Partida Rol por web

- El mismo que para vosotros. - Tsukihime es directa - No le veo ninguno. ¿Vosotros me veis así?

No sabéis exactamente que espera que digáis. Pero sea cual sea, parece que espera impaciente una respuesta.

- Yo ya no sé nada. Pero por lo menos no eres como mi arcano, y creo que como el de Lylia tampoco. Pero hace dos días que sabemos que esto existe, así que tampoco te puedo decir nada mejor.

- ¿No soy como vuestros Arcanos? ¿Y cómo son vuestros Arcanos?

Entro en la conversación para apoyar a Akito. 

- El mío.- Digo y me paro un momento para que Tsukihime se fije en mi antes de añadir. - Es niebla, una niebla espesa que cubre todo el mundo a mi alrededor y me separa del mundo. 

- Me permites una pregunta. ¿Qué es lo primero que recuerdas?  

- Recuerdo todo lo que ha vivido Saki hasta la fecha. Por lo tanto mi primer recuerdo es el suyo. Ahora me toca - parece que esto le divierte -. ¿Has intentado hablar con tu Arcano, Lylia?

- No, solo me encontré una vez con él y supe que era mi arcano por que la sacerdotisa del templo me avisó. - 

La miro de forma inquisitiva y pregunto. - ¿De qué has hablado con Saki? 

- De nada en particular. Solo intentaba convencerla de que no le haré ningún daño. Creedme, estaba más tensa que vosotros.

Entonces Tsukihime mira el reloj de la otra punta de la sala y dice:

- Vaya, ¡qué hora es! - deja el libro que tenía en las manos en una estantería, con cuidado - Creo que es hora de ir a molestar un ratito a Saki - pone una sonrisa de satisfacción, como si ya imaginara la escena -.

En el instante en que miráis con curiosidad qué hora es para que Tsukihime reaccione de esta manera, Tsukihime desaparece. Se desvanece. Se funde con el aire y no la veis más en la sala. Podéis haceros una idea de dónde debe estar ahora...

Saki siente que una barbilla se apoya en su hombro izquierdo mientras lee.

Esa sensación viene acompañada de algo peludo que le acaricia la mejilla un instante, antes de escuchar en su oreja las siguientes palabras:

- Sakiiii. ¿Vas a estar aquí todo el día?

Sí. Esa era Black Saki. De nuevo. No mentía cuando dijo que se verían de nuevo, pero esto era antes de lo esperado.

A Saki le recorre un escalofrío por todo el cuerpo cuando nota que algo le toca el hombro. Sus temores se incrementan cuando se da cuenta de quien esta a su espalda. Antes de mirarla, mira a su alrededor, buscando alguna mirada en la biblioteca, algo que pueda ayudarla... Pero no hay nadie allí. Se plantea si salir corriendo hacía la sala de estudio... ¿Pero como reaccionaría ante aquello ese ser? 

De verdad que tenía la esperanza de no verla tan rápido... Ahora ya estaba entre la espada y la pared, ahora sabía que podría aparecer en cualquier lugar... ¿Que podía hacer? Aún no tenía claro que era lo que tenía en mente ese ser, no había pensando ninguna estrategia... Nada, simplemente se había querido olvidar de aquello. Como siempre había intentado con todo lo que la atormentaba. Una parte de ella quería enfrontar al ser que tenía detrás, ¿Pero sería capaz? No era capaz ni de medir su fuerza...

El ser seguía ahí detrás y ella estaba tensa como una rama. Necesitaba algo más que fuerza para poder salir de allí. Lo mejor ahora era seguirle el juego, quizás era lo único que pretendía ese ser de momento. 

- Solo lo que dure mi turno. - Dijo lentamente, midiendo sus palabras para que no resultaran desafiantes en ningún sentido. 

- Tú siempre tan tensa. Tu siempre pensando en lo peor. Como me desconoces te voy a hacer algún mal. ¿No? - Black Saki suena bastante seria, más que antes - No crees que si quisiera hacerte daño, ¿podría incluso haberte matado ya?

De repente Saki se percata de que Black Saki ha desaparecido de detrás suyo y está justo delante.

- Porque poder no me falta para ello. Pero claro - ahora se sienta encima del escritorio - Para Saki solo soy un ser malvado que quiere hacerle pupa - se restriega los puños por los ojos, como si hiciera pucheros -. Por favor, somos mayorcitas ya. Ni siquiera he abusado de ti verbalmente. Tu actitud me ofende en gran medida.

De pronto la tensión de Saki se convierte en irritación. El ser que tiene delante le resulta ahora más pesado que amenazador, pero aún así se niega a actuar de momento. Aún queda tiempo para ver cual es ese "poder" del que habla.

Aún con sus ideas en mente, Saki no puede evitar contraatacar a las pullas del ser con tal de defender el poco honor que pueda tener. 

- Nunca pedí encontrarte. - Dice sin mirar a la cara al ser. - Cuando alguien insiste en entablar una amistad con un desconocido quiere decir que tiene que haber algún motivo. Si ese motivo no se le da a la otra persona es normal vea a ese alguien como algo amenazador, puede significar que ese motivo es algo que no le gustara o que pueda hacerle daño. Y si encima acompañas esto a tu posicionamiento de superioridad...

De pronto Saki vuelve a levantar la vista al ser. Ha hablado demasiado. Una vez que había comenzado ya no podía parar... ¿Pero que quedaba ahora? Ya se estaba arrepintiendo de cada palabra que había dicho. 

Miro a Lylia y suspiro. 

- ¿Tal vez deberíamos ir a dónde está Saki? 

- Resulta curioso que me digas eso, ya que yo no estaría aquí de no ser porque tu lo desearas. - las palabras de Black Saki parecen tener cada vez menos sentido para Saki - Y si eso es lo que quieres, Saki, te diré por qué estoy aquí.

Las Sakis se miran a los ojos durante unos instantes, que se hacen eternos.

- Yo soy parte de ti, Saki. Pero tú no me gustas. Ni yo te gusto. Ni tu te gustas. Ni yo me gusto. He venido a solucionar esto. A hacernos uno. He venido a cambiar esa visión tan pobre de la vida que tienes. Esa manera gris de mirar el mundo. He venido no porque lo pidieras, si no porque lo desearas. Quieras, o no. No he venido a ser tu amiga. He venido a que seas tu amiga. Si tu me haces daño, te estarás haciendo daño a ti. Si yo te hago daño, me estaré haciendo daño a ti.

Hace una pequeña pausa, y de imprevisto dice:

- ¡SAKI! Estamos juntas en esto. No me decepciones. No te decepciones.

Saki analiza las palabras del ser en un estado de shock. Parte de ella... parte de ella... parte de ella... ¿Tenía alguna razón para mentir? "Estoy aquí porque tu lo deseabas"... ¿No era ese ser todo lo contrario de ella? "Ni tu te gustas"... Quizás eso podía ser cierto... Pero no necesitaba que nadie se lo recordara. Ningún ser de otro mundo iba a venir nunca a ayudarla, todo tenía que ser una mentira... Si, una mentira... Solo ella podía ayudarse. 

- Si veo el mundo gris es porque es gris. Si tienes problemas es porque son tus problemas, porque tu te los has buscado. Si pudiera cambiar lo que soy en este punto ya lo hubiese hecho. - Ahora mira al ser fijamente, con seriedad. - No te necesito a ti para que me recuerdes la basura que soy. 

- Si no recordaras la basura que eres, ¿por qué ibas a desear cambiarlo?

Black Saki se levanta del escritorio y queda frente a Saki. Entonces, estando Saki aún sentada, Black Saki la abraza con delicadeza y cierto cariño. Sabiendo eso de que "Black Saki es parte de ella", este acto pasa a sentirse bastante más extraño. Como si se abrazara a si misma. Finalmente, susurra:

- ¿Y si te dijera que no es demasiado tarde? ¿Y si te dijera que esto no es lo que tú has elegido? ¿Y si te dijera que podemos hacer que el mundo deje de ser gris? - para un momento, y antes de que Saki conteste dice - Considera por un instante que lo que te digo es cierto. Considera por un instante que todo lo que te digo se puede hacer. ¿Que harías?

- Sí...- Digo mientras intento descolapsar mi mente de toda la rareza de la situación. 

- ¿Es ya la  hora a la que hemos quedado? - Digo mientras miro mi reloj

Vais hasta la sala principal y veis a Saki en el escritorio, y de espaldas a Tsukihime. Están tan cerca que podrían estar besándose. Parece que hablan.

Voy a donde está Saki para saludarla. Aunque no interrumpo a Saki si está hablando. 

Parece que está hablando, así que te quedas a unos metros de ella para no interrumpirla. Parece una conversación tensa, aunque no hay violencia de por medio. Tsukihime está abrazando a Saki, y le susurra cosas al oído.

En cosa de unos segundos, Tsukihime se aparta de Saki y se encara hacia vosotros, espectante de lo que Lylia tenga que decir.

Mientras habláis, Black Saki susurra:

- Y ahora, parece que tienes visita. Por cierto, ellos me conocen como Tsukihime. Aunque puedes llamarme como te plazca.

Entonces deja de abrazarte y se gira. Al apartarse, ves a Akito y Kyoya cerca de la sala de estudio, y a Lylia que se ha acercado hasta unos metros de ti. Parece que quiere decir algo.