Me giro como para ir a sentarme, quiero preguntar pero no sé si no sería un problema... Vuelvo a girarme y le digo - Tsuk.. esto Hime, ¿eres pariente de Saki, la bilbiotecaria?

Noto la cara de Kyoya de "WTF?" y me encojo un poco de hombros. Veo que forma con la boca la palabra ARCANO, y le hago un gesto de "ya lo sé tío", es bastante obvio en realidad.

- Bueno, sí. Podríamos decir que somos parientes. - coloca el codo sobre la mesa y apoya la cabeza en la mano - Vaya. Saki no me había hablado de vosotros. De saber que tenía amigos tan guapos hubiera venido antes.

En ese momento tiene lo que se puede denominar una "sonrisa pícara". Parece que realmente se divierte con la situación, y gracias al cielo, no hace ningún gesto de querer causaros daño.

- En fin. ¿De qué conocéis a mi pequeña Saki?

Cuánto de peligroso será coquetear con un arcano. Saki decía que su problema no era tan grave, así que tal vez se pueda tratar con ella con normalidad. 

Me acerco a su mesa  y dejo mi mochila en la silla de al lado, como si nada, pero teniendo en mente que tengo el amuleto a mano.

- Pues es más amiga de Lylia que nuestra - sonrío ligeramente, sé que es lo que más me favorece - nosotros la conocimos ayer cuando vinimos a la biblioteca. - Me hecho un poco hacia delante en la silla  y apoyo el brazo en la mesa y mi cara en la mano, entornando un poco la cabeza. - Pero hablanos de ti. ¿Hace mucho qué vienes por aquí?

- Sí. De hecho, es el primer día que vengo. ¿Y qué me encuentro? Je, creo que tendré que venir más a menudo. - se levanta un momento y hace señas a Lylia y Kyoya - Venid, no seáis tímidos. Hay sitio para todos. No voy a morderos.

Al decir eso, hace una sonrisa algo más natural que las anteriores y deja ver dos colmillos bastante pronunciados, dejando por los suelos su última afirmación.

Se vuelve a sentar.

- Y bueno, realmente no tengo mucho más que contar. Hoy fue mi primer encuentro con Saki, ¿sabes?

Kyoya y Lylia se acercan un poco, Kyoya se sienta a mi lado, y Lylia al suyo, quedando la más alejada de Hime. Kyoya la mira y también sonríe.

- ¿El primero? Yo aún - Kyoya se para a media frase, no sabe seguro si es buena idea decirle directamente que es un arcano...- Decía, que yo apenas la conozco tampoco. Y ¿cómo es que has decidido pasarte por aquí? Es raro que a las chicas tan guapas le gusten los libros...

La frase de Kyoya ha sonado fatal, y antes de que Tsukihime diga nada añado:

- Pero siempre es más interesante una a la que le gustan - Mi voz sale un poco más forzada de lo que me gustaría, pero el tono ha quedado bastante grave. Espero que no se moleste...

- ¡AHAHAHA! ¿Por qué tan nerviosos? - de repente, parece que se da cuenta de algo - ¡Uy! Se me olvidaba. Estamos en una biblioteca.

Y se pone en tensión, mirando por la puerta de la sala de estudio. Después vuelve a mirar a Kyoya y dice:

- Entonces, explícame eso de que soy tan guapa - con una mirada que muestra verdadero interés.

- ¡HAHAHAHA!

Se oye una risotada desde la sala de estudio. No parece ni de Akito, ni de Kyoya, ya que es una voz femenina. Aunque tampoco es la de Lylia... de primeras, no te la imaginas riendo así. Tampoco has visto entrar a nadie más.

Fuera lo que fuera, ha sido una única vez y ha parado en ese mismo momento.

A Saki la risa la pilla un poco por sorpresa y la distrae de sus pensamientos durante varios segundos. Tras pensar de ir o no, asume que posiblemente sea alguien que hubiera entrado antes de que fuera su turno en el biblioteca, si no continuaba haciendo escándalo no hacía falta intervenir. A parte, aún recordaba la ultima vez que intervino... Si que era por un tema importante, pero yendo hacía allí no consiguió nada. 

Suspiro aliviado, parece que por ahora no nos arranca la garganta. Kyoya le sonríe lo más encantandoramente que sabe, y mirándola a los ojos le dice:

- Para empezar, esas orejas son muy sexys. Y la forma en la que brillan tus dientes es como unas perlas. Y tu piel es fina y tersa como la porcelana. - Habla con una voz suave y grave, es impresionante lo bien que se le dan estás cosas. - Me encantaría saber más de ti. ¿ De dónde eres? ¿ Qué edad tienes? ¿Cual es tu comida favorita?

Añado, suavemente:

- Sí por favor, háblanos más de ti... - Y también la miro a los ojos. Estamos jugando con fuego.

- No soy de ninguna parte. Tampoco sé desde cuando soy o estoy. Solo sé que me encanta el conejo a la brasa.

No parece que hable en tono de broma. Parece que se toma totalmente en serio sus palabras.

- Aún estáis muy en guardia - se queda unos segundos mirando a todos -. Si conocéis a Saki... ¿estáis también preocupados por ese tema de los "Arcanos"? Creo que Saki me llamó así antes.

Ante esa palabra no podemos evitar tensarnos los dos. Miro a Kyoya y él a mí, y decidimos que es mejor dejarnos de tonterías.

- Tsukihime, tú eres un arcano también ¿no? Aunque puede que vosotros os refiráis a vosotros mismos de otra manera...

- Supongo que sí, aunque hoy ha sido la primera vez que he oído esa palabra - se inclina un poco sobre la mesa -. Ahora me toca preguntar a mi. ¿Qué se supone que es un Arcano?

Miro a Kyoya, Kyoya me mira a mí, miramos a Lylia, ella pone cara de "esto es vuestro problema" y yo me llevo la mano al pelo, y me lo aparto de la cara.

- Hime, un arcano es, es, ams, la sacerdotisa del templo que nos lo explicó no lo tenía muy claro tampoco, pero algo así como un habitante de otra realidad que se manifiesta ante su objetivo y que tiene relación con una carta del tarot. - Sé que esto podría ser una locura, le estoy dando toda la información que tenemos, pero es bastante más probable que saquemos algo útil de ella que del jabalí gigante. - ¿Todo eso tiene algún sentido para ti?